En la última planta del gran castillo de magia y hechicería se habían reunido seis adolescentes. Las tunicas habían sido abandonadas en las habitaciones al igual que la enemistad. Unidos por un fin común Griffindor y Slytherin habían firmado una tregua que ahora debían respetar en aquel vacío corredor.
-¿Tu idea era hablar en este pasillo?- Preguntó Lucius Malfoy arrugando la nariz.- Debe haberte afectado la pobreza al cerebro si crees que aquí no te van a encontrar.
-Tu querias un sitio tranquilo para hablar.- Colocó la mano sobre la pared y dos puertas de cobalto azul se dibujaron en ella.- Y yo te lo he ofrecido.
El picaporte comenzó a tomar relieve y con un ágil gesto Lupin lo giro. La puerta se abrió y el licántropo penetro a tientas en la oscura habitación. La curiosidad guío a sus compañeros que le siguieron en silencio. Peter fue el último en entrar y tras él la puerta se cerró de golpe. Solo su grito amortiguo el sonido del golpe.
-Genial Peter, podías haberla aguantado.- Dijo entre dientes Sirius.
-Lo intenté.- Trato de defenderse el pequeño aferrándose al brazo más cercano que encontro.
-En serio Remus. Se que eres un tío listo, casi un genio. Pero me parece que en esta ocasión la has cagado.- Con un paso en falso James estuvo a punto de ir al suelo, solo el aferrárse a quien tenía al lado le libro del suelo.- Gracias.- Susurró.
Las luces se encendieron de pronto y Potter se encontro de frente con los ojos negros de Snape. Sus mano aún aferraba el antebrazo de este y el pelinegro, a su vez, aferraba la muñeca del león. Sorprendidos se separarón y alejarón unos pasos.
-Vaya que mala suerte tiene James. Con todos los que somos y se tiene que pegar a Snape.- Le susurró Peter a su acompañante.
-Pues yo preferiría estar pegado a él que a ti.- Siseó Malfoy apartando de un empujón a su no deseado acompañante.- ¿Qué demonios es este lugar?
-Una sala de estudio.- Contestó feliz Remus.- Cuando entre aquí tuve arios problemas para poder estudiar.- Por su mente paso el recuerdo de los años anteriores en los que James y Sirius gritaban y jugaban en la habitación haciéndo imposible que pudiese concentrarse en el estudio.- Un día subí aquí buscando un lugar traquilo y encontré esta habitación.
-Increíble.- Susurró James.- Esto no figura en los planos.- Sirius asintió y con una mirada le aseguro que lo apuntaría en el mapa del merodeador.
-Muy bien señores estamos metidos hasta el cuello en esto; así que sera mejor cooperar y solucionar la situación cuanto antes.- Empezó Lupin y Malfoy aplaudió con sorna.
-Deberías meterte a orador Lupin, en serio ganarías dinero.
-Muerdete la lengua y envenenate Malfoy.- Espetó arrrogante Potter.
-Quizás más tarde.
-Mi hermano esta en la enfermería y aún no se si despertará,- Les coró fríamente Sirius.- Así que os importar mostrar una pequeña, aunque necesaria madurez.- James se mordío. los labios al sentirse estúpido por su reacción.
-Bien, ¿qué sabemos hasta ahora?- Preguntó Peter con timidez.
-Sabes que le dispararon con una espeie de rayo de energía.- Contestó malfoy.
-Pero eso es el final.- Le interrumpió Snape y todos les miraron sin comprender.- no sabemos exactamente el motivo, pero lo que esta claro es que el ataque de tu hermano y el de James están relacionados.
-¿A que te refieres? Preguntó Black sentándose sobre una mesa de roble pulido.
-Hace un tiempo que empezamos a realizar un experimento. Más bien una poción.- Remus les miro con curiosidad y tomo aasiento en la silla que entra sus piernas Sirius colocó.
-Lo que Severus quiere decir es que intentamos crear poción multijugos.
-¿Para que queríais vosotros eso? -La pregunta de Potter se dibujo en todas las mentes de todos los presentes.
-¿Y tu para que crees?- Contestó con frialdad Malfoy.
-¿Creía que te tirabas a Cyssa.- Esta vez fue la voz de Sirius la que llenó el silencio.
-Si claro, como si fuera tan fácil. Pero bueno eso es lo menos importante en estos momentos.
