«Eres especial, mi Xiao Lu. Desde la primera vez que te tuve en mis brazos supe que eras alguien único y ten por seguro que hay un enorme destino aguardándote... »
Una mueca se formó en su rostro porque recordar eso le molestaba demasiado ahora, se sentía traicionado por ella y por más que le había dado vueltas al asunto aún sentía que aquello era una broma pesada.
«El destino sólo tiene un camino escrito para cada persona y llegado el momento, deberás entenderlo, será difícil pero sé que podrás hacerlo, confío en ti... »
"Que lo entienda no quiere decir que aceptarlo sea sencillo."
Un largo suspiro brotó de sus labios mientras su cuerpo se giraba sobre la cama hasta estar boca abajo, nuevamente todas y cada una de esas imágenes fueron empujadas en su cabeza provocándole un sabor amargo, era tan injusto para él pero necesario, tenía que hacerlo porque había nacido para cumplir con eso.
"Es lo correcto."
Se dijo a sí mismo en un intento de aceptarlo por fin, trataba de hacerlo tan fácil como le fuera posible pero no paraba de doler.
« ¡Son estrellas fugaces! »
El recuerdo de esa sonrisa lo hizo fruncir el ceño, no quería verla en esos momentos que estaba tan molesto y repentinamente esa sonrisa se transformó en la de Sehun y sólo eso bastó para que se incorporará de golpe, ya no tenía tanto miedo aún cuando seguía doliendo, sin embargo, valdría la pena y eso era lo importante.
"Lo he comprendido."
Su mirada se clavó en los googles que el mayor le había obsequiado por su cumpleaños y se animó a ponérselos, todo se veía raro con ellos y eso lo hizo reír por primera vez en el día, sabía que no podía usarlos afuera o podría tener un accidente por lo que sólo los dejó alrededor de su cuello como si de un collar se tratasen.
"Sehun."
Verlo era lo que más quería en esos momentos y con eso en mente no se detuvo para salir aprisa de la habitación, los googles se sentían raros alrededor de su cuello pero no fueron motivo para que se detuviera porque ahora él también podía regalarle algo especial a Sehun.
«Cuando ella finalmente aparezca, deberás pensar muy bien que harás porque la primera vez que lo hagas será única y esa persona a la que vaya dirigida tiene que ser muy importante... »
"Sehun lo es, ahora más que nunca sé que es así."
El comedor estaba casi lleno cuando él entró y eso sólo significaba que había pasado medio día encerrado y eso no debía ser bueno. La ansiedad no tardó en recordarle que era lo que hacía ahí y comenzó a sentirse nervioso al empezar a recorrer el comedor con la mirada en busca de Sehun.
«Esto será casi como una declaración de amor y por eso no debes tomarla a la ligera... »
Repentinamente se percató de que casi todos estaban mirándolo y no supo que hacer ante eso, ya sabía que eso sucedería pero no imaginaba que fuese a ser así de incómodo.
-¡Lu, estamos aquí!-escuchó la inconfundible y siempre escandalosa voz de Max y rápidamente dirigió su mirada a ese lugar.
La sonrisa inmensa del pelirrojo era resplandeciente, a su lado se encontraba Cho Ah con un malhumorado Baekhyun junto a ella, frente a ellos estaba Han que parecía estar pasando por un mal momento y junto a él finalmente halló a Sehun que parecía estar muy preocupado por el castaño.
Ver eso lo hizo titubear un poco pero terminó por armarse de valor y acercarse a la mesa, estaba cada vez más nervioso y poco ayudó la sonrisa que Sehun le dedicó cuando finalmente lo vio acercarse, sentía su corazón a punto de hacerle un agujero en el pecho y se obligó a ser valiente.
-Ven a comer con nosotros-le dijo Sehun.
El agachó la cabeza y apretó los labios luego de oír su voz, sus manos estrujaban con fuerza esa vieja camiseta azul que le quedaba algo grande y la idea de salir corriendo lo tentó al ver la cara que tenía Han entonces, él ya lo había notado.
-¿Lu?-llamó preocupado Sehun.
Su corazón se detuvo apenas unos segundos para luego comenzar a saltar violentamente, era ahora o nunca, pensó para obligarse a hacer eso por lo que estaba ahí en primer lugar.
-Sehunnie, muy buenos días-habló mostrándole su mejor sonrisa.
Todos en la mesa se quedaron en shock luego de escuchar su voz, sus primeras palabras, sus primeras palabras que aunque todos ahí habían escuchado, sólo eran para Sehun.
-Realmente no vine a comer sino a buscar a Baekhyunnie-continuó sintiéndose algo avergonzado, no borró su sonrisa ni un instante y tomó la mano del aturdido ojiverde-Vamos-indicó comenzando a arrastrarlo fuera.
Todos los demás continuaban estupefactos luego de aquello. Sehun sentía que incluso había dejado de respirar y cuando el tiempo por fin volvió a correr se dio cuenta de tres cosas muy importantes.
La primera; el lugar se había llenado con un aroma a flores, la segunda; algo había diferente en su pequeño niño, y la tercera; había escuchado antes esa voz, se levantó a toda velocidad para darle alcance pero apenas pudo hacer nada cuando Han se levantó y salió corriendo.
