Capítulo 4.- Mi otro yo
Ikky despertó cuando escuchó la puerta de su departamento abrirse y se incorporó cuando su perrito se le abalanzó y le lamió la cara, Shun estaba entrando tras Max y tenía en sus brazos una funda a medio consumir de galletitas para perro y algunas cosas de Max en una funda
- Hola nissan… mala noche?
- Si… odio dormir aquí, me duele todo
- Y Seiya?
- Debe seguir durmiendo, qué hora es Shun?
- Las 7 y media, es que tenía que venir a dejarte a Max antes de ir a la escuela y con todo y esto estoy atrasado
- Gracias ototo, espera Max… Max… rayos… - el perro estaba de pie junto a Ikky pero de pronto subió las escaleras a la carrera sin hacer caso a su dueño para saltar en la cama despertando a Seiya de un susto el que saltó en la cama pero sonrió casi de inmediato cuando el perrito ladró todo emocionado y le lamió la cara
- Hey… tu debes ser Max – dijo el castaño acariciando la cabeza del perrito que le movía la cola y le seguía lamiendo la cara – No no no… quieto tu… quieto - Seiya trataba de quitarse al animalito de encima pero reía y meneaba la cabeza, cuando Ikky llegó arriba sonrió al ver la escena pero igual tomó al perrito de su collar y se lo quitó de encima a Seiya que igual reía al limpiarse la cara con uno de los pañitos húmedos que estaban en la mesa de noche
- Bueno Max no se ha olvidado de ti
- Se nota que es mi perro, siempre quise uno pero mi papá nunca me dejó tenerlo – dijo el castaño rascando las orejas de Max que estaba que se daba vueltas emocionado
- Una tarde pasábamos por un albergue y vimos a varios cachorritos, tu te enamoraste de éste, tenía la patita rota y no podía caminar así que esa misma tarde lo adoptamos y lo llevaste al veterinario, le entablillaron la pata y tu lo cuidaste hasta que estuvo bien, igual no camina del todo bien y se cansa mas de lo normal pero no importa porque lo amamos igual, ya tu… ve afuera – Ikky palmoteó al perrito que se bajó de la cama y bajó las gradas todo atropellado
- Gracias – dijo Seiya porque Ikky se agachó para ayudarlo a levantarse y a ponerse de pie
- No me agradezcas mucho porque cuando yo me rompí la pierna tu fuiste mi bastón por tres meses, dijiste que un día te pagaría el favor así que… solo cumplo mis promesas
- Te rompiste la pierna…? – Ikky sonrió y le empezó a contar la historia de un mal paso en la Facultad y su aparatosa caída mientras lo llevaba al baño
Seiya miró por su ropa pero no necesariamente le agradaba nada de lo que veía, la mayoría de su ropa era sencilla, jeans, camisetas, botas, zapatos deportivos, camisas de cuadritos y varias chompas de cuero, cinturones con llamativas hebillas, a la final ese día escogió unos pantalones de calentador porque quería sentirse cómodo con un buso sencillo negro que le quedaba grande, ese buso debía ser de Ikky porque toda su ropa a su criterio era demasiado colorida y además le quedaba ceñida y eso que le habían dicho que había bajado de peso
Con esfuerzo se estaba terminando de vestir mientras Ikky tomaba una ducha, el peliazul salió del baño completamente desnudo porque no habían toallas ya que todas las habían utilizado cuando Seiya se bañó la noche anterior, solo había quedado una toalla pequeña que era con la que Ikky se estaba secando el cabello mientras caminaba por la habitación, Seiya lo regresó a ver cuando se abrió la puerta y casi se muere de la impresión, Ikky era un hombre alto y bastante fornido con músculos definidos y eso debió darle una idea de lo “dotado” que sería su esposo, pero una cosa era considerarlo y otra muy diferente verlo
Ikky caminó por la habitación con total naturalidad y se acercó al closet para sacar unos pantalones, ahí cayó en cuenta de que Seiya lo miraba con la boca abierta
- Lo siento – el peliazul se cubrió la entrepierna con la toalla con la que se estaba secando el cabello, Seiya no pudo evitar y se rió con ganas cuando le pasó el susto de la impresión inicial en especial porque Ikky se puso todo nervioso e incómodo y dijo: - No es que no me hayas visto desnudo antes… ohhh rayos…
- Está bien, no quise mirarte así es solo que…
- Qué?
