26
Una hora después, KangIn miraba a Denny sentado en el suelo de la sala de su casa, apoyado en el sofá.
La mirada vacía de Denny estaba fija en el techo, sus manos cerradas alrededor de una botella de vodka como si fuera su salvavidas.
- Deja de mirarme. - dijo sin mirarlo. - Bebe conmigo. Me siento todavía más patético bebiendo solo.
El mayor tomó una botella para sí mismo y se sentó junto a Denny, presionando sus hombros juntos. Abrió la botella, pero no bebió.
- No digas eso. No eres patético.
- Me siento bastante jodidamente patético.
Habló con su vista aún en el techo. KangIn veía la manzana de Adan de su amigo subir y bajar mientras que murmuraba.
- Un completo fracasado en todos los frentes.
tomó un trago de su botella, sus pestañas ocultando su expresión.
- ¿Sabes cuál es la peor parte? Yo pienso: ¿Cuál es el punto en ir contra él? Si tuviera algo por lo que luchar, lo haría. Pero no lo tengo. - sonrió. - Por lo menos haré feliz a alguien si me caso con Amy y continúo con la línea de lamentables aristócratas amargados y obscenamente ricos.
- No digas eso.
Denny lo miró un largo rato, con los ojos demasiado brillantes.
- Pero es verdad. - dijo en voz baja. - Soy una decepción para todos. Para papá, porque no soy como él... o como DongHae. - rió. - Sabes, es gracioso. Un par de veces pensé que DongHae habría sido mucho mejor Park que yo, y ahora... ahora tengo un hermano que probablemente me odia y un padre que secretamente desea que yo hubiera sido el bastardo. - miró a sus dedos de los pies descalzos. - Ni siquiera puedo hacer la cosa gay bien. Cagué incluso eso, cuando me enamoré del único hombre que nunca podría tener.
KangIn apartó la mirada por un momento, poniendo su botella a un lado.
- Denny...
- Sabes que tengo razón. - dijo con una pequeña sonrisa. - Y papá tiene razón: algunas cosas son sencillamente imposibles. Debemos hacer lo que debemos.
- Cágate en tu padre.
- No, gracias. No estoy en ese tipo de cosas.
Se carcajeó de su propia broma, y luego se echó a reír, pero pronto el borde afilado de su risa histérica se volvió doloroso de escuchar.
KangIn apretó la mandíbula. No era una buena idea para consolarlo mientras que Denny estaba tan emocionalmente comprometido ya; él lo sabía.
Pero su corazón no estaba de acuerdo. Su amigo lo necesitaba, más que nunca, y eso sacó a flote cada instinto protector en él... y en lo que refería a Denny, tenía demasiado de ellos.
Siempre supo que su cariño por él era un poco raro, un poco excesivo, un poco demasiado posesivo y protector. Incluso si no tenía nada, quería darle a Denny todo, adicto a la sensación de cuidarlo.
Había admirado a Arin en todo sentido, por ser independiente y negarse a pertenecerle a nadie más que a sí misma, con Denny era todo lo contrario: a él jodidamente le encantaba que lo necesitara.
Y ahora, contra su mejor juicio, sus propios instintos le demandaban hacer lo necesario para que Denny se sintiera mejor, a pesar de saber que, en el largo plazo, su intervención podría, lo haría, herir más a Denny.
Pero joder, no podía seguir viendo esto.
Suspirando, lo jaló acercándolo y lo envolvió con sus brazos. La risa de Denny se desvaneció. Hizo un ruidito suave y se dejó caer contra él, prácticamente fundiéndose en el abrazo.
KangIn se quedó mirando la rubia cabeza contra su pecho, muy consciente de que este no era un comportamiento amistoso. Denny no quería a su mejor amigo ahora; quería recibir consuelo de la persona de quien estaba enamorado.
Quería amor.
El estómago de KangIn se apretó. Se volvió a preguntar si ésto era una manipulación emocional.
Posiblemente. Pero odiaba el estado emocional de Denny últimamente: abatido, casi deprimido y culpable, por cosas en las que Denny no tenía ningún control. A la mierda. Mientras hiciera sentir a Denny mejor, no le importaban una mierda las implicaciones morales.
- No seas tonto. - dijo acariciando el pelo del menor y besando la parte superior de su cabeza. - ¿Crees que hubiéramos sido nosotros así, si tu fueras como DongHae? Sé que es un muy buen tipo detrás de esa espinosa fachada, tiene que serlo, o mi hermano no estaría enamorado de él, pero en lo que a mí respecta, no tiene nada con que compararse contigo.
Rozó sus labios contra la sien de Denny.
- Nadie lo hace. ¿No sabes cuan jodidamente te adoro?
