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Right from the start. por DanTamMu13

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Notas del capitulo:

Últimas actualizaciones. Les dejo aquí lo poco que queda de esta historia.

Les quiero, y gracias por leer :3

Nada, no me falta nada

Cuando estoy contigo

Cuando estamos solos

Te juro no me falta nada

Con tan solo un beso

Todo el universo

Se convierte en ti.

 

Llegamos a su casa finalmente, y de inmediato subimos a su habitación y de prisa nos quitamos la playera, y el pantalón. Y justo en ese momento me di cuenta de lo poco que habíamos pensado en ello antes de hacerlo. Ahí estábamos ambos, únicamente en boxers, mirándonos fijamente a los ojos, y acercándonos cada vez un poco más al otro. Nos unimos en un beso apasionado; pero esta vez sin exigencia.

 

Mientras nos besábamos, ambos tratábamos de caminar hacia la cama, cuando estuvimos a su lado, rompimos el beso, y él comenzó a besarme el cuello, y yo poco a poco me fui acercando más a la cama para terminar acostado en ella, con Sasuke sobre de mí, en ese momento nos miramos a los ojos, nos besamos nuevamente, aunque ahora más lentamente, de manera más pausada, mientras nuestras manos recorrían el cuerpo del otro.

 

-        ¿Estás seguro? – preguntó apenas tuvo la oportunidad de hablar.

-        Muy seguro.

 

Sólo tuve que decir eso para de inmediato recibir nuevamente sus labios, las manos de ambos seguían proporcionando caricias al otro, recorriendo los cuerpos, como si fuera la primera vez. Sentí como metió de pronto su mano en mi bóxer, para ayudarse a bajarlo, y yo me dejé hacer. Me desnudó por completo, y al hacerlo se apartó un poco de mí, y me miró. Me miró como si nunca antes me hubiera visto desnudo, como si jamás hubiéramos estado así juntos, para después volver a besarme, aunque ahora era un poco más demandante el beso, respondí prontamente el beso, y tomé mi turno de desnudarlo a él, bajando sus boxers de a poco, el poco que realmente me permitía la posición que teníamos.

Apenas estuvimos ambos desnudos, tomó mi miembro con una mano y comenzó a masturbarme, llenándome el cuerpo con una sensación de placer increíble, haciendo que perdiera todos mis pensamientos en un abismo, del cual no volverían en un rato. Al cabo de unos minutos así, pude pensar un poco, y mi primera reacción fue llevar mi mano hacia su miembro, de igual modo; pero no me lo permitió, detuvo mi mano de pronto.

 

-        Espera – me pidió hablándome al oído. -, este momento es para darte placer a ti, sólo espera.

 

Aquella voz susurrante en mi oído me había hipnotizado, y cual marioneta, obedecí su petición, y me dejé por completo a su merced. Como todavía no había nadie en la casa, en esta ocasión no tendría que reprimirme en absoluto, por lo que me permití perder el control por completo, dejándome enteramente al placer que Sasuke me otorgaba.

Mientras el vaivén de su mano aumentaba, también lo hacía mi respiración y mis gemidos subían otro poco más, podía darme cuenta lo mucho que le excitaba verme así, gimiendo descontroladamente por su causa, y antes de que pudiera venirme, se detuvo, a propósito, pude notar.

Yo sin control alguno restante en mi cuerpo, me levanté de a poco para no chocar con él, y lo acomodé a como me dio gana, Sasuke sólo se dejó, cual muñeco de trapo, mover a mi antojo. Lo recosté y sin decir nada, lo besé por unos instantes para luego separarme de sus labios y bajar todo el camino hasta su sexo. No dudé un solo segundo e inmediatamente devorarlo, y sin darle pausa comencé con un vaivén rápido, mientras que con una mano jugaba al mismo tiempo con sus testículos. Al mirarlo noté como arqueaba su espalda y, como siempre, gemía por lo bajo, una de sus manos se aferraba a las cobijas, y el tener esa imagen registrada en mi mente me excitó aún más, continué con ese ritmo desenfrenado hasta que pude sentir su espalda arquearse todavía más, y fue entonces que decidí no detenerme. Sasuke llegó al clímax, depositando su semen en mi boca, lo tragué justo después de sacar su miembro de la boca, mismo que seguía duro cual roca, cosa que me prendió todavía más.

