Capítulo 7.- Jaula de oro
Seika intentó preguntarle a Seiya las razones de su llanto pero el joven no pudo decir nada, a medio camino como que se tranquilizó pero era mas que nada porque llegarían a casa y no quería darle explicaciones a su padre que seguramente lo esperaría despierto, el castaño solo le dijo a su hermana que era hora de volver a casa y le aseguró que Ikky lo dejó ir sin oponerle resistencia y se molestó seriamente cuando Seika insinuó que si Ikky había sido violento con él o algo, Seiya dijo enfáticamente que Ikky no era de ese tipo de hombre, que si alguien lastimó al otro en ese departamento fue él, no Ikky…
Aioros recibió a su hijo con un fuerte abrazo y un beso en la frente, como ya era tarde esa noche no hablaron mucho y simplemente se fueron a acostar, Seiya al entrar a su antigua habitación no pudo evitar sonreír, todas sus cosas estaban ahí, su ropa, sus discos de música, sus libros de leyes, sus zapatos, sus cuadernos, todo… todo lo que era suyo y podía reconocer estaba allí, Seiya abrió uno de los cajones del closet y sacó una de sus pijamas, se cambió de ropa y se acostó pero no pudo dormir, lo que había pasado con Ikky le daba vueltas en la cabeza
A la mañana siguiente el castaño despertó cuando su padre entró a su habitación y le abrió las cortinas, Seiya se volteó en la cama y se tapó con las cobijas pero su padre se sentó a su lado y lo destapó
- Arriba flojo que tienes un gran día por delante
- Solo tengo que ir a fisioterapia papá
- No no no, ningún “solo tengo que ir a fisioterapia papá”, luego de que salgas del hospital quiero que vayas a las oficinas y te empieces a empapar de como están los negocios, tu hermana no se da abasto y necesita tu ayuda
- Voy a trabajar en tus empresas?
- Ese siempre fue mi sueño hijo, dejar mi imperio en tus manos y en las de tu hermana, así que levántate y ve a tu terapia, baja que desayunamos en 10 minutos
- Está bien - Seiya se levantó y se vistió con ropa cómoda para poder hacer su terapia sin problemas pero cuando bajó al desayuno su padre no lo dejó llegar siquiera al comedor
- Qué crees que estás usando? – preguntó Aioros al echarle un rápido vistazo
- Un calentador…
- Arriba tienes mas que suficientes trajes como para que vayas vestido cual mendigo, recuerda cuál es tu apellido e hijo de quien eres
- Voy a la fisioterapia papá, no puedo hacer los ejercicios con traje
- Para eso existen los bolsos, llega una muda de ropa pero vístete decentemente y baja enseguida
- Está bien – Seiya dio la media vuelta y se fue a su habitación, de mala gana se puso uno de los trajes que estaban ahí y en verdad se sentía muy incómodo con esta ropa, pero su padre siempre lo había obligado a usar traje o a vestir formalmente, según Aioros era la ropa adecuada que debería usar al ser hijo suyo, para el castaño mayor la imagen era algo muy importante dado su estatus social y nivel
El castaño fue con uno de los choferes hasta el hospital en donde hizo su fisioterapia, cuando estaba por salir llegó Marin con dos vasos de lo que parecía ser café
- Hola cariño… por si acaso te vayas a olvidar nuestra cita te vine a buscar – dijo la pelirroja con una sonrisa acercándose a Seiya que estaba acostado en una de las camillas mientras le ponían compresas calientes en sus piernas
- Hola Marin, lo siento pero no puedo ir a tu bar
- Por qué?, estás muy adolorido?, no te preocupes no te voy a hacer cargar muchas cajas ni mucho menos
- No es eso, es… lo que pasa es que… no se si Ikky te lo contó pero… yo… ayer volví a mi casa – Seiya dijo esto muy incómodo, él sabía de la relación de amistad de su visita con su… ex esposo?, Ikky era su ex?, rayos… todo esto era muy confuso y doloroso
- A la casa de tu padre? – preguntó la muchacha arqueando una ceja, no lo podía creer, el Seiya que ella conocía primero muerto antes de volver a la casa de su padre
- Si…
- Ohhhh, bueno pero eso no tiene nada que ver conmigo o con la cita que teníamos para hoy
- Pero Ikky y yo ya no estamos juntos – Seiya frunció el ceño cuando dijo esto, la verdad pensó que los amigos de Ikky eran los amigos de Ikky, si él dejaba de ver a Ikky pues por extensión a ellos también, o no?
