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Un amor inesperado. por dchermosilla

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Notas del capitulo:

Me di cuenta que quedaron en ascuas en el capitulo anterior, asi que cumplo para satisfacer sus dudas, muchas gracias por leer y dejarme sus mensajitos.

Cuando las el moreno salió del bunker las palabras que decía mi madre retumbaron en mi cabeza, "nunca debes enojarte con alguien que va viajando o saliendo, ya que nunca sabes si lo volverás a ver", con un suspiro tome mis cabellos los cuales estaban bastante largos, con lentitud me acerque al pequeño que me miraba fijo, le sonreí para que relajara su expresión y me volví a acostar a su lado, increíblemente y pese a que yo cobijaba al niño en mis brazos con su solo contacto me sentía arrullado y protegido, sin planearlo cerré los ojos quedándome dormido.

 

 

 

Un fuerte sonido subterráneo me hizo abrir los ojos con rapidez, sin saber que ocurría me senté en la camilla pero cuando quise poner un pie abajo fue imposible, el suelo empezó a moverse bajo mis pies y yo solo atiene a colocar mi cuerpo sobre el del pequeño, que asustado apretaba mi delantal, cuando creí que esto no podía ser peor las cosas a nuestro alrededor empezaron a caer provocando ruidos muy fuertes, la tierra no nos daba tregua y parece que en vez de disminuir el movimiento iba en aumento, hace mucho que habíamos perdido la luz y ya ni gritos se sentían, mi corazón estaba en mi boca y tenía los brazos entumecidos por la fuerza que hacía para no caerme de la camilla, sin poder evitarlo pensé que este seria nuestro fin, la naturaleza no nos daría clemencia como nosotros tampoco se la habíamos dado a ella, resignado cerré los ojos y en lo último que pensé con una irónica sonrisa fue en lo cierta que habían sido las palabras de mi madre en esta situación.

 

 

 

Una suave caricia en mi rostro me hizo abrir los ojos, la oscuridad de mi entorno era tan grande que no veía nada, con las manos toque el cuerpo de Ramee y comprobé que estaba bien, al menos respiraba y no parecía estar lastimado en ningún lado, me senté y baje los pies, aún era extraño estar de pie ya que parecía que el entorno seguía moviéndose, de repente me acorde de mi teléfono el cual tome de mi bolsillo y cupe la linterna, recién ahí pude ver que estaba todo en el suelo, frascos, insumos, maquinas y camillas, parecía que nos habían bombardeado, casi como una zona de guerra, tome a mi pequeño en brazos ya que el andaba descalzo y trate de buscar una salida, por suerte una parte del bunker habia cedido y por ahí con dificultad salimos.

 

 

 

Cuando salí pude ver la magnitud del desastre, no quedaba ninguna estructura de pie, habia zonas donde la tierra se habia partido, agrietado y abierto, había polvo por todos lados pero lo peor de todo es que no teníamos luna, por eso estaba todo tan oscuro, de seguro la naturaleza se habia aliado y hasta con eso nos habia castigado.

 

 

 

-Naruto, sentí que alguien me gritaba con desesperación, con cuidado deje al pequeño en el suelo en un lugar seguro y seguí la voz, tuve que pasar por montones de tierra, de escombros y árboles caídos, hasta que logre llegar a donde mi amigo se encontraba, su voz sonaba extraña porque estaba bajo un montón de latas.

 

 

 

-Mierda Neji, ¿estás bien?, dije preocupado tratando de sacar los escombros.

 

 

 

-Si por suerte todos estamos bien, la tierra cedió y quedamos como en una cueva subterránea, no podemos salir porque estos escombros son muy pesados, dijo tomando mi mano -Estaba muy preocupado por ti.

 

 

 

-¿Como están los niños?, dije apretando su mano.

 

 

 

-Todos bien, no te preocupes, dijo suspirando -Por suerte no te has quitado esa pulsera fluorescente, solo así pude verte en esta oscuridad.

