Capítulo 9.- Ya no mas verdades a medias
Saga seguía de pie frente a su bar, estaba respirando tratando de calmar su pulso mientras Seiya lo miraba expectante
- No quieres un trago, antes no tomabas pero no se si ahora lo hagas – ofreció el peliazul que estaba llenando nuevamente su vaso
- No, no tomo, me vas a contar o solo me tienes aquí para que vea como te emborrachas?, es muy obvio que no me quieres aquí
- No, no te quiero aquí pero no te voy a dejar ir sin lo que viniste a buscar, es lo menos que te debo al fin y al cabo tu siempre fuiste honesto conmigo, bueno… por lo menos fuiste honesto al final – aclaró el peliazul meneando la cabeza
- Gracias… supongo, tu sabes que pasó con mi papá?
- Si… tu y yo estábamos involucrados cuando se dio lo de tu compromiso con Miho, tu lo querías deshacer pero Aioros estaba necio con eso y tu no hallabas la manera de zafarte de ese compromiso, al inicio no le tomaste mucha importancia porque un año parecía mucho tiempo pero los meses iban pasando y las fechas se iban acercando, a medida que las semanas iban pasando y los preparativos empezaron a ti te empezaron a venir ataques de pánico, recuerdas eso?
- Ataques de pánico?, no…
- Solías tener pesadillas y no podías dormir en lo absoluto, te imaginabas a ti mismo cual títere de tu padre, estudiando una carrera que no te gustaba, con los planes viento en popa para casarte con una mujer a la que no amabas, ni siquiera te gustaba pero estabas confundido, tenías muchas dudas con respecto a todo especialmente al aspecto sexual, tu te habías acostado con ella pero era complicado para ti, tu vida sexual no era tan gratificante como lo hubieras esperado, ella era demandante y a ti no te interesaba así que yo te ayudé con eso y resolví todas tus dudas de una sola vez y para siempre
- Cómo?
- Recuerdas una tarde en mi oficina?, tu padre se había ido de viaje y tu hermana no estaba en el edificio, nuestra relación era por demás simple en ese tiempo, unos besos por aquí unas caricias por acá, no habíamos llegado a nada muy profundo físicamente hablando, tu me decías que me amabas pero no habíamos hecho el amor hasta esa tarde en la que al fin dejaste ir todos tus miedos y te entregaste a mi, lo recuerdas?
- No… eso no lo recuerdo – Seiya recordaba mas o menos todo lo que Saga decía, recordaba haberse acostado con Miho pero recordaba también que le costaba hacerlo, recordaba que los besos de Saga no se comparaban con los de ninguna chica a la que hubiera besado, recordaba que su relación con Saga estaba basada en la confianza y la confidencia, ellos hablaban mucho pero era cierto… físicamente hablando Seiya no había dado el paso que les faltaba, tenía miedo por su padre, que su padre se enterara que a él le gustaban los hombres, tenía miedo del escándalo, tenía miedo de las consecuencias…
- No recuerdas las veces que hicimos el amor en mi sillón?
- No… eso no lo recuerdo, nosotros nunca… lo hicimos… nunca…
- Bueno, pues si lo hicimos así no lo recuerdes y eso fue lo que te llevó a romper tu compromiso con Miho y fue cuando todo se fue al infierno
- Me lo puedo imaginar…
- No… no puedes, tu padre estaba furibundo y amenazó con desheredarte si faltabas a tu palabra y no te casabas con Miho, tu dijiste que no te importaba, que estabas perdiendo el semestre y que igual te ibas a retirar de la universidad que no querías trabajar en sus empresas y que no querías nada que ver con él ni con nada
- En serio? – eso le parecía extraño a Seiya que siempre había hecho todo para complacer a su padre, que pasó para que él cambiara tan diametralmente y no le importe nada de lo que su padre pudiera decir?
- Lo que pasa es que tu padre se puso insoportable en todo sentido, él pensaba que tu estabas en algo pero no sabía en qué y eso fue lo que hizo que enloqueciera hasta cierto punto porque te vigilaba todo el tiempo, te mantenía encerrado en la casa, te cortó el árbol de tu ventana, te puso guardespaldas y quería obligarte a hacer su voluntad y fue ahí que te rebelaste, dejaste de ir a clases, dejaste de ir a la empresa, dejaste de hacer lo que sea que tu padre te haya pedido, empezaste a fugarte de tu casa en las noches, usualmente venías a mi casa y pasabas la noche aquí conmigo sin que tu padre lo supiera y las cosas estaban insostenibles pero cuando se enteró de lo nuestro en serio explotó la bomba
- Cómo lo supo?