-La cuestión es que un par de semanas antes del ataque a Potter encontre a Regulus en nuestra habitación.- Severus se colocó un mechón rebelde.- Dijo que buscaba a Lucius para no se que recado de la loca de tu prima. Se disculpo por cotillear y no le di importancia.
-¿Y porqué crees que fue él quien la robo?
-No pense en él hasta después de lo tuyo. Mire la poción y ví que había una cantiad menor a la que había hecho. Al principio barajé la opción de que podía haberse evaporado pero habría sido demasiado. Baje y se lo comente.- Señaló con el dedo a Malfoy.
-¿Y tú le dijiste que había sido mi hermano?
-No digas estupideces, le dije que algún ratoncillo se habría colado y se la habría bebido.
-Fue en ese momento cuando me acorde del pequeño Black y caundo quise preguntarle se esfumó. Así que ya sabéis el dicho quien calla otorga.
-Bien así que recapitulando.- Remus sacó el primer dedo para ayudarse a contar.- Regulus robo la poción, pero el hecho de que haya sido atacado significa que no era para él; sino para alguien más.
-Adamás ese hecho lo confirma el ataque hacía Potter. Cuando me investigaron no pudieron encontrar nada en mis recuerdos porque yo no había estado presente.
-¿Y qué se supone que vamos a hacer?. ¿Vamos interrogando a cada alumno?. ¿Teneís idea de cuantas personas estudian en este maldito colegio?
-Cálmate Sirius.- Remus le apretó la pierna para tranquilizarle.- No buscamos a cualquier persona, sino a alguien que tenga contacto con Regulus. No tiene que ser a alguien a quien frecuente demasiado.
-Debe ser alguien en quien confíe mucho. Quizás porque tenían un objetivo común.- La voz de Peter sonó autoritaria.
-¿A mí?- Preguntó Potter.
-No James.- Remus había captado el hilo sobre el que transcurrían los pasos de su pequeño amigo.- Alguien a quien no podía tener, ya sabes un amor platónico.
-No lo pilló. ¿Soy el amor platónico de alguien?
-Si y no.
-Nada más en el mundo me duele confesar que soy tan tonto como un gryffindorf. Pero yo tampoco lo pillo.- Confesó Malfoy.
-Es sencilló.- Comenzó Snape.- Lo que tratan de decir es que Regulus robó la poción para poder compartirla con un amigo, un amante. beberían se transformarían y satisfacerían sus fantasías.
-El problema surguió cuando el amigo de Regulus no se conformo con la imitación. Esa fue la razón de que vieras a Malfoy cuando te atacarón.
-Así que hay un psicópata amigo del pequeñín que quería darme por culo y que uso una poción para que no lo descubrierán.
-Lo has pillado Jimmy.- Le felicitó Lupin.- Realmente eres un genio Petty, ¿cómo te diste cuenta?- Sonrojado Peter se llevó una mano a la nuca.
-La verdad es que yo pensaba que los dos querían a Jimmy.- Snape llevó los ojos al cielo mientras escuchaba las risas de los leones.
-Bueno estamos buscando a un hombre que tenga contacto de alguna manera con Regulus y conozca a Potter. Aunque teniendo en cuenta que estas en el equipo de quidditch eso no ayuda mucho.- Comentó Malfoy.
-Lo primero es estudiar las costumbres de Regulus, que actividades realiza en el día, a quien ve.- Enumero Remus.
-Entonces Nott es nuestro hombre. Exceptuando un para de horas al día pasan la mayor parte del día juntos. Incluso comparten habitación.- Sentenció Snape.- Tiene que conocer a sus amigos.
Los estudiantes abandonaron la sala de estudios entre pequeños susurros. cada uno iba dibujando sus planes; mientras que tras ellos Sirius reprimía las ganas de destrozarse las uñas arañando la paed. Era su hermano el que yacía en aquelle fría cama de hospital y no podía ayudarle por sus propios medios, porque ni siquiera sabía las aficiones del pequeño. En otra casa, en otro momento, quizás se habrían comportado como verdaderos hermanos; incluso hubieran llegado a jugar juntos y compartir secretos. pero lo cierto es que haber crecido comparándose a diario le había impedido que acudiera a él cuando había tenido un problema.
