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KaiSoo: "It's not what it seems" por ZaffireHeart

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Notas del capitulo:

Sé que una vez más me pasé de la hora acordada >n< pero aquí estoy, el capítulo Final *w* y ya luego queda el Extra LayHan y terminamos por completo *0* la tortura se termina xD


En fin;


LET'S GO! ¡A LEER! ♥ 

…Su erección había bajado bastante gracias a aquella temperatura cerca de estar bajo cero, pero todo volvió a su estado original cuando de aquella puerta salió un moreno sonriente con gorra y una máscara negra colgando del cuello.


Sus miradas se cruzaron, y por un momento el moreno dejó de sonreír ante la sorpresa, D.O rápidamente reaccionó.


CAPITULO 12


-Hey…-


Alcanzó a hablar el moreno, pero fue lo único que pudo atinar a decir, antes que el mayor lo empujara del pecho, lo estampara contra la puerta y le besara de una manera tan salvaje, que por un momento el más alto, dudó de su <masculinidad> y cómo es que ayer el ajeno se había comportado tan pasivo con él.


La boca desesperada del mayor le abarcaba por completo la de él, tanto que hasta su mandíbula se vio afectada por los besos del mayor, besos, besos salvajes y muy salivosos es lo que estaba obteniendo el menor, era lo que le provocaba el haber jugado con la psiquis del mayor, y al contrario de sentirse asqueado o atolondrado o algo por el estilo, exhaló fuertemente, y comenzó a corresponder con el mismo salvajismo al más bajo. Las respiraciones eran tan fuertes y desesperadas que incluso podrían jurar que se escuchaban hasta la puerta de entrada principal.


Las manos del pelinegro se dirigieron agresivamente al miembro del menor, provocando que este al querer gritar le mordiera el labio al ajeno, lo cual encendió aún más al más bajo.


Sus manos comenzaron a moverse agresivamente sobre el miembro del menor, pero este sin quedarse atrás clavaba sus dedos en el trasero del ajeno, mientras este comenzaba a marcar ferozmente el cuello de este.


-Me importa un carajo que se vean, tú ya no perteneces a nadie más que no sea a mí.-


Habló el mayor jadeante entre el cuello del menor mientras seguía marcando con ahínco aquella piel tan hermosamente sudada, saboreando aquel salado que tanto había descubierto le enloquecía, no pudo evitarlo y le mordió. El más alto esta vez liberó un quejido de dolor, pero el mayor no se detuvo, y luego del cuello pasó a su mandíbula una vez más, y le mordió allí también, el ajeno liberó otro quejido y sin mucha fuerza apartó al mayor, quien se apartó increíblemente, y se miraron a los ojos ambos agitados. JongIn sonrió al estilo de Kai y el mayor ya estaba por saltarle encima devuelta, pero le detuvo una vez más.


-Sígueme, seguiremos con esto en casa, démonos prisa antes de que nos sientan.-


Volvió a sonreír el más alto, con su mirada totalmente envuelta en lujuria, a lo que el mayor, tragó saliva y asintió ya un poco más calmado aunque no mucho.


Y se alejó un paso del menor para darle espacio y permitirle despegarse de aquella puerta de lata que tan fuerte había sonado ante el ataque brusco del mayor, y comenzó a andar, no sin antes haberlo cogido de la mano, y colocarse la otra en el cuello intentando aplacar un poco el dolor de aquella mordida, sonrió para sí, y emprendió camino hacia su hogar, arrastrando levemente al mayor, alejándose del lugar.


Pero lo que no sabían es que tanto ChanYeol como TaeMin oyeron aquel fuerte golpe contra la puerta y se quedaron helados del lado de adentro, oyendo como el moreno <gemía> y el mayor le hablaba con esa voz ronca tomada por la lujuria y desesperación.


Se miraron entre sí, al principio totalmente sorprendidos, e incluso TaeMin se había sonrojado levemente ante aquellos sonidos admitiendo que se parecían a los que él hacía cuando estaba con su propio moreno llamado MinHo. Pero luego ambos sonrieron y comenzaron a reír estridentemente cuando fueron capaces de cerciorarse de que aquel par de lujuriosos se habían ido.


-Qué decepción para nuestras clientas, jajaja.-


Comentó ChanYeol con aquella voz profunda pero a su vez divertida, a lo que el menor, simplemente sonrió.


-Es mejor así, por lo menos parece que él no le quiere como premio, o de lo contrario Kai no le hubiera dado una oportunidad, y menos aún siendo hombre. Su sentimiento es mutuo y eso es bueno.-


-Supongo.-


Fue lo que simplemente comentó el más alto en lo que abría la puerta y le hacía señas al castaño rojizo que pasase primero, este le agradeció y ChanYeol una vez más sonrió de lado satisfecho y se fueron, ya comenzando a sentir a lo lejos, el alboroto que siempre se armaba cuando un espectáculo de Kai terminaba. Aunque esta vez no se podía quejar, fue partícipe de ello, y de qué manera… Volvió a sonreír de lado con satisfacción y lamió su labio inferior al recordarlo.


 


 


Mientras tanto un KyungSoo más calmado y sereno había vuelto, al haber estado sintiendo aquella brisa fresca en su rostro por unos cuantos segundos ya convirtiéndose en minutos.


-Hoy realmente estuviste genial, no sé si es porque ahora te veo de manera diferente o algo por el estilo, pero realmente estuviste asombroso, en partes me sentía con ganas de alardear que eras mío, y en otras me corroían los celos, pero al fin al cabo eso no quitaba el hecho de que realmente sabías lo que hacías.-


Comentó de repente, con su voz algo tomada debido a los jadeos que habían provocado que ingresase aire más que frío a su interior.


El moreno sonrió ampliamente ante aquellas palabras, que claramente podrían tomarse como una auténtica declaración, pero al parecer el mayor no lo había notado. Quería detenerse, besarlo y hacerlo suyo allí mismo en medio de la calle, debido a que aquel comentario solo sirvió para decirle al menor que su “KyungSoo pasivo” había vuelto, lo cual no le podía agradar más, ya que ya tenía planes para esta noche, y si el mayor seguía en aquel estado tan agresivo y pasional no lo podría llevar a cabo, pero no podía arriesgarse de esa manera, pues nunca sabía cuando alguna <fan> loca e histérica aparecería.