- Es que yo… yo no… tan de cerca… no había visto a otro hombre…
- En serio?, y en las duchas del colegio? – Ikky frunció el ceño algo sorprendido, era en verdad extraño lo que Seiya le decía, cuando se conocieron el castaño no era exactamente lo que se podría decir “virgen”, de cualquier manera Seiya bajó la cabeza para no incomodar a Ikky o a él mismo y eso aprovechó el peliazul para vestirse lo mas rápido posible
- Mi colegio tenía duchas individuales y vestidores también, yo estudié en colegio de curas, no te conté eso?
- Si me lo contaste pero ese detalle no lo sabía, mejor vamos a desayunar
- Tienes granola? – por años y años Seiya desayunó granola y fruta por lo que su pregunta fue automática
- Te sirve chocapic? – el único cereal que Ikky le había visto comer a Seiya eran las hojuelas de chocolate, mas cereales no formaban parte de su dieta
- Chocapic?
- Si, tu no comes granola, dices que eso es alimento para conejos y si vas a comer cereales pues comes los de chocolate
- Vaya…
Seiya estaba sentado en la mesa del comedor tomando café negro simple y comía tostadas con mermelada, Ikky igual tomaba café y comía un sánduche de embutidos varios, Seiya no sabía a que rato dejó de ser vegetariano porque de lo que le dijo Ikky él ahora tomaba leche, comía carne, embutidos, tomaba cerveza y vino, antes él no necesariamente tomaba licor pero eso era antes…
- Ikky… cuéntame que hago con mis días, cuál es mi rutina, de eso no se nada y eso es lo que dijo el médico que debería hacer verdad?
- Ohhh bueno… en las mañanas nos levantamos y luego de desayunar por lo regular tu vas a caminar al parque con Max, tu eres el que se encarga de pagar todas las cuentas de agua, luz, esas cosas, los fines de semana vamos juntos a hacer las compras para las cosas de la casa pero si falta algo o se acaba algo tu eres el que lo compra, cuando tienes tiempo en las mañanas te dedicas a componer hasta la tarde en que vas al Conservatorio a dictar tus clases, en las noches cenamos en casa pero frecuentemente vamos al bar en el que solías trabajar y en el que aún tocas la guitarra o el piano de vez en cuando
- Y tu?
- Yo me voy a la Universidad y por lo regular regreso en la noche, doy clases de Cálculo en la Facultad de Ciencias – Seiya arqueó una ceja y sonrió un poco pero era una sonrisa extraña que Ikky no había visto antes en él – Qué? – se interesó el peliazul
- Lo que pasa es que la vida que me describes no suena para nada a lo que yo hubiera esperado que mi vida sería, y tu… profesor de universidad?, en serio?, todo me parece irreal, yo… no lo acabo de creer – el castaño soltó la tostada que tenía en la mano y meneó la cabeza
- Quieres pruebas?
- Tienes pruebas?
- Si… ven siéntate – Ikky llevó a Seiya hasta el sofá y lo acomodó con la pierna levantada en el cojín y toda la cosa mientras él buscaba algo en el estante de libros, cómo encontró algo Ikky en ese desorden era un misterio de la ciencia pero lo cierto es que encendió el televisor de la sala y puso un disco en el reproductor de DVD, Seiya se vio a si mismo en el video pero no parecía él, era una filmación en el mentado bar del que Ikky le hablaba, estaban algunas personas sentadas en una mesa y reían, Seiya tenía una cerveza en la mano y estaba apoyado en el pecho de Ikky que lo abrazaba y también bebía una cerveza, el video no estaba centrado en ellos dos pero se los podía ver en las tomas, toda esa mesa charlaba de todo un poco y reían, en una de esas Seiya levantó la mano y acarició el cuello de Ikky haciendo que se agache un poquito, el castaño giró la cabeza y se estiró para besar a su esposo en los labios, fue un beso cortito pero muy dulce en especial porque cuando el beso se rompió Seiya se estiró mas para decirle algo a Ikky en la oreja el que solo sonrió y asintió
