Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El árbol de Tanabata por Iratxe

[Reviews - 47]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

dios...segundo cap... 

 

Aaah...esta historia al principio estaba fluyendo taan bien... y luego ME COSTÓ TANTO SEGUIR ESCRIBIENDO...

 

pero bueno, aquí está.

<3

Las historias que se refieren a otra persona suelen empezar representando cómo la conociste; pero me veo incapaz de recordar eso, siento que Akira siempre estuvo implícito en mi vida, yo crecí con él, él ya estaba ahí en mi más tierno recuerdo de la infancia. Mi mejor amigo, mi fiel compañero de juegos...


 


Yo nunca he sido muy sociable, me cuesta conocer gente, hablar en público y relacionarme con los demás... Akira fue mi único amigo durante mucho tiempo; era soñador, amable, y siempre podía sacarme una sonrisa. El tipo de persona que se preocupaba por mí a la mínima señal de que no me sintiera del todo bien. Algo así como el hermano mayor que nunca tuve.


 


Pero mis sentimientos hacia él sobrepasaban la barrera de lo fraternal, os lo aseguro. Cuando estábamos en el instituto, él se enamoró de una chica. Yo me enamoré de él. Con la pubertad se había convertido en un chico de lo más guapo, y ese toque de rebeldía con el que decoloraba su pelo y se ponía cadenas para adornar los pantalones del uniforme...encendía mis pálidas mejillas sin quererlo.


 


Pero como iba diciendo...él tenía ''otras inclinaciones''. Una compañera de clase conquistó su corazón en aquella época; era una chica realmente mona, tenía unos ojos bonitos y todas las veces que la había visto fuera del colegio vestía realmente bien. La típica chica femenina, madura y de apariencia virginal a la que Akira querría abrazar eternamente.


 


Hizo auténticas estupideces por ella. Nos metimos al club de música, él tocaba el bajo con fuerza, quería impresionarla en uno de los pequeños festivales que la escuela organizaba con regularidad. Pero no funcionó. En esa época se distanció un poco de mí por ella. Iba a buscarla a casa para ir junto a ella hasta el colegio...ese tipo de cosas. ¿Por qué no se daba cuenta de que ella no quería nada con él? Él seguía intentándolo, seguía perseverando... Recuerdo que cuando hablaba con él al respecto me decía que no importaba lo que tardara, que él seguiría intentándolo, porque el amor es así, y hay que esforzarse. Y, por mucho que me doliera, me temo que lo animé en su propósito, incluso le conseguí el número de aquella chica, preferiría no recordar cómo.


 


En cuanto a mí... también hubo una chica que se me declaró... No quise ser cruel, pero la verdad es que ni siquiera me había dado cuenta de que estaba en mi clase, no era el tipo de persona que llamaba la atención de los otros... Así que la rechacé dulcemente, alegando que me lo pensaría cuando nos convirtiéramos en buenos amigos. Pero eso nunca pasó, creo que no volvimos a hablar siquiera. Qué complicados son los corazones de las mujeres.


 


Cuando acabáramos el instituto, Akira quería mudarse a Tokyo, empeñado en cumplir su sueño de entrar en una banda y hacerse famoso: ''Algún día te llegarán noticias sobre mí, del otro lado del río'' solía decir. El río....el hermoso río que surcaba nuestro pueblo de lado a lado, ¿cuántas veces nos sentamos frente a él a charlar? ¿Cuántas cosas pasaron frente a él? Ni siquiera puedo recordar una concreta...


 


Pensé que todos esos sueños se convertirían en simples recuerdos cuando nuestros estudios secundarios finalizaran y fuéramos algo más maduros, pero no fue así. Akira preparó su bolsa, con el dinero que había conseguido ahorrar, tomó su bajo, y se preparó para irse. Incapaz de despedirse de su madre y de su abuela, las cuales le habían cuidado desde siempre, me encargó a mí el papel de entregarles su nota de despedida. Ver a la señora Suzuki llorando desconsolada frente a mí cuando lo hice es uno de los peores recuerdos que conservo...


 


Pero ninguno superará al de la noche que se marchó... Le acompañé hasta la parada del autobús que lo llevaría a Tokio en cuanto despuntara el amanecer. Llegamos mucho antes porque quería pasar algo de tiempo con él antes de que se fuera.


