Chilanguitos. por Linlim

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Notas del capitulo:

Como cada uno de esos viernes que trabajaba para el Boss, el Chilango hizo lo de siempre, llegó al cuarto, se desnudó rápido y se sentó en la cama, mientras se estaba poniendo como siempre el condón, se escuchó el llanto de alguien, levantó la vista esperando ver a alguna chica, pero lo que vio, lo descolocó.

-Por favor no quiero, por favor- Un chiquillo siendo jaloneado por la Almendra, rogaba hincado.
-Mira Güerito aquí me vas a obedecer o te chingas o te jodes- Forcejeaba con el menor.

La almendra que venia jaloneando al chiquillo, lo metió a la fuerza a la habitación y lo aventó a la cama, a un lado del Chilango, pero como si esta tuviera agujas, se levantó de inmediato y fue al rincón de la habitación.

El menor a simple vista se le calculaba tendría unos doce años, era sumamente delgado, no muy alto, su cabello era rubio y se notaba era natural, pues las raíces también lo eran, era un poco largo hasta casi rozarle el hombro, pero mal recortado, sus cejas cafés y sus pestañas largas también del mismo tono, su piel era blanca, sus labios pequeños y rosados a pesar de que se notaba que estaba mal alimentado, su rostro anguloso, pero lo que mas resaltaba del niño vestido en andrajos, era el gris profundo de sus ojos, eran muy claros con vetas verdosas, pero estaban ya algo rojizos por el llanto.

En el cuarto ya se encontraba como en ocasiones anteriores, la Parca con la cámara de frente a la cama, el Boss con el Juguis en el fondo y a lado el Chiquilín.

El Chilango observaba todo en silencio, nunca le había tocado hacerlo con un hombre y menos en esa situación, siempre eran chicas y estaban dispuestas incluso casi siempre hacían la mayor parte de las cosas.

-Boss, pero es un niño, yo nunca…yo no se como…yo- Tartamudeaba.

-Mira Chilango un hoyo es un hoyo, la metes igual, ¿cual es el problema?-

-Pero Boss se ve que no quiere-

-Puta madre chilango , pues no seas pendejo y arréglatelas, que para eso te pago, si te lo tienes que madrear pues madréatelo, si te lo tienes que coger a la fuerza lo haces y San Se Acabó …a ver parca ¿Qué pidieron?-

-Pidieron dos adolescentes, que primero se la chupe y luego le da duro empinado-La voz del Parca siempre era tan neutral e indiferente a lo que sucedía en el interior de la habitación.

-Ta madre, pero este es casi un niño Almendra, te dije que consiguieras uno joven, no uno que usara pañal-

-Está destragado, su mamá me dijo que tiene casi 16-

-Almendra no quiero pedos, no vaya a estar chingando al rato la mamá y se arme bronca-

-Ella me lo vendió Boss, no va a ver cuete con esto, con una botella y se queda callada-

-Bueno pues en chinga, a ver Chilango ya oíste a la Parca-

El chiquillo seguía llorando en el rincón el cuarto.

El Chilango se dirigió a el y trató de llevarlo a la cama tomándolo de un brazo suavemente, pero se sentía asustado aunque había sido peleonero, siempre era una pelea física donde ambas partes se daban golpes, pero trataba de no meterse con indefensos, ni nuca obligó a alguien a hacer algo
.
-Vamos, por favor niño- Le dijo bajito.

-No por favor, no me haga nada-El niño lloró rogándole, sus ojos se veían verdosos al mirarlo-

-¡Con una chingada, ya que es para hoy Chilango!-El grito del Boss hizo temblar a ambos.

La almendra desde un asiento miraba todo.

-Tienes que hacerlo, por favor no quiero obligarte-Le decía en voz baja.

-Sino quiere que se lo coja el Chiquilin a la fuerza ¿Qué te parece Boss? - Dijo la almendra con una risa burlona.

-Nooo- Grito el Chilango. –Boss necesito la lana.

-¡Pues en chinga!-

Cargo al chiquillo y lo aventó en la cama, se le tiro encima, mientras este pataleaba y gritaba.

-Por favor dejate, no sabes de lo que es capaz el Chiquilín, si lo hace el seguro te golpeará- susurraba en el oído, pero este seguía gritando.

-A ver Chiquilín encárgate, dale una calentadita- Ordenó el Boss.

El Chiquilín se acercó, lo jaló de los brazos levantándolo de la cama y le dio una cachetada que le dejó la mejilla roja y el labio sangrante y de un jalón le quitó la camisa.

-Espérate, yo puedo solo señor Chiquilín- Quiso protegerlo el Chilango , interponiéndose entre los dos.

-A VER QUE DESMADRE, ESTOY PERDIENDO LA PUTA CALMA- Rugió el Boss.

El Chiquilín de muy mal modo, lanzó una mirada letal a los jóvenes mientras el Chilango empezó a quitarle los pantalones al niño.

-Por favor, estate en paz, de verdad sino será peor- Mientras trataba de quitarle la trusa.

-A ver que te la chupe- Dijo la Parca.

-Por favor hazlo, sino se la tendrás que chupar a Chiquilín-
Todo el tiempo el niño había estado llorando, termino por hacerse ovillo en la cama.

-¡Estoy a punto de ir a darle una putiza yo mismo al pinche escuincle Chilango!-

-Ya te dije Boss que se lo coja el Chiquilin y a chingar a su madre, yo mejor me voy ya me tiene hasta la madre tanto chillido- La Almendra se levantó de donde estaba sentada, se dio la media vuelta y salió de la habitación.

