-Los monstruos sufren y tienen miedo-
XI
-...-
Los últimos días fueron una locura, tantas cosas que no lograba comprender, demasiadas revelaciones aglomerandose en su cabeza.
En silencio observaba el techo, ya es domingo, si es que aún no ha perdido la noción del tiempo. Observo el techo, su visión se tornó borrosa, Levi dormitaba en el sillón, lo vampiros no duermen, y si lo hacen deben estar muy cansados. La poca sangre que Hanji le entregaba a Levi, él solo se la entregaba a Petra, seguía igual que siempre, solo un poco más casado. Levi no hablaba sobre sí mismo, aun ahora que su comportamiento era más amable, Eren noto que solo cambió en pequeños detalles, Levi seguía siendo distante con el resto, incluso con Hanji que por sus conversaciones parecían conocerse de hace años.
Hanji le dejó chocolate caliente, salió sin decir nada, solo se despidió y le dijo "No abras la puerta". Esperó en silencio mirando a Levi por ratos, la sensación de nerviosismo lo acompañaba, tomaría el chocolate, quizás así lograría calmar su ansiedad. Vertió chocolate en una taza, este dejó salir el vapor, la frente del castaño sudo un poco, incluso con el terrible invierno y la nieve en la ventana el por ratos sudaba.
"La pala…" el recuerdo de los viejos inviernos en su cabeza.
El invierno pasado, cuando aún vivieran en esa casa. Incluso si solo es un edificio de tres pisos, gran parte es de Hannes, el solo renta habitaciones, junto con Rico invirtió en ese lugar, según gracias a la bolsa valdría mucho más cuando él se graduará, y la pala, ese día todos se quedaron atrapados, y Hannes tuvo que salir a buscarla. Recordó que Lisa no vivía en ese entonces, ella llegó cuando tenía siete meses de embarazo, parecía feliz mientras su esposo la tomaba de la mano. Se sentó en el otro sofá, observo a Levi, su pecho no se movía. No respiraba.
"Está muerto" esa idea pasó por su cabeza, luego se reprochó ante semejante pensamiento estúpido "¿Cómo es ser un vampiro?"
Luego de beber el chocolate se acostó en el sillón abrazándose a sí mismo, incluso cuando no estaba solo en ese lugar el miedo no lo había abandonado por completo. Incluso cuando Levi lo trataba con amabilidad en su joven corazón estaba asustado y desconfiado.
No pasó siquiera treinta minutos durmiendo, al abrir sus ojos se topó con todo extrañamente silencioso, se levantó parpadeando a un con sueño.
La joven vampiresa lo miraba. En cuclillas observándole desde un rincón, los ojos abiertos y la mirada fija.
-Despertaste- dijo con voz baja y amable -Es raro…- se levantó hasta llegar a donde el chico se encontraba -Yo antes dormía- dijo mostrando tristeza -Pero he olvidado que es dormir realmente.
Eren se incorporó alejándose sutilmente de la criatura. Petra lucia bonita, tenía el cabello ocre y grandes ojos brillantes, sino fuera porque sabía que ella podría matarlo en ese instante confiaría en ella.
-¿Antes eras humana?- preguntó el castaño.
-Antes lo era- ladeó la cabeza recordando su vida antes de ese día -Un día pasaron muchas cosas- contó como si no hablase de sí misma -Cuando desperté ya no era un humano.
Eren parpadeó al oír eso, no pensaba que fuese así de simple, sonaba tan natural y al mismo tiempo terrible.
-Ellos cuidan de nosotros- continuó la chica al notar que él no respondía -Pensaba en que quería hacerme fuerte y entrenar- sonrió -Debería hacerlo y devolverle todo lo que ha hecho por mi.
-¿Entrenar?
-Si, entrenar- asintió -Como Hanji, Ymir y él chico lobo, ellos han entrenado y saben defenderse, si nosotros tuviéramos sus habilidades ya no seriamos una carga.
-Entrenar…- Ella tenía razón. Todo este tiempo fue consciente de que se había transformado en una carga para Hannes, Rico, Hanji, Levi e incluso Ymir y Jean, todo a causa de algo que aun no entendía. Todo dicho a medias e incongruente.
-Ya es tarde, deberías dormir, los humanos deben dormir- se encogió de hombros -Es de esa manera.
