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No mentiras por Amani

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Notas del fanfic:

Este fic es parte de una serie de diez fic. imaginen que la historia es un rompecabeza y que cada fic un parte, cuando llegan a armar las diez piezas entenderan todo.

Notas del capitulo:

Mi primer kaiyeol :P 

Bueno estaba por hacer un edit (este -> http://no-country-for-old-alpacas.tumblr.com/post/52766528802/no-mentiras-exo-kaiyeol-forgive-me-if-i

mientras lo hacía escuchaba el soundtrack de la novela pelicula del decálogo Kieslowski (-> http://www.youtube.com/watch?v=J_OpNJyKozg  recomiendo oirlo con soundtrack

entonces me inspire :P ojala les guste :) en los fic que siguen apareceran otras parejas

 

Sus ojos se alzaron para mirarle, sus labios temblaron tenuemente mientras se preparaban para hablar.

_ ¿Entonces…?- la luz que se emanaba de sus ojos negros parecía tiritar. Él le miro un instante sin responder impacientándolo. Sus labios parecieron despegarse en un momento, pero volvieron a cerrarse mientras tragaba saliva para finalmente responder.

_ Me dijo… me dijo que no te conocía…- tratando de que no lo note puso el sobre que escondía detrás suyo en su bolsillo.

Jongin le miro un instante tratando de ordenar sus pensamientos para decir algo.

_ Yo le dije- comenzó a decir Chanyeol, pero Jongin le interrumpió.

_ Está bien…

_ Ha pasado mucho tiempo…

_ Debe ser…

De repente pensó que podía avivar una nueva esperanza y repuso su discurso.

_ Tal vez, no le importabas tanto…- mordió sus labios.

Jongin agachó la mirada.

_ No te pongas así- se arrodillo frente a él y tomó su rostro entre sus manos- no debes estar triste… - un ardor comenzó a quemar en su garganta por aquellas palabras que querían desbordarse pero no podían ser pronunciadas. Jongin no apartó su mirada de sus ojos grandes y brillantes, casi como si buscara un consuelo a aquel gran dolor que parecía debilitarle. Solo se mantenía erguido porque sus grandes manos sostenían su rostro entristecido. Chanyeol sabía que ese era su momento tan esperado y que ya era tarde para arrepentirse. Acarició el rostro de Jongin con sus dedos pulgares y en un movimiento casi violento robo de sus labios un beso.

 

 

 

Seis meses después

Eran esos fríos días de otoño donde la brisa gélida de una anunciado invierno recorre las calles casi furtivamente. Incluso si el viento soplaba muy frío su expresión de calma nunca se alteraba con alguna mueca graciosa. En sus ojos negros siempre se reflejaba el sol y eso le daba calidez a su alma.

La brisa se convirtió en ráfaga súbitamente y sacudió las hojas secas desparramadas por doquier despabilando con aquel sonido su mente. Jongin, volteó su mirada hacia la otra acera donde había un arboleda y vio debajo de los arboles a un joven sosteniendo su abrigo sobre su pecho con un mano y con la otra daba vueltas la bufanda sobre su cuello. Le parecía que no hacía tanto frío como para abrigarse tanto, entonces torció una tenue sonrisa mientras veía al joven temblar.

Luego de anudar la bufanda a su cuello muy rudimentariamente levanto su rostro para con su aliento calentar sus manos. Era un rostro bello como pocos, un rostro muy difícil de olvidar y que sin duda, Jongin no había olvidado. Su sonrisa se desdibujó lentamente congelando su expresión en la nada mientras le miraba con la luz de aquellos ojos negros temblando.

Chanyeol solía entusiasmarse por demás en las confiterías y debido a eso, Jongin, le esperaba afuera cada vez que entraba a una. Le costaba decidir que llevaría, si pudiera hacerlo desvalijaría la confitería. No obstante, Jongin no era muy amante de las cosas dulces y prefería esperar afuera antes que su mayor le inundara con preguntas sobre cuál elegir. Elegir siempre había sido un problema.

Luego de varios minutos salió con un paquete grande, al hacerlo vio al menor parado ante la escalera  para bajar hasta la acera. Cuando se acercó noto que estaba muy abstraído mirando algo, al pasar los arbustos que nublaban su vista lo logró ver, parado en la otra acera con una expresión no muy diferente a la que Jongin tenía.

Chanyeol notó que no había sido percibido por lo que decidió ignorar la situación. Se acercó a él con una gran sonrisa y le abrazó. Jongin le miró algo desconcertado, antes de reaccionar el mayor le beso con singular pasión para estar en la vía pública. Al apartarse, Jongin no quiso que Chanyeol notara nada por lo que forzó una sonrisa. Volteó disimuladamente su mirada hacia la otra acera pero ya no había nadie ahí.

