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Por pensar en voz alta por BlackHime13

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Notas del fanfic:

Bueno...es un SasuNaru con algo de ShinoKiba y mención de SaiGaa. 

Espero que os guste y también deciroz que los personajes no me pertenecen si no al gran Kishimoto-sensei. ^w^

Notas del capitulo:

Pues es algo que se me ocurrió en clase y pues solo tengo que decir que espero que os guste. ^w^

No se como me he metido en todo esto. Todo por culpa de mi gran bocaza. ¿Por qué no aprendo a callarme? No, tenía que abrir mi gran boca y hablar de más. ¿Cómo salgo yo de esta ahora?

 

Bien, mejor os explico a qué vienen mis quejas.

 

Mi nombre es Uzumaki Naruto. Soy un chico de 16 años, rubio de ojos celestes, la piel ligeramente tostada y unas marquitas en mis mejillas. ¿Mi personalidad? Pues soy algo hiperactivo y muy animado, me gustaría decir que se me dan muy bien los estudios y deportes, pero he de reconocer que no soy la persona más inteligente del mundo y que a veces puedo llegar a ser más torpe de lo que me gustaría.

Bueno, a lo que íbamos. Esta mañana estaba junto a Ino-chan y Sakura-chan, que discutían como siempre; Kiba y Shino, que de buena mañana ya se estaban comiendo la boca a besos; Hinata-chan, que no les podía ver más que sonrojada y mi hermano mayor Gaara.

 

*Flashback *

 

-¡Buenos días~, chicos~!- les saludé gritando mientras me acercaba a ellos corriendo y con una sonrisa enorme en mi rostro.

-Buenos días, Naruto-kun.- dijo muy sonrojada Hinata-chan, a lo que yo pensé que sería por ver a esos dos besándose de esa manera tan temprano. La pobre morena es muy tímida y no le gusta acercarse mucho a los chicos.

-¡Ino-cerda! ¡De seguro ganaré yo!- gritó Sakura-chan hacia su rubia amiga, cosa que sigue pareciéndome increíble por que a pesar de pasarse el día discutiendo en realidad esas dos se llevan muy bien.

-¡Pero que dices frentona! ¡Evidentemente que la que ganará seré yo!- declaró Ino-chan esta vez mirando a la pelirrosada de forma desafiante.

-Gaara-nii~ ¿Por qué se pelean esta vez?- le pregunté a mi hermano muy curioso por saber a qué venía tanto gritería tan temprano. Él no se parece nada a mi. Es pelirrojo, de tez pálida, con los ojos aguamarina y tiene tatuado el kanji de “amor” en la frente. Además es más tranquilo, serio y maduro. Él es muy parecido, físicamente, a nuestra madre mientras que yo en cambio me parezco más a nuestro padre.

-Nada que sea realmente importante.- me respondió dando un suspiro.

Al oír eso yo simplemente me encogí de hombros, no teniendo ganas por profundizar más en el tema, me acerqué a él y a Hinata-chan y nos fuimos en dirección al instituto.

A medio camino, Kiba y Shino nos alcanzaron ya que con todo el ruido que hacían esas dos no querían que la gente se les quedara mirando. Poco después llegaron ellas dos, aunque seguían con su absurda discusión, se acercaron a mi y cada una me cogió de un brazo.

-Naruto ¿quién crees que ganará?- me cuestionó Ino-chan a mi derecha.

-Seguro que yo ¿verdad?- dijo ahora mi amiga pelirrosa de ojos jade.

-Sea lo que sea de seguro que yo tendría más posibilidades de ganar.- comenté distraídamente. Ante mi comentario todos se me quedaron viendo con los ojos abiertos como platos.

-¿Qué?- les pregunté un tanto confundido por su reacción.

-¡Pues entonces demuéstralo!- gritaron ambas de golpe, dejándome casi sordo.

-Vale... ¿Y qué tengo que hacer?- inquirí todavía medio aturdido a causa del grito de las chicas.

-Naru-chan... no creo que debas...- me advirtió Gaara-nii preocupado.

-¿Por qué? ¿Qué tan malo puede ser?- le pregunté, a lo cual él me respondió encogiéndose de hombros.- ¿Y bien?- dije de nuevo girando a mirarlas con una ceja alzada. Ellas se miraron y asintieron para luego comenzar a hablar.

-Tienes que conseguir una cita con Sasuke-kun.- dijeron ambas al mismo tiempo. Yo me quedé en shock momentáneamente para luego medio reaccionar dando un grito que estoy seguro que escuchó casi toda la ciudad.