-¿Es por que somos débiles?- preguntó Eren afligido.
-Es por que somos débiles que somos una carga.
Apretó los puños. Ella está en lo correcto. Es débil, no puede cuidar de sí mismo ni de los demás. Entonces pensó en volverse fuerte.
-…-
Como era de esperarse a la mañana siguiente que despertó Levi no estaba por ningún lado. Petra miraba algo por la ventana, tenía la costumbre de observar a las personas desde arriba. Un singular pasatiempo ¿Qué más podía hacer?
- ¿No vas a preguntar? - Petra seguía observando, llevaba ahora una ligera blusa azul. Los vampiros no sienten frío.
- ¿Dónde está Levi? - sabía a lo que se refería cuando hizo la pregunta.
-Se fue con Hanji mientras dormías, creí que deberías saberlo, solo si preguntabas- sus pupilas estaban dilatadas. Podía oler la sangre del chico, no debía atacarlo, cualquiera menos él.
- ¿Hanji?
-Sí, ella y alguien más.
- ¿Quién?
La joven vampiresa le hizo una seña con la mano para que se acercara más, Eren dudo un poco.
-Un hombre calvo, lo vi antes- hablaba en un susurro pese a que no hay nadie más que ellos en la sala –Es de la legión de brujas- asintió.
- ¿Cómo lo sabes?
-Solo lo sé- se encogió de hombros, levantó la vista y le sonrió.
- ¿Solo lo sabes?
-Es extraño- le entregó unas galletas –Pero lo sé- su voz se tornó segura.
-Gracias- acepto las galletas.
-Hanji las trajo, te dejo dinero- le dio un billete arrugado –También te dejo esto, dijo que comieras bien, las hamburguesas no son buenas, no diré nada si traes una.
- ¿Te quedaras tu sola?
- ¡Oh, no! - negó
–Ellos no me dejaran sola, aun no logro controlarme, la niña está aquí, si intento irme me atrapara, pensé que necesitabas compañía, no soy muy inteligente, pero puedo ayudarte, tampoco soy fuerte, pero se luchar.
No sabía si confiar en ella o no, si Levi la tenía aquí era por algo, Levi se preocupaba por ella, entonces él puede estar tranquilo.
La primera vez que la vio ella lucía afligida, llevaba una polera rosa cubierta de sangre, cuando él la vio Levi se paró frente a ella, como intentando protegerla, Levi siempre estaba al pendiente de ella, le daba más cantidad de sangre y si no había nadie que la cuidara él la llevaba a todas partes, sintió celos de eso, celos de Petra, celos de saber que ella era más importante para Levi que él. La sensación de su pecho dolía. Nevaba un poco, en cuatro semanas sería diciembre. Parte de su rutina no cambio, cosas como levantarse en la mañana e ir a la escuela se mantuvieron igual, desayunar, comer y dormir, esas pequeñas cosas que antes le parecían insignificantes ahora lo hacían sentirse tranquilo. No todo estaba perdido, lo poco puede recuperarse. Esa idea lo consoló.
-Ya deberías irte- la chica asomó por la ventana cubriendo su rostro -Mira- señaló. Retrocedió al sentir el sol -Ellos van a lo suyo, tú también deberías.
-¿Por que Levi y Hanji se irían tan temprano?- pregunto tomando su mochila.
-No lo se ¿Es por que Levi es un vampiro? El tiene mas resistencia al sol- explico -A mi me hace daño pero con él es diferente, yo me haría polvo, él no, es inmortal.
-¿Inmortal?
-Si, el es un inmortal.
Eren no entendió eso. Se suponía que todos los vampiros son inmorales ¿Porque Petra se refirió a Levi como un "inmortal"?. Debería preguntar después.
Siguió su camino a la estación de trenes. Al llegar a la escuela, vio que en la entrada Mikasa conversaba con Armin, ellos lo esperaban como todos los días, no había cambiado nada, podía ir a la escuela sin que nadie supiera lo que realmente ocurría. Armin le mostraba unos papeles a Mikasa, la chica solo señalaba unas cosas con un boli, leía el papel, Armin se lo entregó y ella empezó a subrayar en el papel.
-Buenos días- saludo Eren. Estaba un poco tenso, intento mantenerse relajado.
Mikasa lo miró, parecía haberse dado cuenta de que algo pasaba.