- Insisto… eso no tiene nada que ver conmigo, yo te ofrecí mi amistad a ti y eso es independiente de si estás o no con Ikky, tu esposo me cae bien pero mi amigo eres tu por sobre todas las cosas
- En serio?
- Claro cariño, te lo dije anoche o ya no te acuerdas?
- Es cierto, gracias Marin pero hoy no puedo, tengo que ir a la oficina de mi padre
- Te va a poner a trabajar ahí eh?
- Cómo lo supiste?
- Es lo que tu papá siempre quiso, dejar su imperio en manos de sus hijos – esto dijo ella en tono dramático y serio imitando muy bien a su padre, Marin conocía a su padre?
- Mi papá me dijo lo mismo esta mañana, las mismas palabras y toda la cosa
- Soy adivina entonces, bueno Seiya tienes mi teléfono, llámame cuando tengas un tiempo y charlamos, es lo que mejor hacemos
- Ok., gracias por venir a verme Marin
- Para que están los amigos? – la muchacha le dio un suave beso en la mejilla a Seiya y salió, el castaño acabó la terapia, se puso el bendito traje y fue a las oficinas de su padre en donde todos le recibieron como si de la guerra hubiera vuelto y fue del brazo de su padre conociendo a los nuevos ejecutivos y saludando a los antiguos, la ausencia de Saga se le hizo mas evidente a Seiya ahora mas que nunca al ver que había un nuevo ejecutivo en su antigua oficina, el nuevo Gerente Comercial de las empresas era un hombre grandísimo de sonrisa cálida que se llamaba Aldebarán, a Seiya le cayó muy bien este gigante pero igual se preguntaba sobre el destino de Saga, no era lógico lo que su padre había hecho, Saga era uno de sus mejores amigos, sería su culpa acaso?, seguramente fue su culpa y no lo recordaba, por eso el solo mencionar su nombre en aquella cena tensó automáticamente el ambiente
- Por el momento trabajarás con tu hermana que está a cargo de todo lo de la producción, quiero que le des una mano y te empapes de todo, ya luego trabajarás con Aldebarán que es el encargado de ventas, algún día ocuparás su lugar, hoy voy a llamar a la Universidad y voy a ver en qué nivel te pueden ubicar y podrás continuar con tu carrera mientras trabajas aquí a medio tiempo por el momento – Aioros hablaba con conocimiento de causa, había decidido la vida de Seiya por él en menos de dos horas y el castaño menor aún no había dicho nada
- Papá… yo no estoy seguro de querer volver a la universidad y…
- Tonterías, necesitas un título lo antes posible, si no te convalidan los semestres que ya tienes aprobados empezarás de cero pero esta vez en economía que es lo que debías haber estudiado en primer lugar, eso es indispensable Seiya y no se hable mas del asunto, ve con tu hermana para que te empiece a poner al corriente de todo
- Si papá… - el castaño todo resignado fue a la oficina de su hermana la que estaba ocupada leyendo unos papeles, Seiya se acostó en uno de los sofás de la oficina y se cubrió el rostro con el brazo, Seika lo miró y solo meneó la cabeza, esta escena le era por demás familiar, Aioros siempre les puso presión con las cosas de la carrera y la empresa
- No te preocupes cariño, descansa… yo se lo abrumante que puede ser papá
- Es que todo esto es… solo quiero dormir, te lo juro
- Puedes hacerlo si lo deseas, yo no te hago bulla, tu padre es muy intenso pero discúlpalo, está emocionado de que hayas vuelto es todo
- Seika… tu sabes lo que pasó con Saga?