-Gracias…-


Simplemente se limitó a decir, mirándole fugazmente para luego volver su vista al frente. D.O atinó a sonreír también levemente mientras bajaba la mirada, pues increíblemente por la forma en que el ajeno le miró, pudo imaginarse esa sonrisa dulce que también amaba del más alto, debajo de aquel barbijo de tela negra.


Luego de unos cuantos minutos más de camino en silencio, el mayor se encontraba disfrutándolo más de lo pensado aquel paseo en medio de la noche, o más bien madrugada, pues llevaba de la mano al menor, y éste había entrelazado sus dedos para fortalecer su unión, ahora sí realmente podrían llamarse novios. KyungSoo se sonrojó al pensar de esa manera, pero no podía evitar estar feliz por ello. Ya más a su altura, a su lado, el más alto ralentizó el paso, debido a que ya estaban bastante lejos del club, pero aún así, como siempre hasta que no estuviese detrás de su puerta con pestillo, no estaría completamente seguro.


Finalmente ambos llegaron al edificio de apartamentos e ingresaron dirigiéndose directo a la casa de JongIn, una vez entraron, fue el moreno quien estampó contra la puerta al mayor, quien le miró sorprendido sin poder evitarlo, pues su demonio interno ya había vuelto a “dormir”.


-Has sido un chico malo, mira que atacarme de esa manera tan imprudente a las afueras de EXOTIC, eso no se hace, <<Baby boy…>>.-


El más alto sonrió en lo que se quitaba la máscara y citaba nuevamente parte de aquella letra. KyungSoo abrió sus ojos a más no poder, realmente no se esperaba esa reacción del moreno, pero allí le tenía, en frente, comenzando nuevamente con aquel juego de filtreo.


En su estómago revolotearon aquellas mariposas, más agitadas de lo normal, y volvió a tragar saliva, pero el acercamiento del moreno repentino sin darle tiempo a pensar y depositando un suave beso en su cuello anuló nuevamente el juicio del más bajo. Suspiró en sorpresa ante aquel contacto tan suave y dulce y se sujetó de los tríceps del menor, dejándose hacer, en lo que éste se acercó aún más contra el pelinegro, y colocó una pierna entre las del otro, sonrió satisfecho ante la entrega del menor, y continuó su labor.


Pequeños y casi inaudibles suspiros comenzaban a escapar del mayor en lo que estiraba aún más su cabeza hacia atrás, abría y cerraba su boca, mientras cerraba sus ojos, y bajaba las manos de los brazos del moreno hacia sus costillas, cintura, caderas para terminar sujetándolo del trasero, pellizcándolo de una manera realmente posesiva, acercándolo aún más a sí mismo y comenzando a mover sus caderas involuntariamente provocando así un roce realmente delicioso.


JongIn sonrió ante aquel gesto por parte del mayor, pero no por supuesto sin sorprenderse levemente ante aquel accionar del pelinegro.


Sus labios aún seguían en el cuello del mayor, comenzando así a dejar nuevas marcas una vez más, comenzando a acompañar sus besos y lamidas con un delicioso movimiento de caderas, quitándole un pequeño quejido al más bajo ante la estimulación repentina que su miembro comenzó a sentir. El demonio dentro de él, comenzaba a despertar lentamente una vez más, por lo que sus movimientos fueron poco a poco tornándose más y más agresivos y lujuriosos, y el menor no podía evitar sonreír con sorna y satisfacción, al sentir su ego elevarse al 7mo cielo, debido a que sabía lo que era capaz de causar en el mayor con unas simples acciones, despertando salvajemente sus bajos instintos. <<-“Y pensar que la primera vez que te vi, parecías tan frívolo y frígido, y mírate ahora, todo un salvaje lujurioso… eres asombroso.”->>


El menor volvió a sonreír cuando sintió la mano del más bajo, ir directo a su miembro y apretarlo con descaro.


-¡Hey!...-


Expulsó un quejido divertido él más alto, mientras se aparto levemente del ajeno mirándole a los ojos.


-Compláceme ahora y luego te dejaré hacer conmigo lo que quieras, lo prometo.-


Habló un ya agitado y poseído D.O, por la desesperación y lujuria. Aquellas palabras no pudieron resultarle más eróticas al moreno por lo que rápidamente accedió, ¿Para qué hacerse de rogar, si él de seguro también lo disfrutaría?


-De acuerdo, es un hecho, lamentarás haber dicho esas palabras.-


-Ya no me importa, ahora sólo necesito que me satisfagas.-


Volvió a hablar un jadeante KyungSoo, a lo que JongIn realmente no podía estar más eufórico y excitado, sonrió y elevó sus manos, expresando un claro, <“De acuerdo, aquí estoy.”>


En las miradas de ambos rielaba con furia la llama de la lujuria, por lo que el mayor una vez más, se mordió el labio inferior deseoso y colándose levemente dentro de la cintura del pantalón ajeno, atrajo al moreno contra su cuerpo una vez más, y le besó desaforadamente, mientras continuaba restregándose contra el menor. Éste por supuesto sin oponer resistencia correspondió al salvajismo del mayor una vez más y en su mente, no podía expresar más que un simple <Wow> y seguir correspondiendo mientras su mente, poco a poco se iba obnubilando por la lujuria, excitación, placer, euforia y éxtasis.


Las manos del más bajo una vez más inquietas se dirigieron a aquella creciente erección, tomándola con una de sus manos por encima del pantalón, el afectado, jadeó y repentinamente sus manos despojaron al mayor de su abrigo y luego de eso, comenzaron con desesperación a buscar la manera de desabrochar la hebilla del cinturón de KyungSoo y de manera algo defectuosa por la misma ansiedad, logró finalmente su cometido, y mientras aún se besaban desaforadamente, y el mayor masajeaba aquella erección, él estaba luchando ahora por desprender aquellos botones del demonio.


