Se acercaba diciembre y el camino para enamorar a Kageyama bajo la dirección de Oikawa parecía largo para el peli naranja. Esa mañana en el salón de clases mientras el profesor daba la clase Hinata veía el móvil pues tenía tiempo sin saber de Oikawa y de alguna manera echaba de menos sus consejos que extrañamente le habían servido para acercarse más a Kageyama ya que había tenido un avance pues el setter estaba ocupado en mejorar sus técnicas conjuntas para hacerlo el mejor jugador. Sin embargo las tardes que pasaba en el café hablando no solo de Kageyama sino de voleibol, el torneo y otras cosas le agradaban nunca pensó que el ex capitán de Aoba Johsai fuese agradable a pesar de su fama, en ese momento la imagen de Oikawa sonriéndole y revolviéndole su cabello vino a él sonriendo ante ello pero rápidamente cambio por ese día que lo paso en su casa y el mayor hizo esa broma de querer besarlo, pues por un segundo dudo en ser besado por el preguntándose ¿Que se sentiría? Sin embargo abandono la idea de inmediato al recordar que estaba ahí por Kageyama así que suspiro pero fue tan grande que una de sus compañeras le sonrió mandándole un recado, este lo leyó.
“¿Hinata-kun estás enamorado o qué?...”
La miro y negó rotundamente con la cabeza, una vez terminada la clase ella se acercó sentándose a su lado.
-Es que ese suspiro fue de chico enamorado.
-No, yo solo pensaba en un...mmmm...amigo que no he visto en un mes, solo eso ¡Hehehe!
-Bueno a ese “amigo” parece que lo extrañas.
-Sí, creo que si-pensó visualizando la cara de Oikawa la última vez que lo vio en su habitación a punto de besarle por lo que se sonrojo, su amiga se emocionó pensando en Hinata enamorado así que le motivo.
-¿Y por qué no vas a buscarlo tú?
-No quiero molestarlo, es de otro instituto, solía ir a su trabajo pero he pasado por ahí y está ocupado.
-Que lastima, si es tu “amigo” no creo que le importe que le hables-ella lo guiño el ojo para luego dejarlo.
En ese momento Kageyama apareció en la puerta pues irían a almorzar juntos. Ya en el patio Hinata le trajo su bebida la cual el azabache vio cuidadosamente.
-¡Ya! No es laxante-dijo el peli naranja con un puchero.
-Tenía que cerciorarme.
Los dos comieron sus almuerzos y mientas Kageyama le explicaba a Hinata lo de sus pases además de como quería que saltara ahora, el peli naranja volvió a tener es el recuerdo.
“se más atrevido y róbale tú el beso a Tobio...”
Su mirada se fue directo a sus labios, trago saliva pues no creía que estuviera pensando en aquello «Besar a Kageyama...»
-Kageyama ¿Has besado a alguien?
-¿A qué viene esa pregunta?
Ante eso Hinata se sonrojo por completo y Kageyama se acercó pues se le hacía raro su tono de piel.
-Hinata ¿Estas bien?-le dijo pero Hinata no se alejó se paró firme aunque balbuceando.
-Si...si estoy bien, yo solo decía que a nuestra edad pues, varios chicos ya dieron su primer beso ¿No?
-Supongo, no sé.
-¿No te gustaría besar a alguien?
-¿Cómo quién?
Los dos se quedaron mirando mutuamente mientras que Hinata recorta a la distancia pero justo en ese instante el azabache coloco la mano frente a este.
-Estas raro Hinata idiota.
Ese gesto lo hizo sentirse rechazado así que bajo la mirada aunque noto algo, su pecho estaba calmado y no temblaba «Cuando Oikawa-san estaba por besarme mi pecho quería explotar y mi cuerpo temblaba ¿Qué significa eso?...» pensó.
Miro de nuevo a Kageyama y tomo su mano, claro que eso sorprendió al setter.
-¿Que se supone que haces?
-Kageyama creo me gustas-dijo pero algo se sintió mal « ¿Dije "creo"? ¿Qué?...»pensó.
