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Give Me Love por keny_shawol

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Notas del capitulo:

¡Hola!


Creo que han sido más de dos meses sin actualizar, no estoy del todo segura, pero… estoy de nuevo por acá.


Mencioné que estaba trabajando en un proyecto, y al fin está terminando, pero por supuesto eso costo mucho de mi tiempo, entre el 3D, la presentación final y las muestras, mi tiempo fue una locura y decidí concentrarme en eso, así que sí, es más o menos el motivo de mi no-actualización.


Pero las vacaciones están aquí, y espero actualizar con regularidad, aunque no prometo nada. 

Minho dejó caer su cuerpo contra el marco de la puerta, sus ojos observando a Kibum dentro de la cocina.


 


Kibum suspiró, se masajeó el cuello y continuó con lo que estaba picando. Minho se preocupó, por lo general, era el momento en que Kibum estaba en la cocina jugando con sus manos que él permitía relajarse.


 


Se acercó un poco más, dando un paso dentro. Kibum no pareció notarlo, seguía con la mirada fija en los vegetales que estaba cortando. Sus manos se movían pesadamente contra éstos, Minho se preguntó por un momento si Kibum estaba enfadado. Parecía estarlo, y los vegetales estaban pagando por eso.


 


—¡Mierda! —Kibum maldijo cuando el cuchillo resbaló de sus dedos. Negó con la cabeza y Minho dio un paso más adentro. Kibum continuó como si no hubiera pasado nada, tomando otro cuchillo y mutilando a los vegetales. —¡Mierda!


 


—Bueno, basta ya. —Minho entró, ignorando el sobresalto de Kibum por su voz. Alejó a Kibum de los vegetales y le llevó hasta el otro extremo. Sangre salía del dedo de Kibum, un corte diagonal y superficial, sin embargo, Minho lo mantuvo cerca y dejó caer el dedo de Kibum bajo el agua.


 


La sangre se perdía contra el agua y Minho se sintió mejor cuando observó la enrojecida piel de Kibum dejar de tirar sangre.


 


—Está bien. —Kibum mordió su labio inferior, su cabeza cayendo ligeramente. —Estoy bien, fue sólo un corte.


 


—Estás distraído. —Aseguró, sus manos tomando el dedo de Kibum entre los suyos. Parecía estar bien, él no debería estar tan preocupado, excepto que lo estaba. Kibum parecía cansando y preocupado, y él no sabía que le tenía así. —¿Sucede algo?


 


Los ojos de Kibum encontraron su mirada, eran tan cafés tan suaves, y se preguntó porque Kibum le veía de esa forma, como si esperara que él supiera la respuesta. El labio de Kibum quedó atrapado entre sus dientes, y se veía tan adorable, que Minho tuvo el impulso de sostenerlo en sus brazos.


 


—No. —Kibum negó con la cabeza. —No. —Él sonrió, las esquinas de sus labios elevándose. Pero no era una sonrisa, Minho lo sabía bien, porque sus ojos no brillaron como siempre. —Sólo estoy un poco cansado. Es todo.


 


—Puedo darte un masaje, soy bueno con las manos, recuerda. —Él esperaba que las manos de Kibum le golpearan o que rodara los ojos, o al menos que riera sólo un poco. Pero se limitó a observarle y regalarle una – no en lo absoluto – sonrisa.


 


—No es necesario. —Kibum le dio la espalda, Minho le siguió. —Estoy preparando tu cena favorita, estará lista en unos minutos más, será rápido.


 


Él no quería cenar, él quería estar con Kibum, con el Kibum de sonrisas iluminadas y golpes contra su brazo, con el Kibum que hablaba de su abuela y con el que peleaba en algunas ocasiones. Éste Kibum, estaba muy lejos de su Kibum.


 


Kibum continuó como si nada hubiera ocurrido, esta vez, sin embargo, sus manos eran seguras y suaves, él no repetiría el corte de nuevo. Minho se acercó a él, deteniendo el movimiento de sus manos.


 


—Oye. —Kibum le miró, por un momento sus ojos favoritos le miraron como siempre y Minho dejó escapar un suspiro de alivio. —¿Seguro que estás bien?


 


—Estoy bien, deja de preocuparte. —Los dedos de Kibum se cerraron contra su mandíbula, y sonrió, una verdadera sonrisa. El pulgar de Kibum trazó sus labios, y Minho dejó caer sus manos hasta su cintura, queriendo sentirle cerca. —Sólo estoy cansado, es todo. Ahora déjame preparar la cena.