 

Los dos solos en un cuarto

Tan enamorados, de fondo Juan Luis

Y tener tu pelo negro sobre mi almohada

Estar mojado en ti.

 

Sasuke me miró y casi bruscamente me tomó para acostarme boca abajo, y entonces noté que ya no era el único que había enloquecido por el placer, aprovechó el que su sexo siguiera lubricado en mi saliva y entró de a poco en mi entrada, que, aunque dolía un poco, no me quejé, lo quería dentro, deseaba tanto tener sexo con Sasuke, que me dejé sin ningún problema. Una vez dentro de mí, esperó unos segundos a que me acostumbrara a su tamaño, y cuando noté aquello, me moví un poco para incitarlo a moverse. No era que ya no me doliera, era que en verdad ansiaba lo que seguía.

 

Sasuke entendió al instante y comenzó a moverse, penetrándome de manera pausada y profunda, aumentando el ritmo y la intensidad poco a poco, enloqueciéndonos más. No tardó en convertir mis leves gemidos en casi gritos de placer, no podía terminar de creer todo lo que me hacía sentir.

 

-        Ya… no puedo… más… - avisé apenas.

 

Y como si aquello hubiese sido un detonante, comenzó a embestirme lo más rápido que pudo, consiguiendo que yo llegara ahora, y al mismo tiempo, llegando él dentro de mí nuevamente.

Sasuke salió de mí y se recostó a mi lado, a ambos nos faltaba el aliento, y teníamos el corazón latiendo muy deprisa. Una vez tuve algo de aire de nuevo, me acomodé a su lado, pudiendo notar lo mucho que me dolía todo el cuerpo.

 

-        Ouch. – me quejé cuando al fin conseguía acomodarme correctamente.

-        Lo lamento. – dijo jadeando un poco Sasuke.

-        ¿Qué lamentas?

-        Que perdí el control, creo que fui más rudo de lo necesario. – dijo sonriendo mientras un brazo le cubría los ojos.

 

Antes de contestarle siquiera, me levanté de nuevo, aún con el dolor, y apagué la luz del techo, dejando sólo la de la mesilla de mi lado. Sasuke era fotosensible, y seguramente al recostarse vio la luz sin querer y se lastimó un poco la vista.

 

-        Gracias. – rio de nuevo.

-        De nada, Sasuke, y oye. – lo llamé para que me mirase.

-        Hmm. – respondió apenas mientras me buscaba con la mirada, encontrándome ya subiendo a la cama.

-        No te disculpes por eso.

 

Sasuke sólo me recibió con los brazos abiertos, y descansamos el uno al lado del otro un buen rato, y sólo para repetir todo aquello una vez estuvimos un poco descansados.

 

Y lentamente hacerte el amor

Sin que nos pase el tiempo

Y desnudarnos, hace el corazón

Con todo el sentimiento

Estoy seguro no hay nada mejor

Que dormir contigo hasta que salga el sol

Definitivamente, cuando estamos juntos

No nos falta nada.

 

A la mañana siguiente desperté gracias a los ruidos que provenían de la cocina, y Sasuke estaba justo a mi lado, dormido aún. Apenas habíamos dormido, no nos habíamos dejado en paz hasta que de verdad ya no pudimos más, que fue alrededor de las 4 am, miré el reloj y marcaba las 10 am, y de inmediato recordé que sus padres eran madrugadores, supuse que ellos serían los que estarían en la cocina.

Me moví apenas un poco para no molestar mucho a Sasuke y corrí a la ducha, me duché lo más rápido que pude, tratando de ignorar el dolor, usando en esta ocasión agua caliente para relajar los músculos y ver si podía disminuir la aflicción. Me apresuré a salir de la ducha con una toalla cubriéndome de la cintura para abajo y salí a la habitación a buscar la ropa que usaría ese día.

