Detrás de una expresión triste, también existe el dolor, el sufrimiento, la angustia, cuando fue que comencé a ser de esta manera, cuando me volví tan frio, sin emociones sin una sonrisa, una persona jamás será feliz, solamente puedes sufrir eso es lo que creo y nadie me ara creer lo contrario.
Abro mis ojos divisando una luz que me molesta, volteo a un lado y veo mi reloj este me da las seis am, sin preocupación alguna salgo de ahí con solo mi ropa interior puesta, me dirijo hacia el baño a tomar una ducha, toda esa agua recorre por cada rincón de mi cuerpo, cada gota golpea mi cuerpo como si fueran miles de agujas punzándome, porque de repente todas esas imágenes vuelven a mi mente, ese rostro, esa expresión, ese cuerpo, sus caricias y cada una de las palabras que recitaba para mi, resuenan en mis oídos, como fuiste capas de haberme traicionado, de haberme usado solo para tu satisfacción, para tu placer, después de todo somos asesinos y las emociones no deben estar con nosotros, pero, supongo que soy lo mas patético ya que deje que todo eso controlara mi ser y ahora estoy pagando el precio.
-------------------------Siete Meses Atrás-----------------------------
Mi vida solo se describiría como, un viaje, desde que tuve uso de la razón siempre era lo mismo, andando de un lugar a otro sin tener un sitio donde llamarle hogar, recordando las veces que era llevado en la parte trasera de automóviles con personas que no conocía, recuerdo que cada mañana de cada día era llevado a un salón donde mi padre me enseñaba toda clase de arte marcial, hacer uso de armas que tienen como objetivo el de “asesinar”, quitarle la vida a alguien.
Ese es nuestro trabajo, a eso me dedico, Soy un Asesino, y mi nombre es Naruto, no es que me guste este trabajo pero tampoco me desagrada, algunos piensan que lo hacemos por placer pero yo lo que digo es “que para todo ay alguien que deba hacerlo”.
Ahora me dirijo hacia aquella enorme mansión donde ahora vive mi padre, no recuerdo mucho de ese lugar ya que la ultima vez que puse un pie en el fue hace ocho meses. De un golpe abro aquella enorme puerta (estilo monasterio) a unos cuantos pasos hay dos filas de personas vestidas de servidumbre, cuando me ven rápidamente me reverencian diciendo al unisonó “bienvenido” solamente entro sin prestarles atención a aquellas señoritas, dos de ellas me siguen recibiendo mis pertenencias y unas prendas que llevaba en mis manos, una de ellas me dice con una reverencia.
- El amo lo espera en el despacho- yo me dirijo a aquel recibidor donde me espera ese hombre, abro la puerta con ambas manos y justamente aquel personaje esta sentado en su silla frente a su escritorio firmando o revisando papeles, entro diciendo con una reverencia.
- He regresado- sin verle o siquiera su silueta, solamente me quedo viendo hacia abajo, escucho como este deja de hacer lo que estaba haciendo para luego levantarse de su silla y tomar asiento nuevamente en un sillón de tela de la mas alta calidad que hay en el planeta, entonces escucho su voz.
- ¿Concluiste bien los trabajos?- tomando unos papeles que están a la par de su enorme sillón.
- Si, tal como lo ordeno my lord - sin levantar la vista.
- Bien, creo en tus palabras - este se levanta y se acerca a mi levantando mi rostro con una mano, elevo mi vista a aquel hombre y escucho atentamente- hijo mío- mis ojos empiezan a temblar como gelatinas.
No puedo evitar ponerme nervioso, ver su rostro nuevamente y oírle decir “hijo mío” esas simples palabras hacen que mi corazón goce de alegría, a decir verdad este hombre no siempre nos muestra su gratitud, no, simplemente con decir “retírate” o “tu siguiente trabajo es” nos bastaba para saber que hemos hecho lo correcto, ahora tenerlo así y oírle decirme de esa manera, ver su rostro pálido, con aquellos ojos marcados con extrañas marcas purpuras, me levanto del suelo y este me dice.
- Debes estar exhausto, porque no vas a descansar- acaricia mis mejillas, se agacha a mi rostro para luego besarme delicadamente en mi mejilla, sus labios son algo fríos y rasposos, hace que me de escalofríos. Afirmo con la cabeza y salgo de ahí un tanto sonrojado, estoy algo confundido ya que nunca me había tratado de esa manera, sonrió levemente y tomo marcha, cuando escucho una voz detrás de mi que me dice.