 


—Puedes dejarlo. —Minho atrajo el cuerpo de Kibum más cerca, suspirando cuando el cabello de Kibum le hizo cosquillas en la nariz. —Sólo ven conmigo a la cama, podemos sólo tumbarnos ahí.


 


—Me encantaría, —Sintió las manos de Kibum cerrarse contra su ropa, Kibum le atrajo esta vez, y dejó escapar un suspiro cuando su cabeza cayo contra su pecho. —pero, tengo que terminar, ¿bien? Sólo déjame terminar la cena y haremos lo que quieras.


 


Minho asintió y Kibum permaneció en sus brazos un tiempo más. A él no le importaba, tener a Kibum entre sus brazos, siempre era agradable.


 


 


 


—Entonces, —Kibum dejó el tenedor a un lado, olvidando la cena un momento. Minho le miró con la ceja enarcada y un asentimiento hacía él. —¿Cómo fue tú día?


 


Kibum mordió su labio inferior cuando la preguntaba escapó de él. No era lo que estaba desesperado por saber, pero realmente no sabía por dónde comenzar. Él quería saber porque Minho le había mentido, o qué tanto pensaba decirle sobre su situación.


 


Kibum tenía miles de preguntas en su cabeza, que comenzaba a darle dolor de cabeza. Pero se obligó a sonreírle a Minho y fingir que todo estaba bien, mientras pensaba que diablos haría.


 


Sintió un repentino golpe de dolor y frustración y por un momento quiso terminar todo y encarar a Minho, preguntarle, gritarle tal vez, pero desechó la idea tan rápido como vino. No podría hacer eso, porque… no tenía idea. Sólo sentía que no debía hacerlo.


 


—Realmente fue un día duro, pero nada que un sueño reparador no pueda arreglar. —Él le lanzó esa sonrisa de nuevo y continuó con su comida.


 


—¿Cómo es que entraste en el negocio?


 


Minho detuvo su comida, su ceño se profundizó y suspiró, mientras dejaba el tenedor olvidado también, y se recostaba contra la silla.


 


—En realidad, fue por papá. —Bueno, el padre de Minho no era su tema favorito, pero él estaba hablando y eso es lo que importaba. —fue como un desafío, ¿sabes? El no creía que estuviera preparado para tomar el mando, pero ese lugar se estaba cayendo. No sé nada sobre cosméticos, pero aprendí, tomé las decisiones correctas y lo hice. Creo que algún punto sólo quería la aprobación de papá, eso es todo.


 


El suspiró que dejó escapar después, le dejó claro que estaba cansado de eso, de su padre, de su aprobación, de todo lo relacionado. Kibum extendió su mano y tomó la de Minho entre la suyas.


 


—Si no quieres hablar de eso, está bien, sólo estoy curioso. —Se encogió de hombros, mientras sonreía, sin embargo, Minho asintió de nuevo, hacía él.


 


—Está bien, pregunta lo que quieras.


 


Dios, él no debió decir eso, porque las preguntas cosquillearon contra sus labios. Tomó una respiración, mientras su mente trabajaba por una buena pregunta, o por lo que debía hacer. Quería saber tantas cosas, y después de haber llorado mares cuando la madre de Minho le contó todo, dolía, pero necesitaba saber más.


 


Una parte de él, sabía que, si era tan importante para Minho, entonces él buscaría la forma de dárselo, porque quería verle feliz, quería que dejara de preocuparse, quería que dejara a su padre atrás. Pero por ahora, él quería esos pequeños momentos juntos, porque lo amaba. Tanto, que debía estar loco.


 


—¿Es importante? —Preguntó, y jugó con los dedos de Minho al mismo tiempo para no tener que mirarle a los ojos. —La compañía y todo, supongo que es importante para ti, después de todo lo que has hecho.


 


Minho frunció el ceño, y Kibum creía que podía haber hablado de más. Pero no podía evitarlo, las palabras escapaban de él rápidamente y quería saber un poco más sobre esa loca historia en la que estaba viviendo.


 


Se sentía como en una película, porque eso sólo sucedía en las películas y los libros.


 


Ah, pero no. Él manejaba una agencia, él emparejaba a las personas, y eso era tan malditamente real, como Minho siendo forzado a casarse para no perderlo todo.


 


Suspiró, mientras encontraba la mirada de Minho una vez más, y esperaba por una respuesta. Los labios de Minho se contrajeron y parecía pensar realmente duro lo que estaba por decir.


 


A Kibum le preocupaba que fueran palabras que pudieran arruinarlo todo.


