Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

POR SIEMPRE A TU LADO por crystalwall

[Reviews - 94]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, les traigo el final de esta historia, espero que les guste en lo que acaba

Capítulo 12.- La melodía prometida

 

El pequeño departamento estaba en silencio, solo se escuchaba la lluvia caer y golpearse contra los ventanales, Seiya estaba recostado de lado frente a las llamas e Ikky lo abrazaba por la espalda, ambos estaban cómodos y calientitos en medio de las mantas y almohadas en la sala de la pequeña estancia, el castaño si se había dormido al inicio pero ahora estaba despierto mirando como hipnotizado las llamas que se negaban a morir pero que iban apagándose poco a poco, en eso Ikky se movió un poco abrazando de mejor manera a Seiya y suspiró, el peliazul tampoco dormía pero se sentía cómodo con Seiya en sus brazos

 

El castaño se movió pegándose mas la cuerpo de Ikky como buscando calor, el peliazul arregló las mantas para cobijar de mejor manera a Seiya que se acurrucó lo que mas que pudo en el pecho del mayor y suspiró

- Tienes frío?

- Un poco

Ikky besó su hombro y lo abrazó mejor pero esto no era necesariamente lo que Seiya buscaba, el peliazul abrió los ojos y arqueó una ceja cuando sintió cómo Seiya se seguía moviendo y pegando poco a poco sus cuerpos, el castaño empezó a mover las caderas rosando su trasero con la entrepierna del mayor que no necesitó mayor invitación que esa y movió la pierna ubicándola entre las piernas de Seiya que echó para atrás la cabeza y suspiró

 

Ikky sonrió y bajó su mano para acariciar la cadera de Seiya mientras sus labios se dirigieron a su cuello, el castaño se estremeció todo ante el roce de la naciente barba de Ikky contra su piel y volteó su rostro un poco buscando los labios del peliazul con los suyos y se unieron en un suave beso

 

Seiya seguía moviendo sus caderas provocativamente rosando su trasero con la despierta hombría del mayor, Ikky besaba con real sed y pasión los labios de su castaño mientras su mano subía por su vientre hasta llegar a su pecho, Seiya puso su mano sobre la de Ikky pero no era para detenerlo, era para guiarlo hacia abajo nuevamente hasta su entrepierna, Ikky ni corto ni perezoso metió la mano dentro de los pantalones de Seiya y lo empezó a masturbar, el castaño se arqueó y gimió rompiendo el beso pero se mordió los labios cuando sintió la lengua de Ikky juguetear por su oreja

- Pídemelo… - dijo el peliazul con su muy sexy voz ronca que arrancó otro gemido de la garganta de Seiya que dijo entrecortadamente

- Házmelo… hazme el amor…

- Seiya…

- Ikky…

El peliazul se sintió en el cielo cuando escuchó de los labios del castaño su nombre en ese tono tan sexy que ponía cuando estaba excitado, y mas aún cuando Seiya cruzó su brazo por su cintura y le intentaba bajar los pantalones, Ikky complacientemente se los quitó y ayudó a Seiya a quitarse los suyos, luego las camisetas volaron hasta que quedaron desnudos frente a las llamas en medio de la mantas

 

Seiya estaba recostado sobre su espalda con Ikky acomodado entre sus piernas, ambos se movían acompasadamente en medio de apasionados besos y movimientos de cadera, Ikky sabía que a fin de cuentas esta era la primera vez para Seiya porque no recordaba haberlo hecho antes así que se estaba tomando su tiempo para encenderlo como los dioses mandan lo que logró con éxito porque el castaño estaba cual pudín en sus manos entregado completamente al placer de sus muy sensuales caricias y besos

 

Seiya se arqueo y gimió con ganas cuando Ikky tomó con sus manos su miembro y lo empezó a masajear junto con el suyo propio, esto Seiya no lo había sentido antes y le fascinaba, le fascinaba la manera en la que Ikky lo tocaba, lo acariciaba y recorría cada centímetro de su cuerpo arrancándole gemidos de placer, allí en la alfombra giraron mientras se besaban quedando Seiya sobre Ikky el que se incorporó y abrazó a su castaño para mirarlo a los ojos y decirle:

- Te amo Seiya… en serio… lo quieres… hacer?

