Capítulo 6.- No puedo mas…
Seiya optó por querer reconstruir su vida así que empezó a chequear sus datos, Ikky tenía sus claves de correo electrónico, de redes sociales y todo eso así que Seiya se dedicó a leer todo lo que a sus manos cayó, ahora se arrepentía de no llevar un diario pero nunca se las dio de escritor pero en algo ayudaría a descubrir su pasado lo que Ikky le dio pero al leer los correos electrónicos se dio cuenta de algo, era en esencia él mismo por lo que siempre acostumbraba borrar todo lo de su escritorio para que no se le acumule el correo basura y en sus correos electrónicos no encontró mas que correo no deseado y nada mas, nada útil…
Además ahora que el castaño se sentía mejor se dedicó a hurgar entre las cosas del departamento, miró con mas detenimiento su ropa, sus perfumes, las cosas del gabinete del baño, las películas apiladas en desorden en el mueble de su habitación, los libros que estaban por toda la casa y leía entretenido las notas que él mismo había escrito, esto le parecía fascinante aunque no entendía nada de ello, en sus hurgamientos encontró una caja bastante grande de fotografías y las fue mirando, allí estarían mas de 500 fotografías pero en todas ellas no había ni una sola de su familia, eran solo los que decían que eran sus amigos ahora e Ikky, habían muchísimas fotos de ellos como pareja, de su perro, de Seiya tocando en el escenario de ese bar, de varios niños cada uno con un instrumento musical en mano con Seiya a la mitad posando con una guitarra, en todas estas fotos se vio a si mismo feliz, feliz como nunca se había visto antes, su sonrisa no era la típica sonrisa que ponía cuando le iban a tomar una foto, no… era una sonrisa de a de veras y en eso estaba una noche cuando Ikky llegó al departamento
- Hey… traje comida china pero si pedí un coso vegetariano para ti, algo interesante?
- Hola… solo estaba mirando estas fotografías, en dónde es esto? – Seiya le dio una foto a Ikky en la que se lo veía a él que reía y abrazaba a Marin, la pelirroja del bar
- Esto es en el departamento de Marin, era su fiesta de cumpleaños y te retó a que hicieras una rima y tu la hiciste, pero fue la rima mas sucia que alguien haya escrito jamás y nos hiciste reír a todos, a mi me molestaron por mas de un mes por la famosa rima, tu te subiste a la mesa cuando la dijiste y te tomé la foto cuando saltaste para bajar
- Una rima?, yo hago rimas?
- Eres maestro para una rima, las letras de tus canciones son hermosas pero en términos generales tu puedes hacer rimas casi con cualquier cosa, te salen rimas geniales
- Nunca he rimado nada en mi vida
- Por qué no lo intentas, tal vez te fluyan cuando te pongas a pensar en eso, uno nunca sabe…
- Pues si… Ikky… podríamos ir a ese bar?, tenemos millón fotos allí, ese video que me mostraste, quiero ir…
- Genial, cámbiate porque no puedes ir en calentador
- Tienes razón
Una hora mas tarde Ikky y Seiya entraban a un bar que estaba en el centro de la ciudad no muy lejos de su casa, Marin al verlos fue a saludarlos y los abrazó por turno, el bar era fantástico, tenía una barra de envidia en la que Shura estaba ocupado mezclando tragos, había una mesa de billar en el fondo, un pequeño escenario junto a la barra y muchas mesas que se encontraban ocupadas casi en su totalidad, era martes y el local estaba casi lleno
- Que alegría verlos… por qué no avisaron que venían?, hubiéramos tenido algo especial – dijo la pelirroja sonriéndoles sinceramente, ella extrañaba mucho a su mejor amigo con el que había tenido poco contacto estas últimas semanas desde que había despertado
- No lo sabíamos, Seiya dijo que quería venir y bueno pues vinimos, nos regalas un par de cervezas?
- Claro amores, siéntense que ya les traigo eso y otras cositas mas
- Gracias – dijo el castaño algo incómodo, no lo podía evitar y se sentía así cuando estaba cerca de las personas que lo habían conocido en la época que se borró de su mente, la pelirroja volvió con tres cervezas, un posillo de pasas con maní y otro de pretzels, le hizo señas a Ikky de que se arrime a la pared y se sentó a su lado quedando al frente de Seiya
- Yo soy Marin y es un gusto conocerte, te damos la bienvenida Shura y yo, Shura es el que está allá y se va a venir un ratito en su rato libre a presentarse, tu eres Seiya eh? – el castaño sonrió entendiendo lo que estaba haciendo la pelirroja
- Mucho gusto Marin, me gusta mucho tu bar
- Uno hace lo que puede, y dime Seiya, a qué te dedicas?
