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A Dennis le encantaba ver parejas felices.
Era agradable ver que los finales felices sí existían.
Pero ver al hermano mayor de KangIn besando a su novio en la tumbona junto a la piscina, también lo hizo sentir increíblemente envidioso y dolorosamente consciente del cuerpo alto y fuerte de KangIn a pocos metros, tirado a un lado de la piscina perezosamente.
Él estaba completamente relajado, con la cabeza tirada hacia atrás y los ojos cerrados mientras que el sol acariciaba su suave y reluciente piel.
- De acuerdo, esto sigue siendo raro.
Dijo KangIn, abriendo los ojos y mirando a Zhou Mi y a Donghae.
- ¿Por qué? - preguntó Dennis. - Tienes un hermano que ha estado fuera y orgulloso por años.
- No es eso. Sabes que no me puede importar menos en donde metan sus pollas mis hermanos. - se encogió de hombros, mirando de nuevo a la pareja y sonriendo. - Todavía es extraño ver a Zhou Mi tan... vulnerable. Nunca fue así con Da Hae. Siempre fue tan racional con ella, y ahora míralo.
Mientras lo miraban, Zhou Mi besó a su novio más profundamente, su mano deslizándose en el traje de baño de Donghae para ahuecar su trasero.
- Eh...
Dijo Dennis, su rostro calentándose.
KangIn aulló:
- ¡Mis virginales ojos!
Rompiendo el beso, Donghae fulminó con la mirada a KangIn. No parecía muy convincente, teniendo en cuenta lo sonrojado y dichoso que se veía.
- Piérdete, KangIn. Y llévate a tu oxigenada sombra contigo.
- Ya te lo dije: soy rubio natural.
Respondió con un suspiro. No tenía idea de por qué al novio de Zhou Mi le desagradaba tanto.
- Lo es. - dijo KangIn, pasando un brazo alrededor de Dennis. - Vamos, Denny, pruébaselo al niño de Zhou Mi. - enganchó un dedo en la cinturilla de los shorts del rubio. - Quítatelos, muéstrale.
- Eres tan gay. -dijo Donghae. - Y no soy el niño de Zhou Mi.
- Lo dice el tipo que gime el nombre de mi hermano todas las jodidas noches. - KangIn sonrió y dijo con un horrible falsete. - Oh sí, Zhou Mi, más duro...
Donghae agarró un Red Bull y se lo arrojó a la cabeza. KangIn se agachó.
- ¡No sueno así!
Dijo Donghae. Zhou Mi se reía.
- Lo haces un poquito.
- Te odio. - gruñó antes de mirar a KangIn. - Incluso si lo hago, ustedes dos son todavía más gays.
KangIn no parecía impresionado, todo rastro de diversión dejó su cara.
Él suspiró.
- Está bien, es divertido y todo eso, pero se está pasando de moda. Hay una cosa así llamada amistad, ya sabes. Quiero decir, amo a este tipo por algún motivo. - sonrió cuando Dennis le dió un codazo. - Pero incluso pensar en él de esa forma me asquea. Sería algo así como follarse a un hermano.
Dennis forzó una sonrisa débil.
- Síp. Como follarse a un gemelo. Asqueroso. Quiero decir, ¿lo has visto desnudo?
Su voz sonó bien. Alegre y juguetona. Y probablemente nadie pudiera notar que se sintió como si alguien le hubiese empujado un puño por la garganta y apretara su corazón con fuerza.
Hermano.
Hermano.
KangIn sonrió y plantó un beso fuerte y desagradablemente húmedo en la mejilla de Denny.
- Soy sexy y tú lo sabes, cariño.
A veces jodidamente odiaba a KangIn.
Denny creyó que rodó los ojos y puso un rostro convenientemente disgustado, pero no estaba seguro. Su cara se sentía de madera. Como un juguete roto.
- ¿Igual que follarse a un gemelo? - dijo Donghae, moviendo las cejas. - ¿Nunca han oído hablar de twincest?
- Eres una persona horrible.
Dijo KangIn viéndose molesto.
- Sí.
El rubio se las arregló para decir luego de un momento.
Por una jodida componte un poco, Park.
- Lo es.
Dijo Zhou Mi con una carcajada.
Donghae le dio un codazo en las costillas y Zhou Mi sonrió.
- Pero es mi persona horrible.
Compensó dejando caer un beso en la cabeza de Donghae.
El pelianaranjado escondió su rostro contra el hombro de Zhou Mi.
- Te estás poniendo tonto.
Le dijo con las puntas de sus orejas enrojecidas.
Dennis sonrió.
Bromeó a Donghae por sonrojarse.
Se rió.
Molestó a Donghae por ser tan dulce con Zhou Mi. Hizo y dijo todo lo esperado. Las cosas que KangIn esperaba que hiciera. Pero todo se sintió distante, como si alguna otra persona estuviera hablando, sonriendo, riendo.
Como un hermano... pensar en él de esa forma me asquea.
Se sentía enfermo. Tal vez estuviera enfermo.
- Está bien. - dijo Zhou Mi de repente, con un toque acerado en la voz. Su brazo alrededor de Donghae se tensó. - Déjenlo en paz.
KangIn intercambió una mirada con Dennis e hizo un gesto con la cabeza.
Nadaron al otro extremo de la piscina.
- Un hombre extraño.
Comentó Dennis en voz baja, sin mirar hacia el mayor.
Sus nervios todavía se sentían deshechos, una hueca sensación familiar extendiéndose en su pecho.