- No te atrevas… a detenerte… - Seiya besó a Ikky el que lo apretó contra su cuerpo, el peliazul había soñado con este momento muchas veces en las últimas semanas y no podía creer que ahora se le estaban cumpliendo sus deseos pero necesitaba traer algo, quería que la primera vez de Seiya no fuera dolorosa y que la recuerde toda la vida

- Espérame un momento – dijo el peliazul con la obvia intención de levantarse

- No no no a dónde vas?

- Necesito algo, espera un minuto enseguida bajo

- No te tardes

Ikky recostó a Seiya y fue corriendo al segundo piso, del cajón de su velador sacó un tubo de lubricante y bajó enseguida a los brazos de Seiya que lo recibió con un beso, el peliazul volvió a acomodarse entre las piernas de Seiya y pronto ambos estaban de nuevo entregados a sus muy ardientes besos y caricias

- Esto se… va a… sentir un poco… frío…

- Qué cosa?

- Esto… - el peliazul había destapado el tubo y había llevado un lubricado dedo y estaba bordeando la entrada del castaño que se retorció en la alfombra por la incomodidad de eso pero no se hizo el quite sino que abrió mas las piernas y se mordió los labios, Ikky sonrió y se agachó a besarlo, cuando el primer dedo entró en la estrecha cavidad del castaño éste gimió y se retorció una vez mas pero Ikky siguió con sus besos por su cuello y pecho mientras lo dilataba, el castaño se quejaba y respiraba agitadamente y cuando Ikky finalmente se ubicó completamente sobre él y lo penetró el castaño se arqueó totalmente y arañó la espalda de su amante

- Te hice daño?

- No… no… solo dame un minuto…

 

Ikky bajó una de sus manos a la cadera de Seiya y le acarició el muslo, de la parte de atrás de la rodilla lo tomó e hizo que flexione la pierna, el castaño buscó los labios de Ikky y se besaron con pasión cuando sus movimientos de cadera empezaron, Seiya gemía y se arqueaba, se retorcía al inicio con incomodidad y dolor pero luego la expresión de su rostro cambió radicalmente cuando Ikky empezó a estimular directamente su próstata

- Ikky… Dioses…

- Mi Seiya… mi Seiya…

La pareja se movía con cadencia disfrutándose al máximo el uno del otro, sus cuerpos estaban cubiertos de una fina capa de sudor, sus respiraciones eran erráticas y sus corazones latían con violencia ahora que se acercaban al punto cumbre del éxtasis, entre jadeos y gemidos Seiya alcanzó el orgasmo primero derramándose entre ambos vientres e Ikky lo siguió a los pocos momentos

 

Cuando todo acabó Seiya estaba recostado sobre su espalda con una pierna flexionada e Ikky estaba acostado a su lado de lado y apoyaba su cabeza en el pecho del castaño, al peliazul le gustaba escuchar el latir del corazón de su esposo y así ambos estaban en silencio jugando con sus manos enredados entre las mantas con unas sonrisas únicas de satisfacción

- Y… fue lo que pensabas que sería? – preguntó Ikky luego de un ratito, se moría de la curiosidad por lo que diría el castaño, a fin de cuentas era “virgen”

- No…  - dijo Seiya con un suspiro

- No? – Ikky se incorporó para poder mirar a Seiya que le guiñó un ojo y le sonrió divertido para jalarlo y besarlo en los labios

- No… fue mucho mejor, totalmente alucinante… es así siempre?

- Conmigo si, yo no me arriesgaría a hacer pruebas por ahí, yo soy un caso único – dijo Ikky seriesísimo haciendo reír a Seiya que le golpeó juguetonamente el hombro y le dijo:

- Eres un idiota

- Soy un dios del sexo, si vez la suerte que tienes?, estoy a disposición solo para ti… - Seiya se rió otra vez y besó a Ikky en los labios, el peliazul giró hasta quedar recostado sobre su espalda y Seiya para poder besarlo mejor se sentó en sus caderas y se agachó para besarlo, esto Ikky lo aprovechó para acariciar su espalda y su trasero, al castaño le gustaba mucho el suave toque de Ikky que al conocer muy bien su cuerpo sabía en dónde y cómo tocarlo para hacerle ver luces, luego de varios cambios de posiciones en la alfombra en la que continuaron besándose y acariciándose cuando ambos estaban recostados de lado y mirándose a los ojos el castaño dijo:

- No soy hijo único y en términos generales no soy egoísta pero… a ti no te compartiría con nadie

- No eres egoísta pero si eres posesivo, esa es una de las cosas que me gustan de ti

- No soy posesivo – dijo Seiya todo indignado a lo que Ikky sonrió y le acarició el rostro para decirle muy divertido

- Si eres posesivo pero me gusta, cuando te pones celoso me parece de lo mas gracioso

- Y tengo razones para ponerme celoso?

- Claro que no… yo soy solo tuyo y tu lo sabes

- Tu no te pones celoso?

- No… tu eres la persona mas genuina que he conocido y un muy mal mentiroso, caes en la re pregunta entonces siempre me cuentas todo

- Tramposo…

- En la guerra y en el amor todo se vale

- Pues si, pero abrásame que aurita si tengo frío – el castaño tomó una de las mantas para cubrirlos a ambos

- No quieres ir a la cama?

- No, me quiero quedar aquí contigo, quiero que me abraces y que me beses otra vez

- Tus deseos son órdenes – Ikky recibió en sus brazos a Seiya y se besaron suavemente frente a la tenue luz del fuego que estaba muriendo, luego se acomodaron para dormir

 

A la mañana siguiente la pareja despertó porque Max les jaló las mantas y les caminó por encima para despertarlos, Seiya abrió los ojos y cuando intentó moverse le dolió todo, las actividades nocturnas fueron muy fuertes para él, cuando se quejó Ikky se preocupó pero Seiya le sonrió y le dijo que no era nada que un buen baño en tina no curara y a eso fueron, Seiya estaba metido en la tina sentado en el regazo de Ikky jugando en el agua caliente entre besos cuando el timbre sonó, Ikky fue el que salió de la tina y se puso una bata para abrir la puerta y casi se muere de la impresión al ver al otro lado de la puerta al papá de Seiya, Aioros estaba con el semblante serio como siempre, el peliazul deseó haber estado vestido y no solo usando una bata

- Sr. Hyuga… gusta pasar? – Ikky se cerró un poco mejor la bata pero era obvio que acababa de salir de la ducha si estaba todo mojado

- Mi hijo sigue aquí? – el mayor arqueó una ceja al verlo

- Si, está… en la tina… - dijo Ikky todo incómodo deseando que su departamento fuera un poco mas grande y que no todo estuviera a la vista porque los ojos del mayor se paseaban por toda la  estancia

- Podrías llamarlo por favor?

- Claro, está en su casa… pase por favor – Ikky no era alguien que se intimidaba fácilmente pero su departamento gritaba sexo por todos lados, los restos de la fogata, las mantas que estaban en el piso de la sala con una revolución de almohadas, la ropa tirada por todas partes, Aioros solo lo vio todo y no dijo nada, entró pero ni se acercó a la sala sino que se quedó de pie en el recibidor, Ikky se disculpó y subió a la habitación para buscar a Seiya que se puso pálido cuando Ikky le dijo que su padre estaba abajo, el castaño se enjuagó y se puso una bata, no necesariamente podía vestirse porque la habitación era visible desde la planta baja, Seiya salió del baño usando igual una bata y bajó las escaleras, se notaba que su padre estaba contrariado por la cara que tenía

- Papá… pasó algo?

- Eso venía a preguntarte yo a ti, no llegaste a casa anoche

- Si te llamé – se defendió el castaño aunque lo hizo sin mucha convicción

- Solo dijiste que estabas aquí y que ibas a esperar que dejara de llover, dejó de llover hace horas

- Lo siento papá es que ya me quedé dormido y recién nos levantamos

- Que no tiene trabajo… aquel? – Aioros señaló la planta alta refiriéndose a Ikky, a él aún no le acababa de gustar la pareja de su hijo, era obvio que habían vuelto o que estaban en proceso de volver

- Se llama Ikky y me dijo que tiene clases al medio día

- Ok., vine a buscarte pero al parecer estás “ocupado”

- Voy a ir a la fisioterapia y luego voy a casa papá

- Ajá… tienes ropa siquiera?

