XV
- Mierda, mierda, mierda – murmuraba el castaño mientras continuaban corriendo por aquel laberinto fétido y nauseabundo – mierda, mierda, mierda - Rick seguía el veloz paso del hermano gemelo de Stanford. Desde atrás veía su larga cabellera castaña, esa enorme espalda bien trabajada que parecía un enorme muro de concreto; pero sobre todo no podía apartar la vista de la mano derecha ajena que no le soltaba por nada. Tenía mil formas de romper ese fuerte agarre, mil maneras de continuar corriendo por ese laberinto sin tener que estar tomados de las manos como un par de maricas cobardes pero, justo ahora la idea de estar tomados de las manos como un par de maricas cobardes se le hizo fantástica, estaba bien que alguien tomara tu mano como si fuera especial, se sentía bien que después de tanta mierda diaria a alguien le importaras; aunque fueras un completo desconocido. Desde la muerte de su esposa no había sentido una conexión tan fuerte con otra persona hombre o mujer, y dudó sobre la existencia de esa fuerte corriente eléctrica que le embargaba comparándola cuando hacia el amor con la madre de su hija y con estar tomados simplemente de las manos con el hermano gemelo de su ex compañero de laboratorio.
Se detuvieron de golpe haciendo que Sánchez chocara con la espalada de Pines y se agarrara la nariz “definitivamente era como chocar con un gran muro de concreto” le escucho claramente tomar aire y expulsarlo rápidamente; estaba pensando, estaba algo indeciso sobre si tomar el túnel de la derecha o el de la izquierda, al final le tomo de los hombros y le miró fijamente – yo tomare el túnel izquierdo y tú el de la derecha síguelo en línea recta te llevara fuera de la ciudad –
- ¿Por-por qué no tomas tú e-el de la derecha y yo el de la izquierda?–
- Porque si tomas el de la izquierda te vas a perder –
- entonces tómalo conmigo ¿no es mejor tomarlo juntos hermano de Stan? –
- Me llamo Stanley. - le vio sobarse el puente de la nariz - Yo y mi hermano poseemos casi el mismo nombre –
- “Mi” hermano y “yo”, e- es de- (eructo) – primaria, es gramática simple tonto -
- ¿Qué? – Cuestionó el castaño extrañado – mira estúpido trato de salvarte la vida así que no me corrijas cuando hablo, tomaras el túnel de la derecha que te sacara de aquí y espero en serio no volver a verte jamás en mi vida - Rick pareció ofendido, nadie le daba órdenes y menos alguien que no sabía de gramática básica.
-T-tu no me vas a dar órdenes yo so… – su estómago se revolvió y la cabeza le daba vueltas, después de todo no se le había bajado toda la cantidad de alcohol que ingirió y ahora no se sentía nada bien – soy el puto… - no podía más, se llevó su mano a la boca para contener el vómito.
- ¿Oye estas bien?- pregunto Stanley preocupado al ver como de la nada el engreído de pelo azul se inclinaba sujetándose el estómago. Sánchez rodo los ojos molesto tragando todo el ácido contenido en su interior, este sujeto seguramente era un idiota, Stanley no se comparaba con la inteligencia superior de su hermano gemelo, haciendo asimilaciones, la lógica de un genio como Ford le ordenaría dejarle ahí, abandonarle para prevalecerse a sí mismo eso es lo que haría el mismo Sánchez o en caso de familiarizarse ponerse en guardia para enfrentar los problemas. El solo imaginar que estaría a lado de Ford, juntos… le aireaba a una esperanza vaga seguramente construirían algo fenomenal y enorme que aplastara a sus enemigos; pero en cambio tenía la versión más tonta y sudorosa del genio, definitivamente la vida le odiaba.
De la nada una explosión de vomito le hizo expulsar el contenido sus entrañas por todo el suelo hasta que estuvo retorciéndose de dolor recargado en una pared. Estaba jodido, no tenía a Ford, tampoco a su esposa, ni siquiera su pistola de portales, comenzó a toser fuertemente haciendo eco en las alcantarillas - ¡Guarda silencio! – escucho como el otro le recriminaba.
- ¡Pues déjame aquí!- le respondió limpiándose el resto de vomito de la boca y dejándose caer al suelo sucio – es mejor morir que estar viviendo esta vida de porquería, ¡Lárgate! –
- Oh, nunca en mi vida había visto a un hombre gallina como tú – los enemigos se acercaban con rapidez, podía oír sus voces pero en lo que más se concentró fueron en los pasos del otro alejándose, bueno resultó que no era tan tonto, por lo menos contaba con la inteligencia necesaria para vivir y eso estaba bien. Bien porque no quería arrastrar a nadie más a su patética aventura, este era el fin de Rick Sánchez de la tierra… Tan concentrado estaba en sus lamentos internos que solo sintió como alguien lo cargaba como si fuera un costal de papas y se lo llevaba cargando en la espalda, con las nalgas delante y la cabeza detrás.