- Aurita… a nada, sufrí un accidente y perdí la memoria, recuerdo que estaba en la Universidad pero me cuentan que no acabé la carrera, me cuentan que estudié en el conservatorio pero no lo recuerdo
- Y has intentado tocar la guitarra?
- Tomé lecciones de violín cuando estaba en la escuela, de piano también pero nunca de guitarra
- Sabes que leí en alguna parte de la memoria táctil, eso es cuando tus manos recuerdan lo que tu cerebro olvida o bloquea, eso es muy común en pacientes con Alzhaimer, deberías intentarlo a ver que pasa
- Tienes razón, gracias Marin
- Cuando quieras, los amigos de Ikky son amigos míos, lo que me recuerda mira mira mira – la muchacha se dio la vuelta y se levantó el cabello dejando ver su nuca en el que se veía un tatuaje de un águila no muy grande, Ikky tocó el tatuaje y sonrió, la muchacha se volteó con una sonrisa en el rostro – Genial eh?
- Te dolió mucho? – preguntó interesado Seiya
- Nahhhh solo un poco, peores cosas me han pasado, sabes una vez tuve un amigo al que reté se hiciera un tatuaje, era una apuesta porque me debía la renta de un mes y lo reté a que se haga un tatuaje, si se lo hacía le perdonaba la deuda si no se lo hacía me debía el doble, así que se armó de valor y se tatuó una flor de liz en la parte baja de la espalda – Marin señaló en su propio cuerpo el lugar exacto en donde Seiya tenía el tatuaje de la flor de liz y el castaño sonrió para preguntar
- Y le dolió mucho?
- Se quejó un mes – al decir esto los tres rieron con ganas, Ikky estaba muy complacido, Marin tenía ese efecto en Seiya, lo ponía de buen humor, ella era su confidente y mejor amiga, si podía lograr que Seiya se relacione otra vez con Marin eso sería un punto a su favor
- Oye Seiya, si tu ya estás bien me quieres ayudar mañana a organizar la barra?, te doy una cereza si me ayudas – ofreció la muchacha con una sincera sonrisa y un guiño de ojo, gay o no, no había hombre que se le resistiera a Marin
- Mañana en la mañana? – preguntó el castaño dispuesto a ir
- Si… llevas a Max al parque y a la vuelta pasen por aquí
- Y no te molesta que traiga a Max?
- Claro que no, yo amo a tu perro, bueno los dejo porque mi Shura está que me mira con ojos de “Si no te mueves y regresas yo te muevo”, nos vemos mas tarde y no se vayan sin despedirse eh?
- No te preocupes y ve tranquila – dijo Ikky y Seiya solo sonrió tomando un trago de su cerveza, pero casi se atora, Ikky le pasó una servilleta y lo miró preocupado
- Es prudente que tome alcohol?
- Es solo una cerveza, no creo que te haga daño, Shion no dijo nada pero por prudencia solo toma una
- Ok., Marin es muy agradable
- Si, ella es muy linda
- Tu dijiste que nos conocimos en este bar, cómo nos conocimos?
- Bueno… yo llegué con Milo y Camus, ellos me trajeron porque me arreglaron una cita a ciegas con un amigo de Camus, al llegar tu eras mesero aquí y atendiste nuestra mesa, todos pedimos una cerveza pero el amigo de Camus se puso algo exigente con la cerveza que quería, que si la quería en botella y no la del barril que si no hielo que si esto que si lo otro y tu solo le sonreías sin apuntar nada de lo que te decía, a mi me llamaron por teléfono y me levanté a contestar la llamada acercándome al bar y vi cuando tu te acercaste a la barra y pediste tres cervezas de barril y una de botella, vi como vaciaste la cerveza de la botella y tu mismo llenaste la botella con la misma cerveza de barril que nos sirvieron a nosotros, tu te volteaste y cuando me viste me guiñaste un ojo y sin decir nada mas fuiste a nuestra mesa y con tu angelical sonrisa repartiste las cervezas, luego de eso yo volví a la mesa y por el micrófono dijeron tu nombre y te acercaste al escenario tomaste la guitarra y luego de saludar al bar entero dedicaste la primera canción que cantaste al sexy extraño que sabe guardar secretos, me miraste y me volviste a guiñar el ojo
- En serio?