- Si, cuando me fui a casa no me llevé nada entonces toda mi ropa está aquí

- Ok., hablamos en la noche entonces, adiós – Aioros se dio la vuelta y caminó a la puerta pero Seiya lo detuvo

- Papá…

- Estoy intentándolo Seiya pero esto es muy extraño para mi, es difícil verte… con él… y ni siquiera es por él, tu me entiendes

- Si papá y en verdad aprecio lo que estás tratando de hacer, te quiero papá

- Y yo a ti hijo, pero llega a dormir esta noche a la casa si?

- Te lo prometo

 

Aioros besó a su hijo en la frente y se fue, Ikky se asomó y bajó las escaleras, el peliazul ya estaba vestido y se moría de la curiosidad de saber lo que le dijo Aioros a Seiya, el castaño solo sonrió y besó a Ikky en los labios

- Todo bien con tu papá?

- Si, todo va a estar bien con mi papá, lo está intentando pero es difícil para él aceptar que soy gay y que tu eres mi pareja, solo necesita tiempo y que no me le desaparezca

- Estabas en tu casa – dijo Ikky abrazando a Seiya y besando su cuello

- No… estoy en tu casa – puntualizó el castaño

- Misma diferencia

- Mi papá no lo ve así y en este punto tiene razón, Ikky… a mi me gusta estar contigo pero quiero tomar las cosas con calma, no me puedo quedar a dormir aquí como pasó anoche

- Estamos casados Seiya

- Lo se, pero tu mismo dijiste que podríamos salir por un tiempo, hagámoslo así... yo no quiero alienar a mi papá, todo esto es nuevo para mi también y estamos yendo muy rápido, no me estoy quejando porque lo de anoche fue alucinante pero no puedo solo pensar en mi, tengo que pensar en mi familia al tomar las decisiones, tengo que pensar en ti también por eso te lo pregunto, nos podemos dar tiempo y salir?, conocernos nuevamente, tratarnos… tu entiendes lo que yo quiero – Seiya dijo mirando a Ikky a los ojos sin soltarse de su abrazo

- Ok., ok., ok., nos podemos tomar todo el tiempo que tu quieras si queremos hacer que nuestro matrimonio funcione, cuando quieras volver definitivamente aquí volverás, pero ahora dame un beso para que se me pase el susto – respondió el peliazul acariciando el rostro del castaño que preguntó con una sonrisa

- El susto?

- Papá suegro es intimidante – Seiya rió y besó a Ikky que lo alzo e hizo que rodee su cuerpo con las piernas y lo llevó en brazos hasta el segundo piso en donde cayeron en la cama dedicándose a cosas mas divertidas el resto de la mañana, tenían que estrenar la cama… ahora que lo tenía Ikky no iba a dejar ir a Seiya y le daría lo que le estaba pidiendo, a la final solo le pedía un poco de tiempo

 

Los días que siguieron Seiya ya no se volvió a quedar a dormir en casa de Ikky pero si salían y se veían todos los días, hablaban bastante por teléfono y se enviaban mensajes y cosas, el castaño fue al conservatorio nacional y se inscribió en algunas clases de música, quería aprender a tocar la guitarra otra vez y estaba todo empeñoso en eso, además de las clases de piano que igual estaba tomando, Aioros se había mostrado flexible con esto y hasta en las noches se sentaba junto a Seiya en la banquita del piano de cola de su casa a escucharlo tocar, con estas pequeñas cosas la dinámica en la familia de Seiya cambió para felicidad de todos, Seika estaba mas que complacida, a su criterio así debió haber sido antes pero a veces el obstinamiento de su padre lo complicaba todo pero los cinco años de ausencia de Seiya habían ablandado a Aioros el que estaba intentando aceptarlo todo para no perder nuevamente a su hijo y las cosas estaban bastante bien, Ikky había ido a cenar algunas veces en su casa y la cordialidad y la civilización reinaban en esas reuniones, Seiya sabía el esfuerzo que estaba haciendo su padre y lo apreciaba en el alma

 