--Yo se lo hago, es lo mismo- Y acto seguido el Chilango entre las piernas del rubio empezó a succionar con algo de asco el miembro flácido de este.

-Pinche Chilango, que te dije, nunca digas de esta boca no he de beber, empieza grabar Parca-

La parca que había permanecido impávido ante todo tenía rato que había empezado a grabar.

El niño, lloraba ahogando sus gritos, pero no dejaba de gimotear y trataba de empujar su cabeza del Chilango con las manos para alejarlo de el, pero después de tanto llanto y arrojo desde el inicio, su fuerza había disminuido.

-Suficiente, ahora empínalo y ya cógelo- Fue la orden del Parca.

El Chilango miró con lastima al rubio y trato de voltearlo con cuidado, pero este imaginando lo que pasaría, se resistía.

Como pudo lo acostó boca abajo forzándolo y cuando trató de meter su pene en el, se dio cuenta que no sabía como, era muy pequeño el espacio para empujarlo y mas difícil con el menor retorciéndose bajo el y sobre todo porque este aun seguía llorando.

El Juguis que se encontraba con el Boss dejándose manosear se levantó.
-Deja que le explique papi-

-Mjm, pero apurate que una vez que empieza quiero metértela hasta adentro, porque ver esto me esta calentando-

-Si papi- Tomó el frasco que se encontraba sobre la mesa y se acerco a ellos.

Mira Chilango tienes que embarrarte esto en tu pito, ponerle mucho en su agujero y tratar de untarle por dentro con los dedos, para que no sea muy difícil, de todas maneras le va a doler porque no se deja- Se agacho para decirle algo en el oído al rubio.

-Mira, no me conoces, pero por tu propio bien sigue mi consejo, estoy tratando de controlar al Boss, pero una vez que se empute de verdad, va a ser que te viole el otro hombre que es mucho mas grande, rudo y sin consideración te va a coger con mas ganas y mas coraje, el es capaz de hacértelo hasta que sangres y te desmayes, aparte te va a golpear durante todo el tiempo que te esté cogiendo, es mejor que dejes que lo haga el Chilango-

-¡Umta madre Juguis, a platicar al parque chingaos!- Grito el Boss.

El rubio en ese momento entendió a lo que se enfrentaba. Dejo de retorcerse pero siguió llorando, parecía que nunca se le agotarían las lagrimas, así que dejó que el otro untara el lubricante en su entrada, pero erróneamente por al tratar de evitarlo se apretaba y le dolía mas, después de casi acabarse el bote entre untarse y colocarlo en el cuerpo ajeno. Estimulo su pene y trató de meterlo nuevamente, se tiro sobre el chico que se encontraba boca abajo y le susurró al oído.

-Perdóname, de verdad que no quiero hacerlo, pero si no lo hago yo, para ti será peor-

Elevé un poco el trasero del rubio, metió la punta con dificultad, se empujó un poco más e introdujo todo su largo pene de un solo golpe , haciendo gritar de dolor al menor que lloró mas fuerte aún cuando el Chilango comenzó a moverse. Le susurraba cada cierto tiempo perdones como si esto pudiera aminorar el dolor del chico.

No tardó mucho en correrse por la sensación de apretujamiento que el menor en su desesperación hacía por el dolor, pero como en otras ocasiones fue dotado de sustancias para repetir el acto lascivo.

El menor también fue drogado, en parte lo agradeció el Chilango para que el dolor aminorara, pues aletargo al rubio y pudo soportar las acciones que el director pidió le hiciera el Chilango.

Cuando por fin termino el trance, un Chilango agotado pero mas que nada angustiado, trataba de reanimar al menor que se encontraba casi desmayado por el acto denigrante cometido contra su cuerpo en contra de su voluntad, los efectos de las sustancias extrañas introducidas a su cuerpo y el llanto, fuente inagotable de su dolor.

-Bueno Boss, checó el video y te lo traigo mañana- Dijo la Parca.

-Si, si- Un Boss jadeante le contesto de manera cortante.

-Boss que hago- Preguntó temeroso el Chilango.

-¡Lárgate a chingar a tu madre, no ves que estoy ocupado!-

-Pero el chico que le hago, está muy mal.

-¡No se, me vale madre, llévaselo a la Almendra, no se para que lo venda o a mi que chingaos me importa, aghh!-

-Me lo puedo llevar-

-¡Has lo que se te pegue tu chingaaada ganas , lárgate yaaaa!- Se escuchó la ronca del Boss- Y tu sigue moviendo ese culito-

Le decía al Juguis mientras lo apretaba de la cintura mientras este rebotaba con la virilidad del Boss dentro.

El Chilango se vistió rápidamente para luego vestir al rubio, cuya camisa estaba maltrecha, tomó el brazo de este y lo paso por sus hombros para sostenerlo con una mano, mientras que con la otra se la pasaba por la cintura, pues el rubio con trabajo y pudo caminar.

Caminó por los pasillos que ya conocía y salió a la calle. Miró hacía todos lados preguntándose a donde ir. Caminó hacia un parte del mercado que conocía era mas solitaria, se sentó en una banqueta, con el chico a lado, abrió sus piernas y trato de colocar al rubio entre ellas, lo abrazó para protegerlo un poco del frió, esperando llegara el mañana.

Notas finales:
Aun cuando la historia del Güero no es real, la idea la tome de lo que le acontecio a una muchachita, que fue vendida por su mamá por unas baratijas.

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