Con la sensación de culpabilidad ahogándole el pecho aceptó la mano de Lupin para no perder el equilibrio. Frente él la espalda de James se arqueaba con la gracilidad de un junco. No pudo reprimir el saber que si había hablado más con su hermano nada le habría ocurrido a su amigo. Dispuesto a enmendar su error abrazo con fuerza los hombros del licántropo y bajo despacio las escaleras.
Casi en silencio entro en la enfermerí al ver salir a la señora Pomfrey. Con una lata de cerveza de mantequilla en la mano penetro escuchando el eco de sus pasos. La cama del enfermo había sido separado por una cortina de lino blanco para impedir la visión de los curiosos. La corrío con la mano libre y ahogó un grito que estubo a punto de salir de su garganta. Nott apuntaba con su varita a la recien llegada. Lily Evans se llevo la mano al pecho tratando de acallar las palpitaciones.
-Lo siento.- Se disculpó Nott guardándo la varita.
-No la culpa es mía. Ví a los chicos marcharse y creí que estaba solo. Si quieres puedes tomártela.- Dijo ofreciéndole la ceveza de mantequilla.- ¿Llevas mucho aquí?
-Desde que ingreso.- Contestó con sequedad.
-Si quieres ir a dar una vuelta me quedo un rato.
-No gracias.- Lily le miro con interés. Jamás había estado tan cerca de aquel slytherin apenas habían intercambiado algunas palabras en la biblioteca, solo los saludos de cortesía.- ¿Han dicho algo sobre su estado?- Se interesó.
-Solo que es estable. Aún no saben nada concreto.- La muchacha dibujo una triste sonrisa.
-Bueno veo que lo tienes todo controlado. Así que me voy a la biblioteca, pero si necesitas algo no dudes en pedírmelo.
-¿Puedes traerme un libro?, ese que va de casas encantadas de Inglaterra.
-Si creo que lo recuerdo el de la portada verde de lomo de dragón Longhorn.
-Lleva varios días diciendo que quiere acabarlo, me gustaría leérselo.
-Claro, sin problema.- Con una radiante sonrisa Lily abandonó la habitación.
Nott miro con tristeza aquella pálida piel que se había convertido en hieráticos rasgos. Con sus dedos recorrío aquellos finos labios que tantas veces había deseado besar. Si tan solo habría tenido más valor aquello no estaría pasando. La puerta de la enfermería volvió a abrirse.
-Te has dado prisa.- Dijo con un intento de sonrisa girando el rostro.
Cayendó contra el piso con excesiva fuerza el cuerpo inconsciente de Nott cayó. Una varita se había alzado contra su espalda y el ataque había sido descargado contra su espalda sin darle opción a defenderse. Con una prepotente sonrisa su agresor se acercó para tomarle el pulso. Leve, pero aún lo había. Aquel hechizo era el mejor que podían haber creado, tan clásico que era imposible no conocerllo y sin embargo tan antiguo que la mayoría lo había olvidado.
James caminó deprisa a través de la torre de gryffindor y se encerró en el baño. El estar junto a aquellas serpientes durante tanto tiempo le había mareado. Llevándose la mano al estomágo y apoyándo la otra contra la taza de water, vomitó. Tiro de la cadena y se quedo sentado durante algunos minutos sobre la porcelna blanca. Una cosa era contarle a su madre que había sufrido una violación, pero decírla que estaba embarazado; eso sí sería una sorpresa incluso para una bruja como ella.
Se lavó la cara tratándo de regresar a la normalidad. había jugado el partido contra slytherin albergando la esperanza de un aborto prematuro, pero ese maldito enano resistía incluso los hechizos de desaparición. Quizás había llegado el momento de comsultarlo con un experto.
Salió del baño y miró a sus amigos. Sirius ya tenía bastantes problemas y contárselo solo empeoraría las cosas. Y lo mismo sería contárselo a Lupín, además de su problemita con la luna correría a contárselo. Y en cuanto a Peter probablemente le daría un ataque de nervios y lo gritaría por todo el colegio. Necesitaba a un adulto que aún no lo fuera.
-Chicos necesito salir un ratito llevo demasiado tiempo encerrado.- Con una excusa tonta se libro de dar explicaciones comprometidas.
Salió del lugar y se encaminó a ver a la única persona a la que podía confiarle aquel secreto. Con temblorosos pasos se planto frente a la estatua del águila que flanqueaba la entrada al despacho del director. Un nudo en su garante le impidio decir la contraseña y haciendo gran esfuerzo para tragar sus nervios la grito.