 

 

 

-Aún recuerdo que dijiste que era horrible, dije bromeando un poco para aligerar el ambiente -Iré por ayuda.

 

 

 

-Ten cuidado, de seguro comenzaran las replicas en cualquier momento, así que evita acercarte a estructuras endebles o que aún no hayan caído, dijo tosiendo por el polvo del entorno.

 

 

 

-No te preocupes, dije recibiendo una linterna medica, con rapidez me puse de pie y empecé a recorrer el entorno, así me di cuenta que los soldados y habían comenzado con el trabajo de rescate, cuando me acerque a uno de ellos hable.

 

 

 

-¿Como es la situación?.

 

 

 

-Doctor, me alegra que este bien, ¿donde están sus colegas?, dijo mirando su radio.

 

 

 

-La tierra cedió y cayeron unos metros con el bunker, dije con rapidez -Tienen que sacarlos.

 

 

 

-Lo haremos, estamos esperando que arreglen los transformadores para tener luz, dijo dando una orden a otros militares que estaban de pie -Por favor ayúdenos, la necesitamos para curar a los heridos.

 

 

 

-Solo estoy yo libre, dije asintiendo.

 

 

 

-No, hemos visto recién a otro médico, dijo dándome la espalda -Me tengo que ir, encontraron los transformadores, a penas haya luz lo buscare.

 

 

 

Con rapidez empecé a buscar al otro medico que estaba fuera, de repente volvió la luz y a unos metros pude ver a Konohomaru con unas cajas de cartón a cuestas, corrí a su lado y lo ayude.

 

 

 

-¿Qué haces?, ¿estás bien?, dije tomando una de las cajas.

 

 

 

-Son insumos médicos que se salvaron, los necesitaremos, dijo con seriedad.

 

 

 

Con asombro vi en el hombre valiente en que se habia convertido, si parecía que era solo ayer cuando me seguía por todo el hospital por que no sabía aplicar una inyección, solo pude vislumbrar una sombra de aquel niño tímido y asustadizo cuando volvió a temblar y se sujeto con fuerza a la caja.

 

 

 

-Desde ahora y hasta que rescaten a los otros médicos somos los únicos que trataran y curaran a los heridos, debemos ser rápidos y precisos, dije sacando las telas -¿Lo sabes verdad?, las negras son para los pacientes críticos, las rojas para los graves, las amarillas para los que debemos tener en observación y las verdes para los leves.

 

 

 

-Si doctor, dijo siguiendo su camino, yo tome uno de los bolsos y empecé a guardar lo básico y necesario para hacer curaciones básicas,  de repente alguien tomo mi delantal y lo jalo, con sorpresa mire a mi lado y vi a Ramee, me acuclille a su lado y bese su frente.

 

 

 

-¿Me quieres ayudar?, dije viendo su rostro, en el fondo preferiría que estuviera a mi lado en todo momento que solo por ahi.

 

 

 

No hizo falta que hablara ya que nos entendíamos, con rapidez fui donde estaban mis colegas atrapados y le pedí a Neji que me buscara un par de zapatos para el pequeño, cuando me las paso las coloque en sus pies, si me iba a seguir por todos lados tenía que protegerse de los objetos rotos, cuando estaba listo le pase el bolso por las cintas y con rapidez le enseñe cual era cual, cuando vi que entendía emprendimos nuestro camino.

 

 

 

-Doctor necesitamos su ayuda por aquí, grito uno de los soldados, con rapidez llegue a su lado y vi a dos soldados sentados en el suelo, con rapidez vi sus heridas, por suerte no eran graves pero sí bastante profundas, necesitaba quitar los vidrios y cocer para que dejaran de sangrar.

 

 

 

-¿Cual es su nombre soldado?, dije mirando al que tenía el corte en la pierna.

 

 

 

-Akira señor, dijo con solemnidad.

 

 

 

-Esta es la cuestión Akira, dije colocando una tela sobre la herida y apretándola para que no sangrara tanto -Necesito limpiar, desinfectar y suturar tu herida, tengo un solo frasco de medicamento para el dolor y creo que lo adecuado es que lo ocupe en pacientes más graves.