-¿¡¿Qué~?!?- grité con todas las fuerzas que pude.

-Ahora no te puedes echar para atrás. De los tres quién consiga una aceptación primero gana y le puede poner cualquier castigo a los otros dos.-explicó Ino-chan sonriendo maliciosamente.

-Estoy de acuerdo.- accedió Sakura-chan con los ojos brillando con determinación.

 

Yo simplemente seguía en shock. Miré a mi hermano que me observaba con algo de resignación. Ahora entendía por qué de su advertencia anterior. Simplemente suspiré para luego dirigirme junto con los demás al instituto.

 

* Fin flash back *

 

Es la hora del almuerzo y yo estoy en la azotea de la escuela para pensar. Durante toda la mañana no he podido dejar de pensar en esa estúpida apuesta y mi maldita manía de hablar antes de pensar.

“¿Pero en que me he metido?” me recriminé mentalmente sintiéndome la persona más idiota del mundo. Me encuentro completamente desanimado no sabiendo qué haré con este problema en el que me he metido yo solito.

Bueno, os lo explicaré.

Uchiha Sasuke, un chico de 16 años, como yo. Moreno con tonos azulados y en un peinado desigual que según muchos se asemeja casi de forma idéntica al peinado de una cacatúa. Una piel blanca como la porcelana y unos ojos negros tan profundos y absorbentes como la mismísima noche. Y eso no es todo. Es el hijo menor de la familia Uchiha, una de las mas ricas de Japón. El es el chico más popular y codiciado en la secundaria.

Su carácter es frío y bastante arrogante, pero eso le da un toque misterioso muy atrayente... si, bueno... vale, lo reconozco... a mi también me gusta, pero vamos que tendría que estar ciego como para negar que ese hombre es un pecado con piernas. Cualquiera que sienta atracción hacia los varones y conozca al de ojos brunos tendrá por lo menos un sueño húmedo con dicho adonis. Y es por ellos que es imposible que se haya fijado en mi teniendo a media población de Konoha detrás suyo.

-Es imposible que le pida salir a Sasuke...- pensé en voz alta mientras suspiraba apesadumbrado.- Bueno... en realidad lo imposible es que acepte el salir conmigo.- murmuré con un deje de tristeza en la voz.- Estúpida apuesta.- medio gruñí quejándome de nuevo por mi estupidez.

En ese momento sonó la campana de fin de recreo. Yo me levanté y me dirigí hacia el salón de clases mientras me seguía quejando en voz alta de los acontecimientos de esa mañana.

 

~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~ POV. Sasuke.~///~///~///~///~///~///~///~///~///~///~

 

Esta mañana ha sido un verdadero dolor de cabeza. Me dirigía a clase junto con el idiota de mi hermano y mi copia barata, alias mi primo Sai. En ese momento oí a unas chicas gritar y nos giramos para ver qué pasaba. Nos quedamos un rato observando al resto de personas que acompañaban a esas dos.

 

-Ese es Gaa-chan.- comentó mi primo refiriéndose al pelirrojo de ojos aguamarina que miraba aburrido la escena.

-¿El chico que te gusta verdad?- le preguntó Itachi sonriendo de lado burlonamente.

-Si pero nunca quiere hablar conmigo... No sé que le he hecho para que me odie de esa manera.- respondió con un deje de tristeza, ignorando la burla en la voz del mayor, con completa sinceridad al mismo tiempo en que suspiraba cansado.

-Pobrecito.- le compadeció mi hermano aunque supe que no le afectaba mucho la pena del otro sino que más bien le parecía entretenida la situación amorosa del moreno.

-Esos son Aburame Shino e Inuzuka Kiba.- dije al fijarme bien en los demás no queriendo meterme en el tema que ellos trataban.

-No sabía que eran pareja.- comentó Itachi al ver que se besaban. Pues claro que eso es en lo que se fijaría ese pervertido y cotilla de Itachi. No podía vivir sin entrometerse en la vida amorosa de otra persona. Yo simplemente me encogí de hombros como respuesta y me puse a caminar otra vez. Hasta que un comentario de mi copia barata me hizo voltear a verles otra vez.

-Oye mira quien llega con ellos.- dijo para luego hacerme ver a un lindo chico rubio que se juntaba con el grupo de antes.

-¿Por qué no hablas con él?- me cuestionó Itachi aunque sabía la respuesta de sobra.

-Por que se que le gusta esa chica del pelo rosa.- respondí con mucho desdén en la voz. La joven de ojos jade se ganó mi odio desde el momento en que me di cuenta de lo cercana que era al adorable rubio.