 


—Bueno, ¿no es la agencia importante para ti? —Los labios de Minho se curvaron y Kibum asintió, porque sí, tenía razón.


 


—Sí, lo es, pero… —Minho enarcó una ceja y esperó por su respuesta.


 


—¿Pero?


 


Él no tenía una respuesta, pensó, él realmente no sabía que responder a Minho sin que le revelara más de lo que debía decirle. Mordió su labio inferior, mientras sus dedos aún se aferraban a los de Minho sin querer perder ese contacto.


 


Los ojos de Minho le buscaron y se permitió tirar de una sonrisa para tranquilizarle. Minho había estado realmente preocupado por él más temprano ese día, y él no quería explotar sobre Minho sin antes decidir que se suponía que debía hacer.


 


—Pero, sí… lo que quiero decir es sí, es importante. Trabajé mucho por ese lugar, estaría triste si lo perdiera o algo así, pero hay otras cosas siempre hay otras cosas.


—No en mi caso, Kibum. Si perdiera, es como si le dijera a papá que no pude hacerlo. —Las palabras de Minho hicieron que su corazón doliera. Al final de día, Minho sólo era niño que papá no había querido. —Siempre pensé en la compañía como un bebé, ¿sabes?  yo crecí con ese lugar, es importante sí.


 


Minho hizo que la cabeza le doliera después de esas palabras. Quería decirle a Minho que lo sabía todo y que le dejaba el camino libre para hacer lo que él quisiera. Tal vez Minho necesitaba un cierre y tener la compañía en su poder, era la forma de dejar a su padre detrás. Él estaba muerto después de todo, pero parecía seguir tras Minho.


 


—Entiendo.


 


—Tan curioso, ¿Por qué tantas preguntas?


 


Kibum sonrió, mientras dejaba atrás su lugar y caminaba hasta Minho. Se dejó caer en su regazo, cuando los ojos de Minho brillaron con diversión.


 


Kibum le quiso en ese momento un poco más. Besó la nariz de Minho, sus dedos enredándose en su cabello.


 


—Sólo curioso, es todo. Yo aún no sé muchas cosas sobre ti, cariño.


 


—Puedes preguntar lo que quieras, Kibum.


 


Sí, él quería también, pero dejaría eso para otro día. Para el día en que supiera qué era lo que sucedería entre ellos. Mientras, él disfrutaría esos momentos con Minho. Porque no estaba seguro de cuanto podrían durar.


 


—Tal vez otro día, ¿bien? —Minho asintió, sus manos ya encontrándose contra su cintura. —Ahora tal vez deberíamos pasar lo que resta de la noche en la cama.


 


—Eso suena como una buena idea.  


 


Kibum rió, besando a Minho y arrastrándole a la habitación sólo momentos después.


 


 


 


 


Tenía un color perlado, con letras doradas en todos tamaños, suaves y elegantes que se entrelazaban delicadamente una con otras. Kibum no tenía que ser adivino para saber de qué se trataba. Y él pensaba que realmente tendría algún tiempo más.


Se preguntó cómo Minho le había hecho entre él y su futura esposa. Él creía que ellos estaban juntos todo el tiempo, pero al parecer, había más tiempo destinado a otras cosas que a él.


 


Aún seguía preguntándose qué debería hacer, pero parecía que la pequeña y elegante invitación era todas sus respuestas. Gritaba dinero en cada rincón y supuso que la fiesta de Minho costaría más que sus ganancias al final del año.


 


Kibum jugó con la invitación entre sus dedos, sin querer abrirla. Minho estaría por llegar, había prometido un almuerzo con él, pero… ahora no sabía si estaba de humor para eso.


 


La invitación cayó de sus dedos, justo cuando Minho entraba por la puerta. Él sonrió hacía Minho, mientras pateaba la invitación con los pies.


 


—Hola, cariño, ¿Cómo estás?


 


Él podía darle muchas respuestas, pero se limitó a sonreírle de nuevo, y murmurarle un suave ‘bien’. Minho besó su mejilla rápidamente cuando pasó a su lado, y caminó directo al baño.


 


Kibum recogió la invitación, y dudó en si leerla o no. Decidió hacerlo antes de que Minho regresara del baño, y el cello cedió contra sus dedos cuando la abrió. Kibum sacó el pequeño papel y recorrió con sus yemas el contorno de las letras.


 


Suspiró, y las lágrimas picaron contra sus ojos, pero se obligó a no dejarlas caer.


 


Choi Minho y Kwon Yuri…


 


 

Notas finales:

¡Nos leemos pronto! 


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