- Por qué quieres saber de Saga?, es la segunda vez que lo preguntas – respondió la muchacha obviamente molesta y evadiendo la pregunta
- Porque era la mano derecha de papá y me sorprende que ya no esté trabajando aquí, es todo, lo conozco de toda la vida, es tan extraño que pregunte por él?
- No, pero es mejor que no te intereses por él, si no vas a dormir en verdad necesito ayuda con esto – la joven se puso de pie y fue con un pilo de papeles los que puso en el estómago de su hermano que aún no se movía del sillón pero al ver que a su hermana ya se le pasó el modo compasivo se levantó y decidió mejor complacerla, no quería pelear con ella tampoco
- Ok., ok.,
Seiya pasó el resto de la mañana ayudando en varias cosas a su hermana, fue de oficina en oficina por papeles y básicamente para saludar a todos, él prácticamente creció en esa empresa y por eso los conocía, eran los papás de sus amigos de los cuales ahora estaba preguntando sus destinos, la mayoría había acabado la universidad, habían seguido especializaciones en el extranjero y ahora trabajaban en grandes corporaciones o estaban iniciando sus propios negocios, al parecer todos tenían sus vidas enrumbadas salvo él, por eso era la desesperación de su padre de conseguirle trabajo y de ponerlo a estudiar, él se había convertido en la vergüenza de su padre, nadie se lo había dicho pero él no estaba ciego y se daba perfecta cuenta de la situación
A la hora del almuerzo Seiya fue a comer con su hermana en uno de los restaurantes cercanos a la oficina, a lo que volvían vieron una pastelería a la que entraron por algo de dulce y se quedaron allí un ratito comiendo pastel con café, en eso estaban cuando por la calle pasó con un café en la mano un hombre de largos cabellos azules, porte y estatura de envidia, blanca tez y unos ojos azules muy hermosos que estaban tras los marcos de unos lentes para el sol, Seiya lo vio pero Seika no, Saga había pasado por la calle, vestía traje por lo que debía trabajar cerca de donde ellos estaban porque aquel peliazul siempre tomaba café luego del almuerzo, Seiya tenía ganas de levantarse para ir a hablar con él pero se contuvo porque no estaba solo, bueno… si Saga estaba tan cerca ya averiguaría en dónde para hablar con él, de los amigos de su padre era el que mas le agradaba, al que mas confianza le tenía, al que le contaba sus cosas y lo aconsejaba pero eso no era todo…, Saga fue muy especial en su vida, bueno… ya otro día habría la oportunidad de hablar con él, en verdad necesitaba hacerlo…
Mientras en otro lado de la ciudad un profesor universitario con cortos cabellos azules estaba sentado en el bar de Profesores de la Facultad, comía un burrito mientras calificaba exámenes, en eso su mejor amigo llegó al mismo bar con un sánduche en la mano
- Tu siempre calificas cosas mientras comes verdad?
- No me gusta comer solo y esto como que me da una excusa para hacerlo
- Ok., y cómo van las cosas con Seiya?, algún progreso?
- No… todo lo contrario, anoche se fue de la casa – dijo Ikky dejando de lado su esfero, sacándose los lentes y masajeando suavemente su nariz, se notaba que no había pegado el ojo en toda la noche
- Haber haber haber, cómo que se fue de la casa, a dónde se fue?
- A casa de su padre
- Pero él odia a su padre – Milo frunció el ceño, cuántas veces había escuchado a Seiya decir que era huérfano
- No lo odia, lo resiente que no es lo mismo
- Para este caso da lo mismo, cómo lo dejaste ir?
- No lo podía amarrar a la pata de la cama para que no se vaya – esto Ikky lo dijo con tristeza, la verdad si le hubiera gustado amarrar a Seiya de alguna forma
- No le contaste lo que pasó con su padre verdad?