-Buenos días Eren- respondí la chica.
No pregunto nada, Eren se alivió, responder las preguntas de su amiga era lo último que quería.
-Hoy luces cansado- Armin lo miró detenidamente. Después de todo podía persuadir a Mikasa, pero no a Armin.
- ¿Y de qué estaban hablando? - cambio el tema.
Armin solo suspiro, no hizo más preguntas, Eren no quería responderlas.
-Es sobre el festival, este es el temario- le entregó una carpeta –De la página ocho a la quince es lo que harás tú.
-Lo siento, he estado ocupado.
-Pues sea lo que sea que estés haciendo déjalo de hacer, debemos dar lo mejor de nosotros para el festival, el próximo verano es la graduación ¿Recuerdas?
-Sí, lo recuerdo- se lamentó.
- ¿Ha ocurrido algo?
-No, nada- negó tratando de que su nerviosismo no se notara.
-No parece como si no ocurriera nada- Armin leía las hojas, subrayo otras cosas mientras mordía la tapa del boli.
-Solo es porque Hannes salió de viaje.
-Sí, me lo dijiste hace unos días.
-De un día para otro debo cuidar de mí mismo, sé que regresara, pero es extraño.
-Eso te ayudará a ser más responsable ¿Y sabes cocinar?
-No, una amiga de Hannes me está ayudando, así que no estoy completamente solo.
-Si necesitas algo no dudes en pedírnoslo- Armin guardo la carpeta en su maleta.
¿En qué podía ayudarlo ellos? No podía ir y pedir que lo ayudarán a luchar contra un vampiro milenario, no podía decir nada sobre Hanji o Levi.
- ¿Recuerdas al chico nuevo? - preguntó Armin devolviéndole el boli a Mikasa
- ¿Lo conoces?
- ¿Jean?
-Sí, él se unió al equipo de baloncesto, al parecer es bueno, supongo que no lo sabías porque has estado perdido estos últimos días.
-Entremos- Mikasa camino entrando al colegio, Armin la siguió arreglando las mangas de su camisa. Eren se quedó un rato pensativo y solo siguió a sus compañeros.
Una ligera nevada comenzó a caer, dejando un manto blanco casi transparente sobre el suelo. El frío le helo la sangre. Las primeras clases eran aburridas, no entendía del todo álgebra, incluso cuando Armin y Mikasa se esmeraban en hacerle entender en su pequeña cabeza no cabía s daban algo, en realidad lo traía sin cuidado. Después de todo hay muchas cosas que aún no logra entender, la naturaleza de Levi, la extraña y ordinaria apariencia de Jean o las matemáticas. Logró superar la etapa de la escuela. Mikasa y Armin estaban parados junto a él.
- ¿Leíste el temario? - la japonesa aflojo un poco su bufanda.
-Sí, no entendí sobre el evento en el bosque.
-Armin y yo consideramos que tener un evento en el bosque sería interesante ¿Has acampado antes?
-He ido al bosque, pero nunca he acampado, bueno, solo una vez.
-Entonces si has acampado- Armin jugó con su flequillo.
-Un día le pedía Hannes que fuéramos a acampar, él se negó por su trabajo, puso una casa de campaña en la anterior casa donde vivíamos, Rico nos llevó hamburguesas- Ahora que lo pensaba Hannes siempre fue bastante sobre protector con él. Como si supiera que algo podía pasar.
El auto de Levi aparco.
-Chicos ya me voy.
Mikasa observó a Levi.
- ¿Lo conoces?
-Sí, es un amigo de Hannes- dijo subiendo al auto.
- ¡Ten cuidado! - se despidió Armin.
Mikasa solo se despedía con su mano.
-Aún falta una hora para que el tren pase.
-Vamos por comida- dijo Armin.
-Cierto, debimos invitar a Eren.
-Salgamos con él este fin de semana.
-Primero vayamos a probar la comida.
Mikasa y Armin caminaban, la ciudad estaba tranquila, un ligero bullicio de autos a lo lejos.
-Está actuando extraño- Armin parecía de algún modo enojado.
-Lo sé- Mikasa solo observaba una luz –No nos dirá nada.
-Sea lo que sea no creo que sea tan malo, quizás solo está así por el viaje de Hannes, ya sabes cómo es Eren.
-No sabe hacer nada por sí mismo.
