// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back ---------
# Llamada Telefónica #
Capitulo anterior:
-¿Lo amas todavía? – Dijo de pronto Potter con sus ojos verdes brillosos, antes de hacer cualquier cosa debía saber eso primero, era una prioridad para él.
-¿Qué?
-¡Contéstame! ¿Lo amas?
-¡No! ¡Claro que no! ¿Acaso no escuchaste lo que acabo de decir?
-Pues bien Draco – Harry sonrió como un bobo y Draco se estremeció, definitivamente ese hombre estaba loco y producía en el rubio un sentimiento extraño, Potter le gustaba y mucho – Ahora tu único deber será enamorarte de mí – Y sin dejar que Malfoy pensara mucho lo que acababa de decir se acercó a él y lo beso con fuerza y pasión, ya después se encargarían de aclarar bien el cuento, ahora sus bocas pensarían por ellos dos.
9. ATORMENTADO…
Como podía cambiar tanto la vida en tan solo unos meses, Draco sentía que cada día que pasaba vivía un torbellino de emociones constantes. El tratamiento a su stress estaba funcionando bien, lo mantenían calmado, eso se debía un poco a las pastillas y a los no conflictos que le estaba dado Potter. Y ese precisamente era otro tema. El moreno había cambiado mucho en su forma de proceder con él, ya no era tan déspota y odioso, pero Potter era Potter y eso no iba nunca a cambiar.
Cuando le hizo esa confección, bueno, más bien casi una orden “Ahora tu único deber será enamorarte de mí” Draco pensó que estaba bromeando pero cuando vinieron los besos y caricias, supo inmediatamente que no era así, se dejó llevar por el deseo, el cariño y protección que este le estaba ofreciendo. Pero también pudo tener un límite de conciencia y supo que no quería solo eso, no, ya no quería ser solo un objeto de deseo, ya había sufrido por eso con consecuencias terribles, perdidas demasiado grandes para él. Muy sutilmente le dijo al pelinegro que parara, obvio Potter se indignó y salió presuroso de la habitación. De ahí pasaron varios días para que este volviera a hablarle casi como si no hubiera pasado nada. Pero Draco sabía que Potter no se quedaría así, había sido humillado, se las iba a cobrar.
Siguió con su trabajo, acompañar al moreno en actividades protocolares y ayudar a cuidar a James. De hecho en eso estaba ahora, habían pedido permiso a Molly para salir a un parque cerca de la casa, el niño debía conocer el mundo aparte de la gran casa donde estaba encerrado, por lo menos eso pensaba Draco.
James jugaba en una gran cancha de arena, había hecho amigos y estaban tirándose en un resbalin, Draco lo miraba atento sentado en una banca cerca de ahí, también estaban los guardaespaldas del niño (Que a Draco le costó bastante acostumbrarse) eran 4, repartidos a una distancia prudente.
-Gracias a Peter Pettegrew es que estas aquí – El rubio salto de la impresión, conocía esa voz, esa terrible voz que lo llenaba de miedo, sin dudarlo miro a los guardaespaldas para pedir ayuda, pero noto con desaliento que ninguno se fijaba en el – Cálmate, solo vengo a hablar, aparte a ellos no les interesas, sus órdenes son de cuidar al niño no a ti – John Leonard rio burlescamente – ¿Acaso crees que eres importante para Potter?
No claro que no, pensó Draco tristemente, a quien engañaba con eso, Potter lo que sentía por él era deseo, incluso algo de curiosidad nada más, ¿Porque iba a pedirle a sus sirvientes que lo cuidaran? a él que era otro empleados más.
-Bien, es bueno que entiendas eso – Ambos estaban sentados en el mismo banco, parecían tranquilos, conversando, pero no era así. El rubio estaba aterrado, se odiaba por sentir tanto miedo ¿Pero que más podía hacer? Estaba solo en un lugar que no quería estar – ¿Recuerdas la ultimas vez que nos vimos? – Draco se estremeció con ese recuerdo, a su mente vinieron la sala de un hospital con él en una camilla y el otro amenazándolo con matarlo si hablaba.
-¿Qué quieres de mí? – Dijo al fin el menor casi en un susurro, y era simplemente porque no le salía la voz de lo apretada que tenía la garganta – No tengo nada que darte he cumplido con tu amenaza.
