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Cuando KangIn vió lo que era, se le secó la boca.
- Denny...
- No tiene por qué significar nada.
Habló rápidamente, montando las piernas del mayor y rodando el condón en la polla de éste.
- No significará nada. Un agujero es un agujero, ¿verdad? Pero será rápido. - Se sonrojó, con las pupilas enormes. - Siempre me corro rápido con algo dentro de mí.
Dijo, sacando un paquete de lubricante de su bolsillo y embadurnando sus dedos con una generosa cantidad de líquido. Una distante parte en el cerebro de KangIn se preguntaba por qué carajos tenía condones y lubricante consigo ¿habría planeado volver a follar con Lee? pero, en mayor medida, su cerebro se negaba a formar cualquier pensamiento coherente.
Aun así, se quedó sentado, tenso y rígido en varios sentidos, viendo a Denny alcanzarse por detrás y prepararse rápidamente a sí mismo. Esto no podía estar pasando.
Debería detenerlo. Excepto que su mente parecía ser incapaz de comprender plenamente lo que estaba a punto de suceder, atrapado en la idea de follarse a su amigo. Una mezcla de emociones y pensamientos conflictivos se enfrentaban dentro de él, yendo desde una sensación de absoluto error a un abrumador deseo.
Antes de que pudiera decidir qué coño hacer, tenía el regazo repleto de su muy desnudo mejor amigo, que se estaba posicionando a sí mismo sobre su polla. Lo próximo que supo fue que este se hundía lentamente sobre él y sólo silbó mientras que una increíble presión envolvía su palpitante erección.
Mierda.
Denny lo tomó hasta la empuñadura y se detuvo, con los ojos ampliamente abiertos y sonrojado. Se miraron uno al otro, respirando con dificultad.
Mierda.
Su polla estaba dentro de su amigo. Por una jodida que esto no podía pasar. Excepto que estaba pasando.
Denny abrió la boca, como si fuera a decir algo, pero ni un sonido salió de ella. Se mordía el labio, viendo a KangIn aturdido. Y luego comenzó a moverse y la puta madre.
Dios.
KangIn apretó los dientes, intentando no emitir ningún sonido y permanecer completamente inmóvil. Parte de él todavía no podía creer que esto fuera real.
Lo observó montar su polla, la sensación de incredulidad en guerra con el placer de tener a Denny, estando dentro de él en la forma más profunda posible.
Pero si poner su polla en la boca de Denny se sentía blasfemo, no era nada en comparación a cómo se sentía esto. Tenía su polla dentro de la persona a la que siempre consideró su hermanito... alguien a quien juró cuidar y proteger, no alguien a quien follar por el culo.
Pero no había nada ni remotamente fraternal en la forma en que se veía Denny montando su verga, jadeante, con su polla hinchada, los rosados labios abiertos y los ojos desenfocados por la dicha. Era imposible apartar la mirada de él.
KangIn no estaba seguro de estar ni siquiera participando. Denny era quien hacía todo el trabajo. Dándose placer a sí mismo sobre él, en un ritmo agresivo, más y más rápido, golpeando una llamarada de calor que hizo que KangIn sudara bajo su ropa y que sus bolas dolieran con necesidad de eyacular.
Una gota de sudor le corría por la frente y la parte posterior de su cuello. Apretando los dientes, trató de pensar, pero era terriblemente difícil con el ritmo fijado por el rubio. Estaba perdiendo el control, rápidamente.
- Denny...
Gruñó entre dientes.
Denny estaba más allá de la audición, follándose duro a sí mismo en la dolorida polla, sus gemidos cada vez más y más altos. Él estaba murmurando algo así como Oh Dios, Oh Dios, Oh Dios, casi sollozando.
Parecía absolutamente vicioso. Como una puta. Como una puta por su polla. Eso enloqueció a KangIn y no pudo aguantar más... y un ardiente orgasmo disparó en él mientras se estremecía y gemía.
Apretando su propia erección, Denny se clavó una vez más en la polla de KangIn y se corrió con un largo gemido ronco.
Por un breve momento de felicidad, sólo existía el sonido de sus respiraciones agitadas.
Entonces sonó el timbre de la puerta. KangIn abrió los ojos y miró a Denny.
Jadeante, Denny le devolvió la mirada. El timbre sonó de nuevo.
Se separaron y el menor luchó por vestirse. Por el contrario, KangIn estaba vestido en su mayoría, pero su camisa era un desastre. Metiendo su polla en sus jeans, se dirigió al baño. Cerró la puerta y se apoyó en ella, su mente confundida mientras miraba al espejo en la pared opuesta.
Mierda.
Para cuando se cambió con una camisa limpia y regresó a la sala, esta estaba vacía, Denny y SungMin se habían ido.
Se acercó a la ventana y miró fuera. La calle estaba bien iluminada por las luces de las decoraciones Navideñas. SungMin y Denny estaban discutiendo por algo junto al automóvil del otro... o mejor dicho, SungMin gesticulaba abundantemente y sacudía la cabeza, mientras que Denny se quedaba en silencio, con los brazos cruzados sobre el pecho.
Como si sintiera su mirada, Denny levantó la vista. Sus miradas se encontraron.
Denny se volteó.