-¡Helado de chocolate con nueces!- La estatua de piedra se aparto para abrirle paso.
Subio las escaleras de carcol y observo el desierto lugar. Dumblendor no estaba pero Fawkes le dío una cariñosa bienvenida. Emocionado por la visista el fénix chamusco parte de la camiseta de James, exactamente donde sus patas se posaron. Aunque por suerte no hubo que lamentar haberse quemado la piel.
-¿Tú también te sientes solo chiquitín?- Pregunto no muy seguro de porque había dicho aquello.- Bueno supongo que puedo quedarme un poco a acerte compañía. Le acarició bajo el cuello y las plumas del animal se enderezaron de satisfacción. Tras unos minutos de mimos para con la mágica criatura James decidio dejar a Fawkes en su percha y abandonar el lugar; en el fondo tampoco estaba seguro de lo que iba a decir.
Caminó despacio por los pasillos que llevaban a la biblioteca, por lo menos disfrutaría de una buena vista; y en efecto fue así. Lily Evans colocaba los libros en la última balda del estante de pociones para primer curso. James se quedo observándola en la puerta, no podía dejar de admirara a aquella muchacha. Hija de muggles, había sido admitida con una impresionante nota y además había aprendido el manejo de hichizos con increible facilidad.
Sus notas eran impresionantes la mayoría estaba compuestas por matrículas y aun después de tantas horas estudiando sacaba tiempo para estar con sus amigas e incluso ayudar en la biblioteca. Definitivamente tenía conseguir que se fijara en él. Un libro cayó al suelo desde la escalera y Potter se acercó para recogerlo, en silencio se lo entregó. Los ojos verdes de la muchacha se clavarón en el en espera de algo; pero el silencio fue lo único que pudo darle.
-¿Cómo esta Sirius?- Pregunto en voz baja clavando su mirada en él.
- Supongo que ni bien ni mal. No tiene una gran relación con su hermano, pero le ha afectado más de lo que cree.
-¿Y tú?- Preguntó preocupada. Por un momento la pregunta le descolocó totalmente.- ya sabes primero lo que te paso, luego lo de la salida nocturna y ahora esto. No eres dy hielo Potter es normal que te tampoco este en tu mejor momento.
James la vió sentarse en la escalera y apoyar los codos sobre las rodillas esperando una respuesta. Sin escapatoria y con gagas de desahogarse miro alrededor.
-¿Hay alguen más?
-¿Eres tonto? Sin exámenes, con un sol que derrite al miraralo y a estas horas. Si la bibliotecaria se ha largado a tomar un café. Y yo por lo que ha pasado sino también estaría fuera.
-¿Creía que te gustaba ayudar aquí?
-Claro que me gusta Jimmy, pero también me gusta salir con mis amigas.- Una sonrisa se dibujo en su rostro y fue repetida en el ageno.- Además le prometí a Nott que le llevaría un libro para Regulus.
-¿No sabía que también ibas a ver a los slytherins?- Dijo con una jueca de asco.
-No digas tonterías solo voy a ver a mis amigos. Y resulta que el hermano de Sirius suele ayudarme a menudo.
-¿Cómo? -La nueva información le hizo tambalearse.- ¿Cómo has dicho?
-Que Regulus suele ayudar en la biblioteca.- Repitió despacio.- Sabes hay a mucha gente que les gusta ayudar como ha Snape o sin ir más lejos a Peter.
-¿A Peter?- Preguntó incrédulo.
-Sí.- Contestó encogiendo sus hombros.- Tan raro te parce.
- No es solo que acabo de recordar algo que tengo que hacer.- Despidiéndose con un suave beso en la frente salió casi corriéndo.
No podía creerlo, era algo imposible. Lily jamás le haría algo así, además ella no sería capaz de herir a nadie. En un solo segundo recordo las veces que había desarmado a los compañeros en duelo mágicos y como había conjurado maleficios contra Bellatrix. La imagen del pequeño Peter también llego a su memoria y no pudo evitar que el estómago empezara a dolerle. Ser violado por Lily podía superarlo, pero por Peter, eso sería asqueroso.
Los murmullos de sus compañeros le hicieron despertar de aquel estado de irrealidad y tuvo que llevarse a la boca para no gritar cuando escucho las noticias, Hrimfaxe Nott había sido atacado de la misma manera que Regulus. Imposible, Lily había ido a verle pero…. La duda empezó a atormentar su mente.