El video se cortó pero dio paso a otra imagen de la misma noche en la que Seiya estaba sentado en un banquito delante de un micrófono y sostenía una guitarra, un muchacho rubio estaba a su lado e igual estaba listo guitarra en mano al parecer tocarían algo juntos porque el castaño también estaba listo con el instrumento y se notaba que tenía confianza en el escenario, la gente aplaudía mientras el castaño sonreía y dijo al micrófono
- Bueno… esta noche es muy especial porque es el cumpleaños del amor de mi vida que está sentado en esa mesa con nuestros amigos – la cámara enfocó a la mesa en donde todos aplaudían y silbaban con mas fuerza mientras le palmoteaban la espalda a Ikky que sonreía muy divertido y no quitaba los ojos de Seiya que continuó con lo que estaba diciendo: - Quiero que cumplas muchos años mas amor pero que los pases todos junto a mi, esta canción va dedicada a ti – Seiya movía sus manos con soltura sobre su guitarra y con su acompañante hicieron una versión acústica de “I belong to you” de Lenny Kravitz, Seiya fue el que cantó la canción y lo hizo con sentimiento por lo que cuando finalizó la presentación se llevó los aplausos de todos los presentes, acto seguido dejó la guitarra a un lado del banquito, dijo al micrófono: “Feliz cumpleaños amor”, se bajó y caminó directo hasta llegar a Ikky que lo recibió en sus brazos y se besaron con pasión en medio de un tumulto de gritos, silbidos y aplausos
Seiya en el sillón no lo podía creer, él nunca ni en sus sueños mas salvajes se hubiera atrevido a hacer algo como lo que acabó de ver que había hecho, el video continuó con tomas varias y en una de ellas se los podía ver al fondo del bar en donde se estaban besando suavemente, Seiya abrazaba a Ikky por dentro de su chompa mientras que el mayor lo sostenía de la cintura pero bajó su mano hasta su cadera, ahí fue cuando el beso se rompió y el castaño lo tomó de la mano y se vio cómo salían del bar
- Hace cuánto es este video? – preguntó Seiya
- Fue del año anterior a este
- Ese es el bar en dónde solía trabajar verdad?
- Ajá
- Quién es el rubio que tocó la guitarra conmigo?
- Se llama Hagen, tocaban por un tiempo pero tu dijiste que era muy temperamental y no lo vi por algunos meses antes del accidente
- Tu sabes cómo me accidenté? – Seiya había escuchado lo de su accidente pero hasta ahora nadie le explicaba a ciencia cierta lo que le había pasado
- Te atropellaron Seiya, un conductor imprudente se pasó una luz roja y para no chocar con el carro que vía por su lado izquierdo hizo una especie de maniobra ninja pero en esa maniobra se subió a la vereda por donde tu pasabas y te aventó contra el poste de luz, te golpeaste muy fuerte la cabeza, te rompiste la pierna izquierda por eso es que te duele, te rompiste tres costillas y te tuvieron que operar a lo que llegaste al hospital porque tenías un sangrado interno bastante severo
- No me enyesaron si me rompí la pierna?
- Si… pero te sacaron el yeso a los tres meses, con la ayuda del terapista yo hice la rehabilitación pero eso no es suficiente, hay cosas que no podía hacértelas yo pero creo que te repondrás bastante bien si ya puedes moverte, con ayuda pero puedes caminar
- Ocho meses pasé en coma verdad?
- Si…
- Y tu esos ocho meses dormiste en el hospital?
- Si me lo hubieran permitido si lo hubiera hecho pero no me lo permitieron, iba a verte todas las noches, llevaba libros para leerte hasta que las enfermeras me botaran del hospital y pasaba a tu lado los fines de semana, pero lo importante es que ya estás bien, ahora debemos ir al hospital para la terapia, necesitas algo mas o nos podemos ir?
