// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back ---------
# Llamada Telefónica #
Capitulo anterior:
-Yo me hare cargo de eso ¿Algo más?
-# Si, su peso. No es el más adecuado para alguien de su tamaño. Aunque tampoco es muy alto, eso lo más probable que se deba a que no mantiene siclos de alimentación balanceados. Todo se puede arreglar con una buena dieta alta en proteínas. Pero… Hay algo que es más importante que todo lo que ya le he mencionado señor Potter y quizás sea por eso el colapso de su sistema nervioso # - Harry pudo notar la voz seria del doctor - # El chico es un doncel # - Potter abrió sus ojos verdes impresionado e inconscientemente fijo su atención en el rubio que seguía hablando con su amigo en el primer piso - # Y en nuestros registros médicos figura que cuando tenía 19 años fue internado en un centro de salud de urgencia, al parecer fue golpeado y eso le provoco una perdida…#
Hasta ahí escucho Potter, su teléfono celular cayó al suelo. Sus ojos verdes fijos en Draco.
¡¿Quién había sido el maldito desgraciado que le había hecho tal cosa a alguien tan delicado como Draco?!
Desde lo más profundo de su interior una furia se elevó sin control.
7. CONVIVENCIA Y PASADO…
Llevaba 2 semanas encerrado en esa hermosa mansión, una extraña cárcel o jaula que tenía por hogar, según como quiera llamarse, aunque James era una maravilla, tan tierno y divertido, pero el padre… Un maldito tempano de hielo. Suspiro con desgano. No podía quejarse, podía ser mil veces peor de lo que pensó o paso alguna vez.
El viaje de vuelta había sido un absoluto silencio por parte de ambos, aunque Draco presentía que algo pasaba con Potter por que este había subido más gruñón que antes y ni siquiera le había dirigido la palabra, solo lo tomaba del brazo uy empujaba a un lugar.
Ya en la casa con suerte lo había visto un par de veces, si no fuera por Molly y James juraría que estaría solo. Este era su trabajo más suave, no tenía que cargar nada y mucho menos limpiar, solo ayudarlos a ellos. Pero, también era el más frio, aunque no quería admitirlo le dolía que el moreno lo ignorara, era un estúpido. El mejor que nadie debía saber perfectamente que este mundo no era color de rosas y que mucho menos tenía suerte en la vida.
La entrada de dicho pelinegro lo saco de sus lamentos.
-Draco prepárate, esta noche me acompañaras a una cena a beneficio – Y ahí estaba el hombre por el cual su mundo se había puesto estos últimos meses de cabeza y su corazón parecía que se salía a cada paso de su cuerpo, Potter. Con su porte altanero y sus ojos fríos. Con su cero tino para tratar a las personas. Potter y su muy sobrado dinero.
-Bien – Dijo el rubio entendiendo que no sacaba nada con saludarlo o tratar de hablar con él. Esas eran sus apasionantes charlas hasta ahora, el rubio no peleaba y el moreno lo miraba fijamente entre una mezcla de rabia y decepción.
A las 9 de la noche en punto entraban a un gran salón, elegantemente vestidos, juntos, pero separados por una barrera invisible de hielo milenario, aunque actuaban ambos muy bien a su personaje.
La velada era tranquila, Potter se desenvolvía con facilidad y Draco parecía un adorno más al lado de él, callado observando todo y sonriendo de vez en cuando. Hasta el mismo no entendía que hacia él ahí si sinceramente no lo necesitaban para nada, Potter había dicho que lo ayudara con el protocolo ¿Para qué? Si él lo hacía bastante bien. Sin lugar a dudas era otra jugarreta suya para humillarlo y encadenarlo a un lugar donde no quería estar.
Extrañaba su antigua vida. Vivir tanto tiempo en soledad lo había acostumbrado tanto a ella, a no sentir melancolía por el cariño de alguien, a desear una compañía. Sin querer suspiro melancólico, sus orbes grises se nublaron un poco de pena, esta no era su vida y mucho menos su entorno. Un don nadie como era ahora solo podía ser utilizado para esto, un muñeco viviente, un simple adorno, obligado y atado a un contrato donde solo uno ganaba y ese no era él.