Se separaron abruptamente en lo que el menor tironeaba del labio inferior del mayor con sus dientes, sonrieron entre jadeos intercambiando alientos, y luego de unos pocos segundos, los suficientes para recuperar algo de oxígeno, éste atacó la mandíbula y el cuello del más bajo, haciéndole suspirar y jadear aún más, en lo que era él ahora quien luchaba con la hebilla del cinturón y la cremallera del pantalón ajeno.


Una vez éste también se deshizo del cinturón arrastrándolo a lo largo de toda la cadera, lo dejó caer, haciendo que aquel sonido metálico excitase aún más al menor. Sonrió en el cuello del mayor, y nuevamente ambos ya con sus erecciones un poco más expuestas, comenzaron a complacerse el uno al otro.


El intercambio de sus alientos eran cada vez más veloces, ardientes y húmedos, pero eso sólo enloquecían más a ambos, KyungSoo no pudo resistir y acercando aún más al moreno si es que se podía, comenzó a restregarse en él de una manera realmente obscena, exponiendo finalmente sus más bajos instintos, comenzó a jadear y gemir desesperado, en verdad quería correrse de una maldita vez, a lo que el menor sonrió de lado a lado y se coló dentro del bóxer del más bajo, para así comenzar a dar placer de manera más directa y éste complacido le aceptó.


Sus caderas seguían moviéndose por instinto, aunque ya no lo necesitara, debido a que el menor se había encargado de tomar su miembro y estimularlo de una manera tan salvaje que eso sólo excitaba más al mayor, aunque éste tampoco se quedó atrás y segundos después procedió a imitar al menor, dando inicio a una verdadera masturbación mutua, mientras el menor aún no había quitado su pierna de en medio de las del ajeno.


Su cabeza se apoyó en el hombro de KyungSoo, debido a que su garganta ardía por los jadeos y leves quejidos que también habían comenzado a salir de él, debido a que su orgasmo era inminente, como así también lo era el del otro, quien con su única mano libre se había sujetado de un hombro del menor, en lo que le enterraba fuertemente sus dedos y cortas uñas.


-Aaah, un-un po-oco más, hmns aah…-


Jadeaba entrecortado el mayor, mientras su cuerpo se doblegaba automáticamente, debido a aquellas fuertes correntadas que nacían en su bajo vientre y se dispersaban a lo largo de todo su cuerpo.


-Y-yo, no sé cuanto más resistiré aaah, aah…-


Habló un jadeante moreno también, totalmente sudado pero sonriente, el mayor atacó su boca una vez más, y este correspondió sin protestar, sus vaivenes eran cada vez más rápidos y rudos, lo que indicaban aquella desesperación que tenían por llegar al orgasmo.


-¡AAH!-


Gimió el más bajo soltando de prepo los labios del menor y sin querer la erección también, para aferrarse a su cuello y clavar aún más sus uñas en su espalda, debido a que había sido el primero en llegar, su cuerpo realmente se doblegó como si quisiese imitar la posición fetal, mientras los hilos de su esencia, se dispersaban dentro de aquella prenda prestada una vez más.


Jadeó, gimió, tragó saliva  y resistió aquellos espasmos que hacían crispar su cuerpo debido a aquel orgasmo, sus manos se deslizaron lentamente de los hombros del menor, listo para caer al suelo de rodillas, ya que éstas comenzaron a sentirse como gelatina, pero el menor aún agitado y algo frustrado, le cogió de los codos y le ayudó a mantenerse de pie unos segundos más…


-¿Y qué hay de mí Dodo… niño malo?-


Habló con la voz algo fallida, pues él también estaba agitado y temblando a lo que el aludido abrió sus ojos a más no poder y le miró, intentó sonreír pero no tenía fuerza ni para ello, por lo que luego de una sonrisa efímera, con sus manos y brazos aún sin fuerzas retomó su labor.


Las correntadas las cuales habían menguado en el menor, renacieron y de repente todo comenzó a sentirse mejor, el cosquilleó vino de inmediato, y luego de unos cuantos vaivenes, finalmente también pudo llegar a su orgasmo, ensuciando también sus bóxers.


-Aaah, ¡Aah! S-sí~ aah…-


Un gemido entrecortado al principio debido a las sensaciones tan fuertes que sintió su cuerpo mareado, hasta que más o menos esas sensaciones mermaron y su jadeo ya era un poco más normal, aunque su cuerpo no se lo transmitiese debido a que sus rodillas también temblaron y ahora sí, finalmente ambos cayeron al suelo, D.O arrastrándose a través de la puerta y JongIn directamente cayó de rodillas, acomodándose entre las piernas abiertas del mayor. Éste apoyó la frente en la del antes mencionado y se quedaron así unos cuantos segundos, intercambiando alientos una vez más.


-Jo-joder…-


-Gra-gracias.-


-¿Por qué?-


-Po-por en-entregarme las riendas esta vez…-


Sonrió y el menor le imitó, para luego acercarse y besarlo, un beso un poco más lento y parsimonioso, más íntimo, más dulce…


Una vez se separaron se miraron a los ojos, y éstos continuaban vidriosos y centelleantes, se sonrieron una vez más, y una vez que sus respiraciones se normalizaron el menor fue el primero en ponerse de pie y casi caer debido a sus pantalones que estaban bajos, rió levemente pues aquella sensación de humedad pegajosa en su miembro era extraña de sentir.


-Ven, vamos a tomar una ducha.-


Ofreció el menor, extendiéndole una mano al ajeno, mientras se quitaba los pantalones definitivamente. El mayor tragó saliva, pero asintió y con gusto tomó aquella mano que le era ofrecida, y caminando también con dificultades, se dirigieron al baño, mientras dejaba su pantalón, o más bien el que el menor le había prestado, en medio de la sala de estar.