- No… para qué se lo cuento?, eso solo sería para hacerlo sufrir
- Pero si ahora está en esa casa quien te garantiza que las cosas vayan a cambiar, su padre no ha cambiado de opinión con respecto a él o si?
- Yo creo que no, pero Seiya no lo recuerda, si esta es una nueva oportunidad para que no pierda los lazos con su familia quién soy yo para impedírselo?
- Tu eres su esposo, tu sabes cómo ha sufrido por eso
- Pero él no lo recuerda, no le puedo quitar la opción antes de que la tome, quien sabe y su padre en estos cinco años haya reflexionado y ahora esté dispuesto a hacer las cosas de manera diferente, mira Milo yo… como ya te lo dije ya no se que hacer, Seiya es completamente diferente a lo que era, está muy confundido y hasta cierto punto perdido, tu tienes razón porque él necesita tiempo y espacio para encontrarse a si mismo y si para ello tiene que alejarse de mi pues, ya que puedo yo hacer?, él no me ama, no me recuerda y se siente incómodo a mi lado, no lo puedo obligar a que se quede en mi casa que no lo entiendes? – Ikky hablaba con desesperación y dolor, el amor de su vida se le iba y él no podía hacer nada para impedirlo
- No puedo creer que te des por vencido, insisto… no lo puedo creer…
- No me estoy dando por vencido, yo lo amo pero ahora no me necesita cerca, cuando me necesite me buscará, en eso no creo que haya cambiado si lo presiono mucho explotará y se alejará de mi mas de lo que está ahora
- Bueno… tu lo conoces mas que yo, a mi lo único que me preocupas eres tu, osea que no lo vas a buscar?
- Voy a ir a su casa este fin de semana, le voy a llevar a Max
- Buen pretexto
- Si… eso mismo pensé yo
Seiya pasó el resto de esa semana cual barquito de papel en río correntoso, su padre lo acaparaba como siempre lo había hecho, su hermana no le daba respuestas concretas a sus preguntas y cuando él insistía ella se enojaba, en las noches en las que se dedicó a hacer requisa a su habitación no encontró nada particularmente iluminativo sobre su pasado y el castaño estaba entrando en desesperación, él pensó que volver a casa le daría un sentido de paz o algo así pero lo único que hizo fue desesperarlo porque era muy obvio que todos le ocultaban cosas pero él no sabía que le ocultaban y no podía dejar de pensar en Saga, seguramente algo y grave pasó con Saga…
Una de esas noches Seiya estaba sentado en la mesa del comedor disfrutando su cena cuando su teléfono sonó, esto era raro porque en este punto nadie lo llamaba, su padre había planeado que ese sábado iban a ir al club campestre porque dijo que Seiya necesitaba tomar sol y ver a sus antiguos amigos que infaliblemente jugaban tenis el fin de semana, el castaño al sentir su teléfono vibrar y sonar lo sacó y vio que le habían mandado una fotografía, era Ikky el que se la enviaba y al abrirla Seiya no pudo evitar sonreír al ver a su perrito que estaba sentado en la sala de la casa pero se estaba tapando la cara con la pata, bajo la foto había un mensaje que decía: “Max te extraña, puede ir a visitarte mañana?”, a lo que Seiya respondió, “Claro que si, solo que tiene que ser temprano porque tengo que salir a las 10”, Ikky contestó inmediatamente: “Allí estaremos”
- Quién era? – Aioros como quien no quiere la cosa hizo la pregunta sin poder contenerse
- Ikky, dice que mi perro me extraña y me lo va a traer mañana
- Tu sabes que no me gustan los animales y menos en esta casa
- Solo me lo va a traer de visita papá, no lo va a dejar conmigo
- Esa es solo una excusa de ése para verte a ti, no me gusta Seiya, ya hablé con mis abogados y están redactando ya la demanda de divorcio
- Yo no he dicho que quiero divorciarme papá – Seiya si lo había pensado pero resentía el hecho de que su padre quisiera forzar su mano, no le sorprendía que lo hiciera porque lo había hecho toda la vida pero igual lo resentía, por qué tenía Aioros que controlarlo todo?