-¿Tu acompañante quien es Harry? – Dijo una hermosa mujer que tomaba una copa de vino del brazo de otro hombre mayor, ambos parecían que hacían una hermosa pareja.
-Es Draco Malfoy, mi nuevo asistente – Y fue ahí donde el rubio los miro y asintió con el cabeza un poco avergonzado de que lo hayan descubierto en tan melancólicos gestos.
-¿Malfoy? ¿Eres hijo de Lucius Malfoy? Vaya – Ahora hablo el hombre impresionado y lo miro con más atención, Draco se ruborizo y asintió rápidamente – Conocí a tu padre, un buen hombre, lástima que falleciera tan joven, me imagino que eres su heredero – Potter hizo una mueca despectiva y Draco supo inmediatamente que se burlaba, ya no había ninguna fortuna a la cual heredar, el rubio sintió una punzada de dolor pero no se amedrento, extendió su mano al mayor y lo saludo con educación.
-Soy solo Draco Malfoy, un asistente – Dijo tranquilo y sonrió con tristeza – La fortuna Malfoy se fue con mis padres, pero es bueno que la gente los recuerde con respeto. Esa es la mejor herencia que uno pueda tener – Los 3 lo miraron asombrados, era sabido por todos el mundo aristócrata lo que paso con ellos y en que quedó su dinero, pero el chico se veía a pesar de ser tan joven muy maduro y digno a su casa.
Harry sintió que esa respuesta iba directo a él y a su soberbia, Draco sin dudas era una exquisita fuente de sorpresas y hermosura, una flor intacta a pesar de verse amenazada por el viento y la lluvia, nunca estaba marchita o caída, y eso hacía que le gustara cada vez más. Pero su maldita boca y carácter le traicionaba, en vez de acercarlo lo alejaba más. Bueno… tampoco él le ponía mucho empeño, más bien, acostumbrado a defenderse de las emociones producto de la traición que vivió prefería siempre atacar y herir a alguien que le gustaba antes de acercarlo. Pero Harry sabía que Draco era especial, y no porque fuera hermoso, si no por su integridad, a pesar de todo lo que había vivido estaba ahí combatiéndole a la vida valientemente, sin caer a la pena y rabia. Eso lo hacía más atractivo para Harry que cualquier otra cosa.
-Soy George y ella es mi esposa Melissa Clark, conocimos a tu familia y déjame decirte que has heredado la hermosura de tu madre y la distinción de tu padre, así que siéntete orgulloso de ello – El rubio sonrió y eso lo hizo resplandecer mas, Potter quedo embobado y sin poder decir nada, solo lo miraba con más atención que antes. Quería que esa sonrisa fuera para él. Que ese brillo celestial fuera suyo, solo suyo.
Draco y los Clark conversaban tranquilamente, los mayores le contaban sobre sus padres y el rubio sonreía y escuchaba con atención. Potter vio varias veces que esos hermosos ojos grises se iluminaban de esperanza, pero cuando se posaban en él volvían a opacarse, sabía el por qué y entendía claramente que solo él era el culpable.
-Es bueno que ahora estés con Harry – Dijo Melissa feliz – Con él aprenderás muchas cosas, solo debes tener paciencia a su mal carácter – Tiro como chiste la mujer, los Potter y los Clark se conocían hace años y podían darse esas confianzas.
-Melissa… – Dijo George apenado – No digas eso por favor.
-No se preocupe señor Clark – Hablo Potter tranquilo antes de que el rubio arruinara el momento con un comentario aclaratoria donde de seguro aseguraría que ellos no eran nada – Con Draco nos estamos entendiéndonos muy bien – Y el moreno poso uno de sus brazos sobre los hombros del rubio provocándole a este un estremecimiento que solo Harry sintió, sonriendo gustosos al ver el sonrojo y sorpresa de la acción en los ojos de Malfoy.
-¡¿Harry Potter en una cena de camaradería?! ¡Esto si es novedad! – Los 4 fueron interrumpidos de su tan amena charla y se dieron vuelta al ver un hombre que se acercaba a ellos con un chico rubio del brazo.