- No sé por qué carajos estoy haciendo esto, no sé por qué estoy haciendo esto - se repetía el musculoso hermano gemelo de Stanford comenzando a correr con todo lo que podía. Sánchez estaba sorprendido.
- Estúpido pedazo de basura ¿Qué estás haciendo?-
- salvándote la vida imbécil - Rick vio como les alcanzaban - ¡dispárales! -
- ¿Qué? -
- ¡Hay una pequeña pistola en mi cintura tomala! -
- Pero…-
- ¡son ellos o nosotros! -
- Espero que esta reliquia no vaya a fallar porque voy a enseñarles a esos hijos de puta quien es el jodido amo -
Sánchez comenzó a disparar, a uno de ellos le dio en una pierna de un tiro y al segundo le exploto la cabeza, sonrió complacido que les dejaba atrás.
-.-.-.-.-.-.-.-.- Unas horas más tarde.-.-.-.-.-.-.-.
Se encontraban a las afueras de la ciudad agitados y sudados. La camisa blanca de Stanley estaba empapada y Rick comenzó a reír, del susto se le había pasado la embriaguez y aun sentía su corazón galopar libre, hace mucho que no se reía de esta manera. Pines le imito negando con la cabeza.
- eres un idiota - le dijo.
- y tu un imbécil ¿viste cómo se confundieron cuando giramos a la derecha y les disparaste? - respondió el castaño.
- ¡oh viejo! Toda esa sangre verde casi me hace vomitar pero cuando te agachaste a robarles no pude más que seguir cubriéndote el trasero y luego ese golpe en la quijada ¿Dónde mierdas aprendiste hacer eso? -
- Lo aprendí de niño pero no fue en vano robe una placas y lo que parecen ser algunas armas ¡están de lujo! Y si no me hubieras dicho que esa cosa en forma de cubo era una bomba seguro me exploto con ella -
- claro que si idiota -
- Te salve el culo -
- Yo también te salve el culo y no por eso estoy alardeando -
Siguieron riéndose recargado el uno contra el otro bajo una puesta de sol cálida - pasaremos la noche en un cuarto de hotel, conozco a la recepcionista y me hará descuento -
- ¿Es linda? - pregunto el científico.
- me la he tirado un par de veces -
- ¡Qué bien! Lo tenías todo preparado ¿dijiste que huías de la policía? - Sánchez se puso de pie y su acompañante también. Rick quizo caminar pero se había lastimado el tobillo y cojeaba, Staley le tomo del brazo para ayudarlo a andar más deprisa no querían ser vistos por algún otro extraterrestre.
- si eso fue lo que dije -
- No puedo creer que Stanford jamás te mencionara si eres tan cool -
- Si bueno, tal vez olvido que tenía familia - Stan pareció ofendido, ¿Cómo era que su hermano ni siquiera le dijera a los demás que tenía un gemelo si el siempre que podía lo mencionaba a alguien, quizá era por esa costumbre del respeto y amor que tenía por Stanford que ahora se había ido a la cloaca. - No me hables de ese nerd por su culpa estoy donde estoy y acabe donde acabe -
- Stanford no se ve que sea alguien malo. Éramos amigos en la universidad y la verdad nos comprendíamos de maravilla, el poco tiempo que lo conocí jamás se presentó ante mí como alguien que le haría daño a su propia sangre -
- ¿así que tú también vienes de esa maldita universidad? Pues fantástico parece que tengo la maldición de que los nerds me sigan. Mira rarito te diré algo y espero que entiendas que no es personal me vale un pepino si mi hermano parecía un santo al final fue una sabandija conmigo, traidor y cobarde y eso es algo que jamás en la vida le perdonare, jamás, si sabiendo eso quieres largarte a nuevo México o al espacio exterior será asunto tuyo pero si quieres acompañarme eres bienvenido pero sin mencionar al ñoño robot -
- Vale - Rick levanto la mano que tenía libre como rindiéndose - tú ganas pero… tiene que haber cerveza a donde vamos, mucha cerveza -
- tengo algo mejor -
- ¿mejor? -
- No sé si seas de México pero conocí a alguien de por allí a quien le hice un favor y me regalo un par de botellas y polvo de ángel -
- En serio sé que me dijiste que no hablara de tu hermano pero en serio… debió de habernos presentado antes - Stan se rio de lo que decía su acompañante y después de tantos años al fin se sintió bien con otra persona que no fuera su consanguíneo.