Se dirigieron derecho a la ducha y ambos bajo la lluvia se limpiaron entre sí, nuevamente entre caricias y besos, pero inocentes, sin segundas intenciones, ya que después de todo, ambos no se sentían incapaces de tolerar otro orgasmo en ese momento.


Una vez que ambos se terminaron de duchar, entre sonrisas y palabras dulces, aunque en su mayoría provenían del más joven, salieron. JongIn esta vez tomó una salida de baño y le extendió otra al mayor quien le miró sorprendido.


-¿De-de dónde has sacado estas batas?-


-Las compré, ¿qué esperabas?-


-No, nada, lo siento, sólo que…-


-¿Qué?-


-Me hace feliz, que pienses en mí.-


El moreno se acercó, le tomó del mentón y le obligó a verle.


-Desde que te vi, pienso en ti, nene.-


Le declaró, mientras le besaba, tomando por sorpresa al más bajo, pero aún así, haciéndole sentir nuevamente esas mariposas estomacales, que sólo creía que los adolescentes hormonados y enamoradizos sentían. Encantado aceptó ese beso suave, y lo transformó en algo un poco más pasional, involucrando a su lengua, pero aquel beso no pasó más de ser sólo eso. Un buen beso.


El moreno le acarició el mentón una vez que se separaron, y nuevamente tomándolo de la mano, lo llevó a la habitación, pero en vez de sentarlo en la cama, lo guió hasta el frente del espejo que él menor tenía allí.


-¿Recuerdas nuestra cita pendiente?-


El mayor abrió sus ojos una vez más asombrado ante sus palabras y tragó saliva, mirando a los ojos del ajeno a través de espejo como esta mañana. Algo en su interior nuevamente comenzó a hormiguear, yendo en contra de sus principios, pues él jamás se consideró alguien promiscuo o pervertido, pero con el moreno a su lado, todo lo salvaje en él, afloraba sin control alguno.


-Es mi turno de jugar contigo ahora…-


Le dijo el menor engrosando su voz, haciéndola parecer un poco más sensual, en lo que se colaba dentro de la bata blanca del más bajo con sus manos, acariciando tanto su pecho como estómago y pezones, los suspiros del mayor una vez más querían comenzar a salir, verse “siendo ultrajado” de esa manera por el menor, le estaba jugando en contra, debido a que un suave cosquilleó comenzaba a despertar nuevamente en su miembro, el cual ya se había recuperado un poco más, de aquel orgasmo anterior.


-Mira nomás, tu rostro plagado de placer con tan simples toques de mi parte.-


Le volvió a hablar el menor con aquella voz, mientras le miraba de reojo y besaba su cuello y le lamía el lóbulo de la oreja para luego después morderlo.


Las manos de KyungSoo, de pasar estar inertes a sus costados, pasaron a estar detrás de su cuerpo, queriendo acariciar al menor una vez más, de la manera en que pudiera ya que después de todo, aquella era una posición algo incómoda, a lo que el menor se apartó levemente, imposibilitándole la oportunidad de tocarle, pero aprovechó aquella posición de brazos del mayor para deslizar por ellos la parte superior de la bata, la cual quedó colgada de sus caderas gracias al cintillo que estaba anudado bastante ajustado.


-¿Q-qué haces? ¿A-a dónde vas?-


Habló entrecortado el pelinegro, al ver que el moreno se alejó de él unos pocos pasos.


-No te muevas, ni espíes, quédate allí en aquella posición que te vez muy sensual.-


KyungSoo, tranquilamente podría desobedecer sus órdenes, pues una vez más la anticipación y ansiedad le atacó, pero en cambio, tal y como en la mañana, decidió obedecer al menor, y quedarse quieto, mientras bajaba sus mirada avergonzado por aquellas palabras.


Luego de unos cuantos segundos, el menor volvió y se acercó al mayor, besando una vez más su cuello, aunque esta vez en la zona de la nuca y el comienzo de la espalda.


-Buen niño.-


Profirió el más alto con sorna, en lo que se restregaba sólo un par de veces en el mayor poniéndolo aún más ansioso, debido a que realmente ahora sí quería sentir al menor dentro suyo una vez más, dividiéndolo en dos con su brusquedad. De sólo pensarlo su estómago se contrajo en anticipación y liberó un suspiro más prolongado, en lo que cerró sus ojos, para luego abrirlos al oír un extraño sonido de cadena, se sorprendió ante ello pero no vio nada, debido a que su propio cuerpo tapaba el del menor.


-Manos arriba…-


Volvió a hablar el menor, con aquella voz más que sensual, el corazón del ajeno comenzó a latir con frenetismo, pero de todas maneras lo hizo, y justo en ese momento, el menor al elevar sus manos para sujetarlo, dejó ver un claro juego de esposas de cuero unidas mediante una cadena no muy larga, limitando los movimientos de quien la tuviera puesta, pues, era para eso, ¿cierto?


-¿¡Qué!? ¡Ommo!-


Exclamó en sorpresa el mayor al verlas y al sentir cómo éste se las colocaba y con una mano le sostenía ambas manos ahora restringidas.


-Hoy sí que disfrutaremos de la magia del espejo, mírate nomás, un simple movimiento y tu cuerpo se ve más curvilíneo y lascivo que de costumbre. El cuero te sienta realmente bien, lo tendré en cuenta.-


Las palabras de JongIn hicieron poner de todos colores al mayor, mientras que su corazón se aceleraba aún más y sus pezones comenzaron levemente a erguirse, sólo con el poder de la palabra. Detalle que no pasó de ser percibido por el menor, teniendo la necesidad de recalcarlo, humillando una vez más al mayor.


-Mírate nomás, tu cuerpo comienza a reaccionar con solo mi voz, eres un pervertido salvaje… ¿debería castigarte por excitarte sin mi permiso?-


-¡Pe-pero sí tú, de-desde hoy que m-me estás provocando! ¡Es obvio que reaccionaré!-


-¿Hablando sin permiso? Oh vaya, debería de volver a disciplinarte.- El menor le palmeó el trasero realmente fuerte, aunque la tela de la salida de baño haya absorbido un poco el impacto, el mayor lo sintió igual, por lo que liberó un quejido de dolor. –A partir de ahora, no harás nada que yo no te pida, a partir de ahora, tu voluntad es mía, si digo que te pongas en cuatro lo haces, si digo que te abras de piernas para mí, lo haces, no es una opción negarse…- Ambos ante aquellas palabras comenzaron a excitarse considerablemente; a JongIn le estaba gustando dominar de esa manera, y a KyungSoo le estaba gustando ser dominado.