- Tu no le dijiste a tu padre las razones de tu rompimiento de tu compromiso con Miho, no le diste ninguna explicación y por eso es que las cosas se pusieron tan mal, tus guardespaldas le dijeron a tu padre que tu ibas casi todos los días a los edificios de las empresas y eso fue lo que disparó las alarmas mentales de tu padre porque tu ya habías dejado de trabajar allí, así que…
- Nos encontró en tu oficina?
- No… eso hubiera sido mejor la verdad, tu padre empezó a hacer averiguaciones sobre a quién ibas tu a visitar en las empresas y cuando nadie le dio razón se puso muy sospechoso, empezó a vigilar a las ejecutivas, a las secretarias porque estaba convencido de que estabas enredado con alguien, tu pobre padre pensó que se trataba de alguna de las muchachas que no eran de tu clase social, ohhh el horror… la vergüenza de que eso fuera así… cuando lo recuerdo en serio que lo siento por Aioros, al fin de cuentas yo traicioné su confianza al acostarme contigo
- Osea que mi papá sabía que yo estaba involucrado con alguien solo que no sabía que era contigo?
- Exactamente… y lo descubrió de la peor manera, un sábado yo estaba en el club campestre y tu me llamaste, yo no podía salir porque estaba cerrando unos negocios con los americanos que estaban de visita así que tu viniste y te uniste al juego, eso no era inusual tomando en cuenta que eras el hijo del jefe pero… cuando los americanos se fueron al almuerzo yo me quedé rezagado, tu padre también había venido por lo del negocio pero mas porque le dijeron que su hijo estaba allí, con su cadi fue por el campo de golf buscándote y nos encontró tras unos matorrales haciendo el amor
- Qué??? – esto Seiya nunca lo hubiera adivinado
- Cuando nos quedamos solos tu estabas muy tenso, estabas molesto con tu padre, estabas molesto con la vida y la mejor forma que se me ocurrió de calmarte fue hacerte el amor y eso hubiera funcionado de maravilla como siempre había funcionado pero lo impensable pasó y nos encontraron en medio de todo, ya te podrás imaginar lo que pasó después…, por el cadi todo el mundo se enteró de lo que había pasado y fue el chisme de la temporada que el hijo del dignísimo Aioros Hyuga fue descubierto en situaciones indecorosas en medio del campo de golf y con otro hombre, yo no se que fue lo que mas duro le pegó a tu padre, si el descubrir de la peor manera que tu eras homosexual, que yo era homosexual o que el resto de la humanidad lo descubriera al mismo tiempo que lo hizo él, una vez que el conejo salió del sombrero no había forma de meterlo nuevamente, el escándalo fue de proporciones épicas, tu padre fue marginado, varias empresas dejaron de hacer negocios con él, varios de sus auspiciantes le dieron la espalda no se diga sus amigos mas conservadores…
- Cielos…
- Como consecuencia de todo tu padre me echó de las empresas ese mismo lunes, pero ese sábado en la noche tuvo una muy agria discusión contigo, te enfrentó por tu mentira y por el hecho de que hayas sido homosexual, nunca me dijiste en sí lo que realmente te dijo tu padre pero cuando llegaste aquí estabas totalmente destrozado, dijiste que habías muerto para tu padre y tu hermana, que ya no tenías familia y como en ese punto no tenías a donde ir te quedaste conmigo, lastimosamente eso no duró mucho
- Por qué?
