--Son mis parejas--Nickova no parecía afectada por las palabras de su padre--Entonces, esta es la presentación oficial.
El otro hombre, que era el padrastro de su persona destinada, miró a Declan como si fuera un manjar el cual comer. Scott lo protegió de la mirada de él.
--Ah, es bastante curioso. ¿Segura que quieres a este?
Asombrado por la falta de palabra por parte de Nickova, acunó el cuerpo de su hombre y gruñó. Los ojos de la pelirroja se centraron en ambos, cambiaron al color dorado solo por un pequeño momento antes de regresar a su actitud de mierda. Ella podría ser un pan de dulce con él mientras que menospreciaba igual o peor a Declan, quería reclamarle más que nada en el mundo. Ella mantenía la postura erguida y la mirada puesta en otra parte menos donde sus familiares, Declan por su parte, parecía enfermo.
--Sabré manejar el problema en que estoy metida, ya soy lo suficientemente grande para molestarme en tus quejas.
--Tienes 25 años, querida. Nunca has tenido una relación sentimental.
--Ya ves que--ella era rebelde--Vinieron 2, cállate y asúmelo.
El señor que era un omega, el del padre de Nickova casi le salta encima para golpearla. Ella no hizo otro comentario mientras una pequeña discusión se formaba en la pequeña habitación. Declan continuaba en silencio, Scott lo mantenía cálido queriendo apaciguar el dolor que transmitía en su semblante.
--Eres una mujer, que ni si quiera merece tener un compañero.
--Repite eso.
Hubo un silencio tenso. Declan estaba alerta, su parte animal estaba a flote y enseñaba los dientes, dispuesto a pelear. Si Nickova antes parecía normal, la fuerza que usó para hacer retroceder al de menor estatura, fue grande.
--Aquí nadie se hará daño. Se acabó este circo.
A lo largo del trayecto para buscar el cuarto de Nickova, Declan luchaba con fuerza para zafarse de la autoridad que imponía la chica alfa, casi al borde de las lágrimas y refunfuñando palabras que no se entendían. Caminando a la par de ambos, Scott tenía las manos detrás de la espalda, en una manía que tenía cuando no sabía que hacer. No eran sus hermanos, no pertenecían en su club de fans. Ambos eran las personas más importantes, y Nickova se empeñaba a quitarse de encima a Declan, eso era doloroso. Quería que los tres estuvieran en la misma sintonía. Abrió la puerta de golpe, lanzó de golpe a Declan adentro y cerró con seguro la puerta.
--Pongamos las cosas claras sobre la mesa.
Ya no estaba en si mundo de caramelo, no era animado ni alegre. El verdadero caracter del muchacho, se dio por encontrado. A través de su mirada, demostraba su arrogancia, con el aura que emitía, daba a entender.
--Ya tengo muy en claro que no me quieres.-- se quitó la ropa, dejó la camisa que le dieron, exponiendo su cuerpo-- Perdí mucho tiempo en personas que no me tomaban en cuenta.
--No estaba interesada en ti, tú te acercaste primero.
--Sí, grave error. Gracias a dios no nos apareamos, así haré como si esto no hubiera sucedido.
Con los ojos rojos, Declan acarició la mano de Scott, algo así como despedida.
--Eres genial, italian boy. Tú si me puedes ver de nuevo.