-No lo creo.- negó Sai como respuesta a mi comentario, pero yo le ignoré más concentrado en mirar a las chicas, más a la pelirosa, con dagas en los ojos. Cuando me di cuenta de que el ojiazul seguía caminando dejándolas yo también retomé mi camino, junto a esos dos, hasta que un poco después oímos gritar a Naruto.

-¿¡¿Qué~?!?- gritó de tal forma que me pareció impresionante la capacidad de sus pulmones y garganta, pero me preocupó un poco el hecho de que pareciera tan agitado y estupefacto.

No tengo muy claro que es lo que ellas le dicen a continuación pero por la expresión en el rostro del rubio puedo deducir que se arrepiente de haber hablado.

En cierto modo me cabrea no saber qué es lo que ha alterado de esa forma al más bajo, pero lo que si se es que es por culpa de ese par a las cuales acabo de añadir a mi lista negra.

-Sasuke... sea lo que sea que planeas, esa expresión es aterradora.- comentó Sai nerviosamente. Mi sonrisa solo se amplía al escucharle.

 

Durante todo el trayecto hasta la secundaria ambos intentaron sacarme de mis planes de venganza, pero los ignoré completamente. Nadie tenía el derecho de incomodar al rubio de esa forma y por ello pagarían.

Cuando era hora del almuerzo me dirigí a la azotea junto con ellos dos para despejarme un poco y que me diera un poco el aire. Además de huir de todas mis locas fans a las cuales siento unas enormes ganas de mandar a lo más profundo del océano pacífico. Puede sonar exagerado y un poco psicópata, pero me gustaría poder ir al baño sin que me siguieran como perras en celo.

Poco después oímos como la puerta se abría y vimos a Naruto el cual ni se dio cuenta de nuestra presencia. Parecía entre enfadado y deprimido cosa que nos dio mucha curiosidad por lo que nos miramos y decidimos oír su monólogo de quejas. Algo que tiende a hacer muy a menudo y me causa una profunda diversión cuando ocurre por que tiende a soltar todo lo que se le pasa por la cabeza cuando está en ese estado y a veces confiesa cosas que no diría en ninguna otra circunstancia.

 

-¿Quién me manda hablar?- preguntó al aire mientras se sentaba junto a la valla.- Si seré idiota. Él es demasiado popular como para que se haya fijado en mi.- volvió a decir mientras suspiraba.- Tuve que suponer que hablaban de eso... Aunque no niego que si quiero salir con él...- ese comentario hizo que mi enojo volviera, pero enfocado a otra cosa distinta. Ahora quería asesinar a quien fuese que el rubio quisiera salir. Estaba por levantarme e irme, pero lo siguiente que dijo me dejó de piedra.- Es imposible que le pida una cita a Sasuke... Bueno, en realidad lo imposible es que acepte salir conmigo...- en ese comentario pude notar un deje de tristeza en su voz.- Estúpida apuesta.- medio gruñó para luego oír el timbre y dirigirse a clase a paso lento y sin cesar con sus murmullos.

 

-¿Has oído lo que creo que he oído?- preguntó Sai boquiabierto y qué decir de mi.

-Si...- dije bastante perplejo ante la información recién escuchada.

-Vaya... parece que le gustas a Naru-chan.- comentó algo divertido Itachi el cual no perdería jamás la oportunidad de meterse conmigo.

-Ya me di cuenta.- gruñí mientras le fulminaba con la mirada.

-¿Y que vas a hacer?- inquirió ahora Sai con completa curiosidad bañando su normalmente inexpresiva voz.

-¿A qué te refieres?- quise saber sin percatarme de que una sonrisa se estaba dibujando en mi rostro.

-Pues que Naru-chan quiere salir contigo. ¿Qué harás?- cuestionó Itachi emocionado. Por alguna razón él se lleva muy bien con Naruto cosa que me hace enojar bastante por que no deja de chantajearme y cobrarme por información sobre él.

-Eso ya lo oí. Al parecer esos tres han hecho una apuesta sobre quien conseguirá una cita conmigo antes.- comenté despreocupadamente.

-Si ¿y?- me instó a seguir mi hermano mirándome suspicazmente.

-Pues... que pienso aprovechar esta situación.- respondí con una sonrisa maliciosa.

-¿Qué tienes pensado?- curioseó mi copia barata. Vi como un escalofrío le recorría por toda la espalda al ver mi expresión.

-Hmp. Si Naruto cree que no me he fijado en el... le demostraré lo equivocado que está.- susurré aunque ellos alcanzaron a oírme.

-Esto será digno de ver.- comentaron los dos al unísono.