-¡VOY A MATAR A ESE PEQUEÑO HIJO DE PUTA!-gritaba el rabioso castaño al cual se apresuró a seguir.
***
-Tú... tú... tú... tú... tú... tú... tú... tú... tú... tú... tú... tú... tú... tú... tú... tú... tú... -eso era lo único que Baekhyun llevaba diciendo durante largos minutos.
-¿Te encuentras bien?, comienzas a preocuparme-murmuró con un pucherito adornándole los labios.
-¡Tú estás hablando!-chilló histérico el mayor.
-Por supuesto que estoy hablando-aseguró risueño por la actitud del mayor.
-¡Pero eso es imposible para ti!-sentenció alterado.
-No en realidad, yo tan sólo lo tenía prohibido hasta que llegara mi cumpleaños número once-se encogió de hombros como si esa fuese la respuesta más normal del mundo.
-¿Qué?
-Era parte de mi preparación-dijo en una especie de triste murmullo.
-¡No te estoy entendiendo!-lloriqueó el de ojos verdes.
-No importa, lo importante aquí es que finalmente puedo ayudarte a manejar tu habilidad, así que vamos a empezar con tu entrenamiento-anunció tranquilamente.
-¡¿Qué?!-chilló nuevamente-¿Qué rayos está...?
-¡ATRÁS!-gritó el pequeño rubio antes de empujarlo.
Baekhyun fue de bruces al suelo tras la repentina acción de Lu, lo maldijo por lo bajo y al levantar la mirada para enfrentarlo y reclamarle lo que había hecho, se topó con un par de enormes e inmaculadas alas blancas que lograron que se olvidara de todo lo demás.
-¿Qué significa esto?-exigió saber el rubio que sujetaba con una mano una de las garras de Han.
-¡¿Y todavía te atreves a preguntar?!-vociferó el iracundo castaño a la vez que se soltaba de agarre del menor-¡Has estado mintiendo todos estos putos años!-lo acusó.
-No he mentido en absolutamente nada-se defendió tranquilamente, no iba a perder la calma.
-¡Todo este tiempo has mantenido oculto tu verdadero ser! ¡Has podido defenderte por ti mismo pero en su lugar me usabas a mí!
-Eso no es verdad, pero no voy a ponerme a discutir contigo porque de alguna u otra forma las cosas serán como tú dices y no me darás oportunidad de explicarlo-dijo con calma y dio media vuelta para ir a ayudar al pasmado ojiverde que continuaba en el suelo mirándolo estupefacto.
-¡No hemos terminado!-rugió el castaño antes de sujetarlo por el cabello arrancándole un quejido de dolor al menor.
-¡Déjame ir!-exigió, sus manos sujetaban con fuerza la de Han en un intento por liberarse.
-Soporte todo en tu lugar durante todos estos años cuando tú ni siquiera lo necesitadas, ¡tan sólo me usaste!
-¡Deja de decir tonterías, eso no fue así y lo sabes!
-¡Eres igual a la perra mentirosa de tu madre!
Un grito de dolor le desgarró la garganta al castaño que soltó el rubio cabello del menor cómo si se tratase de hierro caliente, sus ojos llenos de odio se dispararon al menor que lo veía con él mismo desprecio, la luz que emanada su mano derecha se iba apagando de a poco y delgados rastro de humo danzaban sobre ella.
-No más-masculló el pequeño con la mandíbula apretada-Estoy harto de ti y todo lo que me haces, ya me cansé y ten por seguro que voy a defenderme de ahora en adelante, ¡no vas a continuar fastidiándome!-sentenció.
Una sonrisa ladina se dibujó en los labios del mayor, una marca rojiza era todo lo que quedaba al rededor de su muñeca, sus ojos se volvieron negros y Lu gruñó, si pelea era lo que quería, eso iba a darle.
-¿La verdad es demasiado para ti?-escupió mordaz.
-Tú no sabes que es eso, lo único que tú sabes hacer es manipular y engañar a los demás. Siempre actuando de esa forma tan despreciable para luego, cuando te es conveniente, mostrar unas cuantas lágrimas para provocar lastima y que todo te sea excusado, seguro algo que te enseñó tu adorado maestro-sonrió de lado.
Han rugió furioso y se arrojó sobre el rubio. Baekhyun lo miraba todo aterrorizado, ellos eran algo que nunca antes había visto y así de letales como se veían las garras de Han, se veía esa cosa parecida a un látigo hecho de luz que Lu blandía encontraba del castaño.
Sus instintos lo obligaron a retroceder con ayuda de sus manos y pies, sus ojos no podían apartarse de las dos feroces criaturas enfrascadas en una intensa batalla, alas blancas y garras negras era todo lo que podía ver, estaba en blanco.
"¡VAN A MATARSE!"
Gritó para sus adentro luego de ver cómo Han hería una de las blancas alas de Lu y este caía en picada al suelo, apenas pudo ponerse de pie y correr hacia la entrada que conectaba al campo de entrenamiento con el edificio, su cerebro sólo podía repetirle que buscara a Sehun mientras sus oídos continuaban registrando el caos a su espaldas.