 

 

 

-Tiene usted razón doctor, dijo el hombre con temple -Haga lo que tenga que hacer yo aguantare.

 

 

 

-Bien, comencemos entonces, dije cortando el pantalón y dejando libre la zona, tome suero y quite el polvo y la sangre seca, cuando la herida quedo limpia desinfecte las pinzas con alcohol y retire un trozo grande de vidrio y dos más pequeños, después aplique povidona y una gasa para retirar los excedentes, hasta el momento habia aguantado bien pero lo más doloroso venía ahora -Comenzare a suturar.

 

 

 

-Doctor después de que cosa la herida, puedo comenzar a trabajar en el rescate, dijo con rapidez.

 

 

 

Con asombro lo mire, de verdad que este sujeto era increíble -Claro que no, su herida debe descansar, si participa en el proceso de rescate se ensuciara, y maltratara puede abrirse e infectarse, dije comenzando a cocer la piel, el único signo de dolor que veía era el leve temblor de su cuerpo, cuando termine coloque una gasa especial para que la herida respirara.

 

 

 

-Ramee una cinta verde, dije mirando al niño, este con rapidez la tomo y ato a la muñeca del soldado, con una sonrisa me dirigí al otro soldado e hice la misma operación pero en su brazo y de ahí en más no paramos, hice curaciones simples y unas más complejas pero hasta el momento nada como con lo que me encontré cuando los soldados levantaron unos escombros.

 

 

 

Solo atine a abrazar a Ramee y a tapar sus ojos para que no viera al hombre mutilado bajo las latas, una de sus piernas había sido cortada desde la rodilla hacía abajo, tenía muchos huesos quebrados y casi no respiraba, con rapidez me acerque a él y comprobé que tenia las vías respiratorias tapadas.

 

 

 

-No podemos moverlo de aquí, despejemos todo los escombros y tratare de hacer algo, dije viendo mi paupérrimo botiquín, lo primero que tendría que hacer era parar la hemorragia externa producida por la desmembración, después tendría que ver si había hemorragia interna y finalmente tratar las heridas y cortes menores -Necesito a Konohomaru.

 

 

 

-Mierda doctor, ¿qué haremos?, dijo mirando al hombre.

 

 

 

-¿Tenemos sangre para transfusión?, dije haciendo un torniquete en la pierna.

 

 

 

-No más de 10 unidades, dijo mirando una libreta -¿Quiere que vaya a por ellas?.

 

 

 

-Trae 5, dije después de colocar un tubo y una bolsa ambu para que el paciente respirara -Hay algún soldado que sepa primeros auxilios.

 

 

 

-Yo, dijo uno con timidez, saliendo del grupo.

 

 

 

-Mantén la respiración artificial a este ritmo, dije entregándole la bolsa, con preocupación vi que pese a la presión del torniquete la herida seguía sangrando bastante, si continuaba así ni las 10 bolsas de sangre serian suficientes -Sargento hay un pueblo que se dedica a la ganadería cerca ¿verdad?.

 

 

 

-A 5 minutos ¿por qué?, dijo el hombre a cargo.

 

 

 

-Puede parecerle loco lo que diré, pero necesitamos esas varas de metal con las que marcan a los animales, no tengo los métodos ni los instrumentos para cerrar a mano cada una de las arterias, creo que lo mejor es cauterizarlas todas juntas.

 

 

 

-Iré a buscar una, dijo corriendo, justo en ese momento volvía Konohomaru con la sangre, cuando iba a comenzar la transfusión lo detuve.

 

 

 

-No podemos hacer la transfusión aún, la herida sigue sangrando así que si ingresamos sangre a su cuerpo solo la perderemos.

 

 

 

-¿Que haremos?, dijo el muchacho preocupado.

