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Right from the start. por DanTamMu13

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Notas del capitulo:

Primero que nada les agradezco profndamente el apoyo y que se hayan pasado, que hayan seguido la historia. Agradezco aún más a todas aquellas hermosas personas que han comenzado a leer mis nuevos fics.

Gracias a todos por sus comentarios y opiniones a lo largo de esa historia, aunque corta, linda.

Finalmente les dejo con el último capítulo, el único que no lleva canción.

Una vez hablé con aquel médico, pedí que, única y exclusivamente, entrara Itachi a la habitación. Y así lo hicieron.

 

-        ¿Qué sucede, enano? – preguntó acercándose preocupado.

-        Itachi, necesito hablar contigo primero. – admití.

-        Dime.

-        Me darán el alta, necesito que me ayudes con eso, y quería pedirte si mañana, mientras Sasuke está en su trabajo, podrías traerme nuevamente. Me harán una prueba más; pero no es urgente. – expliqué con miedo.

-        ¿Una prueba de qué? – la mirada de Itachi me dejaba ver lo preocupado y asustado que estaba también.

-        De embarazo. – dije casi en susurro.

 

Itachi me miró fijamente cada vez menos asustado y más sorprendido. Me abrazó sin pensarlo, su respiración estaba muy alterada, y cuando soltó el abrazo pude notar las pequeñas lágrimas que le salían mientras me daba un beso en la frente.

 

-        ¿Es en serio? – preguntó casi feliz.

-        Sí, y quiero que sea mañana para que me den la prueba mientras Sasuke no esté cerca. – confesé.

-        Si lo estás, tendrás que hablarlo con él. – dijo sonriendo.

-        Lo sé; pero preferiría sólo tener la conversación si lo estoy y no de cualquier modo.

-        Claro, claro – dijo limpiándose las lágrimas. -. Voy a por tu baja.

 

Itachi salió y entraron todos de nuevo. Mentí descaradamente con que sólo era porque no dormía apropiadamente y el coraje había sido un exceso. También mentí diciendo que quería hablar con Itachi de Deidara, lo cual nos daba excusa sobre su llanto.

Itachi regresó con los papeles del alta, me cambié con ayuda de Sasuke y regresamos a su casa.

 

A la mañana siguiente Sasuke llamó a mi oficina, explicando la situación, y presentándose como mi pareja, lo cual no tuve mente para negar, después de todo, si realmente estaba embarazado, esperaba que realmente hubiera esa posibilidad.

Pasada la hora que yo debía estar en el trabajo, Sasuke desayunó con sus padres, quienes decidieron volver a su respectivo hogar ese mismo día, así Sasuke los llevó a la estación de tren y luego llegó al trabajo. Y en cuanto nos avisó que había llegado, Itachi entró a la habitación, donde yo estaba ya listo, y salimos al hospital nuevamente.

 

La prueba no tomó más de diez minutos, aunque los resultados eran cosa distinta. Tardarían unas cuantas horas. Y así esperamos juntos a que llamaran mi nombre con el sobre de resultados. Un par de horas después vi salir a una enfermera con bastantes sobres en su mano, y me tensé.

 

-        Naruto Uzumaki. – llamó al cabo de cinco nombres.

 

Me sobresalté y fui por ellos, ella no dijo nada, ni hizo gesto alguno. Y estaba por abrirlo cuando pensé de inmediato en Deidara.

 

-        Itachi, perdona que te pida esto; pero ¿podemos buscar a Deidara? – pregunté sin abrir el sobre.

-        Vamos.

 

Itachi no me ponía peros en pedidos, se detuvo dos ocasiones porque me sentía fatal y creía estar por vomitar, y aunque resultaba no ser así, tenía la precaución conmigo. Llegamos a esa casa, y armándome de valor, al igual que Itachi, bajamos de su auto y caminamos a la puerta.

Llamé al timbre y escuchamos como corría por la casa para llegar a la puerta.

 

-        Vete. – dijo sin abrir la puerta.

-        No, necesito hablar contigo. – dije seguro.

-        Ya lo hiciste anoche, y fuiste muy claro. – al escuchar como comenzaba a alejarse, no lo dudé.

-        Deidara, podría estar embarazado – al decir aquello escuché claramente como sus pasos se detuvieron. -, traigo los resultados, y quiero verlos con ustedes dos. – admití.

 

Deidara, de mala gana abrió la puerta dejándonos entrar. Fuimos directo a la sala, nos sentamos estando yo en medio con el sobre en las manos.

 

-        ¿Qué esperas? – preguntó Deidara.

-        Espera, espera. – pedí.

 

Miré el sobre unos segundos más hasta que finalmente no pude con la duda que me carcomía por dentro. Abrí el sobre, más lento de lo que realmente quería; pero es que otra parte de mí tenía terror por leer aquello.

