Fueron sigilosamente por los callejones cuando aún ni el sol salía, para esto faltaba cerca de una hora…..El anciano Kido se acercó a Shaka y le entrego una de sus bombas caseras.
Que consistía en una botella de vidrio que contenía aceite de motor y pedazos de tela sobresaliendo del pico del envase de vidrio…”Préndelo como último recurso” le dijo mientras tomaba su posición como Líder guiando a sus camaradas…Shaka se quedó pensativo, sabía lo que significaba y en verdad no deseaba morir sin antes verlo. Habían anhelado adoptar a un niño, casi todos los papeles estaban listos pero su deseo por obtener riquezas y poder lo distanciaron de su amado esposo…Kido había ordenado que solo atacaran a los devoradores de carne (así los llamaba) con sólo las armas blancas (cuchillo, machete, espada, puñal, tijeras, látigo, navaja, lanza) y que solo dispararan sino había más alternativa… Sabía que un solo disparo los atraería como moscas a la miel.
Uno de ellos logro encestar un golpe directo al cerebro hundiéndole su espada, muchos lloraron porque se trataba de una mujer embarazada, su pequeño se había abierto camino desde su vientre y sobresalía su cabeza. Rasguñando y agitando sus manitos para atacarlos mientras el cuerpo de su madre estaba inerte en el suelo. Nadie se atrevió a dar el golpe de gracia. Por lo cual decidieron pasar de largo sin mirar atrás. Nadie giró ni para dar un pequeño vistazo, solo se oía los sollozos de los hombres que trataban de contener sus ojos ya cristalizados por la amargura y el enojo que le provocaba está escena…
Shaka pudo oír varios susurros de amenazas de muerte, por el momento se podría sentir a salvo gracias ya que Kido era el líder aunque por dentro deseaba quitarse la vida así mismo. Él no deseaba esto, familias destruidas…. Se repetía a sí mismo que no saldría de ese laboratorio hasta no hallar la cura.
Para su fortuna había mandado a construir un pasaje secreto donde estaba oculto su laboratorio. Esto le daba esperanzas que todos sus avances y las muestras de los virus y bacterias estaban a salvo y podría trabajar inmediatamente…
Salieron directo la pista, por suerte encontraron que estaba desierta, al menos eso parecía. Kido se acercó a un auto para comprobar si podrían utilizarlo pero para su infortunio vio como una horda de zombis se acercaban rápidamente a ellos…
- Rápido, líneas de defensa…. Gritó el anciano
Rápidamente cinco hombres se separaron y con espadas y las bombas caseras en mano distrajeron a la horda…..cada uno de ellos agitaba sus manos y lanzaban gritos para dividirlos, se habían puesto en diferentes posiciones…
- Debemos ayudarlos, no podrán solos.
- Confió en ellos. Sé que nos alcanzaran pronto..
- Pero???
- Lo miro fijamente… Sé que estarán bien, Shaka. Ahora debemos seguir adelante o todo se habrá perdido…
El joven científico no dijo más y se limitó a seguir adelante, siempre detrás de Kido… Apresuraron el paso, cuando oyeron una de las bombas explotar. Se preguntó cuántos más tendrían que sacrificarse hasta que él logre hallar el antídoto….
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En el bosque, Aioros trataba de sacarle la verdad a Milo, pero sólo conseguía hacerlo llorar…
- Por favor dime que sucedió realmente, Milo..
- Camus ya te lo dijo
- ¡No le creo! Puedo ver en sus ojos que miente
- El peliazul sólo desvió la mirada, no deseaba que sus miradas se volvieran a conectar. Cada vez que lo hacía era como si viera a su amor, como si todo hubiera sido una horrible pesadilla – Ya sabes lo que pasó... Déjame sólo
- Entonces, ¿por qué no me miras? Hazlo … Le sacudió de sus hombros
En ese momento iba hablar Milo, hasta que oyeron un grito a lo lejos… Esa voz era de su amado Albafica. Sintió un horrible golpe directo en su pecho y soltándolo fue corriendo directo hacia él…No podía explicarlo pero sintió como si le estuvieran estrujando su corazón y haciéndolo pedazos…