 

 

 

-Cauterizaremos, dije cambiándome los guantes, a los minutos volvió el soldado con la vara de metal -Métanla en agua hirviendo y líquidos para esterilizarla, luego caliéntenla hasta que estén al rojo vivo, cuando me la entregaron uno de los soldados pregunto.

 

 

 

-¿No le pondrá anestesia?.

 

 

 

-No puedo, está en shock y no sé en qué condiciones esta su corazón, no puedo enfrentarme a un infarto ahora, dije tomando la pesada vara y mirando al sargento, con rapidez afirmo el cuerpo y yo presione, el olor a carne quemada me dio nauseas y me trajo malos recuerdos, pero no me podía dar el lujo de flaquear, así que retire la vara y vi que había sido preciso, todas las arterias estaban cauterizadas, desinfecte rápidamente la zona y la vende -Ahora iniciemos la transfusión.

 

 

 

Cuando terminados le pusimos suero con antibióticos, por suerte después de la tercera bolsa de sangre el recupero la temperatura y los signos vitales estables, empezó a respirar solo pero no recupero la conciencia -Ahora lo pueden mover, dije mirando a los soldados, con una sonrisa vi como Ramee colocaba una cinta roja en su muñeca a mi pedido.

 

 

 

No sabía cuántas horas habían pasado, solo que habíamos ocupado la cuarta parte de nuestros insumos y heridos seguían saliendo de los escombros, era como una batalla constante que teníamos con la tierra, casi como si nos dijera "si quieren a su gente peleen por ellos", ya nos habíamos acostumbrado a las replicas y no nos deteníamos por ellas, tanto así que nos paso la cuenta una o dos veces.

 

 

 

Estaba tratando a un niño con fracturas cuando un temblor boto unos escombros que cayeron en mi hombro ocasionando un corte, sin prestarle atención seguí trabajando, con rapidez recoloque el hueso de la pequeña sin que tuviera tiempo a quejarse, cuando termine la cargue y la deje en una zona segura.

 

 

 

Cuando me cruce de nuevo con el joven médico le hable -Konohomaru, ¿no te queda nada para el dolor?.

 

 

 

-Se me acabo hace una hora, dijo abrochándose el zapato.

 

 

 

-Doctor unos locales a los que curo hace unas horas le trajeron esto, dijo pasándome una botella.

 

 

 

-Muchas gracias pero no creo que sea momento de beber, dije sonriendo por primera vez en la noche.

 

 

 

-No es para beber, dijo el hombre sonriendo -Es un anestésico natural, pueden ocuparlo en reemplazo de sus medicamentos, la dosis indicada esta anotada aquí, dijo entregando una a Konohomaru y otra a mi -No tengan miedo de usarla, nosotros mismos la hemos ocupado antes.

 

 

 

-Muchas gracias Sargento, dije recibiéndola -Por cierto, ¿dónde está el capitán?.

 

 

 

-En una misión señor, dijo despidiéndose y corriendo a donde lo llamaban, con un suspiro rellene mi bolso y continúe trabajando, lo único que sentía era cansancio y frio, de repente sentimos como los soldados se reunían al rededor de algo, cuando me acerque por primera vez en la noche respire con tranquilidad.

 

 

 

Con los ligeros y débiles rayos del sol, el cual parecía haberse apiadado de nosotros apareciendo para darnos cala y un poco de esperanza, venia el moreno con una enorme cara de preocupación, podía ver en su mirada el desconcierto y como aprovechándose de su altura buscaba algo, nunca pude ver qué era lo que buscaba tan intensamente por qué me tuve correr a socorrer a una mujer embarazada.

 

 

 

 

POV Sasuke

 

 

 

Todos me hablaban y reportaban cosas y yo solo buscaba en silencio al rubio, de reojo pude percibir sus claros cabellos siendo iluminados por el sol, resaltando su color, lamentablemente solo pude ver su espalda pero al menos estaba vivo y caminando, después de comprobarlo me dedique a escuchar los reportes.