- Tu no puedes seguir casado con ese don nadie, sólo está tras tu dinero pero eso ya lo están arreglando mis abogados, no recibirá ni un solo centavo
- Ikky no ha pedido nada hasta donde yo se, y ni siquiera le interesa… sabes que papá?, no quiero discutir contigo, buenas noches – Seiya se levantó y lanzó la servilleta a la mesa, se dio la media vuelta y empezó a caminar
- Tu no te vas, esta conversación no ha acabado – Aioros igual se puso de pie y siguió a Seiya por el pasillo de la casa hasta agarrarlo del brazo para detenerlo y al voltearlo Seiya se soltó molesto lo que era raro, su hijo no tenía este tipo de arranques – Cómo te atreves a irte así dejándome con la palabra en la boca?
- Por qué odias a Ikky?, por qué lo catalogas tan mal?, por qué crees que solo está tras el dinero de la familia?, tu ni siquiera lo conoces y lo atacas sin escuchar razones, a Ikky una de las cosas que menos le interesan es el dinero
- Entonces tu lo conoces tan bien no? – Aioros dijo esto con rabia, Seiya miró a su padre y se quedó en silencio un momento, cuando habló lo hizo en tono mas calmado
- No… no lo conozco tan bien como me gustaría hacerlo pero de lo que conozco de él me parece un hombre íntegro y noble, de buen corazón y muy buenos sentimientos, él es muy buena persona papá, no se merece los malos juicios que le estás haciendo
- Sea como sea pronto estará fuera de tu vida, debes escoger mejor a las personas con las que te relacionas, él no puede relacionarse con esta familia y tu lo sabes, no es de nuestra clase y por ende no encaja con nuestro modo de vida, no me mal entiendas porque no estoy diciendo que eso sea algo malo pero simplemente no tiene lugar en nuestro círculo, la verdad Seiya espero que mañana sea la última vez que venga por esta casa, tus verdaderos amigos a los que no has visto en tanto tiempo te esperan en el club campestre – Aioros habló con seguridad y Seiya solo lo miró, su padre no había cambiado en nada y seguía siendo tan elitista como siempre…
- Si me lo dijiste, lo se… papá, en verdad no quiero discutir contigo y en este tema no nos vamos a poner de acuerdo – Seiya tomó la mano de su padre y lo miró a los ojos porque en verdad no quería discutir mas y con eso lo tranquilizaba, Aioros respiró profundamente y asintió, no era el momento de discutir con su hijo, eso no les haría bien a ninguno de los dos y el castaño mayor bajó su pose defensiva
- Vas a ir con nosotros al club campestre verdad?, yo ya dije a todos que irías y no me puedes hacer quedar mal – el castaño mayor acarició la mejilla de su hijo que asintió levemente pero dijo:
- Si iré papá porque ya te lo ofrecí pero igual voy a ver a Ikky mañana porque quiero ver a mi perro, eso no es un delito o si?
- Supongo que no
- Ok., hasta mañana papá
- Descansa bien hijo
Seiya siguió por el pasillo y llegó a su habitación, cerró la puerta y se arrimó a ella, suspiró y se resbaló hasta quedar sentado en el suelo, se sentía tan atrapado en esa casa que lo único que quería hacer era escaparse, se levantó y abrió la ventana de su cuarto para suspirar una vez mas, el árbol por el que usualmente trepaba para entrar o salir de la casa sin ser visto había sido cortado de raíz, el castaño ni siquiera quería escapar de la casa solo quería caminar por el jardín como solía hacer cuando no podía dormir pero ahora hasta esa opción le habían quitado, se sentía prisionero en su propia casa… su padre a veces lo exasperaba…