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My first love por sugar_flamita

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Notas del capitulo:

Cuarta actualización por el décimo aniversario de SHINee

-A-Amber- no tenía ni la más maldita idea de qué decirle o cómo explicar todo ello, era mi fin. Hasta un asesinato sonaba como algo lógico de hacer.   

Amber estaba por decir algo pero entonces escuché que alguien la llamó.   

-Tengo que despertar a los niños, pero cuando vuelva vas a tener tu merecido por meter mujeres al orfanato. Animal.   

Seguido de esto me metió un puñetazo en el hombro y se fue.   

Onew, que estaba arropado hasta la cabeza espero a que Amber se fuera para levantarse de pie como resorte.   

-No puede ser- dije llevándome las manos a la cabeza- pudo haber sido nuestro fin.   

-Tengo que correr- Onew recogió su ropa del suelo y se la puso rápidamente.  

Me miró, me dio un beso en los labios y entonces salió de la habitación corriendo.   

Esto había sido pura suerte, Amber había confundido a Onew con una mujer debido a que se encontraba arropado hasta la cabeza, pensé en todas las posibilidades que pudieron ocurrir.   

Me quedé atónito sentado en la cama. Necesitaba hablar con alguien.   

***   

-¿Puedes creerlo? Pudo habernos descubierto, no sé cómo no se dio cuenta, tengo que huir con él ya, Rain- las rodillas ya me dolían un poco por estar tanto tiempo hincado en ese confesionario.   

Rain soltó un fuerte suspiro.   

-Ya te dije que me llames Jihoon... Y no creo que sea tan buena idea que huyas con él, te buscarán, estoy casi seguro.   

-Pero entonces ¿qué hago? Estoy seguro de que no me dejarán adoptarlo- comencé a peinarme los cabellos hacia atrás, tenía miedo de que alguien pudiera llevarse a mi Onew.   

Pero entonces escuche como JiHoon dio un salto de su silla, golpeándose un poco la cabeza con el techo del confesionario. Escuché como fue caminando hacia dónde estaba y de repente abrió la puerta, tenía una cara de felicidad enorme.   

-¡Yo podría adoptarlo!- cuando Rain dijo esto me paré de golpe dentro del confesionario golpeándome la cabeza también.   

-No es cierto- dije mientras me sostenía la cabeza con ambas manos.    -

Claro que lo es, como soy sacerdote tengo tiempo de cuidarlo y educarlo, y así nunca tendrás que alejarte de él- Rain me tomó de los hombros- Yo podría adoptarlo.   

La felicidad me invadió tanto que incluso sentí ganas de llorar, abracé a Rain mientras me reía.   

-Gracias, gracias, en serio no sé cómo te voy a pagar todo esto.- comenzamos a abrazarnos mientras casi llorábamos.   

-Sabes que siempre estaré para ayudarte, después de todo siempre fuiste como mi hijo.    -Si hay dios en el cielo ojalá sea como tú- ambos estábamos abrazando cuando escuchamos unas risitas a nuestras espaldas. Giramos la cabeza y quedamos con las mejillas pegadas como si fuéramos una pareja.   

Era una chica, mucho menor que yo, estaba riéndose.   

-Yaoi- dijo y se fue corriendo.   

Rain y yo nos separamos al darnos cuenta de lo cerca que estábamos.   

-Iré el día de adopción.  

Y sin más qué decir dicidí que sería buena idea ir y contárselo a Onew, de esa manera pronto estaríamos juntos él y yo.   

****   

Entré por las puertas del orfanato, con una sonrisa de oreja a oreja. No podía estar más contento.   

Vi a Amber y me di cuenta de que teníamos una sonrisa muy similar.   

-¡Joon!   

-¡Oh Amber!- corrí a abrazarla, ambos nos miramos, pero entonces su cara se volvió una cara de completa confusión.   

-Ay no puede ser- me empujó, la solté y ahora yo era el confundido- ¿Ya te lo dijeron verdad?   

-¿De qué hablas?- pregunté muy confundido.   