- Vaya vaya entonces los rumores son ciertos, el príncipe regreso, no me esperaba verte tan pronto Bocchan- se acuña en la pared moviendo sus anteojos.
- Ha Kabuto, no esperaba verte vivo supongo que mi guardaespaldas es un inepto, recuérdame que debo castigarlo mas tarde- volteando a verlo con una mirada retadora.
- Tengo una mejor idea, porque mejor no te aplico el castigo a ti he- Kabuto me levanta el rostro con dos dedos y me dice en un tono lujurioso- te daré unas ricas nalgadas por ser un niño malo al seducirme de esta manera- acariciando mi cuello con sus dedos.
- Mmm uyy que gran castigo, supongo, mejor aun, porque mejor no vas a tu habitación y te cuelgas, quizás así podrías acabar con tu estupidez- haciendo a un lado su repugnante mano- jamás vuelvas a ponerme una mano enzima maldito o te juro que morirás y créeme que voy a disfrutarlo- lamiendo mis labios, lo empujo y me dirijo hacia aquellas enormes gradas con dos direcciones.
- Es el hombre mas difícil que he tratado pero tiene una debilidad, todos caemos ante el pecado del placer- lamiendo sus labios- pronto serás mío Bocchan- sonríe y se va donde su amo (Orochimaru)
Mientras tanto el chico de cabellos dorados se dirige hacia arriba maldiciendo el nombre de ese chico de cabellos blancos y anteojos, desacomoda su corbata abriendo un poco su camisa mostrando parte de su hermosa piel bronceada.
- maldito Kabuto, lo único que me faltaba era esa escena- desacomodo mi cabello rubio, llego a un enorme pasillo, cada paso que doy lo hago un tanto despacio ya que estoy agotado por el viaje, llegando a una enorme puerta que da a mi alcoba escucho una voz a unos cuantos metros de distancia.
- Así que los rumores son ciertos- detengo mi intento por abrir la puerta, aquella voz la conozco así que no menciono ninguna palabra y bajo mi mano, escucho como sus pasos se acercan a mi cada ves mas- has regresado- este se detiene, esta a unos pasos de mi, me volteo y veo aquel cabello largo y gris, aquella postura hace que me quede paralizado, pero respondo enojado.
- Todos aquí son una bola de chismosos, deberían de ocuparse en sus asuntos y dejar de chismorrear como cotorras, hey - este me abraza y me eleva del suelo, empieza a caminar hacia mi alcoba y de una patada abre aquella puerta, entra y camina hasta llegar a mi enorme cama este sin delicadeza me tira en ella rebotando un poco, el impacto que recibo no es doloroso pero eso me molesto, mi respiración agitada y mis mejillas sonrojadas, ese hombre solo cierra la puerta para luego dirigirse a mi, lentamente estando ya frente a mi le respondo en un grito- como te atreves a tratarme de esta manera estas demente- aquel solo me responde con una sonrisa en sus labios.
- no tienes porque gritarme- instintivamente mi vista se fija en otras cosas, este acaricia mis mejillas, se acerca a mi y me susurra dulcemente a mis oídos- Te extrañe mucho- mis ojos empiezan a temblar, mis labios no pueden pronunciar nada, este solamente me sonríe pero sin exagerar, yo con dificultad logro pronunciar.
- también yo- mi vista se fija en el rostro de el, ambos nos quedamos viendo fijamente a los ojos, aquellos ojos que me enloquecen tanto, cada parte de el solo lo puede describir una palabra “perfecto”, no puedo resistirlo mas así que rápidamente me abalanzo a su cuerpo, estoy emocionado no había sentido el calor de ese hombre por mucho tiempo, como es posible que un asesino de categoría mundial este demostrando sus sentimientos, claro hasta los asesinos pueden amar- Te extrañe mucho, hermano mayor - ocultando mi rostro en sus prendas.