 

-        Me gustas más sin esa toalla. – escuché a Sasuke hablar todavía dormilado.

-        Buenos días, Sasuke, yo dormí muy bien, gracias por la preocupación. – respondí riendo un poco.

-        Lo dije en serio. – dijo mientras se sentaba en la cama.

-        Lo sé. – le sonreí antes de entrar al baño de nuevo.

 

Me vestí lo más rápido que pude y me cepillé los dientes, me peiné, y salí casi corriendo a la cocina a ver qué sucedía.

 

-        Hola, pequeño. – saludó Itachi en la cocina.

-        ¿Itachi? ¿Qué haces aquí? – pregunté calmándome.

-        Bueno, Deidara tenía que ver unos detalles faltantes que no quiere que yo vea, así que salió con mi madre, y mi padre salió a comprar comida para todos, el día de hoy, no quiere que nadie cocine. – dijo sonriéndome.

-        Ya veo, ¿y cómo están ustedes? – pregunté acercándome para abrazarlo.

-        Nosotros bien, la verdadera pregunta es ¿ustedes cómo están? – preguntó riendo.

-        ¿De qué te ríes?

-        Bueno, pensé que podía ser una buena idea despertarlos hace una hora y preguntarles que preferían de comer, así que entré en la habitación y encontré una imagen que jamás creí ver. – dijo riendo.

 

Ante ese comentario me sonrojé demasiado, solté el abrazo y me alejé de él sumamente apenado. No sabía qué decir, aunque tampoco sabía que tan malo podía ser no decir nada en absoluto.

 

-        Calma, no le dije a nadie. – siguió riendo.

-        Gracias. – respondí aún sonrojado con la cabeza gacha.

-        Escucha, no es que tenga algo de malo, y tampoco son un par de niños ya, sólo preguntaba para entender la situación y no cometer errores incómodos. – dijo ya calmado y sereno.

-        Bueno, pues hablamos, y le dije que podíamos intentar algo, que ahorita sólo sería dejarnos llevar por el momento; pero cuando tus padres regresen a su casa, cada uno viviría en su casa y veríamos si funciona algo nuevo. – expliqué tan básico como pude.

-        ¿Lo sigues amando? – me preguntó sin mirarme.

 

En ese instante me acerqué nuevamente a él, lo miré a los ojos y vi que él tenía ciertas dudas, no sabía por quién o por qué; pero las tenía.

 

-        Sí, nunca he dejado de hacerlo, y estoy seguro que él tampoco dejó de hacerlo. – respondí suficientemente alto para que sólo él me escuchara.

-        Entonces, ¿van en serio? Con intentarlo, me refiero.

-        Sí, creo que sí. – sonreí un poco.

 

El tema quedó zanjado en ese momento ya que llamaron a la puerta e itachi fue a abrir, recibiendo a su padre con la comida. Sasuke no tardó en bajar, recién duchado y cambiado, aunque bajó sin playera y con la toalla colgando desde su nuca y cayendo por su pecho. Al ver que nadie se inmutó, intuí que eso no lo hacía desde conmigo, lo hacía desde mucho antes, y aunque me causaba nerviosismo verlo así, me tuve que calmar y aparentar que me era de lo más normal.

 

Nada, no te falta nada

Quédate tranquila

Que yo te prometo

Siempre estar contigo

No hacerte sufrir.

 

Tras unas horas solos, llegaron Mikoto y Deidara muy felices, y decidimos separarnos todos después de la comida, Dei y yo dejamos a los Uchiha juntos, en una tarde familiar para ellos, mientras nosotros pensábamos qué hacer.

 

-        Podemos visitar a Ino. – sugerí.

-        Podría ser.

-        Bueno, me refiero, vamos con ella, hay algo que les tengo que decir. – le dije un poco dubitativo.

 

Caminamos hacia allá, y media hora después ya estábamos en el departamento.

 

-        Chicos, pasen. – nos invitó Ino.

-        Hola Ino. – saludó Dei.

-        ¿Todo bien? – preguntó ella al verme tan nervioso.