- En tus propias palabras, yo era una versión corregida y mejorada de tu padre y tu no querías eso en tu vida, tu querías ser libre y según tu… yo te ataba, no te dejaba desarrollar como persona, no podías encontrarte a ti mismo a mi lado, lo cumbre fue que me dijiste que pensaste que me amabas pero que eso no era del todo cierto, que yo te gustaba pero no me amabas y dadas las circunstancias no podías permanecer mas tiempo en mi casa sabiendo que no me podías dar lo que yo esperaba de ti, así que… armaste una muy pequeña maleta y te fuiste un día, sin una despedida, sin nada, solo me dejaste las llaves del departamento y una nota
- No lo puedo creer…
- Te busqué hasta que te encontré, me tomó mas o menos unos tres meses dar contigo porque nadie de tus amigos y mucho menos tu familia sabía en donde buscarte, habías cortado relación con absolutamente todo el mundo pero me di modos y finalmente te encontré cuando trabajabas de mesero en un bar, vivías con una chica que también trabajaba en el bar, habías entrado a estudiar música y por primera vez en tu vida yo te vi… feliz
- Feliz?
- Si… tenías un brillo en tus ojos que no había visto antes, sonreías… te sentías orgulloso de ti mismo porque estabas saliendo adelante por tus propios medios, en este nuevo ambiente no vivías a la sombra de tu poderoso padre y nadie te conocía, tus amigos eran tuyos porque te los habías ganado al igual que tu empleo, y aunque en ese tiempo no estabas saliendo con nadie yo pude ver claramente que tampoco yo tenía cabida en tu nueva vida, ya luego me enteré de que si tenías pareja y luego te casaste, yo… siempre he estado pendiente de ti por si me necesitabas o por si quisieras volver a mi pero tu… tu nunca lo hiciste, tu hiciste tu vida lejos de todos y yo creo que has hecho bien
- Y tu?, qué pasó contigo?
- Yo hice mi propia empresa y me va muy bien, no me puedo considerar competencia para tu padre pero hay mercado y oportunidades para todos, me va bien en el plano laboral
- Y en el otro plano?
- Si he tenido uno que otro amante desde que tu te fuiste pero nada serio, ahora estoy saliendo con un escultor y nos va bastante bien, la relación que si se perdió para siempre fue mi amistad con tu padre, me odia y con pasión, no lo culpo porque a sus ojos yo fui el que te corrompió, yo te cambié, yo te dañé
- Eso no es así
- No… pero tu conoces lo dramático que es tu padre
En todo este tiempo Saga no le había guardado resentimiento a Seiya, le había dolido en el orgullo que este niño lo haya despreciado cuando él si se había enamorado de él pero para que la relación funcionara se necesitaba de dos y Seiya no estaba dispuesto, Saga siguió con su vida aunque siempre lo recordaba, no supo de su accidente pero en el fondo se alegraba que no haya sido mas grave, la situación del muchacho estaba complicada pero él no podía hacer nada mas por él, le había respondido sus preguntas lo mejor que pudo y eso irónicamente fue mas de lo que su propia familia había hecho por él
Seiya se quedó allí sentado asimilando todo lo que Saga le había dicho y ahí tomaron forma los comentarios maliciosos de Hyoga en la mañana, la ira de su hermana al hablar de Saga, el apuro de su padre de presentarle a alguien y alejar a Ikky de su vida, el que lo quisiera inscribir en la universidad y darle trabajo a como de lugar en sus empresas para poder vigilarlo todo el tiempo, lo molesto que se puso en la mañana por la visita de Ikky… ahora en verdad todo tenía sentido pero… él era homosexual y nada de lo que su padre pudiera hacer o decir iba a cambiar ese hecho, esa era una de las cosas que estaban fuera de su control, él no lo eligió, no lo escogió, simplemente las cosas eran así y aparentemente Saga lo había ayudado a llegar a la paz con ese hecho
La realidad era que Seiya en el punto de su vida que recordaba estaba seguro que era homosexual pero no había hecho nada al respecto por respeto a su padre, no se había declarado gay ni había roto su compromiso con aquella muchacha, estaba en los romances con Saga pero tampoco era algo serio ni habían llegado a algo definitivo físicamente hablando, por eso cuando despertó e Ikky dijo tan simplemente que era su esposo y su padre no le armó ningún escándalo en el hospital sintió alivio porque tontamente pensó que su padre lo había aceptado cuando se lo dijo pero ahora Saga le cuenta como fueron en verdad las cosas y se habían dado de manera tan diferente causando una revolución total en su vida y en su familia, eso no se lo esperó si era precisamente lo que siempre quiso evitar, ahora se daba cuenta que se convirtió en lo que nunca quiso, en una vergüenza para su padre y su apellido, por lo menos eso era a los ojos de su padre
Seiya no se quedó mucho tiempo mas en el departamento de Saga, ellos no tenían nada mas de que hablar por lo que sin mas el castaño se fue a casa de su padre, al llegar lo encontró echando chispas por las orejas, el castaño mayor tenía un vaso con whisky y se paseaba por la sala
- Dónde diablos estabas Seiya?
