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Desechos tóxicos... por chibibeast

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Notas del capitulo:

Hola~

Aquí el último cosito que prueba mi participación en este desafío x'3


Alguien por allí~ me dijo que este conjunto no es parecido a lo que acostumbro a escribir, pienso que eso está bien. Si me han leído antes sabrán que acostumbro a escribir drama-romance con toques de humor, si no, pues, ahora lo saben lol
 
Para este desafío quise hacer one shots ligeros y cortos, centrados en el «Humor», excepto este último. Porque este es el más importante, por así decirlo, es el que le da sentido al título y los tres shots anteriores (el Kaita es uno sólo, aun teniendo dos partes); si bien no tienen relación en la historia, sí en el concepto/de lo que tratan.
 
Espero que puedan comprender lo quiero decir, sin querer retrasarlos…
 
Resumen:
Los desechos tóxicos no son tan malos.
 
KAIxAOI
 
¡A leer!

El reloj marcaba las tres y media de la mañana. Yutaka, tumbado en su cama daba vueltas sin poder dormir en condiciones, acalorado y preocupado; debido al sueño que acababa de tener.


  De sólo recordarlo se inquietaba.  


Soñó que estaba en esa misma habitación, él dormía plácidamente y suponía que Yuu también dormiría en su propia cama. Entonces, Yutaka sintió un tirón en su brazo y un zarandeo, entreabrió los párpados, molesto. La imagen que encontró no se la esperaba: Yuu semidesnudo, usando sólo un pants, y con lágrimas recorriendo su rostro. Abrió por completo los párpados, alarmado y se incorporó.  


− ¿Yuu? ¡¿Qué ocurre?!  


Shiroyama balbuceaba palabras que el batero no podía entender, ya que sollozaba y apenas movía los labios. Sin que se lo esperara, el guitarrista los rodeó con los brazos en un cálido abrazo, enterró la cabeza en el pecho del líder y aumento el volumen del llanto. Esto tomó totalmente por sorpresa a Yutaka, quien no supo cómo reaccionar pero, sin saber por qué, acabó correspondiendo de igual manera el abrazo, mientras acariciaba las hebras negras del mayor con una mano. Se quedaron así, lo que duró el llanto en apaciguarse poco a poco.  


− Bueno, ¿me vas a decir qué te…?− la interrogante fue cortada cuando se dio cuenta de que Yuu dormitaba, acomodado sobre él.  


Le habría encantado no despertarse, pero ahí estaba dando vueltas, enredándose entre las sábanas de la cama, una y otra vez.  


Deseaba que «alguien»; específicamente: pelinegro, guitarrista, mayor que él, poseedor de labios abultados y carnosos, con trasero respingón y firme; le zarandeara para despertarle.  


Dedicó una mirada fugaz al lado vacío en el colchón, suponía que el otro estaría durmiendo tranquilo en la habitación próxima a la suya. Se reprendió en voz baja por los pensamientos que estaba teniendo y por la tontería de que… era imposible que pasara lo de su sueño… ¿No?


 Por si las moscas, dedicó otra mirada al puesto vacío y suspiró resignado.  


Volvió a acurrucarse entre las sábanas, cayendo en la inconsciencia luego de un par de minutos. Al día siguiente regresarían a Tokio, dando por finalizada la gira programada de ese mes.        


 


 


 


  ***        


 


 


 


  Era la hora del almuerzo, se encontraba solo sentado en la una de las tantas mesas del pequeño comedor que la compañía poseía; se mantenía medio vacío, ya que normalmente los integrantes de las distintas bandas solían comer fuera o llevarse los envases a sus respectivas salas de ensayo para no retrasarse mucho. Sus compañeros habían salido a quién sabe qué restaurante, dejándolo atrás porque como líder debió quedarse a atender ciertos asuntos; ciertamente, estar solo mientras meneaba con los palillos los fideos del ramen, lo entristecía. Aunque los llamara para preguntar dónde estaban, ya no estarían comiendo, ya que, seguramente, a alguno se le ocurrió ir a alguna tienda o algo así.   