-¿Ah?
-Lo dije al fin-respiro sin soltar su mano-.Te digo que me gustas.
-¿Gustar en modo romántico?
-Sí.
-Hinata ¿Estás loco?
-No, no lo estoy me di cuenta que no podía dejar de pensar en ti y...
Kageyama se levantó mirándolo desde arriba, esa forma de hacerlo dejo helado a Hinata así que esperaba su respuesta ante ello.
-No puedo contestar a eso, lo siento yo…
-Está bien Kageyama, está bien no necesitas hacerlo ¡Hehehe! Me tengo que ir, nos vemos en el club-dijo para levantarse y salir prácticamente corriendo mientras que Kageyama se le quedo mirando pensando en lo que acababa de pasar.
Hinata corrió por toda el instituto hasta quedar sin respiración escondiéndose tras los baños exteriores junto a los campos de soccer y béisbol, su corazón estaba a punto de estallar tomo su móvil localizando el número de la única personas con la que sentía poder hablar.
Llamada
-Oikawa-san.
-¿Hinata?
-Kageyama, él nunca se fijara en mí.
-¿De que estas hablando?
-Yo...
-Tranquilo ¿Puedes venir al café?
-¡Mph!
-Bien, te esperare.
Una vez colgó sintió un movimiento en su pecho, escucharlo hablar así le había dolido, al levantar la vista Iwaizumi le veía extrañado.
-¿Qué fue eso?
-Nada-camino pasando a su lado pero Iwaizumi frunció el ceño y lo tomo por el hombro.
-¡Nada! No me vengas con eso, me dije que no intervendría pero algo tienes con Hinata, tú no eres amable con alguien solo porque si, habla.
-Iwa-chan no quiero hablar de esto.
-Dije que hables-su mirada amenazante y el conocimiento de que su amigo no se daría por vencido hizo que hablara, se dio la vuelta mirándolo a los ojos.
-A Hinata le gusta Tobio, de eso me di cuenta el día que llegaron por primera vez al café, y una idea vino a mi mente para fastidiar a Tobio como ¿ser el confesor del Chibi-chan y ver de lejos como eso lo afectaba? En pocas palabras intente molestarlo por medio de Hinata.
Mientras le explicaba Iwaizumi recordó todas esas veces que Oikawa le hablaba y sonreía hacia Hinata, su manera de actuar y hasta el hecho que lo llevo a entrenar juntos en su día libre.
-Lo sabía, eres una mierda.
-¡Iwa-chan!
-¿Qué quieres que te diga? Sé que a veces tienes pensamientos destructivos o retorcidos pero esto es lo peor que se te haya ocurrido.
-Lo sé.
-Qué bueno que lo sepas.
-El punto es Iwa-chan que no lo logre.
-Me alegra.
-Sí, pero...-el setter levanto la vista hacia su amigo y este noto algo que lo acongojo-.Lo cierto es que me enamore de Hinata en el proceso.
Sus palabras parecían quebrarse, Oikawa se recargo en la ventana mirando hacia fuera.
-Puedes dejar de bromear.
-No es una broma, sé que es un chico y aunque al principio parecía divertido, su calidez, entusiasmo y esa manera de poner su corazón en lo que hace, es algo que, realmente no lo sé-se golpeó la frente y luego volteo con su amigo de nuevo.-Es una broma no, que me enamore de otro chico.
-Pues si para ti el amor es una broma, eres peor de lo que pensé-molesto su amigo le dio la espalda alejándose, Oikawa nunca lo había escuchado hablar tan serio de algo como eso, se quedó ahí parado con el pecho hecho un desastre.
Oikawa veía el reloj de la pared cada rato pues tenía esperando a Hinata, pero ya pasaban de las 7:00 p.m. y no parecía haber rastros de él, en ese momento un cliente entro con un paraguas empapado.
-Señor le traeré una toalla.
-Gracias, está lloviendo a cantaros allá afuera.