- Fui a buscar a Saga – Aioros abrió mucho los ojos, lo que sea que haya esperado no fue lo que su hijo le dijo, Aioros pensó que la pesadilla se iba a volver a repetir, iba volver a perder a su hijo como lo perdió hace mas de cinco años
- A Saga????, por qué?
- Porque era el único que me podía contar lo que en verdad pasó conmigo y que no recuerdo, tu te niegas a hablar siquiera de este tema, mi hermana también, todos en el club campestre hoy me miraban como si fuera bicho raro, se burlaban en mi cara y ya luego de hablar con Saga lo entendí – dijo Seiya, su tono era mas bien sereno y hasta hablaba con pena y arrepentimiento
- De eso no vale la pena hablar – Aioros fue hasta el bar y llenó su vaso nuevamente pero Seiya lo alcanzó y le quitó la copa de las manos, lo que tenían que hablar ahora no lo podían hacer con tragos de por medio
- No papá, lo tenemos que hablar… - Seiya estaba muy serio y Aioros viendo la tormenta venir tomó a su hijo de los hombros y lo sacudió mientras le dijo en su típico tono impositivo
- No!!!, eso lo tenemos que dejar atrás, tu vas a empezar una nueva vida, aquí con tu familia
- Papá… Saga me contó lo que pasó antes, no sabes como siento que te hayas enterado así de mi, de lo que soy…, esa no era la forma como yo te lo hubiera dicho, no sabes como lo siento
- No!!!!, tu no eres así – Aioros estaba en completo estado de negación y caminaba por la sala con Seiya a sus talones, el joven castaño tomó a su papá del brazo e hizo que lo mirara cuando le dijo con un tono de convicción único
- Papá yo soy homosexual, eso no tiene nada que ver con mi pérdida de memoria o con Saga mucho menos con Ikky – Aioros se soltó del agarre de su hijo y muy ofendido dijo refiriéndose a Saga
- No me nombres a ese perro al que yo le abrí las puertas de mi casa, por años le brindé mi amistad y él como pago corrompió a mi hijo – se notaba el odio que tenía el mayor por el que por años fue su mejor amigo y mano derecha
- Saga no me ha hecho nada, no me corrompió ni me lavó el cerebro ni nada de eso papá, yo soy gay…
- No lo acepto, tu eres mi hijo no puedes ser… homosexual – esa última palabra Aioros la dijo con incredulidad y dolor, Seiya se sintió herido, era decepción lo que veía en los ojos de su padre pero no había nada que pudiera hacer al respecto, a él le costó mucho aceptarlo y ahora solamente podía esperar que su padre a su propio tiempo lo pueda aceptar
- Papá… siento que las cosas se hayan dado así pero… yo soy como soy, lo que menos he querido en la vida es decepcionarte, lo que menos he querido es lastimarte porque tu eres mi padre y eres una de las personas mas importantes de mi vida pero hay cosas que ya no las podemos seguir escondiendo, por años yo me sometí a tus deseos, hice lo que se esperaba de mi sin queja alguna porque lo único que quería era que te sintieras orgulloso de mi, pero… cuando me comprometiste con Miho yo… yo no pude hacerlo, no me gustan las mujeres y cuando yo intenté… estar con ella… no pude hacerlo, no podía seguir fingiendo y menos me iba a casar con ella para hacerla la mujer mas infeliz del planeta
- Podemos buscar algún tratamiento, un médico o algo – Aioros quería tratar la homosexualidad de Seiya como si fuera una adicción o una enfermedad, Seiya solo miró a su padre y sonrió con pena meneando la cabeza
- Yo no estoy enfermo papá, no es enfermedad lo mío por lo que no hay tratamiento, me gustan los hombres, me enamoré de Saga, por años lo amé en silencio porque no pensé que el fuera gay, cuando me sentí correspondido por él y me besó en su oficina por primera vez yo… yo sentí…
- Por favor Seiya cállate – poco le faltó a Aioros taparse las orejas para no escuchar ningún tipo de detalle de esa relación de su hijo pero Seiya lo tomó de las manos y lo miró intensamente, no le iba a compartir detalles gráficos sino algo mas profundo, sentimientos… quería hacer ver a su padre, quería hacerle entender…
