It’s a Little bit funny this feeling inside
I’m not one of those who can easily hide
I don’t have much money, but, boy, if I did
I’d buy a big house where we both could live.
A la mañana siguiente, desperté junto con la alarma, apagué el despertador al darme cuenta que estaba solo en la habitación, y entonces recordé todo lo que había sucedido la noche anterior. Lleno de vergüenza, y confusión, tomé mis cosas y entré a la ducha, me tomé unos minutos demás para pensar qué haría en cuánto viera a Sasuke, y al notar que no podría resolverlo hasta verlo, cerré la llave, salí, me vestí y me alisté por completo, salí a la habitación para tomar mi mochila, y entonces recordé que estaba en el automóvil, a unas calles de ahí. Bajé con algo de nervios las escaleras y entré a la cocina, y sólo estaba Sasuke ahora.
- Buenos días. – saludé para llamar su atención.
- Buenos días, Naruto. – saludó mirándome fijamente, no era el único nervioso, y tampoco el único sonrojado.
- ¿Y tus padres? – pregunté desviando la mirada.
- Salieron, fueron a desayunar juntos, tomarán un día para ellos. – explicó sirviendo el desayuno.
- Gracias. – dije cuando me dio mi plato.
- Por nada, oye. – me llamó.
- No, no hablemos de eso, no ahora. – pedí.
- ¿Te arrepientes? – preguntó curioso.
No respondí nada, sólo comencé a desayunar. Obviamente no me arrepentía; pero tampoco sabía que significaría, o como debía reaccionar, no sabía que sucedería, y justo por eso no me sentía listo para hablar de ello.
Sasuke lo entendió y desayunó conmigo en silencio. Al terminar salimos rápidamente a buscar el auto que habíamos dejado la noche anterior frente al bar. No tardamos en hallarlo, así pues, nos subimos y me dejó en la oficina nuevamente.
Durante las horas de trabajo, como de universidad estuve muy disperso, no podía pensar con claridad más que en la noche anterior, no había sido un error, ni tampoco era culpa del alcohol; pero no sabía a ciencia cierta qué sería lo mejor por hacer, ¿era mejor olvidarlo? ¿o quizá intentar algo de nuevo? No estaba seguro.
Al salir de la universidad, no estaba Sasuke esperando, cosa que no supe si me alivió o me hizo sentir mal, era lindo verlo ahí. Caminé de regreso a la casa de Sasuke, y al entrar me di cuenta que Sasuke estaba ahí, haciendo de cenar, quizá se le había ido el tiempo o algo parecido, aunque tampoco era su obligación pasar por mí.
- Volví. – avisé apenas.
- Bien, oye, cenaremos solos, ahora ellos volverán más tarde. – me informó apenas.
- Sasuke. – lo llamé respirando profundamente.
- ¿Sí?
If I was a sculptor, but then again, no
Or a man who makes potions in a travelling show
I know it’s not much, but it’s the best I can do
My gift is my song and this one’s for you.
- Lamento haber reaccionado así en la mañana. – me disculpé.
- No importa.
- Ah, y no. – respondí a su pregunta de la mañana, esperando que él lo entendiera.
Sasuke guardó silencio y terminó por servir la cena, me uní a él en el comedor, donde nos sentamos cómodamente, y sirvió unas copas con vino tinto nuevamente, que acompañó con una ensalada de pasta con queso mozzarella y berenjena.
- Como un auténtico chef. – dije riendo.
- Come. – me invitó.
Comenzamos la comida en completo silencio, no sabía si era buena idea hablar del tema, o si sería mejor dejarlo así, zanjado e incompleto, y mientras lo decidía, disfrutaba de la cena que él había planeado, nuevamente.
- ¿Entonces porque evitas el tema? – me preguntó de pronto.
- Porque no sé qué hacer. – admití dejando el tenedor recargado en el plato.
- ¿Qué no sabes? – preguntó imitándome, y mirándome a los ojos.
- Bueno, no sé qué signifique eso, no sé qué debería hacer o cómo debería reaccionar.
- ¿Por qué no?
- Sencillo, no le echaré la culpa al alcohol, si pasó, pasó porque ambos lo quisimos, el problema es que estábamos fingiendo, ¿no? Y cada vez parecemos más una pareja Sasuke, y no sé qué sería mejor.
- ¿Entre qué y qué? – preguntó inseguro.
- Entre si olvidarlo todo y fingir que eso nunca sucedió, o si sólo dejarme llevar por eso. – confesé.
Sasuke tomó nuevamente su tenedor y siguió cenando, yo todavía permanecí así un par de minutos más.
- ¿No dirás nada? – pregunté sorprendido.
- No puedo decirte qué hacer. Yo tengo más que claro que quiero; pero no te obligaré, ni te convenceré. Si tengo que hablar contigo y suplicarlo, entonces no he hecho lo suficiente. – habló de manera rápida, casi atropellada, y siguió su cena.