JongIn dirigió su mano libre al miembro del mayor y lo pellizcó por sobre la tela, éste gimió sin poder evitarlo, pues ya estaba comenzando a ser más sensible que de costumbre.


-¡AAAAH~!-


-¡Ssh! No dije que gimieras, ¿qué he dicho recién?-


El moreno apretó aún mas fuerte el miembro del ajeno y éste se encorvó y se aguantó el gemido, mordiéndose fuertemente.


-Muy bien… así me gusta, aprendes rápido.-


Profirió el menor ya con su voz tomada por la lujuria, en lo que aflojaba el agarre del miembro ajeno y comenzaba a lamer una vez más el cuello del más bajo. Este se guardó otro de sus gemidos y elevó la mirada al espejo, lo peor que pudo hacer, su cara era de absoluto goce, en lo que ver como la lengua del menor trabajaba sobre su cuello, con sus ojos cerrados, realmente le resultó una imagen más que sensual. El espejo sí que cambiaba absolutamente su  perspectiva y lo hacía a él aún más receptor.


JongIn enganchó la cadena en una de las pequeñas perillas que tenían las puertas superiores de su placard y bajó su brazo para apreciar y acariciar con más efectividad aquel cuerpo, que al estar de esa manera estirado se había vuelto realmente curvilíneo y caliente. El moreno realmente estaba comenzando a obsesionarse con ese cuerpo, ya sintiendo algo de rechazo por los cuerpos femeninos que veía a veces de reojo en su trabajo. Ahora sentía que nada superaría la estrechez y las curvas no tan pronunciadas de D.O.


Acarició ambos laterales del cuerpo del mayor, en lo que mordía su blanco hombro despacio dejando suavemente sus dientes marcados, sintiendo como el cuerpo del mayor se tensaba y a la vez se contraía.


-Ahora sí… gime, gime para mí.-


Habló una vez más el menor, descendiendo hasta media espalda mediante un camino de besos, en lo que sus manos seguían el mismo trayecto por delante, pero siguiendo de largo hasta llegar a la pelvis del mayor, colándose dentro de la bata, dado que aún ésta seguía atada allí.


-Aaah~ JongIn~ mnsh, aaah~-


Sus gemidos se oían tan desesperados, que eso no podía calentar más al menor, sonrió y con sus manos comenzó a desanudar el cintillo de la bata del mayor.


-AAAH~, no~, ¡no es justo!-


-Ssh, he dicho que gimieras, nada más.-


Le dijo mientras le mordía la unión del cuello con su hombro un poco más fuerte de lo normal.


-AAAAAAH~-


Gimió medio con dolor, medio con placer, lo suficiente para complacer al ajeno, el cintillo finalmente se desanudó, y la tela cayó al suelo de inmediato, dejando totalmente expuesto al mayor con su erección a medio despertar.


-Mira ese cuerpo lascivo, lujurioso que posees, mírame, mírate, siendo humillado de esta manera, y aún así, tu cuerpo ama ser humillado, tú lo amas…-


-Só-sólo si eres tú.-


Una nueva nalgada hizo gemir al mayor.


-No contestes sin mi permiso… ¿cuántas veces debo decírtelo?


-Hasta que mi trasero sangre.-


El menor le volvió a nalguear y éste volvió a gemir, en lo que su miembro despertaba un poco más.


-Pervertido asqueroso, mírate…-


El menor le tomó del mentón y le obligó a mirarse en el espejo, notándose con el rostro más que rojo, jadeante, sus ojos más que cristalinos, en conjunto con su miembro ya casi erecto por completo, al sentir ese escozor en su trasero.


JongIn, sonrió ante la expresión de clara humillación que el mayor manifestó, pero eso al ajeno no le importó, por lo que aún sonriendo, comenzó a provocar aún más al mayor, restregándose contra el trasero ajeno con aquella tela de por medio, haciendo al más bajo desesperar, pues su interior picaba por sentir la erección del moreno rasgar sus paredes, acabar con aquella comezón insoportable.


Sus caderas comenzaron a moverse por instinto, realmente buscaba poder “encajar” con el otro, pero este le negaba por completo aquel placer.


-¡Aaah~ por favor!-


Gimió suplicante, deduciendo que quizás eso era lo que quería el menor, pero no era así, otra nalgada más fuerte en su trasero, haciéndole sentir un poco más de dolor, le hizo gemir.


-Aaaah~ ¡POR FAVOR!-


Volvió a desobedecer el mayor, esta vez a propósito, debido a que si bien aquellas nalgadas dolían más de la cuenta, era lo único que podía aliviar su comezón interna por unos segundos.


-Tú no aprendes más, ¿realmente quieres que te haga sangrar?-


Su tono cambió a preocupación, claramente saliendo de su <personaje de maestro>


-¡Quiero que me la metas de una puta vez! ¡Métela por favor! ¡Métela y dame bien duro! ¡No aguanto, te necesito maldición!-


Contestó un nuevamente salvaje KyungSoo, “Métela” esa palabra había sonado tan obscena a sus oídos, tan pervertida viniendo de la labios de su querido “Dodo” que no pudo evitar, excitarse más de la cuenta, y una vez más, el juego que tenía pendiente, una vez más, había acabado para él, pues, ¿quién podría resistirse, si te dicen algo así de esa manera tan guarra?