- No… vamos de una vez
Seiya fue en el auto con Ikky y llegó al hospital para su rehabilitación, pero eso era doloroso, los ejercicios le hacían ver luces pero el castaño puso todo su empeño porque se negaba a ser atendido por mas tiempo del necesario por Ikky, el peliazul lo hacía con gusto pero la situación era bastante incómoda así que a hacer ejercicios se ha dicho, a Ikky lo llamaron de la Universidad porque tenían un problema con un registro por unas notas y tenía que ir de urgencia, el castaño le dijo que vaya tranquilo que lo esperaba en el hospital porque Ikky le aseguró que no se tardaba nada en volver
Seiya tardó como media hora en hacer sus ejercicios y luego le dieron un masaje que le dolió hasta el alma porque le masajearon todo el cuerpo para intentar aflojar un poco su tensión, luego de esto ya estaba listo para irse pero Ikky no volvía, y no volvía y no volvía, seguramente algo le pasó en su trabajo por lo que Seiya pidió a uno de los médicos que le prestara unas muletas y caminó con algo de dificultad hasta la estación de enfermería y pidió un teléfono, cuando se lo prestaron se dio cuenta que no se sabía el número de Ikky, sin saber que hacer llamó a su hermana la que llegó en menos de 10 minutos a verlo
Ikky estaba como diablo en botella en la Universidad porque el problema que tenía con los registros se complicó mas de lo que cualquiera hubiera previsto y lo retuvieron allí mas de dos horas por lo que cuando llegó al hospital a buscar a Seiya no lo encontró por ninguna parte, ya entrando en desesperación uno de los terapistas le dijo que el joven castaño se había ido con una muchacha que llegó a verlo, que le habían prestado un par de muletas y que les había asegurado que volvería al día siguiente para la terapia
Ikky sacó su teléfono para llamar a Marin que era la mejor amiga de Seiya pero se detuvo porque cayó en cuenta de una cosa, si Seiya no lo llamó a él menos iba a llamar a Marin, lo mas probable era que hubiera llamado a su hermana si fue una muchacha la que lo recogió, con ese pensamiento un poco menos angustiado fue a casa a esperarlo, Ikky confiaba en que Seiya llegaría a casa solo rogaba a todos los dioses que recordara la dirección
Seiya estaba en un café naturista con su hermana y estaban tomando unos jugos, Seika le estaba hablando muy emocionada de todo lo que había pasado con su vida estos últimos cinco años, se había graduado de Economista y trabajaba como Vicepresidenta en las empresas de su padre, le iba muy bien aunque su trabajo le consumía la mayor parte del día, se había casado hace mas de un año con su novio al que Seiya no conocía, era uno de los ejecutivos de las empresas de Aioros que era algo mayor a ella pero se llevaban super bien, su esposo se llamaba Sigfried y en los actuales momentos estaba de viaje por Europa cerrando unos negocios o algo así
- Y tu… cómo pasaste la noche? – preguntó la muchacha interesada
- Eso fue… diferente, yo… no reconozco nada ese lugar – dijo Seiya todo angustiado, el no recordar le ponía de mal humor, Shion le había dicho que debía tratar de no perder la calma pero eso suena fácil solo en teoría, la realidad era que Seiya se sentía cual intruso todo el tiempo, no se sentía cómodo en su propia piel y solo quería ir a casa, el problema es que no estaba seguro de cuál era su casa
- Y tu esposo… cómo es? – Seika estaba curiosísima porque nunca había hablado de esto con Seiya, cuando estalló la bomba y él se fue la casa no hubo oportunidad de hablar y luego se perdió el contacto entre ellos
- No lo habías visto antes verdad?, por qué?
- Te perdimos la pista hace mucho tiempo Seiya, te desapareciste de todos nuestros círculos sociales, perdiste el contacto con todos nuestros amigos y hasta con tu familia, cuando te fuiste simplemente te fuiste y nada mas, no nos diste chance a nada
- Seika… papá me botó de la casa verdad?, que pasó con Miho?, qué pasó con la Universidad?, Ikky me dice que yo simplemente lo boté todo, en serio lo hice así?
- No, no fue todo de golpe, tu relación con Miho fue lo primero que terminó y a raíz de eso todo se fue al diablo
- Qué pasó con ella?
- Se casó con Jabu, te acuerdas de él?, su padre es uno de los principales accionistas de una de las petroleras de la costa este y se fue a vivir allí con él, vino de visita a su familia hace algunos meses pero como comprenderás conmigo solo cruzó el saludo
- Ohhh… y la carrera?, por qué me salí?
- Un día llegaste a casa y dijiste que leyes no era para ti, que te ibas a salir de la universidad porque no tenía sentido que te quedaras si de cualquier manera ibas a perder el semestre
- Iba a perder el semestre?