- No papá, yo necesito decírtelo y tu necesitas escucharme, yo me sentí como nunca me había sentido antes, me sentí vivo, me sentí completo, como si mi vida fuera un rompecabezas en el que las piezas habían estado metidas a la fuerza pero Saga las hizo encajar sin esfuerzo, me sentía como si hubiera estado aguantándome la respiración bajo el agua y finalmente hubiera tomado una bocanada de aire, me sentía bien… feliz… con él…
- Pero cómo puede ser así hijo, eso no es natural
- No lo sé papá, pero así son las cosas, yo entiendo lo difícil que debe ser esto para ti, Saga me dijo que es por eso que me fui la primera vez y es por eso que me iré esta vez – el tono de Seiya seguía siendo tranquilo, Aioros estaba alterado pero al escuchar eso su tono cambió totalmente y tomó las manos de Seiya para decirle:
- No hijo, no te vuelvas a ir
- Papá yo se que no puedo imponerte mi forma de vida o de pensar o mis gustos o mis cosas pero tu tampoco puedes imponerme las tuyas
- Todo lo que hago lo hago por tu bien
- Y no te has puesto a pensar que pueda ser que yo tenga una mejor idea de lo que es mejor para mi mismo que tu? – al preguntar esto Seiya dejó mudo a Aioros, a su ojos su hijo era su hijo, un joven que necesitaba guía y que no sabía nada de la vida, nunca lo había visto como lo vio ahora… decidido, seguro, maduro hasta cierto punto, esta conversación fue muy diferente a la discusión que tuvieron hace cinco años que había causado su ruptura, ahora no se estaban gritando ni ofendiendo, Aioros esa vez le había dicho a Seiya que se arrepentía de que llevara su apellido, que él no podía ser su hijo y que se avergonzaba de él, a esto Seiya le había respondido que no se preocupara porque no le tendría que ver la cara nunca mas, acto seguido el castaño tomó su saco y salió de su casa sin llevarse nada, ellos no volvieron a hablar y Aioros vio a su hijo solo una vez en la calle en el período de cinco años de distanciamiento y luego lo volvió a ver cuando lo vio en el hospital, ahora… Aioros miraba a su hijo a los ojos y no veía resentimiento pero si dolor en ellos, eso lo hizo reaccionar, Aioros dejó sus poses elitistas, dejó de lado sus concepciones sociales, dejó de lado sus prejuicios para poner tomar las manos de su hijo y poder decirle lo que salió no solo de su mente sino de su alma al considerar la muy posible realidad de que estaba a punto de perder a su hijo… otra vez…
- Yo te quiero hijo y no quiero perderte otra vez
- Y no me perderás, pero yo necesito espacio y tiempo y eso va mas allá de tu carácter para que me lo des, me mudaré al centro y buscaré un trabajo
- Si quieres trabajo…
- No papá, no quiero trabajar en tus empresas, la verdad siento mucho no poder cumplir tu sueño pero lo que menos quiero hacer de mi vida es trabajar en tus empresas, Seika es genial en su trabajo con ella tienes mas de lo que yo podría darte, a ella le gusta y disfruta haciendo su trabajo yo solo soy una carga en ese lugar
- Pero cómo te vas a mantener?
- Ya veré papá, no quiero que te preocupes por mi pero necesito hacer mi propia vida – Aioros escuchó todo lo que dijo su hijo y asintió, Seiya sonrió y ambos se abrazaron como no lo habían hecho en mucho tiempo, abrazados estuvieron en la sala y cuando se separaron el mayor besó en la frente a su hijo que sonrió
- Hijo, por qué no te quedas hasta que acabes la rehabilitación, eso te da tiempo de buscar empleo o lo que sea que quieras hacer, no te tienes que ir esta noche
- No quiero incomodarte papá
- No lo haces hijo, esta es tu casa y la de tu hermana, créeme si aguanto al bueno para nada que tiene por marido puedo aguantar todo
- Yo pensé que te agradaba Sigfried
- No… ese muchacho no me agrada, pero… nadie es lo suficientemente bueno para mis hijos, eso me lo sabía decir tu madre
- Lo se…
- Y no tenías una cena o no se que hoy?