Seiya quería un trabajo también y se le presentó la oportunidad perfecta cuando abrieron plazas de trabajo en el Teatro Nacional de Tokio, Seiya se presentó y consiguió un puesto como promotor de espectáculos, el hecho de que Seiya hablara cuatro idiomas lo había facilitado, ahí fue que el castaño había agradecido la insistencia de su padre de ponerlo en cursos de idiomas mientras estaba aún en el colegio, en ese tiempo lo había odiado por ello pero ahora se podía defender por si mismo gracias a esto, el castaño hablaba Japonés, Inglés, Francés e Italiano, además su apellido le abrió las puertas porque su jefe pensó sin equivocarse que las influencias del padre de Seiya representarían un valor agregado irremplazable y le dio el trabajo

 

Seiya se relacionó con muchísimas personas gracias a esto, estaba dentro de un medio completamente diferente al que había conocido hasta ahora y le encantaba, con Ikky había empezado a frecuentar a sus antiguos amigos y los iba conociendo poco a poco pero lo bueno de esta situación era que en este proceso no se había alejado de su familia, su papá se hacía a la idea de quien era su hijo y al verlo tranquilo y hasta cierto punto realizado él también se sentía tranquilo, las cosas no habían salido como a él le hubieran gustado pero estaban mejor que antes, la ausencia de su hijo lo había afectado muchísimo y ahora era parte de su vida, eso no era suficiente a sus ojos pero por lo menos era algo

 

Tres meses pasaron en los cuales la vida y rutina de Seiya se asentó, Ikky era prácticamente su “novio” con el que salía frecuentemente y juntos iban a todos lados pero no vivían juntos aún, el joven castaño vivía en casa de su padre pero estaba pensando seriamente en mudarse pero no se decidía aún y no era por él si no por su padre, las relaciones con su familia estaban finalmente bien, Seika estaba embarazada y también estaba buscando casa nueva, Sigfried había dicho que él quería darle gusto en todo a su esposa pero llega un tiempo en donde ellos también tenían que hacer su vida y decidieron mudarse antes de que naciera el bebé, Aioros se iba a quedar solo pero lo estaba afrontando estoicamente, él debía dejar ir a sus hijos por su propio bien, ambos se estaban abriendo camino por la vida y ya no podían estar bajo su protección como niños pequeños si ya eran adultos y debían tomar el control de sus propias vidas, es mas Aioros estaba pensando en mudarse a un departamento en uno de las lujosas torres en el Centro y dejarle la casa a su hija pero aún no lo habían decidido, Seiya no aceptó el ofrecimiento de su padre de dejarle la casa a él y a Ikky, el peliazul había dicho como quien no quiere la cosa y muchas veces que a él le gustaba vivir en el centro, que eso de los suburbios no iba con él, que todo les quedaba muy lejos y que lo mejor para ellos era un lugar céntrico, Ikky se había dado perfecta cuenta de las intenciones de Aioros pero el profesor pensaba que no sería conveniente ni para Seiya ni para Aioros vivir muy cerca, aún habían muchas cosas que el mayor no aceptaba y se le dificultaban, Aioros necesitaba espacio y tiempo para poder hacer la paz definitivamente con el hecho de que su hijo haya tomado otro camino en la vida que no fue el que él planeó inicialmente.

 

El trabajo de Seiya le consumía mucho tiempo pero el castaño era feliz, seguía tomando clases en el Conservatorio y por su nuevo trabajo había podido ayudar a montar en el escenario del Teatro Nacional a nuevos talentos con muy buenos resultados, en sus ratos libres había vuelto a componer con June, al inicio ella le ayudaba con las cosas que no recordaba respecto a la escritura de las partituras pero ahora había recuperado en gran medida su ritmo en lo que a escritura se refería y eso lo tenía emocionado

 

Una noche a lo que Ikky salió de clases fue a buscar a Seiya al Teatro, cuando entró lo encontró solo, en medio del escenario estaba solo uno de los pianos que allí habían, no había nadie mas lo que era muy extraño porque siempre había actividad  en ese Teatro pero el castaño estaba solo, Seiya al ver a Ikky se levantó y lo recibió con un beso y una sonrisa pícara

- En que te hallas? – preguntó el mayor todo intrigado, seguramente Seiya mandó a todo el mundo del teatro para quedarse ellos dos solos

- Quiero cumplir mis promesas

- De qué estas hablando?