-¡VAN A MATARSE!-gritó aterrado tan pronto divisó a Sehun que corría hacia el campo.
-¡LU! ¡HAN!-lo escuchó gritar luego de que pasará corriendo a su lado hacia los dos menores que continuaban atacándose a diestra y siniestra.
Un gritó brotó de lo más profundo de la garganta de Baekhyun cuando vio a Sehun dirigirse directo a la línea de fuego de ambos menores que miraban estupefactos a Sehun apareciendo justo en medio de ellos luego de que ambos ataques habían sido disparados.
-¡SEHUN!-gritó Lu advirtiéndole de la flecha.
-¡Sal de ahí!-ordenó desesperado Han luego de haber dejado ir el mortal trueno.
La desesperación los hizo correr hacia Sehun aún cuando sabían que no iban a poder detener nada, ambos proyectiles hicieron contacto y hubo una pequeña explosión que lo cubrió todo bajo una espesa cortina de polvo.
-¡No!-sollozó aterrorizado Lu al tiempo que la lluvia se desataba.
El polvo no tardó en disiparse revelando el peor de los escenarios, el cuerpo de Sehun estaba tendido en el suelo inmóvil, ambos corrieron a su lado temiendo que lo peor había pasado y cuando él no respondió a sus llamados todo empeoró.
-Sehun abre los ojos-lloraba Lu moviendo su cuerpo con ansiedad importándole menos que nada que la lluvia fuera empeorando.
-¡Despierta!-exigió Han sin tener idea de que otra cosa hacer.
-¡No te atrevas a tocarlo!-advirtió rabioso el pequeño rubio-¡Esto no habría sucedido de no ser porque eres un estúpido necio que siempre me quiere culpar de todo! ¡Es tu culpa y no voy a dejar que vuelvas acercarte a él!
Han le lanzó una mirada llena de resentimiento pero las cosas ya estaban lo suficiente mal como para que las hiciera empeorar, dio media vuelta y se alejó recibiendo un millar de maldiciones de parte de Baekhyun que era sujetado por Max que parecía estar en otro mundo, todos los que se habían aglomerado para ver lo sucedido y le abrieron paso cuando se adentro al edificio para alejarse tanto como podía.
"Perdóname Sehun."
Fue su último pensamiento luego de escuchar como Lu continuaba llamándolo a gritos suplicándole que despertara, no quería abandonarlo pero quedarse solamente iba a lograr que Lu y él terminaran matándose.
-¡LUX!-gritó desesperado.
La bella criatura apareció a toda velocidad entre los grandes árboles y saltó la enorme reja hasta por fin llegar a su lado, la lluvia empeoraba a cada segundo y ella sabía que lo primero que debía hacer era parar la lluvia que ahora se había convertido una tempestad.
Miró rápidamente hacia enfrente para ver al pequeño rubio de ojos verdes que apenas podía mantenerse de pie a causa del viento, los rayos iluminaban el suelo y los truenos sonaban como explosiones, se acercó aprisa al menor y lo empujó lejos del cuerpo del pelinegro.
"Sigue con vida, tienes que parar de llorar"-ordenó.
-¡No puedo! Sehunnie está... él está...
"No podré ayudarlo si no te calmas, deja de llorar ahora o causaras una tragedia peor"-dijo severamente.
Lu asintió como pudo y poco a poco su llanto fue menguando al igual que la tempestad que finalmente había pasado a ser una ligera lluvia, ella asintió despacio y se acercó al pelinegro para poder unir su frente con la del frágil humano y cerró los ojos.
Los gritos y la sensación de frío se habían detenido finalmente y podía sentir entonces algo suave contra su frente mientras una tibia y reconfortante sensación se extendía por todo su cuerpo que minutos atrás no sentía, dio una profunda respiración y lentamente fue abriendo los ojos. Profundos ojos grises fue lo primero que vio hasta que la majestuosa criatura se retiró permitiendo que se reincorporara.
-¡Sehunnie!-berreó el pequeño rubio que se abalanzó sobre él-Lo siento, lo siento tanto-balbuceaba en medio de su llanto.
-¿Qué sucedió?-le preguntó al niño.
Sus ojos derramaron varias lágrimas más luego de que hiciera su pregunta y lo sintió aferrándose de una manera casi desespera a él.
-Perdóname-sollozó.
-¿De qué hablas? ¿Qué fue...?
-¡Sehun!-chilló Baekhyun lazándose sobre él-Nunca vuelvas a preocuparme de esa forma, tu gran imbécil-lloraba sobre su pecho.
Su mirada fue hasta Max esperando que él pudiera explicarle que era lo que había sucedido ahí, pero lo único que obtuvo de su amigo fue un extraño puchero y unos ojos llenos de lágrimas, puso mala cara por eso y prefirió llevar su mirada a Suho que sonreía aliviado.
De hecho, todos estaban ahí mirándolo con alivio y alegría combinados, todos menos Han y de alguna manejar presentía que algo le habían hecho, tan sólo tenía la pequeña esperanza de estar equivocándose nada más.