 

 

 

-Señor, hemos logrado rescatar a 50 personas, de ellas hemos perdido a 12, lamentablemente tenemos solo a dos médicos trabajando ya que los otros están encerrados en el bunker, tenemos a varios hombres tratando de sacarlos.

 

 

 

 -¿Tenemos perdidas internas que lamentar?, dije mirando y viendo a varios soldados llenos de sangre y tierra.

 

 

 

-Por suerte no señor, tenemos a 10 compañeros heridos que están inoperativos en este momento, pero ninguno de gravedad, dijo suspirando -Hemos solucionado el problema de comunicación hace una hora y estamos a la espera de recibir insumos médicos de la ONU, para restituir los perdidos.

 

 

 

-Vamos a tratar de rescatar a los médicos, ya que no sirven de nada los insumos sin nadie que los use, dije quitando mi chaqueta y arremangándome las mangas de mi ropa, antes de comenzar cualquier cosa necesitaba hablar con el rubio y cerciorarme de que estaba realmente bien.

 

 

 

Cuando lo encontré estaba con una mujer embarazada, con rapidez me acerque a su lado a entregar mi ayuda, al tocar su hombro vi como se quejo y me preocupe, el levanto su mirada y me sonrió, una sonrisa basto para que recuperara las fuerzas y los años perdidos que este susto me habia hecho pasar.

 

 

 

-Me alegra ver que estas bien, dije sinceramente.

 

 

 

-Igualmente, dijo el -Necesito a Konohomaru, ¿podrías llamarlo?.

 

 

 

Asentí y lo hice, rápidamente volví con el joven médico a lado.

 

 

 

-Necesito un lugar lo más limpio y privado, esta mujer está lista para dar a luz, dijo mirando al joven, este asintió y corrió, cuando volvió a los minutos tenía todo listo, trasladamos a la mujer con cuidado hasta una lugar con una camilla y unas paredes hechas de sabanas improvisadas, el rubio lavo su cara tomo sus cabellos, lavo sus manos y brazos y se puso los guantes, media hora después sentimos los llantos de una nueva vida, era increíble que aún en momentos así ocurrieran estas cosas, fue casi como un acuerdo tácito que todos nos quedáramos en silencio para escuchar los sonidos de la vida, la esperanza y el amor.

 

 

 

El rubio salió con el pequeño entre mantas y lo mostro a todos, al segundo se sintieron los aplausos y vítores, si bien un nacimiento no quitaba el desazón que nos dejaba la muerte al menos era una fuerza para comenzar y seguir luchando.

 

 

 

Si ese bebe había luchado por viví en una tierra árida y arisca, en medio de la sangre el polvo y la desesperanza que nos dejo la tierra después de su movimiento, nosotros también lo haríamos ya tendríamos tiempo para llorar a nuestros muertos, y ese momento llego cuando a las  10 de la mañana en punto  justo 12 horas después del desastre natural se izo nuestra bandera y la de Siria, juntas ambas sucias y medias desastradas pero libres y moviéndose al viento, acompañadas de un minuto de silencio que los militares recibieron con un saludo, nosotros con una mano en el pecho y el resto con lagrimas en los ojos, lagrimas que pude ver en el rubio que a mi lado y en silencio liberaba su pena.

 

 

 

Cuando paso el minuto lo aleje del resto y lo abrace, no dije nada solo esperaba que pudiese pasarme un poco de su carga para que no sufriera, mi pecho era amplio y mis brazos fuertes, solo debía dejarse cobijar y llorar y así lo hizo durante unos minutos, cuando nos separamos lo bese con cuidado y sin esperar a que dijera nada lo deje para volver al rescate.

 

 

Era increible como un simple abrazo del rubio podía centrarme y dame la fuerza suficiente para seguir luchando, en ese momento de histeria y tristeza lo supe, ese rubio era lo que mi vida necesitaba y me habia hecho falta un terremoto para verlo, cuando todo estuviera bien lucharia por el, de sobra sabia que esto no podía quedar en un simple romance de verano, yo lo queria para todas las estaciones del año.

Notas finales:

Espero lo disfruten!


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