- Si… luego de eso ya no hubo vuelta de hoja, te escuché cantar y me flechaste, cuando acabó tu set de tres canciones y volviste a atender tus mesas yo igual me levanté y me acerqué a la barra y armándome de valor te invité a salir, tu me dijiste que mi novio no iba a estar contento con eso y yo te dije que él no era mi novio, si apenas un conocido nada mas y tu muy descaradamente me besaste en los labios
- Yo te besé?
- Si, dijiste que si estaba mintiendo mi novio me abofetearía y si no mentía mi cita se iría ofendido y eso fue lo que pasó, mi cita se fue ofendido, Milo no me habló mas de una semana porque Camus lo boxeó a él pero nada me importó porque tu entraste a mi vida y ya nada fue igual, esa misma noche me quedé contigo hasta que el bar cerró, nos tomamos una cerveza y empecé a frecuentar el bar y me convertí en cliente asiduo solo para poder estar ratitos contigo porque nuestros horarios chocaban mucho, yo tenía clases en las noches en ese tiempo pero me encantaba verte cantar en el escenario, empezamos a salir y así fue como nos conocimos
- Por eso este bar es tan especial?, por eso tenemos tantas fotografías aquí?
- Si… este es nuestro lugar especial, esta es nuestra mesa
- Vaya… no lo hubiera adivinado nunca
- A ti te gusta mucho venir aquí, la música no es muy alta pero nos permite conversar y bailar si queremos hacerlo, Seiya… quieres bailar conmigo?
- Nadie está bailando
- Eso no nos lo ha impedido antes, que dices?, quieres bailar?
- No… mejor no, yo… no se bailar
- Eso no importa, lo importante es divertirnos, ven vamos a bailar – Ikky tomó la mano de Seiya que se soltó inmediatamente y no de muy buena manera para decir todo molesto:
- No… ya te dije que no quiero bailar
- Está bien… está bien… - respondió Ikky con un suspiro de resignación, Seiya se mostraba cerrado a todo y renuente a todo, antes era tan accesible…
- Lo siento, mejor nos vamos
- Como quieras
Seiya tomo su saco y solo se despidió con una seña de Marin y Shura que los vieron desde la barra, Ikky solo sonrió algo apenado y siguió al castaño fuera del bar, en la calle Seiya caminaba lo más rápido que podía como si quisiera alejarse de Ikky, el castaño con cada día que pasaba se iba sintiendo mas y mas incómodo, Ikky le hablaba de lo que le gustaba y a él no le gustaba nada de lo que el otro le decía, Ikky le hablaba de las cosas que solían hacer y cómo se divertían pero Seiya no se relacionaba con nada, su memoria al parecer estaba perdida para siempre porque por mas que intentaba no lograba recordar nada mas, su último recuerdo era de un día de campo en el club campestre de su padre, estaba de la mano de Miho, su en ese entonces prometida y hablaban de los detalles de la boda que estaba próxima a realizarse, luego de eso era un completo vacío en su vida y la verdad no imaginaba el cómo fue a dar en donde se encontraba ahora
Entraron en el departamento en silencio y Seiya iba a subir las gradas pero Ikky lo tomó del brazo para detenerlo
- Qué pasó?, qué te molestó?
- Nada…
- No me digas que nada porque a ti algo te pasa – Seiya se volteó y se apoyó en el mueble de la sala, respiró profundamente y exhaló, se notaba que estaba tenso y frustrado, Ikky le acarició el cuello y lo jaló del brazo para abrazarlo, Seiya estaba un poco renuente a ello pero Ikky igual lo abrazó aprovechando que era mas grande y fuerte, inconscientemente el peliazul metió una de sus manos por dentro del saco de Seiya y la subió por su espalda, esto lo hacía regularmente cuando el castaño estaba tenso pero esta vez Seiya reaccionó violentamente pegando un salto y separándose del mayor para ofendidísimo preguntarle:
- Qué diablos crees que haces?
- Qué… solo te abrazaba
- No, no solo me abrazabas, no te atrevas a tocarme ni a meter tus manos por dentro de mi ropa, estás loco?