-De la madre de Onew.   

-¿Qué?  

-Está aquí- mi cara no fue para nada de felicidad. Algo en mi pecho comenzó a desgajarse.  

-¿Qué?- volví a preguntar, Amber sonrió de oreja a oreja.  

-Idiota, estás sordo- volvió a empujarme.- La madre de Onew está aquí, dice que quiere llevárselo. Onew estará con su familia verdadera.   

Apreté los puños, unas lágrimas estuvieron por correr de mis ojos, sentí coraje por la manera en que abandonaron a Onew, porque esa mujer pudiera pararse allí y solo venir a reclamarlo como a quien se le olvida algo.   

-Eso no puede ser.   

Caminé casi empujando a Amber a la oficina de la Madre Jean, subí las escaleras al segundo piso apresuradamente sin escuchar a Amber gritarme algo. Estaba completamente molesto.    

Abrí la puerta de golpe y allí estaba la madre Jean, quien me recibió con una cálida sonrisa.   

-Joon, cariño, ella es Lee Sarang, pero creo que es mejor que ella se presente personalmente.   

Miré a la chica, era algo bajita, tenía los ojos rasgados y pequeños, no se parecía en nada a mi Onew, tenía el cabello teñido de rubio y era bastante delgada.   

-Hola- habló- yo he venido por Onew... Yo soy su madre y quiero llevármelo.   

Me extendió la mano y no la tomé, miré hacia abajo, apreté los puños y me mordí el labio para evitar arrojarla por la ventana. 

  -No lo harás.   

-¿Disculpa?   

-Joon- ambas se pusieron de pie. Yo alcé la mirada y la vi sin titubear, me fajé bien los pantalones.   

-Te dije que no lo harás.   

La chica suspiró pesadamente y puso una mirada suplicante.   

-Oye, sé que me equivoqué, pero todos cometemos errores y-   

-Sí- la interrumpí porque estaba harto de escucharla hablar.- todos cometemos errores como estudiar algo que no era, estar con la persona incorrecta o poner el signo contrario en un examen... Pero dejar a un bebé en una canasta en pleno invierno es crueldad.   

La chica bajó la mirada y comenzó a sobarse la nuca.   

-Por eso quiero que Onew me perdone y ustedes- la chica trató de tomarme las manos pero me negué.   

-Pues yo no te perdono y sé que Onew tampoco.- pero entonces pensé en qué diría Onew si supiera que su madre estaba allí.    ¿qué elegiría?   

-Changseon, no puedes decidir este tipo de solución- la madre Jean caminó hacia mí.   

-Claro que puedo- alcé la voz- ustedes se negaron a cuidarlo cuando lo dejaron en la puerta de nuestro orfanato, yo y solo yo fui quien pagó sus medicinas, tratamientos ropa y lo que le hiciera falta. Soy como su tutor legal. Pasé días enteros sin comer o usando una sola muda de ropa cuando gastaba en electrocardiogramas ¿Dónde estabas tú?   

La chica me miró con temor, yo la miraba con furia incontrolable en mis ojos, quería echarla a patadas, era increíble que después de abandonarlo por tantos años intentara volver por él. No iba a dejar que me arrebatara lo más precioso en mi vida.   

-Si, pero lo de perdonarla o no, no depende de ti, depende de Onew- la madre Jean caminó amenazadoramente hacia mí. Yo no titubee ni un solo instante.   

-Bien, iré por él- dije molesto saliendo de la habitación mientras azotaba la puerta.   

Caminé por el pasillo del orfanato hacia la habitación de Onew, mientras apretaba mis puños y trataba de controlar un poco la desesperación que sentía, abrí la puerta de golpe, allí estaban todos los niños, al parecer estaban acomodando ropa ya que Onew estaba bastante concentrado doblando la ropa que le había comprado la semana pasada.   

Alzó la mirada al escuchar como la puerta se abría.   

-Maestro Joon- me dijo con una hermosa sonrisa en su rostro- ¿Pasa algo?   