-Es verdad, nunca supe más de ti hasta ahora – Ahora el mayor lo miro intensamente y tomo su mano apretándola con todas sus fuerzas, el respaldo del banco tapaba el forcejeo y la violencia del acto. El rubio menor puso cara angustiada por el dolor pero no grito – Sigues siendo tan hermoso como siempre y lamentablemente tan pobre, si, un estúpido pobre diablo sin valor y por lo mismo no quiero que arruines mi vida nuevamente – La cara de John era amenaza y odio puro, agarro ahora uno de los dedos de la mano de Draco que tenía tomada y los doblo haca atrás – Esto es para que recuerdes lo que soy capaz de hacer si hablas – Draco agacho la cabeza y apretó lo labios para no gritar – Potter no te quiere Draco y mucho menos te va a cuidar, ese hombre por lo general con suerte siente amor por su familia. Así que no pienses que por estar cerca del yo no te voy a destrozar si me provocas, he sacrificado mucho para que vengas a arruinar mis planes. No trates si quiera de pensar en eso, porque así como acabe con tu hijo puedo hacer lo mismo por ti cuando se me plazca ¿Entendiste?
-Si – Dijo casi en un susurro por el dolor, sentía que le arrancarían el dedo en cualquier momento, sus ojos se anegaron en lágrimas.
-Bien – John lo soltó y miro alrededor sonriendo, efectivamente ningún guardaespaldas se había fijado lo que había pasado, eso solo daba a entender que tenía razón, Potter solo cuidaba a su hijo, el resto le daba lo mismo – Sigue cuidando hijos ajenos Draco – Dijo burlón – Ya que el tuyo está muerto – Se paró como si nada y se fue de ahí, dejando al rubio encogido acariciándose la mano dañada. Con el corazón destrozado.
Era débil y se sentía cansado, John Leonard lo había atacado donde más le dolía, con una de las penas más grande que tenía su alma. Tenía su estómago revuelto y a penas alcanzo a llegar a un bote de basura a vomitar.
Volvieron a esa plaza varias veces después y John aparecía para atormentarlo siempre, una y otra vez.
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Harry miro por la ventana a los recién llegados, venia su hijo entrando como un torbellino a la casa, mientras lo seguían de cerca los guardaespaldas, el rubio iba más atrás, caminaba a paso lento, parecía casi perdido en el espacio, Potter noto que estaba demasiado pálido y delgado de lo normal, recordaba bien que la dieta del médico debería fortalecerlo, no adelgazarlo. Decidió volver a llamarlo para que le hiciera una nueva revisión.
Aunque el moreno todavía estaba molesto por el rechazo que había tenido del rubio, no quería decir que no le preocupara, al contrario, Draco provocaba ese efecto en él, mientras más se resistía más ganas tenia de retenerlo.
-¡Papá llegaste temprano! – James siempre se ponía feliz cuando lo veía.
-Hola hijo ¿Cómo estuvo tu día en el parque? – Noto que el rubio paso por al lado de ellos sin siquiera mirarlos, subió las escaleras lentamente y desapareció en su habitación. Potter enarco una ceja primero molesto y luego preocupado - ¿Ha pasado algo con Draco, James?
-¿Con Draco? – El niño puso cara pensativa, tratando de recordar algo –Siempre llega a si del parque después de que habla con ese hombre.
-¿Un hombre? ¿Se junta con alguien? – Potter miro a los guardaespaldas pidiendo explicaciones - ¿Ustedes que han visto?
-Señor, nosotros siempre estamos atentos al niño como usted nos ha ordenado – Dijo uno de ellos, no entendiendo mucho la preocupación de su jefe.
-¿Y Draco? – Vio con ira que ninguno de sus estúpidos empleados se habían dado el tiempo de ver qué pasaba con el rubio. Bueno en parte era su culpa, la orden siempre había sido clara, “Cuidar a su hijo, a nadie más” maldijo en voz alta frustrado – ¡Para la próxima cuiden a los dos! ¡A James y Draco! ¡Entendieron! – Los 4 lacayos asintieron rápidamente y se retiraron de ahí.
Dejo a James con Molly y subió las escaleras rápidamente, golpeo la habitación del rubio varias veces pero no escucho nada, entro entonces y vio que la habitación estaba vacía, al parecer el rubio estaba en el baño. Esta vez no volvió a golpear para pedir permiso a entrar, solo lo hizo y vio al otro chico apoyado en la taza del baño vomitando.
-¿Hey Draco estas bien? – Se acercó a él y le sobo la espalda.
-Potter… - Dijo Draco una vez que las arcadas y el vómito paso - ¿Cómo entraste?
-Golpee varias veces y no recibí respuesta, solo decidí entrar.