-¿Eh?-de cierta forma Oikawa no se había dado cuenta de ello, rápidamente se asomó y el cielo estaba cerrado así como una lluvia casi torrencial.
-Que miedo-comento una clienta.
-Descuida que a una belleza no le hace mal el agua-le sonrío y guiño el ojo provocando el sonrojo de esta, pero a través de la vitrina algo empañada pudo ver el uniforme negro de Karasuno, era Hinata parado a mitad de la acera al otro lado de la calle-¿Chibi-chan?
Al verle salió fue a la puerta sin importarle la lluvia cruzo la calle cubriéndose apenas con su brazo y al llegar frente a este pudo ver sus ojos llorosos.
-Oikawa-san.
-Chibi-chan yo lo…-no termino la frase cuando el peli naranja lo abrazo, al sentir la calidez de su cuerpo pero sus manos estaban heladas-.Vamos dentro esta frio aquí.
En el café Iwaizumi le miro con cierta recriminación, llevo a Hinata a los vestidores para darle una toalla para que se secara, el chico seguía inmóvil así que lo hizo el, seco su cabello y rostro, conforme lo hacía le relato todo.
-Oikawa-san ¿Es tan difícil querer a alguien?
-No, no digas eso.
Ya no sabía qué hacer con lo que había provocado, levanto su mano para querer tocar su rostro pero rápidamente cerro el puño.
-Soy raro, si eso es, me odio.
Escuchar sus palabras fue doloroso más de lo que creyó, así que hizo lo único que podía hacer y era dirigir ese odio a otra parte.
-¡Pf! ¡Hahahahaha!
La carcajada hicieron a Hinata salir de su depresión mirándolo extrañado, pero Oikawa no paraba de reir incluso se podía ver lágrimas.
-¿Oikawa-san?
-¡Hahaha! Lo siento Chibi-chan es que muero de risa ¿En serio creíste todo lo que dije?
-¿Qué?
-¡Hahaha! Kageyama enamorado eso era algo que tenía que ver y bueno, el plan funciono quería molestarlo y lo logro, creo que lo siento.
-No entiendo nada-el peli naranja le miro sin comprender nada de lo que cruzaba por la mente del mayor.
-Bueno, supongo que ahora puedo imaginar la cara de Kageyama, gracias Chibi-chan el que hayas hecho todo eso y sus consecuencias fueron para mí una gran broma.
-¿Broma? ¿Usted me ayudo para burlarse de Kageyama?
-Sip, funciono todas esas travesuras fueron geniales y tu caías en todas.
-No es cierto.
-Créelo o no es tu problema, pero así soy yo-guiño el ojo a lo que Hinata sintió una creciente molestia en su interior pues había sido el juguete para el ex capitán de Aboba Johsai, se levantó de la banca y le miro con profunda molestia señalándolo-¿Fui un juguete?
-Por supuesto ¿En serio creíste que ayudaría al enemigo? Ahora que Kageyama tiene cosas en su mente puede que sea un poco caótico, vaya sí que soy malo ¡Hahaha! No importa.
-¡Eres un…!-alzo la voz justo para golpearlo en la cara, Oikawa soporto el golpe y sin mirarlo a la cara contesto.
-Buen golpe.
-¡Lo odio!
-Pues que se le va a hacer-encogió los hombros soltando un leve silbido, Hinata salió de ahí sin decir más, al dar la vuelta en la puerta se topó con Iwaizumi que había escuchado todo pero el peli naranja no le dirigió la palabra yéndose del café.
Oikawa se limpió con la manga el hilo de sangre que Hinata había provocado con su golpe, sonriendo ante ello.
-Vaya lio.
-No necesito tu consejo ahora.
-No, veo que no lo necesitas lo resolviste tu solo, hacer que te odiara para olvidar el odio a si mismo por el rechazo de Kageyama.
-Puede ser, sabes que soy una mierda-se levantó secándose con la toalla para luego pasar a su lado sin mirarlo-.Francamente no creo que Kageyama lo haya rechazado aun, puede que tenga oportunidad porque es imposible no enamorarse de ese pequeño.