A su mente llegó el recuerdo del sueño que tuvo con el mayor de la banda. Le parecía extraño que llorara, pero el hecho de haberlo tenido entre sus brazos, al menos en un sueño, lo hacía sentir bien; quería saber por qué lloraba, no podría preguntar directamente, Yuu lo quedaría viendo como si estuviese loco… no fue real, él estuvo en su habitación. Sin embargo, todavía podía sentir esa sensación de sus manos tocando la suave piel de la espalda y hombros del pelinegro, la vista que le regaló aquel torso semidesnudo…  


Se atragantó con los fideos que, sin darse cuenta, se llevó a la boca, debido a que imaginó lo que hubiese sucedido si no hubiese despertado; bebió un poco de agua, del vaso posado a su izquierda, para ayudarlos a bajar por su esófago. Yuu y él, tal vez hubiesen tenido… sexo. Escupió el agua, mojando la mesa y el borde inferior de la camisa un hombre que iba pasando, pidió disculpa muy avergonzado. «Demonios, si hubiese sido un sueño húmedo…»  


La silla frente a él siendo arrastrada lo hizo volver a ver, ahí se situó el dueño de sus pensamientos desde la noche anterior. Un tanto confundido, Yutaka bajó los palillos, dejándolos encima del borde del tazón.  


− ¿Qué pasa?−cuestionó. Pudo notar cómo el guitarrista se estremeció visiblemente al escucharlo hablar. Los dedos de Yuu jugaban nerviosamente con una servilleta que era del batero.  


− Yo quiero decirte algo…− mordió su labio inferior. Yutaka no evitó que sus ojos se posaran en esas carnosidades.  


− Entonces, habla.− no entendía qué hacía el guitarrista de vuelta en la compañía, creyó que tardarían más en regresar, pero se sentía alegre de tener con quien hablar. Supuso que esa plática les tomaría mucho tiempo, debido a que cuando Yuu se ponía nervioso, vacilaba.    


− ¿Puedo preguntarte algo?− habló en voz baja.  


− Bueno, por si no te has dado cuenta, me acabas de preguntar. Así que sólo ve al punto.− dijo divertido.  


− ¿Eso significa que puedo hacerte una pregunta?  


Yutaka estaba desesperándose, no diferenciaba si el pelinegro no era directo por estar cohibido o si era porque estaba bromeando.  


− Ya me has preguntado dos veces.  


− Sólo contesta.− el mayor frunció el ceño empezando a enojarse.  


− Sólo has la jodida pregunta, Yuu.  


Se miraban directamente a la cara, ambos con el entrecejo fruncido. Yuu apartó la mirada, volvió a apresar entre sus dientes su labio inferior, luciendo azorado; una vista que podría derretir a cualquiera dejándolo sin un pensamiento coherente, excepto a Yutaka porque él es un tronco frente a las muecas de Yuu. No es cierto, eso no engaña a nadie. Si no estuviera la mesa en medio de ambos, el batero se hubiese lanzado contra el guitarrista a besarlo.  


− ¿Puedo dormir contigo esta noche?− quien estaba azorado ahora era Yutaka.


 Lo bueno era que había dejado el tazón de lado, si no, Yuu tuviese que practicarle primeros auxilios por haberse atragantado de nuevo. Pudo escuchar algunas risas disimuladas y resoplos ahogados provenientes de las pocas personas que permanecían en el comedor, entre ellos el guitarra y líder de Screw, Kazuki, que admiraba al pelinegro y al oírlo exclamó « ¡Sempai, no!», los compañeros de este le taparon la boca e hicieron que se sentara, pidiendo que los ignoraran.  


− ¿Por qué tenías que preguntar eso aquí y ahora?− siseó.  