- Naruto- sujetando mí rostro con una de sus manos me obliga a verlo, mis ojos están húmedos, supongo que es la emoción, giro a un lado tratando de ocultar aquella horrible expresión que tengo en mi rostro- no ocultes tu rostro- yo volteo nuevamente hacia él- déjame ver tu rostro cuando te digo “te amo”- cada ves se acerca a mi disminuyendo el espacio, centímetro a centímetro este llega a mi y en un segundo une sus labios con los míos, estoy totalmente fascinado con todo lo que hace, cada palabra es mi droga, cada caricia es mi perdición, estamos pecando nuevamente- Aishiteru - besando mis labios apasionadamente logrando que mi cuerpo pierda el control, no puedo mantenerme en pie, mis piernas tiemblan, lo único que logro controlar es mis labios, este se detiene para dar respiros entrecortados al igual que yo- mi hermanito- terminando esa frase vuelve a besarme pero mas fuerte logrando que caiga al suelo, pero no me golpeo ni nada por el estilo, soy sujetado por él.
Este hombre es mi única debilidad, lo único que puede hacerme daño, él sabe como haberme caer de rodillas, sus besos empiezan a descender por mi cuello, tantas sensaciones juntas y mi cuerpo no puede mas quiere explotar, mi rostro totalmente sonrojado.
- haaa- un leve gemido sale de mis labios, este se da cuenta de lo que ha logrado y sonríe victorioso, regresa a mis labios y los devora gustoso.
- No ahogues tus deliciosos gemidos, déjame escucharlos- mi respiración agitada y mi rostro totalmente sonrojado.
- her-ma-n-no – apenas y puedo mencionar cada silaba de esa palabra, él no soporta más y se abalanza nuevamente a mis labios, sus manos se entretienen husmeando en mi camisa blanca que traigo puesta, empieza a levantar esa molesta prenda tocando mi piel bronceada, cada caricia me esta volviendo loco, no ha abandonado mis labios ni un segundo apenas y puedo respirar- hermano- digo por falta de aire.
- Respira por la nariz- me da un poco de espacio para que pueda respirar, este vuelve a besarme sin dejar de acariciar mi cuerpo, aquellos botones (de la camisa) empiezan a estorbar así que de un solo movimiento las arrebata dejando abierta mi camisa, se separa de mis labios descendiendo aquellos besos húmedos, llegando a aquellos pezones que sobresalían pidiendo un poco de atención- hermano- me sonrojo mucho y le digo.
- Me da vergüenza- sonríe y dirige sus labios a esos botoncitos.
- buen niño- lamiendo esos pezones y diciendo- soy el único que puede hacer esto, soy tan feliz- regresa a besarme a los labios, mis brazos se enlazan a su cuello y este coloca sus brazos en mi espalda, me eleva sin dejar de besarme hasta que me acuesta delicadamente en mi enorme cada (recuerden que estaban en el suelo XD) se aleja un poco abriendo su camisa mostrado aquel cuerpo pálido, estoy mas que impaciente se lo que eso significa- hermosa vista- me ve retorciendo de placer, regresa a besarme pero esta ves delicadamente, tan dulce, tan suave, sus manos exploran cada parte de mi cuerpo llegando a mis pezones, sus besos nuevamente descienden llegando a esos botones y de un solo los mete a su boca sacando numerosos gemidos que trato de callar.
- Haaa…haaa…mmm…hhaaa- colocando mi mano en mi boca para callar esos gemidos pero me es imposible ya que él es un experto en “esto”- Haaa…. Haaa.. Kimi.. haa onisan- cerrando mis ojos, mi “hermano” deja de chuparlos y comienza a descender nuevamente, cada ves bajando mas y mas, de un solo me quita mis pantalones mostrando aquella prenda con una notable erección, me arrebata la ultima prenda que traigo puesta- Nooo- cubriendo esa parte de mi cuerpo.
- Te amo Naruto- sabe que al decirme te amo yo simplemente pierdo el control y me vuelvo obediente.
- Haaaa… hermano… haa- su lengua esta tibia, ¿Cómo es posible que los humanos podamos sentir tanto placer?, ¿Por qué nuestro cuerpo no se niega a esto?, ¿Por qué no me niego a ser tomado por mi hermano?, cuando de repente veo que este desciende a mi intimidad- espera hermano que- digo en un leve grito- ahí no haaaa- solo eso, eso basto y me deje llevar, mi cuerpo por todo ese placer no me responde, ahora estoy indefenso, mi mano se ocupa de evitar que mas sonidos salgan de mi boca, volteo hacia abajo y veo su cabeza subir y bajar - haaa…haaaaaa- su cabello roza con mi vientre, mi mente me esta jugando mal, no puedo evitar pensar en cosas sucias, su boca, se siente tan bien, quiero mas, por favor no te detengas- haaaaaa…haaaa- mi hermano se detiene, se levanta limpiando su boca, veo un liquido blanquecino salir por sus labios, este lame aquel liquido, me sonrojo mas que nunca no pude evitar venirme dentro de la boca de él.