Entonces los tres nos dirigimos a clase separándonos de Itachi quien estaba en un curso superior al nuestro. Yo con una gran sonrisa ladeada en el rostro ya planeando mentalmente mis siguientes acciones hacia el ojiazul.

 

~/////~////~////~////~////~////~POV. Autora. ~////~////~////~////~////~////~

 

Naruto iba de camino a su aula cuando se tropezó con alguien que le esperaba al final de las escaleras apoyado contra la pared con los brazos cruzados sobre su pecho.

-¿Lo vas a hacer?- preguntó esa persona.

-Ni hablar.- dijo tajante el rubio.

-¿Por qué?- le volvió a cuestionar.

-Por que prefiero cualquier castigo que ellas me pongan antes de que Sasuke se entere de lo que siento por el y me rechace.- confesó el ojiazul firmemente aunque con un deje de tristeza en la voz.

-Yo creo que no te rechazaría.- comentó indiferente el otro.

-Si ya. Sabes que eso es imposible.- murmuró el rubio dando un suspiro.

-Naru-chan... realmente creo que tienes más posibilidades que Ino y Sakura.- confesó con completa sinceridad el otro.

-Esta bien.- accedió el ojiazul sorprendiendo al contrario.

-¿En serio?- preguntó sin creérselo, el chico no era de los que cedían tan rápidamente por lo que algo tramaba.

-Si. Le pediré salir a Sasuke pero...- habló con una sonrisa maliciosa.

-¿Pero?- instó al más bajo a seguir mientras tragaba saliva nervioso por lo que seguiría.

-Pero solo si tu le pides salir a Sai.- finalizó con una gran sonrisa en el rostro contrario al horror que mostraba la otra persona.

 

Un poco más arriba estaban los Uchiha y uno de ellos se sorprendió al escuchar lo dicho por el rubito.

-Ni hablar.- negó el otro fría y rotundamente.

-Mmm~... Gaara-nii se que te gusta... ¿entonces por qué no se lo pides?- preguntó el ojiazul mirando acusadoramente a su hermano mayor quien desvió la mirada de los inquisitivos ojos del menor de los dos.

-Por que... yo... bueno es que él...- balbuceó nervioso, no sabiendo cómo explicarse.

-Por la misma razón que yo no le he dicho nada a Sasuke. ¿O me equivoco?- le interrumpió el rubio sonriendo con autosuficiencia.

-A veces eres muy molesto.- murmuró el pelirrojo haciendo un puchero, algo inusual en su persona y que nunca mostraría a alguien que no fuese su hermano o padres.

-Lo se.- dijo este simplemente con una sonrisa mientras pasaba por su lado.

-Lo haré.- declaró poco después el pelirrojo mientras se giraba para ver a su hermano menor a la cara.

-¿Qué?- exclamó el ojiazul atónito volteando a verle con los ojos abiertos de sobremanera.

-Que le pediré una cita a Sai y tu harás lo mismo con Sasuke.- aseguró no dando lugar a una negativa.

-Nunca pensé que aceptarías.- murmuró incrédulo el rubio jugando nervioso con sus dedos.

-Tu mismo lo dijiste. No se lo quieres pedir por que no quieres que te rechace... Conmigo es lo mismo pero... pero si no me arriesgo no conseguiré nada.- habló decidido con los orbes brillado con determinación.

-Ya veo... vale tu ganas, le pediré salir a Sasuke.- se dio por vencido mientras soltaba un suspiro.- Pero si me rechaza me tendrás que invitar a todo el ramen que quiera para consolarme.- comentó haciendo un lindo puchero.

-De acuerdo... pero solo si lo hace.- accedió el pelirrojo divertido por el dramatismo del menor. Ambos hermano se sonrieron y al darse cuenta que quedaba poco para el comienzo de su siguiente clase se marcharon con prisa hacia su aula.

 

-Creo que no soy el único con suerte por aquí.- murmuró el azabache sonriendo de lado hacia el estupefacto moreno a su lado.

-Pues vaya... al final los dos conseguiréis al chico que os gusta.- comentó burlonamente Itachi quien saltó los escalones que quedaban y corrió al ver las miradas aniquiladoras de ambos morenos.

-¡Cállate!- le gritaron los dos a la vez, pero la respuesta que obtuvieron fueron solo carcajadas del mayor quien ya se perdía por la esquina. Chasquearon la lengua molestos y caminaron hacia su propia clase, llegando a tiempo de milagro.

 

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La tarde pasó tranquila. El azabache no dejó de mirar al rubio de reojo, quien se sentaba a su lado y este estaba un poco nervioso por que no sabía el porqué le miraba tanto. Cuando se dieron cuenta los dos, las clases habían terminado y solo quedaban unos pocos en el salón.