-¡Maldición, no puedo contigo!-


Profirió el menor algo iracundo, quitándose su propia bata, dejándola caer con violencia en lo que luego de otra nalgada más, sujetó las caderas del mayor, provocándole a este ese hormigueo tan anhelado en anticipación, no pudo evitar sonreír ladino satisfecho y con algo de maldad, pues había conseguido lo que quería. Sí, sabía que probablemente sí iba a sangrar, sí sabía que probablemente el dolor sería mucho más fuerte de lo que pudiera soportar, pero él realmente tenía una fuerte necesidad de sentir al moreno siendo rudo dentro de él. Eso le hacía sentirse deseado, seguro de que no era un juguete, le hacía sentir… amado.


-¡Sólo hazlo, por favor!-


El mayor gritó una vez más, pero esta vez algo frustrado, pues realmente aquella comezón se hacía cada vez más y más intensa, por lo que en un repentino movimiento de caderas hacia atrás, hizo retintinear las cadenas que amarraban sus manos y su trasero toco la erección la cual se sentía imponente, por lo que una vez más un suspiro de absoluta impresión y sorpresa escapó de él.


-¿Es esto lo que tanto quieres?-


Profirió el menor algo enojado, mientras se restregaba entre las nalgas del mayor.


-¡AAH! ¡SI! SI, Joder, sí, dámelo, métemelo de una puta vez, ¡Por favor JongIn!


El menor se mostraba aún algo renuente a la penetración sin preparación, pero con lo excitado y necesitado que estaba el mayor, quizás algo más dilatado podría estar.


Por lo que el moreno suspirando y actuando bajo subyugación penetró de una sola y rauda estocada al mayor quien liberó un grito desgarrador, el cual hizo al más alto arrepentirse por completo de su accionar por lo que cuando estaba dispuesto a salirse y hacer las cosas como eran debidas, otro grito desgarrador le detuvo.


­-¡NO! ¡NI SE TE OCURRA! ¡No te muevas! ¡No me abandones!-


El menor ya encontrándose incapaz de desobedecer al mayor, se quedó quieto allí por un buen rato, mientras besaba una y otra vez, la nuca, cuello y espalda del más bajo, intentando redimirse aunque sea un poco, aunque las ganas de moverse le estuviesen consumiendo lentamente, pero resistiría; por él.


El mayor realmente se moría por acariciar ese cuerpo, ese rostro, pero realmente por más que quisiera liberarse le era imposible, sus brazos habían comenzado a doler y realmente ya no tenía fuerzas ni para moverlos, por lo que resignándose suspiró y con aquel ardor en su interior ya mermando, gimió en señal de que podía comenzar a moverse, y debido a que había cambiado su peso de pie.


Aquel gemido fue tomado como la bendita señal para el moreno y comenzó a moverse, lenta y suavemente, en lo que sus manos comenzaban a recorrer el cuerpo ajeno, observándolo de reojo, como aquellas expresiones de placer y goce volvían a representarse en el rostro aún colorado del mayor.


Por su parte, el mayor también sin poder evitarlo comenzó a buscar con su mirada dificultosamente borrosa, los ojos del menor, pero en vez de encontrar la mirada del ajeno, se encontró así mismo, observándose, viéndose por completo como disfrutaba y gozaba el ser sodomizado y sometido por otro hombre y aún peor, menor que él, pues si bien tan sólo era un año, eso no quitaba el hecho de que sea algo humillante encontrarse disfrutando de esa manera con alguien menor. Pero en estos momentos eso no le importaba, pues estaban dentro de la intimidad de aquellas cuatro paredes que representaban el hogar de JongIn, que también con un poco de descaro, se atrevería a llamar suyo, pues, ya iba a hacer 2 días que dormía en aquella casa, en aquella habitación, en aquella… cama, ajena.


-AAh~ JongIn~ ¡Más rápido! ¡Más, por favor!-


Su cuerpo se inclinó con algo de dificultad más hacia el menor, pues realmente aquellas esposas de cuero le estaban limitando demasiado, pero el placer que estaba comenzando a recorrerle, le hacía capaz de soportar cualquier incomodidad que pudiese estar sintiendo, aunque ya luego, su cuerpo se lo haría saber y le pasaría factura, pero ya vería él como lidiaba con eso, este no era momento de pensar en ello.


El menor de una rápido movimiento le hizo abrir más las piernas al más bajo, logrando casi hacerle perder el equilibrio pues sus piernas, sus rodillas estaban llegando a su límite, pero aquello sólo sirvió para que el mayor viera en el espejo, como su sexo rebotaba levemente, mientras veía una sombra de lo que estaba sucediendo allí atrás, el menor realmente le estaba embistiendo con velocidad y fuerza.


La expresión de concentración y placer del menor, le estaba poniendo aún más, pues verlo jadeante, sudado, con su ceño fruncido y con aquello labios a un rojo brillante, provocado de tanto morderse para acallar sus propios gemidos, sólo hizo desear más al pelinegro.


-¡Aaah~ JongIn! ¡JongIn! ¡Bésame! ¡Aaah~!-


El mayor logró musitar, por culpa de aquellos jadeos constantes que le estaban comenzando a provocar una leve comezón en la garganta, pero para su suerte, el menor le oyó y pasando una mano por debajo de su brazo, le cogió el mentó y le giró bruscamente hacia él, provocándole un leve tirón en el cuello, que ignoró, como todo lo demás y se entregó por completo a aquel beso salvaje y errático que el menor le otorgaba, mientras que su otra mano, se había dirigido a su miembro y había comenzado a masturbarle, arrancándole otro quejido de goce absoluto.


JongIn le mordió el labio inferior, lo tironeó un poco y liberándolo, le volvió a girar el rostro con algo de violencia hacia el frente, y aquella mano que sujetaba su mentón la deslizó por su cuello, para luego volver a ascender, pero esta vez por su brazo, terminando por sujetar nuevamente con una de sus manos, ambas amarradas del mayor, mientras que éste cómo pudo, intentó entrelazar sus dedos con ella, así lo hizo y el menor se inclinó un poco apoyando su cuerpo, su peso en el más bajo y así comenzar a besar una vez más el cuello, y la oreja del mayor, haciéndole jadear más y más, escapándosele de vez en cuando uno que otro gemido algo afeminado para tratarse de KyungSoo.