Iwaizumi pudo ver un leve brillo en su ojo, sabía que estaba destrozado pero como siempre nunca trataba de demostrar sus verdaderos sentimientos en especial los negativos para no verse débil ante los demás, prefirió no decir nada por ello.
&
Ese fin de semana Hinata se había quedado solo en casa porque había pescado un refriado por la lluvia aunque sentía que era mejor ya que no quería ver a Kageyama tras su fallida confesión y ahora con la humillación que había sufrido a causa de Oikawa, aunque no sabía que le dolía mas siendo lo que más odiaba, pues cada que pensaba en el setter mayor sentía que quería llorar más que con lo de Kageyama.
Recibió llamadas de sus senpais preguntando por su estado de salud pues no solía enfermarse a lo que contestaba que estaba bien e iría el lunes sin falta.
-Shouyo tienes visita-la voz de su madre tras tocar a su puerta, Hinata se sorprendió se sentó en la cama pero al abrirse se trataba del azabache.
-Kageyama.
-Traeré un poco de té.
-Gracias por todo-Kageyama con una reverencia, Hinata se ocultó tras sus mantas, una vez solos fue directo hacia el middleblocker retirándolas de golpe.
-¿Qué haces Kageyama idiota? ¡Achuu!
-Salud.
-¡Nada de eso! ¡Tengo fiebre!
-Tenía que ver si no estabas fingiendo.
-¿Por qué fingiría?-ya molesto.
-Bueno porque no regresaste al instituto después de confesarte.
-Yo no.
-Descuida pensé en estos días y bueno, no sabía cómo decirlo.
-¿Vas a rechazarme oficialmente?-pregunto Hinata a lo que Kageyama asentó, el peli naranja sintió una extraña calma.
-Está bien.
-¿Seguro? Acabo de rechazarte.
-Sí, es lo sé, pero creo que eso esperaba de alguna manera, te quiero mucho, tu manera brusca de ser y tus jugadas hasta tu mal genio, pero yo-decía cuando Oikawa seguía llegando a su mente-.Creo que me estoy volviendo loco.
-No entiendo.
-Aquí está su té chico.
-Gracias mama.
Ya que se fue Hinata le conto todo lo de Oikawa, sus tretas y consejos para ayudarlo a conquistarlo, claro que al finalizar el azabache tenía ganas de ir a golpearlo pero el peli naranja se lo impidió.
-¿Qué harás?
-Nada, pero siento soy solo un niño en cuestión del amor.
-¿Por qué lo dices?
-Porque en el tiempo que pase con él, me hizo sentir especial de alguna manera, soy un completo idiota, Kageyama estoy confundido-le miro llorando.
Esa imagen dejo al setter de Karasuno totalmente impactado pues aunque sabía menos de amor que Hinata sentía una tristeza por sus sentimientos.
Al día siguiente tras la práctica y ver como Hinata lucia distraído todavía, Daichi de hecho había solicitado solo hacer calentamiento al chico por apenas haberse recuperado de un terrible resfrió, decidió ir al café. Se paró en la puerta siendo recibido por la hermana de Iwaizumi.
-Bienvenido pase por favor.
-Lo siento, estoy buscando a Oikawa-san.
-¿A Tooru?
-Sí, disculpe.
-Yo lo atiendo-apareció Iwaizumi que le hizo una seña llevándolo a la parte de atrás junto a los vestidores.
-Iwaizumi-san yo.
-Lo se quieres ver a Oikawa pero hoy no vino es su día libre, pero quiero hablar contigo.
Los dos hablaron sobre todo lo que paso en esos dos meses que Oikawa y Hinata pasaron juntos, además de que Kageyama lo había rechazado y la reacción del peli naranja.
-Dices que está confundido.
-Sí, no me gusta verle así.
-Pero si está confundido, puede ser que.
-¿Qué piensa Iwaizumi-san?
-Necesito tu ayuda Kageyama.