El de ojos brunos estaba recogiendo sus cosas sin dejar de mirar al rubio hasta que este no aguantó más y giró a encararle.

 

-¿Por qué me miras tanto?- exigió saber algo sonrojado y sin dejar de meter sus cosas en la mochila.

-Mmm... pensé que no te habías dado cuenta.- comentó algo burlón encantado por el rojo que cubría las morenas mejillas del contrario.

-¿Cómo quieres que no me diera cuenta? Idiota.- susurró el rubio haciendo un puchero adorable.

-Hmp. Eso significa que tu también me mirabas.- declaró sorprendiendo al menor de los dos.

-Eso no es...- se giró de nuevo hacia el azabache, sonrojado y algo nervioso.- Tienes una mirada muy pesada e inquisidora, era muy difícil no notarlo incluso si no te estaba mirando.- habló con rapidez claro signo de nerviosismo.

-Niégalo todo lo que quieras, pero dejando eso de lado... ¿por qué te avergüenza el admitir que me mirabas?- preguntó acercándose al rubio.

-Y-yo... no estoy avergonzado...- negó torpemente mientras caminaba hacia atrás.

-¿Y por qué te sonrojas cuando me acerco a ti?- siguió cuestionando sin dejar de acercarse. Su sonrisa ladeada se amplió al ver como el ojiazul se topaba con una mesa y acababa sentado sobre ella. El ojinegro aprovechó para colocarse entre sus piernas y mirarle a la cara a pocos centímetros del otro.

-Eso... es mentira...- dijo, pero era evidente que mentía pues sentía como le ardían las mejillas.

-Pues... que yo sepa no es el color natural de tus mejillas.- comentó el azabache mientras le acariciaba las marquitas de una de ellas.

El rubio estaba muy nervioso. No sabía que tramaba el mayor, pero esa era su oportunidad de pedirle salir y no pensaba desaprovecharla. Le miró a los ojos con decisión, pero sabía que si no fuese por que estaba sentado de seguro que sus piernas habrían fallado hace mucho.

 

-Sas... Sasuke... tu quieres...- tartamudeó no logrando ordenas sus pensamientos para que formaran la maldita frase.

-¿Si?- le animó el más alto mientras acercaba su cara a la del otro con intención de besarle. Eso sí, sin dejar de mirar a los ojos cielo de su compañero.

-Pues... que si querrías...- volvió a intentarlo no notando las claras intenciones del moreno al acercarse tanto a su persona. Para desilusión del rubio y molestia del ojinegro, el primero no pudo terminar de hablar por que la puerta se abrió de repente. Sorprendiéndoles a ambos por la fuerza con que azotó la pared. El de cabellos color azabache soltó un suspiro claramente cabreado por la interrupción y se alejó del rubio quien no sabía muy bien como reaccionar pues recién se daba cuenta de lo que el más alto había estado a punto de hacerle.

Fue en ese momento que las dos chicas que más ganas tenían de morir, según los pensamientos oscuros del de ojos brunos, entraron escandalosamente. Cuando las miradas de la rubio y pelirosa se enfocaron en su persona estas brillaron y casi se abalanzaron sobre su cuerpo, algo que evitó al moverse antes de que lograran tocarle.

 

-¡Sasuke-kun!- llamaron ambas con voz melosa. El ojinegro puso mala cara, resopló y volvió su atención a su olvidada mochila y pertenencias las cuales decidió seguir metiendo en esta.

-Nee~ ¿Naruto tu no te ibas?- ordenaron más que preguntar ambas, prácticamente echándolo del aula. Este suspiró y se levantó de la mesa claramente decepcionado.

-Si, claro.- murmuró en respuesta para acabar de recoger sus cosas y marcharse sin mirar al moreno.

 

El azabache intentó detenerle pero las otras dos no le dejaron ya que le rodearon y comenzaron a utilizar sus “armas de mujer”. Bueno las que creían poseer y siendo sinceros daba igual que estas fueran espectaculares, aunque no lo eran, por que el de ojos brunos no bateaba para ese lado, por lo que solo estaban perdiendo el tiempo y haciendo el ridícula de forma estrepitosa.

 

-Nee~ ¿Por que no vamos a dar una vuelta por ahí?- invitó la rubia colgándose de su brazo derecho.

-No... ¿por qué no mejor vienes conmigo?- preguntó la pelirosa cruzándose de brazos intentando mostrar pecho, bueno lo poco que tenía cabe decir.