-        Sí, yo… hay una cosa de la que necesito hablarles. – expliqué. Ino hizo té lo más rápido que pudo, lo sirvió y nos sentamos todos en la pequeña sala.

-        Dinos, Naru. – habló ella.

-        Bueno, es sobre Sasuke. – hablé.

-        ¿Está todo bien con él? No puedes dejar de fingir a estas alturas. – habló Deidara nervioso por el tema.

-        No, no es eso. Es sólo que el otro día me dieron un proyecto grande en la empresa y le conté frente a sus padres, y me ofreció llevarme a cenar para celebrar. El entusiasmo de sus padres me obligó a aceptar. – argumenté.

-        ¿Y qué pasó? – preguntó Ino ansiosa.

-        Bueno, cenamos y luego fuimos a un bar por un par de tragos; pero ese par fueron más de los debidos, y regresamos a su casa, ya borrachos… y nos acostamos. – dije sonrojado.

-        Naruto, ¿qué estabas pensando? Has estado evitándolo todo este tiempo para que un día llegues y hagas eso sólo por un “error”, ¿y ahora qué pasará?

-        Dei, cálmate – comencé pidiendo. -, ya lo hablamos, intentaremos algo nuevo ahora que sus padres se marchen. – expliqué.

-        ¿Y mientras tanto qué pasará, Naru? – preguntó Ino tranquila.

-        Bueno, mientras tanto sólo nos dejaremos llevar por el momento.

-        ¿Qué significa eso? – preguntó Dei irritado.

-        Que anoche sucedió de nuevo, sólo que ahora fue sobrios, ambos.

 

Deidara se levantó de la sala muy molesto y salió del apartamento, mientras que Ino no paraba de hablar en relación al tema, con comentarios como “ya era hora”, o “no tardarán en volver”, los cuáles no escuché muy bien, no todos. La reacción de Deidara me tenía muy sorprendido.

 

-        Calma, se va a casar, es evidente que este así de nervioso y voluble. – me dijo ella al fin ganando mi atención.

-        Creí que se alegraría por mí, como yo lo hubiera hecho por él; pero parece que le molestó más de lo que le sorprendió, siquiera.

-        No sé, Naru, tú mantén la calma, estoy segura que sólo es eso. Por cierto, hablando de parejas, en 3 horas llega Hinata. – me dijo mientras me sacudía un poco de los hombros.

-        ¿Eh? ¿Tres horas? – pregunté apenas prestando atención.

 

Los dos solos en un cuarto

Tan enamorados, de fondo Juan Luis

Y tener tu pelo negro sobre mi almohada

Estar mojado en ti.

 

Me quedé con Ino durante dos horas, ya que después me pidió que la acompañara a la estación de tren, la cual quedaba bastante lejos del departamento. Tomamos el metro y bajamos a dos calles de la estación, y ahí, a lo lejos, estaba una chica relativamente alto, de tez blanca con cabello largo, oscuro por lo que distinguía a esa distancia. En ese instante vi como Ino corría en su dirección y entendí quién era.

Tomé mi paso lento, dándoles unos segundos privados antes de llegar. Antes de que llegara vi el tierno beso que se dieron, cosa que me hizo sonreír, y finalmente llegué justo cuando se separaron.

 

-        Hina, él es Naruto, mi primo. – nos presentó y me acerqué a saludar a la chica.

-        Mucho gusto, soy Naruto Uzumaki. – saludé cordialmente.

-        Hinata Hyuuga, un placer. – saludó con una diminuta sonrisa.

 

Sin hablar mucho tomamos un taxi, las dejé en el apartamento y volví a casa de Sasuke. Aún no comprendía que había ocurrido con Deidara; pero necesitaba regresar. Quizá, incluso, al lado de Sasuke mis dudas se disiparían.

Llegué y los padres de Sasuke ya estaban en su habitación e Itachi ya no estaba, Sasuke esperaba por mí en la sala, mirando televisión.

Notas finales:

Nada - Prince Royce.

Bien, espero les haya gustado, y sí, más lemon *.*

Buenas a todos y no olviden dejar reviews :3


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