Sabía que debía seguir hablando, debía distraer a KangIn, porque de lo contrario notaría que algo estaba fuera de lugar. Siempre lo hacía. Siempre habían estado en sintonía el uno con el otro.
KangIn se apoyó contra un lateral de la piscina.
- Hace feliz a Zhou Mi. - dijo con un encogimiento de hombros. - así que supongo que Donghae está bien. En realidad, creo que...
- Soy gay.
Dijo Dennis.
Silencio.
No se atrevió a mirar a KangIn.
- ¿Qué?
El rubio se encogió de hombros, envolviendo sus brazos alrededor de su pecho.
- Soy gay.
Repitió más tranquilo.
Tomó aire mientras que el familiar peso y presión de la mano de KangIn apareció en su cuello.
A regañadientes, Dennis volvió la cabeza para encontrar la mirada de su amigo.
KangIn lo miraba fijamente, sus negras cejas fruncidas y su mandíbula tensa.
- ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿No confías en mí?
- Por supuesto que sí.
El chico dijo desviando la mirada.
KangIn tomó su barbilla entre sus dedos y la inclinó hacia arriba.
Dennis no era bajo para ningún parámetro, pero los tres centímetros que KangIn le sacaba lo obligaron a mirar un poco hacia arriba.
- Denny. - le dijo logrando sonar suave y enojado a la vez. - ¿De verdad creías que me importaría? No me importa una mierda, idiota.
Dennis logró una débil sonrisa.
Dios.
¿Por qué dolía tanto después de todos estos años?
Sabía que a su amigo no le importaría, pero mientras que KangIn no lo dijera explícitamente, podía tener una esperanza inútil y ridícula de que el hombre lo hiciera.
Bueno, ahora no podía. Ya no.
- Sólo es algo que la gente no sabe de mí.
- No pensé que yo fuera la gente.
Respondió bruscamente, con un borde posesivo en su voz.
Dennis le dirigió una mirada inexpresiva, con una sonrisa cada vez más genuina.
- Ya hemos hablado de esto, nene. No soy tu hermanito menor y no tienes que saber todo sobre mí.
Siempre había sido así: demasiado sobreprotector y posesivo desde que eran niños. Como un hermano mayor, incluso cuando KangIn era sólo un mes mayor que él. Nunca lo había superado.
No podía negar que a una parte de él le agradaba la intensidad del cariño de KangIn, pero mayormente sólo lo hacía sentir incómodo como el infierno, porque ese afecto era demasiado fraternal.
Le hacía sentir como un enfermo pervertido por desear chupar la polla de éste mientras que pensaba en él como un hermano.
KangIn resopló.
- Es una cosa bastante importante, ¿no crees?
- En realidad, no. - dijo Dennis con calma. - Mi sexualidad no me define.
La expresión de KangIn seguía siendo de piedra.
- Un carajo. Si de verdad pensabas eso, deberías haber dicho algo cada vez que intenté conectarte con alguna chica.
Un brillo curioso surgió en su mirada.
- ¿Por qué ahora? ¿Por qué me lo estás diciendo ahora?
Dennis abrió la boca y luego la cerró.
Se quedó mirando a KangIn, atrapado en su mandíbula fuerte y rostro clásicamente hermoso, sus intensos ojos chocolate, oscuros y su rebelde cabello negro, el par de labios firmes, sus amplios hombros brillantes con gotas de agua.
Deseaba tanto inclinarse, para ocultar su rostro en el hueco del cuello de KangIn y confesarlo todo.
Estaba cansado.
Estaba tan malditamente cansado.
Pero por supuesto que no podría hacerlo.
Eso acabaría volviendo incómoda su relación. Su amistad era demasiado antigua y profunda como para romperse por algo así, pero eso no significaba que no pudiera arruinarse ante la incomodidad de un amor no correspondido.
No; no podía decirle nada él.
KangIn era feliz con su novia. No sería justo para él cargarlo con esto.
Sólo había una cosa que podía hacer: realmente debía intentar seguir adelante. Debía salir y conocer gente.
Enamorarse de un hombre que lo viera no como a un hermanito, sino como a alguien atractivo y posible de amar.
- Tenías razón.
Su voz sonaba firme.
Un Park. Era un Park. Los Park se mantenían firmes en sus creencias.
Los Park sonreían incluso cuando doliera.
Dennis sonrió.
- Quiero ser amado. Quiero una relación real, pero no estoy listo para salir todavía. De momento, quiero que me cubras si mis padres me buscan mientras que estoy con mi novio. Por eso te lo digo ahora.
- ¿Novio?
KangIn dijo luego de un momento.
- Sí. Voy a tener novio. Quiero hacerlo.
Se apartó de KangIn y salió de la piscina.
Se sentía como si sus pulmones estuvieran llenos de agua.
De espaldas a KangIn, cerró los ojos, respiró profundamente...
Y lo dejó ir.
Fue lo más difícil que jamás hubiera hecho.
Arrancar todas sus ilógicas esperanzas y sueños sobre que KangIn correspondería su amor fue condenadamente doloroso y difícil.
Pero lo hizo.
Su garganta le dolía, su pecho le dolía, todo le dolía, sus ojos escocían por lágrimas que nunca derramaría.
Pero cuando abrió los ojos, la expresión de Denny, era calmada y contenida.
Dennis.
Él era Dennis.
Denny había sido un niñato estúpido que había caído enamorado de alguien a quien nunca podría tener.
Denny estaba en el pasado.
Él era Dennis Park y era hora de seguir adelante.