-No gracias.- rechazó el azabache sin pensárselo dos veces, para soltarse del agarre propiciado por la rubia y salir por la puerta, ignorando los gritos de ambas intentando pararle.

 

Al salir pudo escuchar como ellas discutían echándole la culpa a la otra por el estrepitoso fracaso en su intento de seducción cosa que le hizo gracias por que daba igual lo mucho que lo intentaran, jamás funcionaría.

 

~////~////~////~////~///~///~En la entrada de la secundaria ~////~////~////~////~////~////~

 

El rubio caminaba hacia la salida del recinto mientras suspiraba. No podía creer lo que había sucedido ahí dentro hacía tan solo unos minutos. No solo por lo que había estado a punto de pedirle al moreno sino por qué podía jurar que este tenía todas las intenciones de besarle.

-Realmente estaba a punto de pedirle eso a Sasuke.- murmuró mientras volvía a dejar salir el aire de forma pesada.- Aunque si no hubieran llegado ellas... ¿qué me habría respondido?- quiso saber claramente curioso.

-Si lo quieres saber ¿por que no me lo preguntas?- habló una voz detrás suyo. El rubio saltó al reconocer a quién le pertenecía.

-¿Sasuke?- tartamudeó el rubio mientras se giraba a verle.

-¿A quien esperabas sino dobe?- preguntó con algo de sorna. El ojiazul solo hizo un lindo puchero como respuesta cosa que hizo que la sonrisa ajena aumentara.

-¿No estabas con Ino-chan y Sakura-chan?- cuestionó el ojiazul mientras ladeaba la cabeza y miraba hacia unos árboles.

-Mmm~... tu lo has dicho. Estaba.- respondió el mayor aburrido. Ese comentario sorprendió al menor que volteó a verle incrédulo.- ¿Qué?- preguntó al ver esa expresión en el rostro ajeno.

-Es que... sigo sin entender por qué no sales con ellas... o bueno con cualquiera de tus muchas fans... candidatas no te faltan.- intentó explicarse volviendo a apartar la vista de esos ojos negros tan penetrantes que no dejaban de mirarle fijamente como si quisiera atravesarle hasta el alma con ellos.

-¿Quieres que salga con ellas?- preguntó el azabache claramente molesto por el comentario. Él sabía perfectamente la cantidad de mujeres detrás de su persona babeando por su cuerpo, pero poco le importaban ellas cuando el chico que le gustaba desde hacía años por fin parecía mostrar algo de interés en él.

-No es eso...- murmuró el rubio mientras se sonrojaba levemente. “¿Por qué... me habrá preguntado eso?” pensó el rubio.- Es que... es raro que no tengas novia con lo popular que eres.- se excusó el rubio sin mirarle.

-¿Solo eso?- dijo con sorna el mayor, a lo que el rubio le miró algo molesto.- Simplemente es por que ya me gusta alguien.- confesó con sinceridad. El ojiazul abrió los ojos de sobremanera a causa de la impresión. “A Sasuke... ¿¡LE GUSTA ALGUIEN!?” pensó el ojiazul entrando en shock por la información tan repentina que le habían dado.

-¿Por que esa cara? ¿Es tan raro el que me guste alguien?- preguntó con fingido enojo.

-¿Eh? N-no... no es eso es que...no se te nota mucho que digamos.- reconoció el menor. Realmente todavía seguía en shock por aquella información.

-Hmp. Bueno... es por que no suelo hablar mucho con esa persona.- admitió el mayor de los dos de forma algo agridulce.

-Ya... veo...- susurró el rubio mirándole por primera vez desde que había salido al patio.- Entiendo que es difícil hablar con la persona que te gusta.- comentó en un murmullo sin darse cuenta.

-¿Eso significa que a ti te gusta alguien?- inquirió acorralando al ojiazul contra los árboles que antes estaba observando el menor.

¿Cómo habían llegado allí? Era la pregunta que se hacía el rubio y la autora también.

-¿Sasuke?- preguntó el rubio nervioso.

-Responde.- ordenó susurrándole al oído.

-E-etto... hai, me gusta alguien.- confesó en casi un susurro.

-¿Y... quien es ese alguien?- siguió susurrándole al oído. El rubio sentía el cálido aliento del azabache en su nuca y eso le producía algunos escalofríos al ojiazul.

-Un idiota, frío y arrogante.- dijo algo cohibido el menor.

-¿Así que es un él?- volvió a preguntar el azabache.

-H-hai.- susurró el rubio.

-Entonces... ¿quién es ese chico idiota, frío y arrogante que te gusta?- continuó con su interrogatorio mientras se separaba de su oído y le miraba directamente a los ojos.