Entendía su punto, de verdad que sí; pero una parte de mí necesitaba escucharlo, necesitaba escuchar lo que él tenía que decir del tema, y, aun así, sabía que no lo diría. Continué mi cena con un poco de vino, no quería repetir la borrachera de la noche anterior. Al terminar de cenar, ambos recogimos todo y yo lavé los trastos sucios.
- ¿Sabes? – comencé a hablar, llamando su atención. – Una parte de mí sólo quería escuchar tu opinión, sea cual fuere. – admití.
- Sabes cuál es. – atajó.
- Seguramente; pero no es igual a que tú lo digas. – aseguré siguiendo con los trastos.
Sasuke salió de la cocina en completo silencio, y en cuanto yo terminé los trastos, salí y subí a la habitación, al entrar mi pijama estaba sobre la cama, me aproximé para cogerla y en eso salió Sasuke de la ducha. Volteé y lo vi con su pijama puesta, sólo secando su cabello con la toalla.
And you can tell everybody this is your song
It may be quite simple, but now that it’s done
I hope you don’t mind
I hope you don’t mid that I put down in words
How wonderful life is while you’re in the world.
- Buenas noches. – declaré tomando mi pijama y caminando hacia el baño, me cambié rápidamente, hice mi rutina diaria, y salí nuevamente.
- Naruto.
- Hmm. – contesté apenas mientras arrojaba mi ropa a la ropa sucia y caminaba a la cama.
- ¿Qué quieres escuchar? – me preguntó frenándome del brazo a medio camino a la cama.
- Lo que opinas, lo que tú quieres. – le dije mirándolo fijamente.
- Quiero que te dejes llevar por lo de anoche, quiero que encontremos la manera de volver a intentar lo nuestro, y quiero no sólo intentarlo, sino que funcione. – me dijo con la mirada directo a los ojos.
Antes de poder contestarle algo, me besó, esta vez un beso tierno, un beso casi inocente, en el que trasmitía sus emociones más que un deseo carnal. Era esa clase de beso que extrañaba, más que cualquier otro. Lejos de separarme, tomé su mejilla con una mano, acercándolo más a mí, mientras él me jalaba por la cintura hacia él. Nuestros labios se movían a la par, y sólo eso, un beso sin dobles intenciones, hasta que el aliento nos faltó suficiente para hacernos separarnos.
- Te propongo algo. – dije con una idea clara.
- ¿Qué?
- Intentemos algo, no como regresar, no quiero eso. Quiero algo nuevo, y como tal, bueno, estos días son excepción. Te seguiré ayudando; pero terminando eso, regresaré a mi departamento, y tú seguirás aquí; pero intentemos salir, como si todo fuera nuevo. – invité.
- ¿Y mientras tanto? – preguntó acercándose de nuevo, besándome otra vez, sólo que ahora fue más sencillo, sus labios contra los míos, en un beso fugaz; pero lindo.
- Mientras tanto, será una pausa a todo, esto no contará para la relación pasada, tampoco para lo que sea que seamos cuando regrese a casa, por ahora… sólo dejémonos llevar.
Sasuke estuvo más que de acuerdo con aquello, aunque aquella noche fue mucho más tranquila, nos besamos un par de veces más, hasta que nos acostamos uno al lado del otro, y terminé durmiendo en su pecho, y él abrazándome. En toda la noche no nos movimos, despertamos tal y como nos dormimos. Al despertar, igualmente nos besamos fugazmente, bajamos ambos a preparar el desayuno, esperamos unos minutos para que bajaran sus padres, y luego desayunamos todos juntos.
- ¿Qué hacen los fines de semana? – preguntó su padre.
- Salimos, a veces, vamos al cine, o comemos fuera, en otras ocasiones vamos con nuestros hermanos, aunque estas semanas a veces sólo visitamos a la prima de Naru y luego él prefiere descansar, su horario lo cansa mucho. – dijo Sasuke naturalmente.
- Eso es bueno, nosotros quedamos con sus hermanos de verlos hoy – comenzó Mikoto. -, todavía les faltan unos detalles, me parece, y quieren que salgamos con ellos para ayudarlos.
- Suena bien, entonces, ¿qué quieres hacer hoy, Naru?
Eso era, evidentemente, muy diferente ahora, ya no era sólo una distracción, ya no era sólo decir algo por decirlo, ya había un motivo más allá de un sentimiento, lo que habíamos dicho la noche anterior, ese trato, era lo que nos movía ahora, lo que nos impulsaba a lucir más “cariñosos”, por decirlo de algún modo.
- No lo sé; pero ya pensaremos en algo. – respondí nervioso; pero con una sonrisa.