Una vez abierto, saqué las hojas que venían dentro, y busqué el número uno en una esquina, hasta que lo hallé, la tomé y sin dudarlo la leí.

 

-        Positivo. – susurré. En ese instante todo el miedo se me había ido, el sentir el abrazo de ambos, escuchar su emoción, sentirlos tan felices a ambos me hizo sentir más tranquilo.

-        ¿Sasuke sabe de la prueba? – preguntó de pronto Deidara.

 

El terror regresó, ¿y si Sasuke no reaccionaba como ellos? ¿Y si él no quería una familia aún? No sabía que pensar. Me quedé pasmado unos minutos, y al ellos notarlo, sentí su abrazo nuevamente.

 

-        No te preocupes, pequeño, lo harás muy feliz. – aseguró Itachi.

-        ¿Estás seguro? – le pregunté con miedo.

-        Te ama él también, claro que estoy seguro. – dijo abrazándome más fuerte.

 

Deidara no sabía que decir ante eso, por lo que prefirió no soltarme. Una hora después ellos se alejaron a la cocina a charlar, y ellos se hicieron cargo de hablar con Sasuke para que fuera a esa casa por mí.

Deidara no paró de hablar respecto a Itachi, lo intentarían, después de todo, ahora necesitaría toda su ayuda y no estábamos para estúpidas peleas.

 

-        Y podremos comprarle tantos juguetes, y ropa; pero para eso necesitamos saber si será niño o niña. Espero que sea niña, hay ropa muy linda para las niñas… - seguía hablando Deidara sin parar. Estaba demasiado nervioso.

 

Dos horas después llamaron a la puerta, y en ese segundo temblé, estaba por decirle a Sasuke, iba a contarle de mi reciente embarazo. ¿Qué haría él? Sólo había una manera de averiguarlo.

Él entró y Deidara dejó de hablar de aquello, en realidad, dejó de hablar en lo absoluto.

 

-        Naruto, ¿qué haces aquí? – preguntó mirando con recelo a Deidara.

-        Tengo una noticia – comencé susurrando. -, y necesitaba hablar con Itachi y Deidara.

-        Bueno, dime ¿qué es? – Sasuke estaba confundido, se sentó a mi lado y sólo vio el sobre de resultados.

-        Me hicieron una prueba más hoy, tu hermano me llevó al hospital. – Sasuke se puso nervioso, rígido, probablemente se había imaginado las peores posibilidades.

-        ¿Qué sucede? ¿Estás bien? ¿Qué tienes? – y al escucharlo lo había comprobado.

-        Sasuke… - tenía que decírselo, tenía que hacerlo. – estoy bien, lo que pasa es… - él merecía saber, ¿no? Si él no lo quería, podía yo tenerlo de todos modos con ayuda de mi hermano e Itachi; pero necesitaba decirlo. – estoy… embarazado. – susurré sin mirarlo.

 

Sasuke se quedó completamente callado, y al no estarlo mirando, no supe qué tipo de reacción o gesto había hecho, esperé a que hablara. Y seguí esperando por un par de minutos, hasta que finalmente se puso de pie, tomó el sobre con las hojas, leyéndolas todas con atención, no quería verle el rostro, no soportaría ver una mala reacción.

Luego de analizar todas las hojas, en las cuales decía el resultado, venían cuidados, consejos, y el desarrollo del bebé desde la primera semana, hasta la semana 40, lo que le hacía cada semana al bebé, qué pasaría y los síntomas que posiblemente pudiera presentar; él las dejó en la mesa de centro, y fue cuando más temí, cerré los ojos por inercia al miedo, y sólo sentí sus brazos rodearme.

 

-        ¿No estás molesto? – pregunté abriendo los ojos y viéndolo abrazarme, con la cabeza mirando a otro lado.

-        Claro que no, idiota. – escucharlo tranquilo me confundió más, no había enojo; pero tampoco lo escuchaba alegre.

-        Yo… no sé cómo sucedió, ni siquiera sabía que era posible.

-        Oye – habló alejándose un poco para mirarme a los ojos. Noté entonces sus ojos vidriosos. – no sólo no estoy molesto, ¿por qué lo estaría? Estoy sorprendido, es todo, y confundido, y nervioso, y feliz, y… son muchas emociones. – admitió.

 

En ese instante escuché a Deidara gritar de la emoción, era lo único que le faltaba. Corrieron ambos a abrazarnos. Y así permanecimos un rato.

 

-        ¿Qué haremos? – pregunté cuando nos soltaron.

-        No me parece buena idea el que regreses al departamento solo, preferiría que regresaras a casa; pero depende de ti. – me dijo aún confundido.

-        ¿En serio lo quieres tener? – le pregunté aún con miedo.

-        Idiota – dijo con una ligera risa. -, claro que sí, Naruto, es tuyo, y es mío. Por supuesto que lo quiero.

