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Solo un poco confuso #5 KangTeuk por Chulixxx

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- KangIn, levántate.

Se enterró más profundamente en las almohadas.

- Cierra la puerta al salir. Dormiré hasta el mediodía. Es mi día libre.

- Tu otra mitad quiere hablar contigo.

Se obligó a abrir los ojos y, lagañosos, los fijó en DongHae.

- ¿Denny está aquí? ¿Ahora?

DongHae levantó las cejas, una expresión divertida surgiendo en su rostro.

- Debe ser difícil ser tu novia, he Arin.

Arin se echó a reír, saliendo del baño. Ella ya estaba vestida, con un impecable maquillaje.

- Estoy acostumbrada a su muy masculino amor platónico. Estaría extremadamente celosa si no estuviera segura de que KangIn vomitaría si alguien lo obligara a tocar a Dennis de ese modo. Creo que su bromance es lindo.

Estirándose, KangIn se incorporó.

- No somos lindos. - se quejó, tratando de sacudirse el sueño. - Los hombres no son lindos. Y salvo que quieras conseguir una buena mirada, sal de mi habitación, DongHae.

DongHae dedicó una mirada escrutadora al desnudo pecho de KangIn.

- Realmente eres bastante caliente.

KangIn se quedó mirándolo.

- ¿Gracias?

- De nada. - dijo DongHae, como si estuviera hablando del clima. - Y tienes que saber que tengo estándares muy altos. Si Zhou Mi no fuera Zhou Mi, follaría contigo.

KangIn soltó una carcajada.

- Si a mí me interesaran aunque sea un poquito los tíos, follaría contigo, también. Eres mucho más bonito que Arin.

- ¡Ey!

Dijo Arin, riendo.

- ¿Qué? Es la verdad.

Dijo KangIn. Arin miró a DongHae y sonrió.

- Está bien, no hay vergüenza en ser menos bonita que DongHae.

DongHae les dedicó una mirada taimada.

- Deténganse. Solo déjenlo.

- No te hagas el ofendido. - dijo KangIn, sonriendo. - Escuché a Zhou Mi llamarte "carita de muñeca" demasiadas veces, lo cual es mucho peor.

La mirada que DongHae le dio era muy dulce, y muy venenosa.

- Tú no eres Zhou Mi. Sólo él puede salirse con la suya al llamarme con motes ridículos. Ahora sal de la cama y no hagas esperar a tu precioso Denny.

- Solo dile que suba.

Le dijo dejando que las sábanas caigan a sus pies mientras salía de la cama.

- ¡Ey!

Dijo DongHae, volteándose ruborizado.

- Te lo advertí.

KangIn dio un beso de despedida a Arin antes de desaparecer en el cuarto de baño.

Una ducha rápida después, se anudó una toalla a la cintura y salió del baño.

Arin y DongHae se habían ido. Denny estaba de pie junto a la ventana, mirando al patio trasero.

KangIn se detuvo, frunciendo el ceño al notar la tensión en los hombros de Denny.

- ¿Denny?

Su amigo se dio vuelta y la expresión en su rostro no hizo nada por calmar la aprensión de KangIn.

- Necesitamos hablar. 

KangIn se echó a reír.

- ¿Estas terminando conmigo?

El rubio no sonrió. En todo caso, el aspecto sombrío en sus ojos se intensificó.

- Yo... - dijo antes de eludir su mirada. - ... por favor, vístete primero.

Frunciendo más el ceño, el mayor se puso rápidamente unos pantalones de chándal y una camiseta.

¿Qué estaba haciendo Denny aquí a estas horas?

KangIn podría tener el día libre, pero Denny definitivamente no lo hacía.

- ¿Y bien?

Dijo cuando estuvo completamente vestido.

- Te he estado mintiendo en algo.

KangIn dejó escapar una risa áspera.

- Sabes que esto no es mejor que el "tenemos que hablar", ¿verdad?

Una sonrisa débil curvó los labios de Denny por un momento.

- Lo sé. Y lo siento.

- ¿Por mentirme?

- Por mentirte y por lo que estoy a punto de decirte.

El alto metió sus manos cerradas en puño a los bolsillos del pantalón.

- Disculparte antes de decirme por qué estás pidiendo perdón es bajo. Sólo escúpelo.

Denny atrapó su labio inferior entre los dientes.

- Yo...

- Sólo escúpelo, Denny. - KangIn dijo con irritación, el temor asentándose en sus entrañas. - ¿Estás enfermo? ¿Es algo serio?

Denny parpadeó.

- ¿Qué? ¡No!

El mayor exhaló.

- Entonces, ¿qué es, pendejo? Me asustaste a cagar.

El menor volvió a morderse el labio.

- Sabes que te amo.

Dijo torpemente. KangIn suspiró.

- Te amo también, amigo. Así que, ¿qué es?

Frunciendo los labios, apartó la mirada antes de mirar a KangIn directamente a los ojos.

- No, yo te amo.

Las entrañas de KangIn se anudaron, fuerte. Denny no podría querer decir... eso.

Pero cuanto más miraba a Denny, que se veía sumamente pálido y muy valiente, cualquier esperanza de que quisiera decir alguna otra cosa, desapareció.

Con la mandíbula apretada, KangIn volteó la cara, tratando de ordenar sus caóticos pensamientos de alguna forma. Lo último que Denny necesitaba en ese momento era notar lo mucho que sus palabras lo habían asustado.