-¡Aah~, hmns, mns, JongIn~! Jongin~ aah~.-


El moreno sonrió ante estos gemidos, y ya no pudiendo resistirlo más, desenganchó al mayor de allí arriba y éste gimiendo de puro goce al sentir sus brazos caer inertes y descansar, se vio siendo arrastrado por el menor una vez más a la cama, empujándolo, <desconectándose> de una manera tan despreocupada, pero que hizo al mayor gemir aún más, pues aquello dolió un poco.


-Suficiente del espejo, ahora, sólo quiero verte yo. Eres solo y únicamente mío.-


El moreno volvió a sonreír de lado, le acomodó mejor en la cama, y volviendo a colocarle las muñecas por encima de su cabeza, aún asidas por las esposas, le tomó por las rodillas y abrió de piernas aún más al mayor, casi llevándolo a su límite de capacidad, éste sintió el tirón una vez más en sus caderas pero disfrazó su pequeño quejido de dolor, en un gemidito algo dulce y agudo a oídos del ajeno.


JongIn le miró, y en su mirada una vez más, rieló la llama de la lujuria y pasión, por lo que sonriendo ladino, sin decir nada, se agachó y comenzó con un repentino <beso negro> que hizo al mayor temblar y cerrar sus piernas por instinto, pero el menor con sus altos reflejos le detuvo de ser aplastado y le volvió a separar las piernas de un violento empujón, el más bajo gimió una vez más, y comenzó a retorcerse al sentir aquella lengua en su interior, pero nada superaba la sensación que le otorgaba su miembro arremetiendo contra él de manera violenta y tosca.


-¡AAAH~ JongIn!- Su voz estaba quebrada y entrecortada. -¡N-no quiero eso! ¡T-te quiero a-a ti!- Y nuevamente su voz tan ronca por los jadeos y entrecortada por los mismos, hicieron reaccionar al moreno, al recordar, la primera vez que había oído esas palabras, no hace mucho tiempo atrás. Aunque pareciese una eternidad, no había transcurrido mucho, tan sólo días, días en lo que su vida cambió por completo, y de pasar a estar casi asfixiando al mayor, pasó a ahogarlo, sí, pero ahora en gemidos y jadeos.


El menor se separó de este y aprovechó ese pequeño momento en que sus miradas se conectaron, para poder recuperar algo de aire, tragar saliva, y nuevamente sonreír y acomodarse entre las piernas del mayor, su nuevo lugar favorito al parecer.


Una vez más, le embistió sin consideración ni delicadeza, pero ¿a quién querían engañar? Aquella manera ruda, al parecer era lo que le gustaba a ambos secretamente.


El menor ya agitado y sudado a más no poder, se inclinó una vez más y capturó los labios del pelinegro en un beso un poco más calmado, aunque aquello no duró mucho, pues paulatinamente fue matizándose con la rigurosidad de aquellas embestidas salvajes y desesperadas, llegando ya a su punto límite.


-N-no a-aguantaré mucho más, ¡nene!-


Habló por primera vez en mucho tiempo el menor, con aquella voz también tomada y rasposa por el placer y los jadeos.


-Aaah~, hmns, nmn, y-yo ta-tampoco… aahn~-


Jadeó y gimió incontrolablemente, debido a aquel nuevo rebote que su falo experimentaba debido a la rudeza de aquellas embestidas. Rebote que al parecer expresaba esa necesidad de ser erradicada, pues el moreno lo tomó en sus manos y comenzó a re estimularlo una última vez.


Y finalmente, ambos increíblemente claudicaron ante el placer, pues ambos, habían llegado al orgasmo al mismo tiempo, ambos gimieron más de la cuenta.


-¡AAAH sí, aamns JODEEER~!


-¡MIERDA SI~! Aaajs~ aajs-


Y una vez los efectos del orgasmo cesaron, ambos sintieron derretirse como gelatina, aunque era el moreno quien más sintió el cansancio, por lo que cayó algo violento sobre el mayor, haciéndole perder un poco el aire, ante aquel impacto abrupto sobre su pecho, pero poco a poco, comenzó a recuperar el aire, en lo que podía sentir tanto su corazón como el del moreno demás acelerado.


Con algo de dificultad, logró mover sus brazos, y abrazarlo por el cuello para luego apoyarlos sobre la espalda del menor repartiendo unas suaves y leves caricias debido a que sus manos aún seguían limitadas.


-Jo-joder… e-el mejor puto orgasmo que jamás tuve… cre-creo que te amo, nene.-


Habló el moreno luego de al parecer volver a la vida por unos segundos, aquellas palabras hicieron sonreír al principio al mayor y luego asombrarse, ante aquellas últimas, pero segundos después, volvió a sonreír, y su cuerpo se terminó de relajar por completo.


-Cre-creo que yo también…-


Sonrió de lado y cerró sus ojos, quedando de inmediato increíblemente dormido. Por lo que no pudo apreciar aquella mirada que el menor le otorgó llena de euforia y esperanza. El más alto una vez con el corazón frenético de felicidad, se esforzó por salir del mayor, debido a que su miembro ya se había vuelto flácido una vez más, y cuando lo retiró con sumo cuidado de no despertar al mayor, inevitablemente sintió una última correntada, correntada la cual el más bajo también sintió ante la separación, pero la ignoró con un rápido frunce de ceño y un inaudible gemido.


JongIn sonrió, y con las pocas fuerzas que le quedaban, logró salir de encima del pelinegro, haciéndole a este sentir una brusca correntada de aire fresco que le hizo erizar por completo, a lo que el menor, desabrochó las esposas, debido a que estaban trabadas con dos simples botones metálicos, y las tiró al suelo. Tapó provisoriamente al mayor, y se dirigió al baño, tomó una ducha fugaz, y rápidamente volvió a la habitación que estaba ahora inundada con el olor a sexo, un maravilloso sexo, y sonriendo limpió al ajeno con un paño húmedo y tibio. El cansancio del mayor era tanto, que simplemente no se despertó, y cuando el menor estuvo finalmente listo para acostarse, con sus ojos más que pesados, ya ardiéndole prácticamente, se acostó y se acomodó como pudo al lado del más bajo, quien no tardó ni unos segundos, en aferrarse y acurrucarse en él, haciéndole sonreír una vez más.