 

Sasuke y yo regresamos a su casa, que volvería a ser nuestra muy pronto. Esperó a que sus padres le notificaran que habían llegado para llamarles y contarles. Ellos casi se molestaron por haberse regresado; pero prometieron regresar lo más pronto que pudieran.

 

-        ¿Debería llamar a los míos? – le pregunté cuando colgó con sus padres.

-        Bueno, sería buena idea. – dijo extendiéndome el teléfono.

 

Tras dudarlo unos minutos, me decidí por llamar, finalmente, si no lo querían, el bebé estaría bien cuidado con la gente que ya estaba ahí.

 

-        Diga. – contestó mi padre del otro lado.

-        Hola. – saludé apenas.

-        Hmm… ¿Qué quieres? – preguntó igual de cortante y grosero que siempre.

-        Hablar con ella. – pedí.

 

Él no contestó, sólo dejó la bocina para ir a buscar a mi madre, quien llegó sin entusiasmo alguno.

 

-        ¿Sí? – preguntó con tono indiferente.

-        Necesito decirte algo, y esto es muy serio. – admití.

-        Habla entonces. – exigió.

-        Estoy embarazado, y creí que debían saberlo, lo que hagan con eso es decisión de ustedes.

 

Tras eso escuché unos segundos de silencio hasta que me decidí por colgar. Sasuke no me dijo nada, sólo tenía una mirada llena de ternura, me abrazó, y tomando mi mano me llevó a la habitación.

 

-        Escucha, sé que es importante para ti; pero si ellos deciden no hacer nada, tienes que saber que aún tendrá una familia maravillosa. – me dijo sonriendo un poco, para luego besar mi mejilla.

-        Lo sé, sólo supuse que tendrían otra reacción; pero me equivoqué.

 

Él me miró fijamente, me abrazó y nos recostamos en la cama. Caímos rendidos ante el sueño, durmiendo juntos sin ningún problema.

 

 

Nueve meses después me encontraba yo llegando al hospital finalmente, a punto de dar a luz a nuestra hija, Sasuke permanecía con nuestros hermanos y sus padres.

Yo entré al quirófano y me pusieron de inmediato una mascarilla mientras me pedían que contara del 10 al 0; pero luego del número 8 no recordé nada hasta que despertaba en la habitación nuevamente.

 

-        La operación fue un éxito. – dijo Deidara avisándome.

-        ¿Dónde está? – pregunté ansioso.

-        Calma, ella está en el cunero, en un rato la traerán. – explicó.

-        ¿Cómo es? – le pregunté sonriendo.

-        No lo sé, Itachi y Sasuke fueron a verla. – admitió.

-        ¿Y tus padres? – pregunté relajándome.

-        Eso es más interesante, están afuera, charlando con los nuestros.

-        ¿Qué? – pregunté casi en grito, moviéndome bruscamente por inercia.

-        Hey. – me llamó la atención parándose a mi lado y tomando mi brazo.

-        ¿Cómo que nuestros padres? – le pregunté confundido.

-        Este último mes recibí llamadas de ellos diario, querían saber si ya había nacido o no, estaban verdaderamente interesados, me pidieron que no te lo dijera, no en ese momento, y cuando me diste fecha de la cesárea, se las di también. Llegaron a la mitad de la operación, y han permanecido aquí desde entonces.

 

No podía terminar de procesar toda esa información. Deidara se levantó y avisó que estaba despierto. Entraron todos, ya que los padres de Sasuke no habían reparado en gastos y me encontraba en una suite, así que cabían todos. Sasuke corrió a mi lado, depositándome un beso de inmediato, frente a todos, y acarició la mejilla y mi miró a los ojos.

 

-        Es hermosa. – declaró finalmente.

 

Sólo distinguí que todos se alejaron un poco, y escuché a una enfermera pedir permiso, y un poco de privacidad por ahora para Sasuke y para mí. Cargaríamos a nuestra hija.

 

-        ¿Ya tiene nombre?  - preguntó una enfermera mientras cerraba la puerta dejándonos solos con ellas.

-        Hikari. – dijimos ambos.

-        Un nombre muy hermoso. – admitieron.

 

Cargamos a Hikari unos minutos cada uno, y vi a Sasuke llorar como jamás imaginé verlo, y sonreía, aun así. Entraron los demás, y Hikari fue levantada por toda su familia, era una niña tranquila, no había llorado, no se movía demasiado, era muy callada, como Sasuke, con su mismo tono de piel, aunque el poco cabello que tenía, era rubio, ya después sabríamos a quién realmente se parecería; pero no importaba. Ella estaba bien, sana, y hermosa. Y eso nos bastaba.

 

FIN.

Notas finales:

Espero les haya gustado, la historia la tenía ya muy imaginada y necesitaba terminarla, era forzoso. 

Gracias por haberme seguido, y a los que aún lo hacen.

 

Les quiero mucho, buenas a todos :3


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