 


-¿Seguro que no me quieres acompañar?-recuerdo su sonrisa, intentando tranquilizarme


 


-Seguro... No...no puedo dejar a mi madre aquí...y...yo tengo que seguir estudiando...ya lo sabes-


 


-Está bien, no pasa nada-


 


-¿Estarás bien solo?-la preocupación me consumía


 


-Por supuesto, sabré cuidarme-su mano sobre mi hombro-Ya soy un todo un hombre-


 


Reí con algo de ironía, sabía que lo iba a pasar mal. Cuando el autobús estaba a punto de llegar no pude seguir conteniendo las lágrimas.


 


-No me jodas que vas a llorar-su sonrisa no se desvaneció-No seas nena-


 


-¡No soy nena! ¡Te voy a echar mucho de menos!-grité


 


-Ven aquí-me abrazó, y me sentí reconfortado-No te preocupes por nada... Vendré a verte cuando sea famoso, y te invitaré a comer, porque tendré una tarjeta de crédito de esas de oro...-


 


-Te tomo la palabra-me aferré fuerte a él


 


-Venga, suéltame que el conductor se va a pensar cosas raras-sonrió haciendo un gesto con la cabeza, señalando al autobús que se acercaba


 


Me deshice de su abrazo y me armé de valor. ''Ahora o nunca Uke, quizá si se lo dices decida quedarse contigo...''


 


Menuda estupidez.


 


-Akira...-


 


-¿Sí?-


 


-Te quiero-fueron mis últimas palabras antes de ponerme de puntillas para plantarle un beso en los labios, pues en aquella época yo no había alcanzado mi altura actual


 


No dijo nada, simplemente otra sonrisa se formó en sus labios, me despeinó, y se subió al autobús. Lloré desconsoladamente durante horas en aquella parada... Me sentía como...como un perro cuando lo abandonan o algo así...esa sensación de desamparo... Era realmente patética.


 


Los primeros meses abría el buzón todos los días esperando que llegara alguna carta suya...pero nunca era así... Trataba de animarme a mí mismo diciéndome que quizá al día siguiente la tendría. Sin embargo con el paso de los meses...e incluso de los años...perdí la esperanza.


 


Sin embargo, el día de mi veintiún cumpleaños, y por consiguiente de mi mayoría de edad, recibí una carta y una caja. No había remitente... Abrí la caja y una hermosa pulsera me sorprendió... Parecía cara, ¿quién me regalaría algo como eso?


 


Entonces abrí la carta, y no pude contener el llanto... Como siempre breve, pero preciso. Escribir nunca ha sido lo suyo:


 


Hola Uke~


 


Feliz cumpleaños. Espero que te guste mi regalo, la he diseñado yo.


 


No hagas muchas locuras ahora que eres un adulto.


 


Te quiero.


 


Akira.


 


 


 


''Te quiero'' ''Te quiero'' ''Te quiero'' ''Te quiero''


 


No paraba de repetir esas palabras en mi mente... ahora sabía que Akira estaba bien y que estaba ganando dinero, al menos. Llamé a su madre para contárselo, peor obviamente se decepcionó cuando le dije que no había adjuntado una dirección. Yo también estaba decepcionado por eso.


 


Me resigné a esperar otra misiva, cual esposa abandonada por su marido guerrillero. Si había habido una primera, era porque Akira no quería perder el contacto conmigo, al menos no del todo, y eso me daba esperanzas. Su pulsera adornaba mi muñeca todos los días...nunca me olvidaba de ponérmela, sentía que era mi último vínculo con él...


 


Pero no estoy hecho para mantenerme pasivo ante algo que me molesta. Así que me dispuse a investigar cómo Akira podría haber hecho dinero. Él quería ser bajista, ¿cierto? No hacía mucho que tenía una conexión de internet en casa, y me propuse utilizarla para averiguar que bandas despuntaban actualmente.


 


Y después de un montón de idiotas que pensaban que podían hacerse famosos con esas letras estúpidas y esos sonidos extravagantes lo encontré.


 


''The Gazette''


 


El corazón me dio un vuelco ante la imagen de aquel poderoso bajista al que no tarde en reconocer como a mi amigo, a pesar de esa estúpida venda que llevaba en la nariz, que solo le hacía parecer más duro de lo que ya era. Su técnica había mejorado muchísimo en estos años, y se veía arrollador sobre el escenario...