-Hum... e-estto... ese chico es... maldita sea.- exclamó para apoyar su cabeza en el pecho del azabache. Rindiéndose a la situación pues había sido totalmente acorralado por el más alto.- ¡El idiota que me gusta eres tú!- casi gritó el ojiazul contra el pecho del mayor sintiendo sus mejillas arder.

-Hmp.- “dijo” para luego apartar un poco al contrario para así poder mirarle a los ojos.- Por fin lo dices.- murmuró. A continuación usó su mano derecha para cogerle de la barbilla, alzar su rostro y darle un cálido beso al rubio. Fue solo un simple roce, pero con ello logró demostrar lo mucho que le gustaba el más bajo.

 

-¿Sasuke?- susurró el rubio al separarse mirándole incrédulo por lo que acababa de suceder.

-Hmp. Te diré algo interesante Naruto...- ofreció para luego sonreír de lado. El rubio solo le miró sin entender.-... no deberías pensar en voz alta.- finalizó mientras ampliaba su sonrisa al ver como un sonrojo aparecía .

-En-entonces... ¿me escuchaste?- exigió saber con un gran sonrojo en las mejillas.

-Si. Sabía lo que querías decirme desde un principio.- respondió el azabache burlón.

-T-TU.... Eres... ¡Idiota! ¿¡Si lo sabías por qué me has hecho decir todo eso!?- le gritó el rubio mientras le daba unos cuantos golpes al pecho del mayor a forma de berrinche.

-Por que te veías muy lindo sonrojado y siendo tímido.- confesó de forma sincera con una sonrisa ladeada en el rostro y sin vergüenza alguna.

-Estúpido.- murmuró el rubio mientras le abrazaba rodeando su torso.

-Hmp.- dijo mientras correspondía al abrazo y apoyaba su cabeza sobre la contraria oliendo el dulce aroma que el cabello del contrario emitía.

 

Poco después se separaron y el azabache le acarició la mejilla al rubio en un gesto muy dulce.

 

-Por cierto... ¿hasta que no me lo pidas oficialmente no ganarás la apuesta no?- preguntó el mayor con curiosidad.

-¿También oíste eso?- inquirió algo cohibido el rubio.

-Así es.- respondió sin dejar de acariciar la mejilla del contrario para relajarle.

-Sasuke... ¿quieres salir conmigo?- pidió mirándole a los ojos. La verdad es que el gesto del mayor le estaba ayudando mucho a calmar sus nervios.

-Por supuesto que si Naruto.- aceptó el mayor sin pensárselo ni un segundo para volver a besar esos sonrojados y dulces labios que eran los de su rubia pareja.

-Te quiero Sasuke.- confesó el rubio al separarse.- Desde hace mucho que me gustas, pero no sabía cómo decírtelo.- admitió avergonzado.

-Yo también te quiero mi lindo Kitsune.- susurró en su oído sonriendo contento de por fin oírle decir esas palabras. No tardó en volver a abrazar a su rubio, “Que bien sonaba eso, SU rubio.” pensó para si ampliando su sonrisa ladeada, el cual estaba ruborizado a causa de la manera en la que su novio le había llamado.

 

Después se miraron a los ojos y el rubio sonrió sinceramente, dándole la mejor imagen que el azabache podría imaginar, ya que su ojiazul le estaba sonriendo dulcemente con las mejillas sonrojadas y le miraba con sus lindo ojos cielo que transmitían un brillo especial, además de que los últimos rayos del atardecer le daba un gran toque romántico a la imagen.

Esa escena jamás la olvidaría ya que ese día, empezaban su relación. Una larga, duradera y feliz relación aunque con sus altibajos y discusiones como con cualquier pareja, pero con las mejores reconciliaciones.

 

Por cierto... al día siguiente todo el instituto tembló a causa del grito emitido por un gran conjunto de chicas al enterarse de que su adorado Sasuke salía con un chico. Aunque no cualquier chico sino que con Uzumaki Naruto. El chico número 1 en sorprender a la gente.

Además de que algunos chicos se desilusionaron por que el lindo rubio saliera con el chico más popular del instituto pero, por sobretodo, celoso y que no dejaría que nadie se acercara más de la cuenta a su lindo, violable e ingenuo novio.

Y no hace falta decir que el castigo que les puso Sasuke a Ino y Sakura es algo que nunca jamás llegarían a olvidar ya que se había esmerado de sobremanera en cuanto a su planificación y ejecución. Allí todos desearon no volver a hacer enfadar al azabache ya que sus venganzas no eran para nada agradables.

