Han pasado algunos días desde que TaeHyung visitó a Jungkook.
Han pasado unos días desde que su esposo se molestó.
Han pasado unos días desde que el desazón llegó.
Han sido solo unos días, pero parece que ha sido más.
El consuelo ha sido su sobrina, pero el recuerdo de alguien con ojos oscuros y penetrantes no lo deja. Se ha convertido una sombra en su casa, ver la felicidad de su hermano y esposo, no ayuda lo ha vuelto un poco mezquino. Porque el quiere también algo asi.
Los besos furtivos que se dan en los pasillos,
Los que se dan al despedirse ,
Las miradas cargadas de sentimientos mientras cenan,
Las caricias innecesarias en las manos,
El amor que nunca acaba.
Porque TaeHyung piensa que para el nunca inició.
Se pregunta porque el no pudo tener algo así ¿Es un designio divino? Porque la vida no le dio un poco mas de romance, tal vez deba ser así, conformarse y no desear, tal vez tiene mucho, tal vez no tiene nada, pero así debe de ser y no lo puede cambiar.
Camina por su jardín, cuando puede, le gusta quitar las hojas secas, regar un poco, sembrar algunas violetas, aterrar los tulipanes.
Darle color a su vida.
Está tan concentrado en quitar la maleza a un lirio que no es hasta que una mano toca su hombro que percibe a otra persona.
–¡ Oh por Dios, que susto!
– Lo siento, lo siento – Una venia tras otra es dada por haber irrumpido.
– Vaya, no pasa nada, estaba distraído… dime ¿Qué necesitas? – No había hablado con el desde la última vez que lo acompaño a casa del señor Min.
Minki sonríe en respuesta y oprime algo en su pecho.
– Tengo algo para usted – Le sonríe, TaeHyung no sabe que pensar.
Le extiende una carta doblada, con un sello, no lo identifica, es una corona, sabe que no es de la realeza, pero le da curiosidad.
– ¿Es una invitación?
– No– Le sonríe entre divertido y con ganas de saltar– Abrala ... por favor.
TaeHyung hace amago de caminar dentro de la casa, pero MinKi le toma del brazo para detenerlo – No, léalo aquí, es mejor.
TaeHyung sacude las manos en un mandil que lleva puesto para evitar ensuciarse y se sienta en una banca. Las letras pulcramente ordenadas le impresionan de primer momento. Pero el contenido lo impresionan aun mas.
“Hermoso, no puedo entender como habiendo tanta belleza en tu rostro, haya tanta crueldad en tu alma, ha pasado mas de una semana en la que me has privado de tu presencia, mi alma vive solo por la esperanza de volver a verte, de no ser por ello, mi cuerpo yacería hace tiempo en una tumba, oscura y fría.
Eres mi luz, no importa lo lejos que estemos.
JK
TaeHyung siente que su corazón palpita tan rápido y fuerte que es probable que Minki lo escuche, sonríe y la oprime contra su corazón, por fin el romance y la aventura llegan a su vida.
Pero la voz del chico sentado a su lado lo saca de su ensueño – ¿No va a responderle?
– Claro, claro…pero… como la llevaras…
– JonHyun, el la traido y el la llevará.
– Pero será peligroso si lo ven aquí, será extraño – La burbuja se rompe de repente.
No lo será, el ahora es mi novio y viene a visitarme.
-¿En verdad?
– Si – El chico sonríe sonrojado – Ha pedido permiso a mis padres para cortejarme. Está en casa hablando con ellos y me ha dicho que llevará la respuesta.
– Me da mucho gusto por ti. – Le sonríe de manera sincera, porque todos merecen historias de amor. – Iré a mi alcoba y regresaré en un momento.
– Está bien, esperaré.
TaeHyung camina emocionado, quisiera correr pero sabe que no son modales adecuados de un doncel. Se apresura, pero al subir las escaleras y dirigirse a su habitación se encuentra con un SeokJin sonriente , cargando a su hija.
– ¡Buenos días TaeHyung!
El rubio oprime la carta con fuerza sobre su pecho, con temor a ser descubierto.
– He ido a bañar a la niña porque me dijeron que estabas en tu jardín…se que dijiste que querías hacerlo tu , pero…
– No, te preocupes – Sube un escalón mas, tratando de evadirlo.
– ¿Es una invitación para una fiesta?
– ¿Qué cosa?
– Esa hoja que llevas en tus manos.
La hoja es oprimida con más fuerza, probablemente ya esté humedecida por el sudor producto del nerviosismo.
– No…algo de mi madre…debo irme. – Corre ya sin disimulo a su habitación, cierra la puerta y se recarga en ella, está seguro que SeokJin no sabe nada o no sospecha nada, pero si insiste en saber no sabrá que mentira argüir.
Se sienta en una silla frente al tocador, busca frenéticamente papel y tinta, cuando lo encuentra, se da cuenta que sus manos tiemblan un poco, respira profundo e intenta calmarse, su caligrafía debe ser impecable como lo ha hecho JungKook. Se observa en el espejo y sonríe, tal vez el no se da cuenta pero sus ojos brillan con una felicidad poco común en el.
Las letras salen con gracia, con algunas reticencias por temor a ser excesivo, unas cuantas líneas que esconden la ilusión pero evitando ser demasiado banal. La dobla con sumo cuidado y ata un pequeño cordón. Rocía un poco de perfume en el aire y pasa la carta, su primera carta de amor. Sonríe, con la esperanza que JungKook aun tenga grabado su aroma en la memoria. Al salir de la habitación cuida de no hacer ruido para evitar encontrarse a su cuñado, cuando se siente fuera de peligro, apresura el paso, ve a MinKi esperando, sentado en la banca donde lo ha dejado, le sonríe entregando su mas preciada ilusión .
– Nadie debe saber ¿lo entiendes?
– Lo entiendo, además… mi novio… – Se ríe y se tapa la boca, probablemente por la frase misma un poco rara – Es de confianza del señor, no se preocupe. Eso lo sabe TaeHyung, JungKook se lo ha dicho muchas veces, es el cómplice perfecto.
MinKi da la vuelta y con el se van sus esperanzas.