-Ven, tengo que hablar contigo.- escuché como todos los niños comenzaron a murmurar cuando me oyeron hablarle en un tono tan severo a Onew.   

Onew me miró extrañado, se acercó hasta a mí y salimos de la habitación.   

Lo tomé de la mano y lo jalé conmigo hasta una habitación vacía. Cuando me giré tenía los ojitos llorosos y una mirada asustada.   

-¿Hice algo malo, Joonie?- preguntó al borde del llanto, lo abracé.   

-No, no mi amor, no, perdona que haya reaccionado así, pero lo que estoy por decirte me tiene bastante enojado.- lo guié a una de las camas y ambos nos sentamos. Me miró con extrañeza.   

-¿Qué es, mi cielo?- cuando me dijo así sentí que mi corazón daba un salto por la felicidad, por un momento hasta olvidé que estaba muy enojado y sólo pensé en besarlo.   

Tomé su mano, suspiré fuerte y bajé la mirada, él no me quitaba la mirada de encima, entonces vi sus ojitos y esbocé una pequeña sonrisa de resignación.   

Mi Onew era tan lindo y puro que de seguro la perdonaría.   

-Tu mamá ha venido.- sus ojos se abrieron más, apretó más fuerte mi mano y comenzó a temblar debido a lo rápido que latía su corazón.  Comenzó a mirar hacia la pared.   

-¿De verdad?- dijo sin quitar la vista de la pared.   

-Sí...- tenía un mal presentimiento.   

Un silencio abismal inundó la habitación por varios segundos, Onew seguía mirando la pared como si en ella se encontrará la respuesta de lo que debía de hacer. Fue entonces cuando se puso de pie sin soltar mi mano.   

-La quiero conocer- ese fue mi mal presentimiento.   

Me llevé las manos a la cara y comencé a frotarla ¿Qué tal si Onew decidía irse con su madre? ¿Qué se supone que iba a hacer si él se iba?   Mi pecho dolía muchísimo.   

-Claro, vamos- pero no le iba a quitar el derecho de conocer a quien le dio la vida.   

-Gracias, maestro Joon- tomó mi mano, miró para todas direcciones y se puso de puntitas para darme un beso al ver que no había nadie mirándonos.   

Sentí cierta calidez en él, fue entonces cuando entendí que hiciera lo que hiciera yo respetaría la decisión que mi Onew tomaba, porque lo amaba. Y lo más importante para mí era su felicidad.   

-Vamos, cariño.- caminamos tomados de la mano por el pasillo de las habitaciones, al llegar a la puerta me quedé estático, no sabía cómo iniciar todo esto.   

-¿Puedo abrir la puerta?- Onew estaba sonrojado, temblaba por la emoción y sus ojitos estaban llorosos. No pude evitar sonreír.

  -Claro que sí.   

Y entonces abrió la puerta.   

Cuando Onew entró a la habitación si madre se puso de pie de nuevo. Lo miró conteniendo las lágrimas, Onew seguía sosteniendo la mano y volteó a verme. Después volteó a ver a su madre.   

-Creo que tú eres mi madre.- después de haber dicho esto le sonrió ampliamente.   

La madre de Onew se acercó lentamente a él y comenzó a dejar sus lágrimas fluir.   

-Sí cariño, yo soy tu madre- Onew comenzó a reír por la felicidad y se lanzó a abrazarla de inmediato.   

La chica lloraba aún más.   

-Perdóname, perdóname por favor- le decía una y otra vez revolviendo sus cabellos.   

-No tienes de qué disculparte- se separó de ella y fue a mi lado.- mi maestro siempre me dijo que jamás  dejaste de quererme y que de seguro pensabas en mí todos los días.   

La madre de Onew me miró aún con lágrimas en los ojos.   

-Gracias, en serio gracias- yo no dije nada, solo seguí mirando a Onew con una sonrisa.   

-No hay rencores mami, puedes venir a verme cuando quieras yo estaré donde esté el maestro Joon.   

Fue entonces cuando la madre Jean y Sarang se miraron confundidas.   