-John siempre tan poco elegante en tus comentarios – Dijo Potter con odio, ese tipo de verdad era desagradable, nunca le había gustado. Era el típico hombre que fue pobre en su infancia y al volverse rico venía con su altanería y mal gusto a querer creerse el dueño del mundo. Pero sus pensamientos negativos hacia John se vieron interrumpidos cuando sintió por detrás un cuerpo que se pegó al suyo sutilmente, era Draco que temblaba y había palidecido completamente, eso extraño al moreno, y se extrañó aún más al ver a John mirando entre sorprendido y casi asustado a Malfoy.
-Querido ¿Que sucede? – El rubio que estaba colgado de John también noto la incomodidad de su pareja. John Leonard un tipo alto, pelo castaño y ojos cafés, era el tipo empresario oportunista que obtenía dinero no por sus empresas si no por sus ligues ya que escogía jovencitos de familias acaudalas, sus relaciones siempre eran cortas y muy efectivas para amasar fortuna.
-Nada – Dijo Leonard con la boca seca, evidentemente incomodo – Solo molesto a Potter, mejor nos vamos.
-¿No nos presentaras a quien te acompaña ahora John? – Dijo Harry burlonamente, tratando de sacarle información al castaño – Porque me imagino que mañana será otro.
La cara de rabia de Leonard y la de indignación del supuesto novio de turno fueron una buena venganza para Harry, ya que se retiraron rápidamente de ahí. Pero su alegría no duro mucho ya que al voltearse vio a Melissa sujetando a Malfoy que estaba respirando muy rápido y más pálido de lo ya normal para él. Alcanzo a agarrarlo justo cuando este se desmayó.
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Draco despertó en su dormitorio con un leve dolor de cabeza, recordó rápidamente lo que había pasado y volvió a agitarse ¡Santo dios lo había vuelto a ver! Quiso levantarse peros sus piernas fallaron y al tratar de apoyarse en el velador las cosas cayeron al suelo, Molly entraba preocupada al lugar acompañada con un doctor.
-Debes calmarte – Dijo el galeno tomándolo de los brazos y depositándolo en la cama con cuidado. El rubio parecía todavía atontado por el ataque que le había venido.
-Potter…
-Harry está afuera Draco, tranquilo, el doctor dijo que debes tomar esto para que duermas y te recuperes.
-Lo siento… - Acepto el vaso de agua y las pastillas, sintiéndose anímicamente muy mal, imágenes que hasta el momento había logrado mantener muy ocultas en su mente salían a flotes como flashes de cámara y parecía que su cerebro iba a reventar. Se durmió a los minutos después.
Harry entro ya harto de esperar afuera.
-¿Y Bien? ¿Cómo está? Está claro que algo paso para que se desmayara nuevamente – El moreno trataba de demostrarse lo más sereno aunque estaba muy preocupado.
-Necesita ayuda psicológica, como menciona el informe médico que trajo desde Estados Unidos. Tiene un Stress Postraumático y algo vio que gatillo esta reacción, yo solo puedo medicarlo pero el necesita un tratamiento. Conozco un buen médico que lo ayudara – Escribió en una tarjeta un nombre y un teléfono y se lo entrego al moreno – Llámenlo y espero sea luego, necesita pronta atención por lo que veo es algo que lleva años aguantando.
Molly y Harry se miraron, pero fue la mujer la que tomo la iniciativa asegurándole al médico que ahora mismo llamaría al Psicólogo y empezara el tratamiento sea el valor que fuera.
Potter entro a la pieza y lo vio dormir, estaba muy pálido y sudaba. Por inercia fue al baño y tomo una toalla, llegando nuevamente donde él y comenzar a refrescarlo con un cuidado único que ni el mismo sabía que podía hacer quedando frente a frente al rubio. Al parecer el rubio tenía un mal sueño porque se quejaba y sollozaba.
-Harry… - Dijo casi inconsciente el rubio levantando la mano para acariciar la cara del moreno que lo miraba fijamente – No… dejes que él se acerque… a mí, por favor…- Las palabras habían salido casi como una súplica y profundo miedo. Luego de eso el rubio se durmió, dejando a Potter confuso y preocupado.
¿Qué demonios había pasado para que Draco quedara tan vulnerable?
Potter sintió rabia e impotencia, se sentía desarmado al no saber cómo ayudarle, aunque no lo demostrara ese hermoso chico rubio estaba día a día clavando en su corazón.
********** Continuara *********