También cabe mencionar que Sai y Gaara empezaron a salir poco después de todo el asunto de la apuesta ya que el pelirrojo cumplió con su trato con su hermanito, aunque Sai no se lo a puesto nada fácil con todas sus perversiones.

 

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Sasuke estaba sentado en el sofá de su apartamento con su rubia pareja tumbado encima con la cabeza apoyada en su regazo.

-Nee~ Sasuke... ¿puedo preguntarte algo?- susurró el rubio mientras miraba la televisión.

Solo habían pasado un par de días desde que habían empezado a salir, pero se sentía completamente a gusto junto al más alto, como si llevaran de esa forma años.

-Mmm... Dime.- dijo sin dejar de acariciar la suave cabellera rubia.

-¿Desde cuando te gusto?- preguntó muy relajado a causa de las caricias de su novio.

-Mmm~... Desde hace 2 años.- comentó indiferentemente.

-Mmm~... ya veo..- susurró sin prestar mucha atención. “3...2...1...” pensó el azabache.- ¿¡Haaaaaahhh!? ¿¡Y por qué no me dijiste nada!?- exclamó el rubio mientras se sentaba en el sillón y miraba a la cara al moreno.

-Por que pensé que te gustaba esa idiota de cabello rosado.- contestó sinceramente y con un tono de celos en la voz. Claramente la joven no le caía en gracia a su novio.

-¿Sakura-chan?- preguntó y el ojinoche solo asintió.- Ya veo... entonces no pasa nada.- murmuró rápidamente mientras reía nerviosamente, cosa de la cual se dio cuenta el Uchiha.

-Naruto... ¿hay algo que no me hayas contado?- preguntó con una voz... bastantes siniestra que le dio escalofríos al rubio.

-Esto~... bueno verás... es que... la verdad.... pues que.... quizás... tal vez..... mmm este....- comenzó a balbucear el rubio mientras miraba hacia otro lugar.

-¡Suéltalo ya!- gritó el azabache que ya tenía un aura oscura alrededor.

-Es que... la verdad es que si me gustaba Sakura-chan.- confesó el ojiazul en casi un susurro aunque el ojinoche pareció escucharle ya que el aura a su alrededor se incrementó.- Pero eso fue cuando éramos pequeños. Tendría unos... ¿ocho años? Después simplemente me di cuenta de que era una gran amiga y que solo había sido un amor infantil. Solo estábamos en primaria así que no era real lo que sentía.- se apresuró a decir pero eso no ayudó a calmar el enfado de su novio.

-Así que es cierto...- dijo en un susurro el azabache con una voz de ultratumba.

 

El rubio se asustó al ver esa mirada de novio celoso, posesivo y psicópata que había puesto el azabache y aunque no tenía ni la más mínima idea de lo que pasaba por la cabeza del contrario sabía que nada bueno saldría de ello. Pensó en algo que le animara y solo se le ocurrió una cosa.

Se abrazó al cuello de su novio y le plantó un beso profundo y apasionado el cual el mayor correspondió metiendo su lengua en la cavidad bucal del otro jugando con la de su compañero, mientras abrazaba al rubio por la cintura acercándole todo lo posible a su cuerpo. Poco a poco fue recostando al ojiazul en el sofá.

Estuvieron un buen rato con el intercambio de saliva hasta que se separaron por culpa de la falta de oxígeno.

 

-¿Estás mejor?- quiso saber el rubio en un susurro mientras intentaba recuperar el aire perdido y le acariciaba un mechón del cabello azabache que el otro poseía, el cual era sorprendentemente sedoso y suave.

-Si... mucho mejor.- respondió para volver a besarle igual de apasionadamente que antes.

 

Esa noche Sasuke ideó el mejor castigo de toda su vida y eso gracias al rencor que sentía por cierta pelirosa la cual no tenía ni idea de lo que le sucedería por acceder a participar en esa apuesta.

Naruto entendió poco después que no tendría que haberle dicho eso a su novio celoso, posesivo y medio psicópata pero... igualmente era el chico del que estaba enamorado a pesar de como era a veces. Aunque... aprendió a no hacer enfadar al ojinoche otra vez.

Y todo empezó por pensar en voz alta.

 

......FIN......

Notas finales:

Bueno...espero que os haya gustado y que dejéis vuestra opinión sobre el fic.

También que actualizaré los demás en cuanto puedan ya que estoy en semana de exámenes y no tengo mucho tiempo.

 

Bien, solo me queda decir que espero que os lo hayáis pasado bien. 

Besooooosssss y nos vemos en otro fic ^w^


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