- Es todo lo que puedo soportar- al recitar esas palabras sus manos se encargan de deshacerse de sus pantalones, en cuestión de segundos se queda desnudo con aquella notable erección, mientras yo estoy en mi cama retorciéndome de placer, este se acerca a mi besando mi cuello llegando a mis labios- relájate voy a entrar- lentamente introduce su miembro en mi, duele? Si y mucho, es el dolor mas fuerte que he sentido en mi vida, ¿cuando fue la ultima vez que hice esto? Ha pasado mucho, no puedo evitar incrustar mis uñas en la espalda de mi hermano- haa Naru- dice al sentir ese dolor en su espalda, no soporta mas y calla mis gritos con sus labios, al darse cuenta que mi cuerpo empieza a necesitar de él empieza a moverse a un ritmo lento, introduciendo y sacando.
Todo ese placer me inunda cada rincón de mi ser, no soporto mas pero no quiero que se detenga, con cada estocada que me da mis gemidos son cada ves mas fuertes e incontrolables, es el cielo, no quiero bajar de ahí, es tan vergonzoso que cubro mi rostro con mis manos- no, no escondas tu rostro- su respiración es cada ves agitada, puedo escuchar ya los primeros gemidos de sus labios- haaa… mmm…haaa- pequeñas gotas de sudor se crea en nuestros cuerpos, las embestidas son cada ves mas fuertes, este se da cuenta, mi cuerpo no soporta mas, me eleva en el aire dando fuertes embestidas tanto que mis gemidos se escucharían en el despacho de mi padre- Déjame ver tu rostro cuando…haaa…haaa llegas al orgasmo- yo lo veo esta tan sonrojado- no escondas, muéstrame, déjame escuchar tus gemidos- embistiendo mas fuerte.
- hermano ha ha ha ha- sus palabras son ordenes para mi no me contengo y pido mas- dame mas…fuerte, dame mas duro haaaa mas haaa- mordiendo las sabanas.
- Dilo- lamiendo mi oreja- dilo con mi nombre, vamos di mi nombre haaa haaa- lamiendo mi oreja una y otra ves.
- Kimi haaa Kimimaro dame mas fuerte haa ve mas profundo- el sonríe y aumenta la velocidad logrando así que llegue al esperado orgasmo- haaaaaaaa- él también lo hace, no puede evitar terminar dentro de mi interior, el cae enzima de mi cuerpo respirando agitadamente al igual que yo, mis ojos las tengo cerrados, trato de abrirlos y me doy cuenta que él se ha quedado dormido, lo abrazo fuerte queriendo decir que no quiero que se vaya, se que “esto” esta mal pero yo amo a mi hermano y con esto lo demuestro, tomo una sabana y cubro nuestro cuerpo, estoy cansado así que me dejo dormir con el en mis brazos.
Ambos dormimos despreocupadamente en “nuestra” cama, sin saberlo alguien detrás de la puerta estaba escuchando todo, desde el principio hasta el final, aquel personaje se da la vuelta moviendo sus anteojos, sonríe y camina hacia aquel despacho donde su “amo” lo esta esperando. Kimimaro abre sus ojos divisando la habitación algo borrosa, aun esta cansado, voltea hacia un lado y lo observa, él aun esta dormido, tan despreocupadamente, tan tierno, tan lindo, a simple vista se ve como un ángel, acaricia su mejilla con aquellas marcas adornando su rostro, lentamente desciende uniendo sus labios con los de él.
- Te amo- abrazando nuevamente el cuerpo moreno de esa persona.
El día ha llegado, es hora de abrir los ojos, el pelo blanco abre sus ojos pesadamente, su vista se fija donde haba visto anoche a su amante, pero para su sorpresa el no esta ahí, se levanta levemente restregando sus preciosos ojos agua marina, su cabello largo esta algo desarreglado, escucha unos sonidos provenientes de la otra habitación se levanta con solo sus bóxers puestos, se acuña en la puerta viendo como aquel hermoso chico de ojos azules se cambia de ropas, colocando su camisa lentamente como si le estuvieran tomando fotografías para una revista, este se queda embobado ante tal hermosura preguntándose ¿Cómo puede existir una persona tan hermosa como él?.