-No lo creo. Estoy seguro, de que te amo. Eres mío. Sólo mío.-


Habló suave y dulce el moreno, aún con su voz rasposa, a lo que increíblemente el mayor musitó un suave:


-Sí, Tuyo~-


Más feliz el más alto no podía estar, por lo que le besó la frente inevitablemente de una manera enérgica, temiendo luego de despertarlo, pero éste simplemente se limitó a sonreír y acurrucarse aún más al moreno y éste finalmente cerró sus ojos, entregándose a Morfeo unos cuantos segundos después, pues en verdad que había terminado agotado.


Después de todo había sido un día realmente duro, no sólo por el cansancio físico, sino también en el campo emocional, pues decirle la verdad al castaño, no había resultado tan fácil cómo él se había mentalizado, pero agradecía que aquel otro lo hubiese tomado de aquella forma, realmente no podía estar más feliz de tener a Zhang YiXing, cómo su mejor amigo, como su increíble y cool hermano mayor.


¿Por cierto? ¿Qué estaría haciendo en este momento? ¿Durmiendo? Sería lo más probable, pero aquella declaración que tomó a todos por sorpresa incluso a uno de los involucrados, le hacía creer otra cosa.


“-Nosotros también estamos saliendo.-” Había dicho en lo que tiraba al rubio encima de sus piernas, y aunque fuese algo realmente inesperado, el rubio no se veía demasiado ajeno a aquel “contacto”, por lo que algo le decía, que algo entre ellos ya había pasado…


JongIn sonrió y decidió dejar de pensar, y concentrarse en su pelinegro, y en disfrutar de su compañía y calidez, en intentar creer cómo es que habían terminado así, cuándo él aparentaba ser un ególatra hijo de puta, y el ajeno alguien frío e inexpresivo, cómo es que eso podría terminar congeniando, cómo es que terminaron por ser complementarios, aunque, ya habría tiempo para ello, ahora sólo quería explorar el maravilloso mundo de Morfeo con el pelinegro.


-De verdad que te amo, joder…-


-Yo igual…-


Otro susurro y finalmente Morfeo se los llevó a ambos.


 


¿Quién iba a pensar, que ninguno de los dos, eran lo que aparentaban ser? ¿Quién iba a pensar que ellos se podían sentir atraídos? ¿Quién iba a pensar que el pelinegro quien irónicamente se mostraba tan frío y apático, iba a ser capaz de derretir el corazón del pelinegro? ¿Quién pensaría, que lograría instalarse en su corazón de aquella manera tan fuerte que prácticamente ya había comenzado a echar raíces en él? ¿Quién iba a pensar, que ellos, “no eran lo que parecían”?


KaiSoo; “It’s not what it seems” - FIN

Notas finales:

¡OMGOOOOOOOODDD!!!! ¡¡¡TERMINOOOO!!!! Sí, lo sé, tal vez no se compara a mis otras historias, pero millonésima vez recuerdo que ésta es mi primera vez escribiendo de ellos, por lo que no estaba muy segura de cómo manejarlos, pero pues bueno, he aquí el resultado, espero que les haya gustado. Y otra cosa que repito, es que sé que tal vez las cosas pasaron demasiado rápido y tal vez les resulte sin sentido pero entiendan, como siempre intenté hacerlo oneshot, y bueno… una cosa lleva a la otra y terminé con 12/13 capítulos xD JAJAJAJA.


Pero bueno en fin, vuelvo a repetir que espero les haya gustado, y pues bueno, ya me he interiorizado un poco más en EXO y llegué a una conclusión xD TODOS a excepción de Kris, que ya no está, (Bueno al igual que Tao y LuHan QnQ) son un par de pasivas de 1er grado jajaja, todos “encajan” con todos, si bien hay algunos que tienen un poco más de machos, no lo terminan de ser por completo, y van a seguir siendo para mí, unas pasivas de primera en el fondo, jajaja, no me maten, es lo que deduzco, pero bueno, ya más adelante, seguramente volveré con algún fic de ellos, pero por el momento volveré a mis parejas actuales, 2Min/JongKey, EunHaeHyuk, etc… xD jajaja.


En fin, ahora sí me despido, no definitivamente pues falta el extra LayHan… y luego sí, ya me voy nuevamente por quien sabe cuánto tiempo, pues como sabrán, o quizás no, tenía como 5 historias terminadas y una a punto de terminar, pero entraron a robar a mi casa y se llevaron un pedazo de mí con ello, (es decir la compu, no se alarmen) TToTT, así que me quedé sin nada, y realmente me estaba por dar por vencida, y no volver a escribir nunca más, de la rabia y angustia que tenía, porque no sólo tenía esas 5 historias terminadas, sino que tenía como 5 más a medio terminar y unas 15 o más, por hacer, y no exagero, era la verdad, y lo perdí todo QnQ, por eso iba a dejarlo, pero me convencí a mí misma que un tropezón no es caída, y aunque me doliera, iba a seguir adelante, y pues bueno, que otra manera de empezar de 0, que empezando literalmente con 0, debido a que no conocía nada de estas parejas, pero por culpa de un amigo que me hizo leer un fanfic de EXO, me emocioné y pues bueno, decidí intentarlo, y pues he aquí el resultado como dije más atrás, así que pues, eso. xD


Gracias por leer. Siento si hay errores de ortografía y eso, pero como siempre digo, nunca puedo hacerlo perfecto xD jejej, pero ya qué, con que se entienda me conformo n.n


Cuidense mucho, saludos, muchos éxitos y pues nos leemos en mi última actualización, si es que desean pasarse por el extra del LayHan, el siguiente Martes, entre las 21:00 - 00:00 hs horario Argentina n.n


Bye bye~ ^u^//


♥ ZaffireHeart ♥


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