- No, es mañana, solo no iba a estar en esa cena que organizaste para hoy, si la cancelaste verdad?
- Si…
Seiya habló con su papá hasta muy muy tarde en la noche, Aioros bajó su pose defensiva con su hijo y escuchó por muchas horas sobre cosas que no se había atrevido a contarle antes, sobre sus miedos, sobre cómo fue que se dio cuenta que era homosexual, sobre los chistes insidiosos y las palabras groseras de Shyru y Hyoga sus supuestos “mejores amigos”, sobre lo que habló con Saga en la tarde y finalmente sobre Ikky, Aioros intentó por todos los medios abrir su mente hacia lo que escuchaba, por primera vez el mayor vio a su hijo que le abría su corazón y le estaba contando muchas cosas de su vida de las que no tenía ni idea, eso es de lo que Seika le había hablado y no se equivocó en decir que era lo que su hermano necesitaba, vaya… su hija era igual de inteligente que su madre, debería hacerle caso mas seguido…
- Y que vas a hacer con respecto a él hijo? – preguntó el mayor cuando Seiya estaba hablando de Ikky
- Bueno… me dijo que no me quiere perder y que me propone salir, yo acepté… él se ha portado muy bien conmigo, por algo me casé con él no?
- Hijo… si vuelves con él, si decides que esa es tu vida yo lo aceptaré pero no quiero tener que esperar a que te vuelvas a accidentar para verte otra vez
- Ikky nunca me dijo nada en contra tuya o de mi hermana, él me dijo que si yo sentía la necesidad de estar aquí con mi familia él no se oponía y solo quería que le de una oportunidad de vernos y hablar, él es todo fresco y racional papá
- Bueno, eso lo decidirás tu, yo solo quiero que seas feliz y estés bien, hijo… yo ya probé la alternativa de no tenerte en mi vida y eso me estaba matando poco a poco, prefiero tenerte en mi vida como sea que tu quieras a tener que verte de lejos – reconocer esto le costó sangre a Aioros pero era cierto, nadie lo sabía pero el castaño mayor buscaba los medio para averiguar y estar pendiente de la vida de su hijo, tenía varias fotos de él que habían sido tomadas en la calle, en el conservatorio, en varios lugares, Aioros nunca había perdido la pista a Seiya y la verdad pensó que se había mudado de ciudad cuando su hijo se accidentó, cuando descubrió que casi lo pierde para siempre esa vez por aquel accidente del que no se enteró, casi se muere, y al verlo en esa cama de hospital y no encontrar resentimiento en sus ojos sino alivio al verlo y al darse cuenta que no recordaba nada de su separación y lo llamaba “papá”, Aioros lo tomó como una segunda oportunidad, ahora las cosas no se estaban dando como al mayor le hubieran gustado pero por lo menos había una esperanza
- Gracias papá… - respondió Seiya apretando la mano de su padre y sacándolo de sus pensamientos, Aioros sonrió levemente y luego de besar a su hijo en la frente salió de la habitación
Esa noche Seiya durmió con un peso menos en su alma, había podido hablar con su papá y se había mostrado con la mente abierta con respecto a él, esa noche el joven castaño pudo hablar con su padre como siempre quiso hacerlo, como debió haber sido la primera vez que este tema salió a la luz, pero en aquel tiempo se dijeron tantas y tantas cosas que ocasionaron la ruptura de esa familia
Seiya sabía que a su papá le iba a costar sangre, sudor y lágrimas en verdad hacer paz con el hecho de su homosexualidad pero por lo menos estaban en buen camino, el castaño respiró con libertad por primera vez en su casa, nunca se había sentido así bajo el techo de su padre pero aparentemente la ausencia que había sentido en estos cinco años les permitiría tener ahora una especie de relación, este accidente le había robado sus recuerdos pero hasta cierto punto le había devuelto a su familia, ahí se pudo comprobar el dicho que dice que no todas las lágrimas derramadas son en vano, a veces el tiempo y la ausencia además de curar nuestras heridas nos ayuda a poner las cosas en perspectiva y nos ayuda a buscar mejores opciones para enfrentar lo que la vida nos da