_ Compre brownies- dijo sonriendo.

_ Bien- sonrió- vamos a casa.

Jongin caminó las pocas cuadras hasta el departamento que compartían con la mente muy lejos de ahí. No pronunció ninguna palabra, ni siquiera le miro una sola vez. Tal vez era el prematuro invierno, pero Chanyeol sentía cada vez más frío y eso le inquietaba.

Al atravesar la puerta dejo caer el paquete al suelo y se abalanzó sobre el menor haciéndolo chocar contra la pared de la sala.

_ Hace frío…- murmuró ocultando su rostro entre el pelo de Jongin.

El menor alzó sus brazos para abrazarle, parecía que el mayor temblaba cuando le tocaba.

_ Deberíamos viajar…- Jongin se esforzaba por contener un llanto que ni el mismo se explicaba. Pensaba que luego de tanto tiempo le sería indiferente volverle a ver, pero en lo profundo sabía que nunca sería indiferente.

Quizás en ese momento era todo al mismo tiempo, la tristeza de verle, la culpa que le producía estar así por una persona cuando estaba con otro y sobre todo el miedo de no superarlo nunca.

Su débil postura de repente adquirió fuerza empujó al alto Chanyeol hacia la habitación casi con cierta agresividad. Agresividad que no era más que el desconcierto y la desesperación potenciado por un deseo indescriptible.

Sobre la cama comenzó a quitarle la ropa con torpeza y prisa. Chanyeol aún no volvía en sí mismo y no parecía colaborar. Luego de abrir su chaqueta y su camisa bajo hasta el pantalón jalando del cinturón para poder desabotonarlo. Sin perder más tiempo se le subió encima y mientras le abrazaba, le besaba.

Despertó con la luz de la mañana enredado entre las sabanas blancas, Chanyeol dormía junto a él y no parecía que iba a despertar pronto. Le miro dormir unos instantes, prestando atención a cada detalle del sueño del mayor. Su rostro tranquilo, su cabello alborotado y sus labios haciendo un gracioso mohín. Cerró sus ojos llevándose su imagen a su mente, la puerta de la habitación estaba abierta y desde la sala venía una brisa fría que helaba su cuerpo desnudo pero al mismo tiempo le adormecía. En su mente adormecida se comenzó  a dibujar la imagen de Luhan mientras dormía, una imagen que solo podía imaginar puesto que jamás lo había visto de esa manera.

Abrió sus ojos de golpe y nuevamente la culpa comenzó a carcomerle. Ya no podía seguir durmiendo, retiro la mano de Chanyeol de su cadera y se levantó para ir al baño. Antes de cruzar la puerta enderezó el cuadro que colgaba de la pared.

Ese día las clases en la universidad de Chanyeol habían acabado más temprano. Debido a que era un mañana soleada y cálida decidió tomar el camino largo de regreso a casa para dar un paseo con su bicicleta.

Ese camino lo hacía atravesar un parque con un hermoso lago en el medio, luego salía por una calle donde estaba el cementerio de la ciudad. Justo cuando estaba por pasar por el frente decidió bajarse de la bicicleta para mostrar respecto al ataúd que el séquito fúnebre seguía. Fugazmente miro hacia el interior de uno de los autos y vio un rostro conocido. Un escalofrío recorrió su cuerpo, se subió a la bicicleta y se alejó de ahí lo más rápido que pudo.

Al llegar al departamento comenzó a revolver todas las cajas que tenía donde guardaba sus apuntes y papeles. En su rostro todavía no volvía el color, sus manos temblaban mientras buscaban desesperadamente. Hasta que finalmente dieron con un pequeño sobre blanco, salió de la habitación hacia la sala para ir hasta la cocina y quemar el sobre, pero en aquel trayecto se cruzó con Jongin.

Le miro algo extrañado, mientras Chanyeol parecía desfallecer.

_ ¿Qué tienes ahí?- le pregunto.

_ No, es nada.

_ ¿Nada? Mira cómo estás ¿De quién es?

Chanyeol cerró sus ojos y con la mano temblorosa le entregó la carta. Jongin la tomó algo desconcertado y vio que nunca había sido abierta. La rompió por el costado y la leyó.

Me mandaste a preguntar si te recordaba ¿Cómo habría de olvidarte? Había estado esperando para hablarte todo este tiempo pero no había encontrado el coraje de hacerlo, tenía miedo de que me hayas olvidado.

Estoy muy feliz de saber que aún me recuerdas, también quiero hablar contigo. Mañana te esperare en el café frente al museo, no faltes por favor.

                                                      Luhan.

 

 

 

Notas finales:

si les gusto, no olviden comentar para que escriba las otras entregas :)

saludos! ♥


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