- Soy tu esposo
- No, no eres mi esposo, yo no se quien diablos eres o quien crees que sea yo, esto… esto no está funcionando, yo no puedo recordar nada y no puedo seguir así, me quiero ir a casa
- Esta es tu casa
- No, esta no es mi casa, tu no eres mi esposo, mierda… yo… yo no puedo estar aquí, yo no soy así, yo me tengo que ir… no puedo mas… no puedo mas…
- De qué estás hablando?
- Yo estaba comprometido con Miho, me iba a casar con ella, me iba a casar con una mujer, lo sabías acaso?
- Si… tu me lo contaste, tu me contaste todo sobre Miho – dijo Ikky lo mas sereno que pudo pero algo se le rompió por dentro, Seiya no solo no lo recordaba, su mente estaba en ese lugar de confusión del que tanta veces le habló, su mente estaba antes de que aceptara su homosexualidad y se la gritara al mundo entero empezando por su padre por eso a Ikky ya no le sorprendió la pregunta que Seiya hizo a continuación
- Soy bisexual?
- No… tu eres homosexual, no te gustan las mujeres por eso rompiste tu compromiso con Miho, por eso ella te odia con pasión, por eso ella se fue de la ciudad
- Por eso mi papá me botó de la casa?
- Eso pasó antes de que nos conociéramos y yo no era el primero en tu vida
- Con cuántos yo… sabes que?, mejor no me lo digas…
- Ok., mira Seiya… si lo que tu tienes en este punto es una crisis de identidad yo puedo ayudarte con eso pero tienes que bajar la guardia conmigo, tienes que confiar en mi, tienes que creer en mi, juntos lo resolveremos como lo hemos resuelto todo antes – Ikky trato de sostenerlo de los brazos para poder mirarlo a los ojos pero Seiya no se dejaba tocar
- Cómo quieres que crea en ti si recién te conozco
- Mierda Seiya deja de decir eso… - por primera vez en todo este tiempo Ikky perdió la paciencia y levantó la voz, Seiya se asustó porque Ikky era imponente y solo dijo en voz baja
- Es que es cierto
- Puede ser pero no te das cuenta que toda esta situación no es solo dura para ti?, es duro para mi también, yo entiendo que estés frustrado pero yo no soy tu punching bag, yo te amo pero no me puedes tratar como lo haces, tu no estás dispuesto a nada y así no vas a poder recordar nada
- Bien… si tanto te molesta mi presencia y tanto de incomoda tenerme aquí pues me voy, ahora mismo
- Eso no es lo que yo dije, tu lo único que quieres es huir y no debes hacerlo, por tu propio bien no huyas Seiya, no te des por vencido sin siquiera haberlo intentado, tu no has retomado nada de tu vida conmigo y eso fue lo que el médico dijo
- Quieres que cumpla con mis deberes de esposo, es eso?, por eso siempre me andas diciendo que eres mi esposo, por eso hablas en plural, por eso me estabas toqueteando aurita
- Claro que no, no estoy hablando de sexo, estoy hablando de que no has aceptado que esta es tu vida y no la que llevabas antes
- Y si no lo quiero aceptar?, y si lo único que quiero es volver a mi vida verdadera, a la que recuerdo, con mi familia y con mis amigos?
- Si en verdad quieres irte yo… yo no puedo retenerte, solo te pido, te ruego que no te cierres a las posibilidades, lo que yo te ofrezco es lo que siempre quisiste, lo que siempre buscaste
- Y cómo lo sabes?