- podrías dejar de estar ahí, pareces un acosador- dice naruto volteando a un lado, empieza a colocar los botones de se camisa de abajo hacia arriba.
- gomen no puede evitarlo- Kimimaro sonríe ante esa reacción por parte de naruto, se acerca a el y le dice - despertaste temprano- abrazando al chico por la cintura- creí que todo lo que paso anoche era un sueño- uniendo su frente con la de su rubio.
- Tonto- se sonroja- como puedes decir que fue un suelo, idiota - el chico de cabellos blancos sonríe ante esa reacción, baja levemente uniendo sus labios con los de naruto hasta dejarlo sin aliento- haaa- dice tratando de recuperar el aliento.
- te ayudo- abotonando cada uno de esos botones, cada ves que sube puede notar cada chupón que ha dejado la noche anterior, llega hasta el cuello y observa mas en el.
- deberías darte una ducha o llegaras tarde al trabajo- dice naruto tratando de evadir las miradas de su “hermano”, moviendo mi rostro un lado pero el me obliga a verlo y le digo- ¿Qué?-
- nada, nada, te dejo iré y me ducho- el se va a duchar y yo sigo con mi camino, luego de unos minutos este baja al comedor con un traje de oficina bastante hermoso, toma asiento en una de las sillas frente a su padre, entonces el le dice- buen día padre, ¿ha amanecido bien?-
- bien- con una expresión seria- un poco cansado, anoche estuve revisando algunos documentos - hay algo extraño en la expresión de ese hombre que pone alerta a Kimimaro, ambos hombres están viéndose fijamente a los ojos.
- ya veo, ¿encontró algo fuera de lo común?- Kimimaro
- define fuera de lo común- Orochimaru
- eso depende- Kimimaro
La conversación entre ellos dos se esta volviendo cada ves mas incomoda, entonces yo salgo con una bandeja con el desayuno de ambos en ella, diciendo con una sonrisa.
- espero que tenga hambre porque he preparado mi especialidad- volteo y veo a ambos con expresiones serias- ¿sucede algo?- mi padre rápidamente toma su teléfono y contesta, Kimimaro me sonríe y me dice.
- nada, solo negocios, en serio tienes especialidad- yo les sirvo a ambos y ellos solamente lo ven, mi padre se levanta diciendo.
- tengo que atender los negocios, vamos Kabuto- el se desaparece de ahí dejándome ahí cabizbajo ya que ni siquiera se digno en probar la comida.
- Descuida yo estoy aquí para ser de conejillo de indias-yo volteo con las mejillas infladas, esperando la respuesta que me dará, impaciente espero y espero.
- ¿y? ¿Esta bien?- veo la expresión de el y su rostro lo dice todo, me levanto dejando las cosas en la mesa- mierda, jamás seré capas de preparar siquiera un plato de ramen que este bien, malditas clases de cocina- salgo corriendo de ahí, llegando ya en los jardines que acuesto en la grama viendo el cielo azul, digo al viento- estúpidas clases de cocina, jamás volveré a preparar algo- cerrando mis ojos-
- todos somos buenos en cosas y en otras no- me dice Kimimaro caminando hacia mí, se sienta a la par mía y me dice- perdona que haya reaccionado así-acariciando mi cabello.
- hermano no trates de hacerme sentir bien porque no lo aras- me acuesto nuevamente en la grama.
- de verdad te preocupa tanto no poder cocinar- viendo el cielo.
- es solo que- me sonrojo- algún día, cuando ya no tenga este trabajo, me gustaría- volteando a un lado- quisiera poder cocinar algo, algo para esa persona- este me sonríe y me dice.
- ya te dije que yo puedo cocinar para ambos- me abraza- yo me encargare de eso mi amor- besando mis labios.
- Kimimaro- le sonrió.
--------------------------Presente------------------------------
Ese fue el error mas grande que he cometido, enamorarme, amar a alguien causo toda mi desgracia, porque fui tan estúpido, sentir amor, el pecado del placer carnal, todos caemos en eso es inevitable- preparando mis cosas para salir del hotel- ahora lo único que me importa es mi trabajo, de echo pasarme todo aquello me ha beneficiado con algo, el deseo, el amor, son totalmente innecesarios, solo me resta decir “te encontrare y voy a disfrutar viéndote morir” y todo fue “por ti”.
Continuara…