Sin embargo, si era honesto consigo mismo, había una parte de él que no estaba tan sorprendida. Luego de esa noche hace varias semanas, luego de la incontenible necesidad tras los besos de Denny, luego de las palabras abatidas de Denny al final, la idea había pasado por la cabeza de KangIn una o dos veces. La había descartado como ridícula en ese momento.

Todavía parecía ridícula. Denny era Denny, por el amor de Dios. Su mejor amigo. Alguien a quien siempre había considerado como a un hermanito que necesitaba su protección. No se suponía que quisiera eso de él.

- Di algo.

Dijo con voz áspera.

El mayor se obligó a mirarlo.

- Por el amor de Dios, deja de mirarme como si estuviera a punto de sacarte a patadas.

Su tono duro no hizo nada por borrar el miedo y la miseria en el rostro del chico. Los ojos avellana se abrieron amplios.

Dio un paso atrás.

- Lo siento. - murmuró en un tono más suave, pasándose una mano por el pelo con frustración. - No estoy enojado...no contigo.

Estaba enojado con toda la situación. Y estaba enfadado consigo mismo.

¿Cómo podría haber sido tan ciego? Ahora que lo sabía, mirando retrospectivamente, podía ver las pequeñas inconsistencias en el comportamiento de Denny.

Denny lo deseaba. Estaba enamorado de él. Y era miserable por ello.

Por su culpa.

El hombre tenía la necesidad de golpear algo. Pero no había nada que golpear. No era una situación con una solución simple. No podía decirle a su amigo que todo iba a estar bien. No podía hacer nada para que estuviera bien. Era heterosexual. Tenía una novia increíble con quien era feliz. Realmente no lo veía de esa forma en absoluto.

No había nada que pudiera hacer por Denny.

- ¿Estás seguro?

Su voz áspera como papel de lija. Esto era lo peor que podría sucederles a ellos.

- Sí. - dijo apenas audible. - Por favor, no me odies.

Jurando entre dientes, cerró la distancia entre ellos y envolvió a Denny en un fuerte abrazo.

- Yo no te odio, malcriado. - dijo, hundiendo la nariz en el cabello del rubio. - No vuelvas a pensar eso.

- Lo lamento. - susurró. - La cagué. No era mi intención... sólo pasó.

KangIn se apartó un poco para mirarlo a los ojos.

- No te atrevas a culparte a ti mismo por amar a alguien. - forzó una sonrisa burlona. - Nadie puede culparte por tu excelente gusto.

El fantasma de una sonrisa se dibujó en los labios de Denny, pero su mirada estaba medio nublada en el mejor de los casos. Sus ojos aún estaban brillantes, su rostro muy pálido.

El saber que fue él, quien había causado esa mirada en el rostro de Denny lo hizo sentirse enfermo del estómago.

Agarrando su mandíbula, acunó el rostro del menor en sus manos.

- Escucha - dijo, sosteniendo la mirada de Denny con atención. - Te prometo que voy a hacer todo lo posible para solucionar este problema. Si tú quieres, te encontraré el mejor novio del mundo. Alguien de quien puedas enamorarte y ser feliz por ello. ¿Qué te parece, mmm?

La sonrisa que el chico le dio era un poco temblorosa.

KangIn se dijo que era mejor que nada.

- No tienes que hacer nada. No te dije esto porque esperara que hicieras algo. - sonrió más brillantemente. - No es tu culpa que yo sea un idiota. Estaré bien...

- Basta. No pretendas que está bien.

- No lo está.

Sonriéndole a KangIn, de forma inestable, como si no tuviera idea de lo que esa sonrisa le estaba haciendo a él.

- No lo está. Pero no soy la primera ni la última persona en el mundo en amar a alguien que no puedo tener. No estoy seguro de qué esperaba cuando decidí decírtelo. Pero no esperaba nada de ti. Sé que no me amas de esa manera. Sé que la amas y que eres feliz con ella. - Los ojos estaban un poco demasiado brillantes. - Nada tiene que cambiar. Sólo... sólo no esperes que yo sea tu padrino cuando te cases con ella, ¿de acuerdo? No puedo hacerlo, ni siquiera por ti.

El mayor sintió como si el suelo se moviera bajo sus pies.

Sólo podía ver a Denny mentir una vez más sobre que estaría bien, forzar otra sonrisa y salir. KangIn se quedó de pie, inmóvil, un ácido batiéndose profundo en la boca de su estómago, y luchó contra el impulso de vomitar y romper algo.

Más tarde esa noche, no hizo el amor con Arin.

Se la cogió, duro y áspero, derramando toda su frustración y enojo, la forzada y temblorosa sonrisa de Denny ante sus ojos.

Cuando ella acabó, gimiendo y temblando a su alrededor, él se retiró, se levantó de la cama y se fue al baño.

Se quedó mirando su cuerpo desnudo en el espejo, el pecho agitado y la polla dura. Pensó en todas las veces que había sin pensar, sin saberlo, dañado a Denny, alardeando de lo feliz que era con Arin.

En todas esas veces, en que dijo a Denny que amaba a Arin. En todas esas veces que besó a Arin frente a él. En todas esas brillantes sonrisas que Denny le dió después.

Le dio un puñetazo al espejo.

 


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