- Eso es lo que dijiste, a mi la verdad me sorprendió mucho porque tu siempre fuiste un buen estudiante pero igual te saliste de la Universidad y al poco tiempo dijiste que conseguiste un departamento en el centro y sin decir nada mas te mudaste, nos dejaste de llamar y te perdimos la pista
- Pero… por qué nos dejamos de hablar tu y yo? – Seiya entendía que si hubo algún problema con su papá ellos se hubieran enojados pero eso no tenía nada que ver con Seika, ellos siempre se habían llevado bien y se tenían toda la confianza del caso, bueno… dentro de lo posible porque había cosas que Seiya no había contado a nadie sobre su vida, ni siquiera a su hermana…
- Porque nunca te podía encontrar, nunca estabas y cuando me llamabas me dabas evasivas, la cuestión es que nos distanciamos pero ahora podemos recuperar el tiempo perdido no crees?, ven a cenar esta noche en casa… haremos tu platillo favorito – propuso la muchacha con una sonrisa, quería desviar el tema y lo consiguió
- Y papá?, cuando lo vi en el hospital estaba molesto y pues… no se…
- Por papá no te preocupes, él te ha extrañado mucho todos estos años y me dijo que lo que mas quiere en la vida es recuperarte así que anímate y vamos a cenar
- Ok., pero me puedes acercar a mi casa?
- No quieres ir a cenar?
- Si… pero debo ir a casa primero y avisarle a Ikky, no me puedo desaparecer así todo el día, es mas… debe estar muy preocupado aurita – dijo el castaño mirando el reloj de su hermana porque él no tenía uno
- Está bien, recuerdas en dónde es tu casa?
- Te sirve la dirección?, esa si me la aprendí de memoria pero no se como llegar, me confundo con las calles
- No te preocupes, aunque sea le preguntamos a un taxista
- Tu siempre tan práctica
- Ya me conoces
Seiya llegó a casa ayudado por Seika la que al entrar al departamento de su hermano se sacó las gafas de sol que estaba puesta y pestañeó varias veces, no era para nada lo que hubiera imaginado podría ser el departamento de un profesor de universidad, Ikky estaba sentado en el escritorio intentando organizarlo pero era solo que estaba pasando el tiempo esperando a Seiya y cuando lo vio el alma le volvió al cuerpo
- Seiya… por todos los dioses me estaba muriendo de la angustia, estas bien?
- Si, claro que estoy bien, como te demoraste y estuve esperándote mucho rato en el hospital pues llamé a mi hermana, recuerdas a Seika verdad? – dijo el castaño señalando a la joven que estaba a su lado, Ikky se acercó y estrechó su mano dedicándole una sonrisa la cual fue correspondida con curiosidad por parte de la muchacha, no había tratado a su cuñado y en verdad le gustaría hacerlo
- Claro, gracias no sabes cuanto – dijo Ikky con una sincera sonrisa y un sentimiento único de alivio
- Es un placer, déjame darte mi tarjeta para que cuando me necesiten me llamen, pero ahora que te dejo en casa me voy porque me escapé de la oficina, chao cariño y nos vemos hoy en la noche, no me falles – Seika besó en la mejilla a Seiya y caminó hacia la puerta de salida
- Puedes salir sola verdad? – se aseguró Seiya
- Claro no se molesten, adiós
- Adiós
Seika desde la puerta se despidió con una seña de Ikky y salió del departamento, Seiya con sus muletas llegó al mueble y se sentó, estaba cansado y adolorido, esa fisioterapia era el verdad dolorosa
- Del hospital me prestaron estas muletas aunque mi fisioterapista me dijo que las tendría que usar por una semana máximo, que la tonalidad de mis músculos estaba bastante bien para haber estado en coma por ocho meses y que pronto me podría valer por mi mismo, me dijo que me duele todo es por lo tensionado que estoy así que me dio un masaje completo que me hizo ver luces pero sabes que aurita todo me duele un poco menos
- Me alegro por ti, lo de hoy en la mañana fue mi culpa y en verdad lo siento, olvidé de cargar tu teléfono pero ya está listo, ahí están todos mis números para que puedas localizarme y avisarme si te vas a demorar o si ya llegaste
- Hablamos mucho por teléfono?
- Si… tu siempre me llamas, yo no te llamo mucho porque tu eres el que me llama a mi
- Ohhhh… bueno, no hay problema, mi hermana nos invitó a cenar en casa de mi padre esta noche, le prometí que iríamos, está bien?
- Claro que está bien, quieres comer?, tienes hambre?
- Almorcé con mi hermana pero te puedo acompañar hasta que tu comas si no comes todavía
- Gracias – Ikky comió mientras Seiya le contaba como pasó el día con su hermana, al peliazul no le emocionaba en lo más mínimo ir a la casa de su suegro pero si Seiya quería ir pues irían, solo esperaba que Aioros la verlo no le cierre la puerta en las narices