− Porque no podía encontrar otro momento para hablar contigo. Después del almuerzo debemos regresar a ensayar, al finalizar el ensayo te quedarás a hacer más trabajo y no quiero alargar más esto.− agarró la diestra de Yutaka y la enlazó con la propia sobre la mesa− Me di cuenta que lo que hice estuvo mal, quiero disculparme. Anoche, estuve en tu habitación porque no podía dormir, todo lo que nos dijimos rondaba mi mente haciéndome sentir pésimo, no lo resistí; fui, me abracé a ti, lloré… yo mismo me sorprendí por eso, sabes que detesto llorar. Pero la culpa de ser el causante de nuestro distanciamiento me carcomía, te necesitaba… te necesito, Yutaka.− luchaba contra las lágrimas que querían salir, su voz era un poco distorsionada y sus pómulos estaban ruborizados.  


A lo que el mayor se refería era a la discusión que habían tenido la pasada noche antes de irse a la cama, las bromas infantiles del pelinegro le habían costado al castaño un severo regaño de parte del manager y el pago para repuestos de bienes dañados; además de que desde antes andaban en malos términos, Yuu era coqueto por naturaleza y, en ocasiones, Yutaka no soportaba los celos que eso le suponía. La paciencia extrema del batero se terminó cuando el guitarrista ignoró las órdenes que él había dado, no quiso decirlo de ese modo pero la actitud altanera y egoísta del otro lo hartó; habían salido a pasear de lo más felices y regresaron tan furiosos el uno con el otro que nadie del Staff o algún GazettE quiso acercárseles. Por aquel día no se volvieron a ver, eso había creído el batero.  


− Creí que había sido un sueño.− susurró.  


− Yo también creí que mi subconsciente jugó conmigo, pero desperté abrazado a ti. Tú dormías, no quise perturbar tu sueño, entonces salí sin hacer ruido.   


− Discúlpame. No era mi intensión estar separados, sólo quería tu atención. Pasas gran parte del día centrado en otras cosas, en otras personas y siento que me dejas a un lado; lo entiendo cuando estamos preparándonos para un nuevo álbum o single o una gira, sin embargo pasa lo mismo cuando tenemos descanso o un día libre, como ayer. Quise que pasáramos tiempo juntos, pero nada salió cómo planeé y al final te hice llorar. Perdóname.− elevó las manos que estaban unidas, de manera tierna besó la de Yuu.  


− Ambos nos equivocamos. Ahora, que todo está bien entre nosotros, ¿puedo dormir hoy contigo? – la expresión en el rostro del guitarrista no le permitió negarse.  


− Por supuesto, es más ¿qué te parece si preparamos la cena juntos?   Un asentimiento de cabeza bastó para hacerlos sonreír, iban a levantarse de la mesa cuando visualizaron sus amigos atravesar la puerta del comedor.  


− ¡Hey!− saludó el bajista− Por sus caras supongo que ya se arreglaron, ¿no?  


− Seguro irán a la casa de Yutaka a darse «amor». ¡Genial, no habrá ensayo!− celebraba el vocal, sin dejar responder a la pareja.  


− Qué perezoso eres, Taka. No canten victoria todavía, justo nos dirigíamos a sala.− Yutaka dio una sonrisa maliciosa.  


Los tres recién llegados emitieron quejas y bufidos.  


Emprendieron marcha hacia el piso correspondiente en que debían ensayar, platicaban de diversos temas hasta que el primer guitarra dijo lo que sería la ruina del pelinegro.  


− Oye, Yuu.− el aludido volteó a verlo− Dejaste olvidado esto en mi auto.− extendió una clavija, regresándola al susodicho.


 − Esto es mío.− dijo confundido el batero.− ¿Por qué lo tenías tú?− no quería adelantarse a los hechos ni sacar conclusiones erróneas.  


− Eh… no lo sé.− se hizo el desentendido.  


− Yuu.− llamó a modo de regaño.   Los otros tres presentían que una tormenta se avecinaría, salieron corriendo a buscar refugio.  


Suspiró abatido. «La cagaste, Shiroyama»  


− Verás, estaba muy enojado contigo, así que tomé la clavija y aflojé algunas piezas de tu batería. No pensé que me fueses a perdonar tan rápido, esa era mi venganza; te lo iba a decir antes de que te sentaras tras la batería, en serio.− una risa nerviosa escapó de sus garganta.  