-El próximo fin de semana estaré libre.
-Hay que ir a ese restaurante, mis padres llegaran tarde, me dejaron dinero para comprar algo.
-Y luego iremos con Eren- sonrió el rubio - ¿Cómo te ha ido con lo de tu viaje a Japón?
-El idioma- suspiro –Tienen varios alfabetos, no es tan difícil, pero si me he esforzado.
-Es bueno aprender más idiomas, dicen que la gente que aprende varios idiomas es más inteligente.
-El alemán es más fácil.
-…-
En este mundo solo existen dos personas a las cuales Levi jamás podría dañar. Pera y Eren. Petra figura como la protegida del vampiro, casi como una hija para él, él ha velado por ella todos estos años; luego está Eren, el humano por el cual Levi no siente ningún deseo por su sangre o quizás solo ha intentado ignorarlo. Levi yacía acostado en la cama, por alguna razón adoptó la costumbre de acostarse junto al chico y esperar que este durmiera. Fue hasta ese día en que el deseo y la sed se transformó en algo más allá de lo que él lograra comprender, más allá del hambre y el sufrimiento. Eren observaba al vampiro que taciturno se mantenía en silencio.
-Mañana limpiaremos la casa- Levi hablo, las conversaciones con Eren de temas banales lograban tranquilizar al chico.
- ¿En la tarde?
-Sí, iré por ti.
-No lo sé- suspiro
–Tengo un evento en el colegio, soy vicepresidente de la junta de alumnos y habrá un festival para fin de clases.
-Entonces estarás ocupado, eso despejará tu mente de todo, si sucede algo me avisas y pasare por ti.
Eren se sentó en la cama, no tenía sueño, de algún modo se sentía intranquilo.
-Estuve pensando en lo del otro día, lo que vi por la ventana.
-Duérmete- bufo el vampiro.
-No puedo dormir.
-Cierra los ojos y duérmete.
- ¿Has tenido miedo? - pregunto.
-No realmente.
- ¿Nunca?
-Cuando era humano, aunque no recuerdo mucho, ha pasado mucho tiempo.
- ¿Y ahora?
-No.
- ¿Y si me pasara algo?
-Sería terrible, no pasara, por eso estoy aquí, ahora duérmete.
-Tengo miedo- balbuceo.
-Solo acuéstate.
-….-
La joven que lloraba no poder estar con su cría.
"Un hijo, así le dicen…"
Ya se sucumbiendo a la muerte con su cuello desgarrado del cual brota el líquido que la mantenía viva. Un profundo corte en la yugular. En su lecho de muerte resonando en su cabeza los un y mil recuerdos agrupandose en su cabeza, la imagen de su hijo apareció ante el horror de su muerte.
La tomó de las pantorrillas colocándola de cabeza y así atarla por los pies al árbol, sin pena ni gloria hizo aquella tarea que antes hizo muchas veces y tantas lo hará después. No hubo remordimientos.
-Me duele- la joven balbuceo aquello intentando no ahogarse con su sangre, está entraba a la tráquea pasando a los pulmones. Sino moría desangrada morirá ahogada. La sangre brota de su garganta cayendo lentamente llenando el balde bajo su cabeza. Chilla en su último intento. Ya no hay más. Es aquí cuando termina. Una mormosa mezcla de sangre e iridiscencia estallando por sus fosas que desesperada intenta respirar, el nulo intento del sentido de lucha por la supervivencia, su adversario es cruel y superior, nacido para matar a aquellos como ella. Para su desgracia su cuerpo frío ya vaciado cuelga desde el árbol. Veinte años, vivió veinte años para ver su final a manos de tres criaturas preciosas. La última imagen fueron los fríos ojos de aquella bonita joven rubia.
-No es suficiente- un joven rubio fornido bajo el cuerpo sin problema mirando con decepción el balde apenas una tercera parte llenó.
-Eso basta de aquí a tres días- dijo con frío tono la joven rubia. Sin emoción alguna la vampireza miraba el cuerpo inerte de aquella joven. Annie, así se llama, el nombre con el cual llaman al monstruo de figura femenina. Cruel y malvado.
-Cazaremos después- dijo el más alto del trío -Por ahora hay que deshacernos del cuerpo- hizo una seña al rubio para que lo tomase.
-Conseguiremos más después- asintió Annie.