- Ven… siéntate un momento – Seiya tomó la mano de Ikky y bajó las gradas para ubicarlo en la primera hilera de los asientos, el peliazul se sacó el saco y lo puso en el asiento de junto con su maletín, Seiya subió nuevamente y se sentó frente al piano

- Esto lo escribí para ti y te debía la presentación, tu me dijiste que te ofrecí hacerla en el bar pero espero no te moleste me pareció mejor hacerlo algo… mas íntimo – Ikky sonrió y se acomodó de mejor manera a lo que Seiya empezó a tocar, la melodía era conocida para el peliazul, era la que Seiya le había ofrecido tocarle en el bar por su cumpleaños antes del accidente, Ikky sonrió emocionado, primero por el detalle de Seiya y luego porque las clases de piano habían rendido sus frutos y el castaño tocaba casi con la misma soltura y habilidad que antes, la melodía fluía llenando el ambiente e Ikky no pudo contener la lágrima que se le resbaló por la mejilla, su Seiya había vuelto en gran medida, no era necesariamente la misma persona que antes fue pero su esencia seguía intacta, todo lo que lo enamoró aún estaba allí

 

Cuando Seiya acabó de tocar se levantó y bajó las escaleras hasta llegar a Ikky y lo besó, el peliazul lo abrazó con fuerza y así abrazados estuvieron algún tiempo

- Te gustó?

- Lo amé, como te amo a ti – dijo el peliazul y besó los labios del castaño una vez mas, fue un beso muy dulce cargado de sentimiento, Seiya acarició el rostro de Ikky y le dijo algo que era muy cierto pero que hasta ahora no lo había dicho

- Ikky… yo te amo

- Lo se… - Ikky sonrió sinceramente cuando dijo esto pero Seiya meneó la cabeza

- No no no, Ikky… yo te amo, no te recuerdo y no sabes cómo me gustaría poder recordar todo lo que vivimos juntos antes y aunque eso no es posible no impidió que me enamorara otra vez de ti, por todo lo que me has contado estoy seguro de que te amaba antes pero… yo quería decirte que te amo ahora Ikky…, te amo hoy y quiero amarte siempre

- Seiya… no sabes cómo he ansiado escucharte decir eso otra vez – Ikky estaba todo emocionado y no necesariamente quería soltar a Seiya que seguía en sus brazos

- Me voy a mudar a tu casa, espero que me recibas – dijo el castaño acariciando en rostro de su esposo que lo abrazó con fuerza y le besó el hombro

- Nada me haría mas feliz y así como tu cumpliste tu promesa y tocaste para mi la canción que me escribiste yo cumpliré la mía

- Y qué me prometiste? – Seiya miró en los ojos azules de su esposo que dijo muy serio pero sin quitar emoción

- Que estaría para siempre a tu lado…

 

Ikky y Seiya se volvieron a unir en un beso sellando su amor nuevamente y aunque Seiya nunca recuperó sus recuerdos eso no impidió que su vida volviera a tomar su curso correspondiente, él igual iba a hacer su vida junto al hombre que amaba, dedicado a la música y a sus nuevos amigos abandonando el círculo social en el que había crecido el cual le había cerrado las puertas no así a su familia, en esta nueva etapa el castaño tenía a su lado a su padre, a su hermana, su cuñado y un nuevo bebé que venía en camino, el perder los recuerdos hizo que recuperara a su familia, a veces no todo sale como uno espera pero las cosas tienen la peculiaridad de arreglarse

 

Ikky pensaba que la vida tenía unas ironías fantásticas, él se había enamorado dos veces en su vida y ambas veces resultó que se enamoró de la misma persona, Seiya solía decir lo mismo, el amor que ellos se tenían no murió sino que se transformó en otra versión, mas fuerte, mas profunda, y esta vez si sería para siempre…

 

 

Notas finales:

Muchas gracias a todos ustedes que siguieron esta historia, nos vemos pronto por otros fics

Muchas gracias por leer, saludos, bye


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).