Yutaka masajeó sus sienes, aun sosteniendo la pieza plateada.  


− Bueno, nada ocurrió y aseguras pensabas alertarme, así que olvidémoslo ¿sí?   Continuaron el día con normalidad: despistes, regaños, discusiones superficiales, entre otros. Más importante: con rostros felices, miradas cómplices y besos dulces.          


 


 


 


***        


 


 


 


 Sus respiraciones eran agitadas, sus pieles húmedas por el sudor y pegajosas por sus esencias combinadas, los cabellos negros de ambos revueltos y los labios rojizos, delataban lo sucedido hace pocos segundos.  


Al final llegaron a la casa del batero, luego de aclarar otros puntos que los incomodaban terminaron resolviendo el distanciamiento… acercaron tanto sus cuerpos como les fue posible.   Yacían tumbados en la mullida y cómoda cama, con las sábanas medio tiradas en el piso, regalándose leves caricias.


 − ¿Sabes? Esto de los «desechos tóxicos» no es tan malo.− murmuró Yuu.  


− ¿Desechos tóxicos?− no entendía cómo eso podía ser bueno, es decir, son residuos radiactivos, peligrosos para cualquier ser vivo.  


− Sí, así llamaba al amor cuando era adolescente pero le daba un significado negativo. Ahora que ya estoy viejo, le doy un significado distinto y positivo.− echó hacia atrás un par de mechones que se pegaban a su frente.  


− ¿Ah sí? ¿Y cuál es?− se recostó en su costado derecho para ver mejor el perfil de Yuu, que estaba acostado boca arriba viendo el techo.   


− Los comparo porque así como los desechos deforman físicamente a quien se atreva a tocarlos, el amor transforma emocional o mentalmente a las personas. Ya sea para bien o para mal. Uno no sabe exactamente lo que pasará si se acerca a algo radioactivo, podría: derretir su cuerpo o sólo dejarlo calvo o causarle una enfermedad incurable o matarlo. Es lo mismo con el amor, nadie sabe lo que ocurrirá al enamorarse: al ser un amor no correspondido la persona puede llegar a hacer hasta lo impensable para ser notado y amado de igual manera, si es obsesión puede hasta volverse loco o incluso excederse hasta asesinar; al contrario de si es correspondido pueden pasar ambos: saca lo mejor, la ternura y comprensión, también lo peor, el rencor y puede destruir sin realmente proponérselo. No digo que los desechos tóxicos sean algo bueno ni que compararlo con el amor sea correcto, sin embargo, ninguno existe para arruinar la vida. Ambos fueron definidos como tal por el ser humano, si el ser humano no pusiese sus manos en lo que no debería, de ser así, no constaría lo que conocemos.  


− En ese caso, he sido intoxicado.− tomó la barbilla del pelinegro haciéndolo girar la cabeza sobre la almohada para verlo, dio un toque dulce en los labios blandos y arrebatadores.  


Nos dañamos constantemente e igual continuamos buscando aquello que posee sabor caramelo y a la vez sabor amargo.            


 

Notas finales:

 A pesar de ser corto, quiero creer que fue algo que les gustó leer.  

Como dije al principio: es la primera vez que participo en el DIK, ojalá el próximo año tenga la maravillosa oportunidad de participar por segunda vez.  

Ha sido una bonita experiencia experimentar con las cuatro combinaciones posibles con el Líder como el «activo» en la relación, (aunque ya lo había hecho, también de pasivo :v) siendo este conjunto de shots ligeros apenas se nota que hay algún mensaje oculto, no obstante espero que hallan captado siquiera uno xD

 Pues, nada. Qué tengan salud, sean felices y… consigan dinero si les hace falta(?) ¡Trabajen! >:u  

Nos leemos en algún otro fic~ (no pregunten en cuál o un robot les contestará :v)

 


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