Seguimos con nuestro desayuno cada cual, y al terminar, nuevamente Sasuke me ayudó recogiendo, mientras yo lavaba. Sus padres habían subido a terminar de alistarse y esperar a que Deidara e Itachi llegaran por ellos. Y una hora después llamaron a la puerta, y de inmediato nuestros hermanos se llevaron a sus padres.
- ¿Has pensado en algo? – le pregunté cuando sus padres salieron.
- No, no se me ocurre nada. – admitió pensativo.
- Yo tampoco. – confesé acercándome a él.
I sat on the roof and kicked off the moss
Well, a few of the verses, well, they’ve got me quite cross
But the sun’s been quite kind while I wrote this song
It’s for people like you that keep it turned on.
- Elige: cine, parque, heladería, comida y bar, ver a tu prima, todas las anteriores; tienes muchas opciones. – me dijo para darme un beso fugaz.
- ¿Al menos hay algo bueno en cartelera? – pregunté riendo.
- No lo sé, ¿quieres que busquemos algo? – me invitó a seguirlo con un gesto de manos.
Subimos a su habitación, y prendió su portátil, buscó la cartelera del cine y no encontramos nada interesante en ella, y aunque seguimos buscando otras opciones por internet, no había mucho que hacer.
- Bueno, te queda elegir a ti. – dijo cerrando la portátil y volteando a verme.
- ¿Qué te parece algo parecido a “todas las anteriores? – pregunté acercándome más a él, y ahora yo robándole un beso rápido.
- Lo que quieras hacer. – dijo con una sonrisa.
- Podríamos salir a comer, después ir por un helado, podemos luego ir al parque y más entrada la noche, podemos ir a un bar. – propuse sonriendo.
- ¿Estás consciente que la otra vez que fuimos a un bar dimos inicio a todo esto? – preguntó soltando una pequeña risa.
- Sí; pero ya no tenemos nada más que comenzar, así que, si pasa algo, bueno, no sería nada que no quisiéramos sobrios. – atajé con voz pícara.
- ¿Te soy honesto? – habló poniéndose de pie y tomándome de la cintura, jalándome hacia él.
- Ajá. – contesté apenas para robarle un beso.
- Prefiero que, si eso se repite, sea sobrios. – dijo justo antes de besarme. Era un beso apasionado, y al mismo tiempo lindo, su única finalidad era alterar un poco nuestras respiraciones. Duramos en aquel beso unos minutos, donde nuestras lenguas jugaban, nuestros labios se movían de manera constante, y él me jalaba más hacia su cuerpo, y yo lo abrazaba por el cuello, jalándolo también hacia mí.
Cuando nos separamos de ese beso, nos limitamos a sonreír, nos soltamos y me dejó ir pos mis cosas para darme una ducha rápidamente, cuando salí yo, entró él. Nos alistamos casi corriendo. Yo estaba realmente nervioso, después de todo, desde nuestro acuerdo, sería la primera vez que saldríamos. Una vez estuvimos listos, salimos a caminar por las calles de la ciudad, buscando un lugar que luciera apetitoso, y así fue que caminamos por, aproximadamente, una hora y media, hasta que encontramos un lugar de comida china, donde tomabas una bandeja, y cual universidad estadounidense, caminabas frente a una barra donde le indicabas a la persona frente tuyo lo que querías, te lo servían y te dejaban el plato en la bandeja. Al final de la barra estaba otra persona que cobraba la comida, para después dejarnos ir a una de las tantas mesas que había libres.
Comimos entre platicas y risas, todo era muy tranquilo a su lado. Al terminar fuimos caminando al parque más cercano que pudimos encontrar, y ahí mismo, en un carrito de helados, compramos el de cada uno, vainilla y chocolate, como siempre. Comer helado fue más divertido de lo que se suponía que fuera, tomé mi cono y le embarré un poco de helado, cosa que consiguió que me fulminara con la mirada, por lo que bajé la mirada. Gran error. Mientras estaba distraído Sasuke no sólo me embarró de su helado, sino que se limpió un poco del mío de la cara y me lo embarró también. Jugamos más con el helado que lo que lo comimos, y no nos importó mucho ensuciarnos demás.
Estuvimos en el parque por algunas horas, y antes de que el sol se ocultara comenzó a llover. Nosotros estábamos lejos de su casa, y no teníamos mucho que hacer, así que sólo lo dejamos pasar y nos quedamos bajo la lluvia un rato. Pronto notamos que las calles lucían vacías, como si nadie más viviera por esos rumbos.
- Ven. – le dije teniendo una idea de pronto.
Sasuke me siguió sin dudarlo, y una vez lo tuve suficientemente cerca, sin pensarlo, brinqué sobre el primer charco que encontré, mojándonos a ambos, aunque ya no hacía diferencia, ya estábamos bastante empapados por la lluvia. Por un segundo pensé que tal vez podría molestarle; pero al sentir yo el agua que me salpicaba, me di cuenta que me había imitado.