- KangIn. - murmuró, retorciéndose contra sus labios, pero sin alejarse. - Sé lo que estás tratando de hacer. No lo hagas.
- Sí, estoy tratando de hacerte sentir mejor. - dijo KangIn, con voz dura pero aun así honesta. - Pero tú sabes que no miento. Por amor de Dios, rompí con mi novia por ti.
Denny hizo una mueca.
- ¿Se supone que eso me haga sentir mejor?
- Sí. - inclinando el rostro de Denny para encontrarse con su mirada. - Porque creo que eso demuestra algo.
Con sus mejillas sonrojándose, el rubio parpadeó rápidamente y bajó la mirada hacia la botella en su mano. Tomó un gran trago y luego la presionó contra los labios de KangIn.
KangIn se rió entre dientes.
- ¿Estás tratando de emborracharme y aprovecharte de mí?
Pero la aceptó y tomó un trago.
- Has descubierto mi maléfico plan maestro. - llevando la botella a su boca. Sus ojos brillaban mientras que tomaba otro sorbo. - ¿Que debería hacer ahora?
- Dejar de beber sería un buen comienzo. - dijo alejando la botella de él y dejándola a un lado. - Ya estás borracho.
El labio inferior de Denny sobresalía.
- ¿No te enseñó tu mamá que hacer pucheros es impropio?
Preguntó con una sonrisa burlona y besó la comisura de la boca, haciendo pucheros, de Denny.
- Es realmente difícil evitar delirar cuando haces este tipo de cosas, ¿sabes?
Pareciendo contenido.
Mierda.
Haciendo una mueca interiormente, KangIn sonrió.
- ¿Es realmente más extraño que las mamadas que me diste?
La humorada salió un poco chata. Este todavía era un terreno muy inestable, un tema que no sentía cómodo de analizar, mucho menos discutirlo.
- Sí, en realidad. - dijo Denny con una sonrisa de lado. - Porque puedo racionalizar las mamadas: Podría decirme a mí mismo que eres un confuso fetichista pervertido. Pero esto... es más difícil de racionalizar y descartar.
El mayor se quedó mirándolo. Estaba en lo cierto. ¿Por qué besaba a Denny en los labios? La boca de Denny no era realmente de su propiedad, maldición.
- Todo esto me jodió la cabeza. - dijo con un suspiro. - No sé qué coño estoy haciendo, Denny. -puso una mano en la nuca de Denny, rozando su cuello con el pulgar. - Pero sé una cosa: no quiero hacerte daño. Y ocurrirá, si empiezas a pensar que esto es algo que no es. Dijiste que tomarías lo que sea que estuviera dispuesto a darte, pero realmente no deberías hacerlo. No me dejes cruzar la línea. No puedo darte lo que quieres. Te mereces más.
Un toque de tristeza cruzó los ojos avellana de Denny antes de que asintiera y se apoyara en el pecho de KangIn nuevamente.
- Todavía estás esperando que me desenamore de ti, ¿verdad?
La pregunta lo hizo paralizarse. KangIn frunció el ceño.
- No. - dijo lentamente. - Supongo que ya lo acepté.
Denny simplemente zumbaba, sus pálidos dedos jugando con el dobladillo de la camisa de KangIn.
Pasaron minutos en silencio, y ahora que ya no tenía nada más en que centrarse, KangIn advirtió que Denny estaba en su regazo. Mientras que ellos no eran ajenos a acurrucarse y abrazarse, esto era nuevo.
Esta era la forma en que se sentaría con su chica. No habría sido la gran cosa con Arin; con Denny se sentía... diferente. El chico podría ser más ligero y más bajo que él, pero era un chico, y no uno pequeño.
- ¿Puedo preguntarte algo?
Murmuró KangIn, decidiendo no pedirle a que se bajara de su regazo.
Denny parecía cómodo. Y no era exactamente difícil complacerlo, de todos modos.
- ¿Sí?
- ¿Cuándo empezó?
Denny no necesitaba preguntarle a qué se refería.
- Más o menos cuando me di cuenta para que servía mi polla. - dijo con una suave risita. - Pero estuve medio negándolo por años. Hasta...
- ¿Hasta qué?
Denny levantó la cabeza para mirar a KangIn.
- Hasta que accidentalmente te vi tener sexo con Yuang.
-¿Yuang?
Denny rodó los ojos.
- Teníamos dieciséis. No espero que la recuerdes. Eras una puta total por entonces.
- Yo tenía dieciséis.
Dijo sin molestarse en negar la parte de "puta". Lo había sido.
El menor resopló, sus dedos jugando con el botón inferior de la camisa de KangIn.
- De todos modos, te vi tener sexo con ella.
KangIn sonrió, divertido a pesar de sí mismo.