Yo sentí que mi corazón latía al mil por ciento, no podía evitar estar feliz al saber que Onew me había elegido. Quise abrazarlo, pero entonces Sarang habló.   

-No, Onew, yo vengo a llevarte conmigo.   Onew borró la sonrisa de su rostro.   

-Yo no voy a irme contigo. Yo no me voy a alejar del maestro Joon.   

-Pero Onew-   

-No. Él me cuidó, él estuvo conmigo todo este tiempo, no voy a alejarme de él.   

Fue entonces cuando la madre Jean intervino.   

-Pero cariño,¿ no te gustaría estar con tu madre?  

-No- respondió Onew sin detenimiento, apretó aún más mi mano y yo también lo hice.   

-No me interesa las acciones legales que deba tomar.- le dije seriamente a aquella chica que se atrevía a querer separarme de mi Onew- si Onew quiere quedarse conmigo entonces lo hará, lo adoptaré si es necesario.   

La chica se secó las lágrimas mientras fruncía el ceño, caminó hasta mí sin titubear, clavando su mirada en mí como si fuese su rival.   

-Bien. Entonces yo también traeré a mis mejores abogados.- solo se giró para mirar a la madre Jean una vez más- compermiso.    Se quedó mirando fijamente a Onew, este se escondió detrás de mí y yo lo protegí.  

-Váyase.- le dije amenazadoramente, ella apretó los puños y salió de la habitación.   

***   

Me encontraba empacando cosas, había hablado con Mir, él había estudiado la carrera de Derecho mercantil en una universidad del extranjero. Me dijo que uno de sus compañeros de generación podría ayudarme con este caso, pero para ello debía de viajar hasta el otro lado del mundo, en específico, Atlanta. 


Esto me preocupaba bastante, la mayoría de mis colegas estaba completamente en contra de que yo adoptara a Onew, era irónico y hasta lastimoso que cuando él llego aquí no quisieron hacer nada para protegerlo y yo sí, y ahora que yo intento protegerlo ellas también quieren "protegerlo". 

Onew me miraba detenidamente. Le sonreí para que no se diera cuenta sobre mi preocupación. 

-Volveré en un par de días, lo prometo.- fue entonces cuando se acercó a donde estaba y me abrazó, yo dejé lo que estaba haciendo y lo abracé. 

-Por favor vuelve rápido- me di cuenta que algo andaba mal con Onew. Estaba sosteniéndose el pecho.   

-¿Qué pasa, cariño?- lo alejé un poco de mí para mirarlo con atención.   

-Hace días que mi marcapasos hace una cosa extraña.- cuando dijo aquello me sentí tan nervioso que no me di cuenta la cara de preocupación que puse, pero eso hizo que Onew se asustara bastante.   

-¿Por qué no me dijiste antes?- le pregunté bastante consternado, toqué su pecho y me di cuenta que se sentía normal. Onew no era tonto, ni mentiroso, puede que sea en situaciones de estrés donde lo sientiera así y eso me preocupó, sentí que ese aparato podría fallar mientras yo no estaba.   

-Porque el proximo chequeo es en unos días, a tiempo para que regreses de viaje y me lleves.- Onew sostuvo mi mano.- No creo que pase nada, sólo... vuelve pronto. 

De nuevo nos abrazamos, ahora lo sentía como una carrera contra el tiempo verdadera, tenía que estar a tiempo, de alguna u otra manera...   

Esperar es algo que he hecho durante toda mi vida, esperé solitario a que alguien en el orfanato me adoptara, sin éxito.    Esperé a que Onew creciera para demostrarle el amor que sentía por él desde el momento en que lo miré, esperé a que creciera para hacerlo mío... esperé durante mucho tiempo poder estar con él para siempre y esta era mi oportunidad.   

Ahora Onew debía esperarme y eso era lo que más me angustiaba. Pero no iba a rendirme, todo sea por el amor de mi vida.   

Onew, te amo, espérame. 

Notas finales:

Ahora que lo pienso este fanfic también llegará a tiempo pronto :0 
Gracias por leer


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