- Tu mismo me lo dijiste
- Deja de decirme lo que sea que te haya dicho antes!!!!!!, ese ya no soy yo, ese Seiya no existe, ese Seiya se ha ido y no volverá, deja de compararme con él – Seiya también perdió la poca paciencia que tenía y gritó lo que su corazón había guardado
- Si existe, eres tu mismo, es que no lo entiendes?, es que no te das cuenta?, si ahora estás aquí es porque tu mismo lo quisiste así
- Pero ahora no quiero, no quiero estar aquí, quiero ir a casa, déjame ir a casa
- No eres mi prisionero Seiya, si quieres irte vete
El castaño sacó su teléfono y marcó a su hermana, Seika le contestó al segundo timbrazo y Seiya solo le dijo: “Puedes venir por mi?, por favor… te lo cuento en el camino…” y colgó, Ikky se sentó en el mueble de la sala y ya no dijo nada mas, se cruzó de brazos y miraba al frente porque se rehusaba a ver como el amor de su vida lo abandonaba otra vez, Seiya subió las escaleras y tomo el primer bolso que encontró para guardar sus cosas, se paseó por la habitación y se dio cuenta que nada de lo que ahí había realmente le pertenecía, así que dejó el bolso, tomó una bufanda y bajó las escaleras, Ikky estaba agachado buscando un disco aparentemente y se volteó cuando Seiya llegó a la planta de abajo
- Ven acá un momento, solo serán unos minutos y no te quito mas tiempo, solo hay algo que quiero que veas
- Está bien – Seiya fue hasta el sillón y se sentó, Ikky accionó el control remoto y se pudo ver la filmación de su boda, Seiya no la había encontrado y ahora la estaba mirando, Ikky la había guardado aparentemente, allí estaban ellos dos rodeados de sus amigos al parecer en el parque en donde paseaba a su perro, ambos vestían pantalones de vestir, no estaban usando zapatos ni medias, lo que si usaban eran camisas sencillas, no sacos, no corbatas, no chalecos, sus amigos los rodeaban y en el video la pareja principal sonreía, el “Ministro” que era Camus y los estaba casando hacía una ceremonia bastante divertida, el intercambio de los aros fue original porque ellos no recitaron los votos regulares, aparentemente habían escrito sus propios votos, Seiya fue el primero que habló y dijo: “Prometo ser un dolor de cabeza en tu vida y robarme siempre las cobijas en la noche, prometo pelearte en todo lo que no esté de acuerdo y tener siempre la razón, prometo robarte el control remoto de la tele y nunca dejarte ver nada de lo que tu quieras ver, prometo despertarte en medio de la noche porque quiero hacer el amor contigo, prometo besarte todos los días, prometo enojarme contigo cada que tenga oportunidad pero nunca sacártelo en cara, prometo amarte en libertad y darte tu espacio para que crezcas como persona, prometo dedicar mi vida entera a hacerte feliz y ser feliz a tu lado, prometo entregarte mi vida y todo lo que soy, lo que no puedo prometer es entregarte mi corazón porque lo tienes desde la noche en que nos conocimos, te amo Ikky y prometo amarte todos los días de mi vida”, el Seiya del video apretó la mano de Ikky que le sonrió y simplemente dijo: “Seiya… yo prometo amarte todos los días de mi vida, amarte sin importar las circunstancias, amarte sin importar el tiempo, amarte sin importar la razón, amarte con todo mi corazón y toda mi alma de los que ya eres dueño y estar siempre a tu lado”, el peliazul acarició el rostro del castaño que le sonrió todo emocionado y luego Camus dijo las palabras finales, la ceremonia terminó con un dulce beso de Ikky y Seiya y los aplausos de todos los invitados, Ikky puso pausa en el video y le dijo a Seiya casi en un susurro:
- Prometí amarte sin importar las circunstancias, y lo haré si me permites hacerlo, si ahora tienes que irte yo te dejo ir, solo recuerda que estaré esperando y que te amaré todos los días de mi vida, esta es tu casa, mi corazón te lo llevas contigo solo espero que resuelvas lo que tengas que resolver, que hagas lo que tengas que hacer, y cuando hayas acabado con todos tus asuntos pendientes vuelvas a mi – Ikky no lo pudo evitar y sin decir nada mas se levantó y se fue a la terracita sin volver sus ojos atrás, no podía ver a Seiya atravesar la puerta, no podía ver impasible como el amor de su vida se le iba otra vez, el castaño no dijo nada y con mucho dolor vio a Ikky salir y no volver a entrar por lo que dejó sus llaves en la mesita del comedor y salió del departamento sin hacer ruido, esperaría a su hermana afuera, no podía seguir en ese lugar ni un minuto mas…
A lo que salió Seiya a la calle un sentimiento de vacío lo embargó, no lo pudo evitar y lágrimas resbalaron por sus mejillas, no sabía por qué se sintió así, él quería salir de aquel departamento, de aquella vida pero el hacerlo hizo que se le rompiera el corazón, alzó la mirada por una última vez antes de subirse al auto de su hermana para irse con ella, para abandonar a ese hombre que había jurado amarlo sin importar nada…