Para ser un hombre bajo, algo así como 1.60. Declan era bastante fuerte y ese detalle hizo una pequeña huella en lo que pensaba de él. Observó durante unos segundos la mano masculina, esperando a que este la soltara, fue sacudida unas cuantas veces y escuchó la preocupación en la voz del irlandés.
--Scott está llorando--para su fastidio, todavía no la soltaba--Querido, ¿Te dijeron algo malo?
No pudo ver la conversación que Scott mantuvo con la persona desconocida, pero el rostro pecoso estaba sonrojado y nada contento, guardó el celular con enojo en el bolsillo trasero del jean. Para ser un omega, no era ni llamativo en el aspecto de hermoso o precioso, tampoco entraba en la categoría de frágil y vulnerable. Scott era atractivo, guapísimo y fuerte. Tanto de voluntad como físicamente.
--Tuve una pelea con mi madre. No sabía que yo estaba en el bar. Este no es el mejor momento para tener compañeros.
Declan se apretujó contra Scott, el abrazo que se dieron fue confortante. Se quedaron por lo menos un minuto o dos sin decir una palabra, el italiano presionó los hombros de Declan antes de separarse.
--Como dije, soy huérfano así que no tendré problemas con tenerlos a los dos cerca de mi. Estoy dispuesto a vivir aquí o en la casa del italian boy.
La mueca que hizo Scott ante el apodo fue graciosa. Nickova no deseaba tenerlo cerca al pequeño, era impredecible, lo quería lo más lejos posible. Pero solo con pensar que este se acostara con otro alfa, disfrutara de los placeres en la compañía de otro.
--¿Que prefieres, chica traviesa?
Volvió a la normalidad. Eran pequeños momentos donde su parte animal tomaba el control de su mente y las acciones. Todo eso sucedía por la culpa del pequeño irlandés.
--Evita tocarme--sentenció con voz un poco alterada, ese chico la ponía de los nervios, más de lo normal--Primero hablemos con mis padres. Más luego hablaremos de nosotros.
Pompa de azúcar no volvió a ser el mismo, por lo menos con ella no. Con Scott si sonreía, lo tocaba ocasionalmente y rebotaba a su alrededor mirándolo con obvias ganas de conocer más sobre él. A Nickova le daba igual, pero su loba quería salir a flote, era más potente que en su época adolescente donde se encerró en si misma para mantener las cosas en orden. Su verdadera pareja, seguía el paso encantado por las atenciones del menor.
--Concéntrate, cachorro. Vamos a ver a nuestros suegros.
En efecto, la sala donde ellos esperaban estaba a unos pasos. Tomó la suficiente valentía, vio a esas dos personas que pertenecían a su vida y dio un paso adelante para enfrentar su destino, para bien o para mal.
--Oh, Dios mio. ¿Scott Bruno?
Tan rápido que parecía irreal, su padre se adelantó y saludó a Scott.
--Declan Donovan, un placer--se presentó muy seguro de si mismo el chico rubio. Dio una inclinación de cabeza--Compañero de su hija.
La actitud de su padre cambió por completo.
--Dime que es una mala broma.