-Mmmm – El rubio se levantó y lavo su cara, fue ahí donde el moreno noto que tenía vendada en ambas manos.
-¿Que te paso? – Dijo acercándose a él y tomándole las manos para mirarlas bien.
-Nada – El rubio las retiro rápidamente, comenzando a temblar. No quería problemas, no quería de nuevo a John amenazándolo y torturándolo en una plaza llena de gente, donde todos se miraban entre sí pero nadie lo veía a él. Tenía miedo, no, terror.
-¿Draco? ¿Qué te…
-¡Nada! – Dijo retrocediendo y chocando con la pared – Solo… solo comí algo que me cayó mal, eso es… - El moreno lo miro serio.
-¿No te ha dolido la cabeza? - Sus esmeralda no dejaban de mirarlo fijamente, sabía que Draco ocultaba algo, pero tenía claro que si se sobre exigía iba a recaer más en su enfermedad.
-No, los remedios son fuertes, estoy bien – Y en eso no mentía, si no hubiera estado medicado jamás habría podido resistir esto que estaba pasando.
-Mañana vendrá el medico a revisarte, será en la tarde, para que estés listo.
-Bien – Draco sin querer se abrazó a sí mismo. Quería decirle, quería contarle lo que estaba pasando, pero no podía, Potter no lo quería, después de que lo rechazo no volvió a intentar acercarse más. El rubio se sintió estúpido, el mismo lo había alejado ¿Qué esperaba que pasara? ¿Qué Potter insistiera? ¿Qué lo persiguiera? ¿Que no se diera por vencido tan rápido? No, el moreno no era así. Y Draco lo sabía muy bien, no podía exigir algo que nunca tuvo.
-Draco, si te sucede algo solo dímelo – Hablo tranquilo Harry, estaba desesperado por lo que veía, sinceramente no sabía que hacer – Te dije que te ayudaría en lo que fuera, que estaba aquí.
-Sí, lo sé – Pero el rubio hablaba más para por autómata que nada. Sentía que nada que le dijeran podía ayudarlo, estaba ahí porque estaba atado por una deuda, no podía escapar lejos.
Potter lo miro unos segundos más, apretó sus manos de rabia y salió de ahí. Una vez que estuvo en su habitación golpeo la pared con rabia ¡¿Qué demonios estaba pasando ahora?!
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John a pesar de todo era cuidadoso, cuando aparecía nunca parecía que estuviera peleando a amenazando, para el resto era solo como si conversaran. Solo Draco sabía la realidad.
-¿Viniste solo? – Dijo serio viendo que el rubio aparecía pálido como siempre frente a él, era tarde, estaba casi anocheciendo. La última vez que, lo visito en el parque le ordeno que se vieran a solas en la noche, cerca del bosque. John presentía que el rubio había hablado, ya que Potter había estado investigando sobre él, sus movimientos más específicamente. Menos mal que todavía tenía influencias y algún que otro informante – Y dime Draco – Lo agarró del brazo y lo azoto al árbol más cercano, no había nadie en el lugar para ser cuidadosos - ¡¿Hablaste con Potter?! ¡¿Le dijiste algo de esto?!
-¡NO! – Grito el menor mientras trataba de cubrirse con sus brazos los golpes que trataba de darle John.
-¡No mientas maldita rata! – Un certero golpe a la boca del estómago del rubio le saco el aire y lo hizo encogerse – ¡Potter ha estado vigilándome! ¡Tú hablaste!
-¡No, no lo hice! – Dijo angustiado cuando el mayor lo tomo del pelo y lo levanto como si nada.
-Al final nunca aprendes Draco ¡NUNCA! – Y volvió a azotarlo con fuerza al árbol para luego soltarle un fuerte golpe en la cara – Por eso es que los seres que tu amas se van de tu lado maldita escoria, eres un desastre, un maldito pájaro de mala suerte ¿Quieres que Potter muera también como le paso a los otros? ¿O quizás el niño al que tanto cuidas? ¿Quieres que a ellos les pase algo? – John sabía por dónde atacar al rubio, su punto débil era tan simple que hasta le daba risa – Perfectamente podría hacerles daño igual como te lo hice a ti hace años atrás – Cuando vio la mirada aterrada del rubio y supo que había ganado esa partida – Cuando mate a nuestro hijo.
-¿Creo que eso es suficiente prueba para un arresto verdad oficiales?
John vio con horror que detrás suyo estaba Harry Potter mirándolo con un odio perturbador y 4 oficiales de la policía atestiguando y escuchando todo.
********** Continuara *********