 


Ya sabía dónde tocaba, ahora lo que necesitaba era ''concertar una cita''. Me importaba una mierda si había decidido que no quería verme, yo había decidido verle a él. Por una vez tomaría un papel activo en esta ''relación'' si es que se puede llamar así a estas alturas. Consulté los próximos tour de The Gazette y escogí un live de fin de semana que me permitiera viajar hasta la capital para verlo cómodamente. Sin fecha de vuelta, por supuesto, quién sabe lo que podría pasar.


 


Le dije a mi madre que simplemente quería ir a la capital para conocerla, preferí ahorrarme los detalles sobre Akira por si no lograba encontrarlo o hablar con él. Nunca había sido un chico de fiestas, ni de largos viajes, así que mi madre se sorprendió cuando le conté mi idea, pero lo entendió como ''un paso hacia mi madurez'' y no le puso pegas.


 


Llegué desorientado a la gran ciudad; como podréis comprender, teniendo en cuenta que yo siempre había sido un chico pueblerino, lo más de campo que os podáis imaginar... Y ahora estaba rodeado de rascacielos... Era realmente impresionante.


 


Pero vayamos a lo que nos atañe, el concierto. Estuve en la cola desde por la mañana, dado que no había pensado nada para hacer además de intentar verle. Compartí puesto con un montón de adolescentes llenas de hormonas deseosas de ver a aquel grupo. Y para mi sorpresa Akira desataba verdaderas pasiones.


 


-¡Reita-sama es maravilloso!-


 


-Es tan guapo...-


 


-¡Yo me pondré en el lado de Reita-sama!-


 


Reita, ¿de dónde se habría sacado ese nombre? ¡No sonaba nada bien! Eché un vistazo y comprobé que además de un par de chicos que habían venido exclusivamente para acompañar a sus novias, yo era el único varón en la fila. Algunas de esas chicas hablaban entre ellas sobre mí, podía notar sus miradas clavadas en mi espalda. ¿Qué querían, flirtear conmigo? Sería mejor que no, se llevarían una decepción.


 


Cuando abrieron las puertas del recinto todos los fans se arremolinaron en las filas más cercanas al escenario, pero yo simplemente escogí un lugar central. No iba a pelearme por un lugar que no iba a disfrutar de la misma manera que ellas.


 


Las luces se apagaron y me quedé estático esperando a que apareciera. Y cuando lo hizo, no supe qué hacer; no me uní al griterío de la masa, no hice nada... Simplemente me quedé quieto sin poder creerme que estaba allí, frente a mí. Sentía ganas de llorar, pero no lo hice. ¿Por qué? Porque no quería interrumpir lo que estaba pasando sobre el escenario.


 


Akira era un maldito seductor, me estaba haciendo sentir verdadero calor con sus movimientos. Por suerte, debido a mi altura, podía verle perfectamente aún sin estar en primera fila. Y cuando por fin tuvimos contacto visual, sentí que me derretía. Primero fue un contacto ardiente, como si fuera un fan más; luego pareció reconocerme, y su semblante cambió a uno más serio, a la par que sorprendido, aunque no sabía si gratamente.


 


El concierto continuó con su curso normal, con una sola diferencia; el contacto visual ininterrumpido entre Akira y yo cada vez era más intenso. Y al terminar, pareció despedirse específicamente de mí con su mano. Me preparé para que esa fuera su última mirada, y para tener que volver a casa conformándome con eso. Pero Akira no me dejaría así. Y no lo hizo. Uno de esos gorilas del staff se dirigió a mí antes de que saliera de la sala.


 


-Disculpe, ¿el señor Uke Yutaka?-


 


-El mismo-traté de parecer serio, no solían dirigirse a mí como ''señor''


 


-Acompáñeme; por favor, lo están esperando-


 


Lo hubiera seguido hasta el fin del mundo, pero me guió hasta una sala prácticamente vacía, cuyo uso no sabría concretar.


 


-Tome asiento, por favor, en seguida vendrán a por usted-


 


-Claro-tomé para mí uno de aquellos sofás tapizados de negro y esperé


 


El paquete de tabaco sobre la mesa me tentaba. Había desarrollado el hábito de fumar en los últimos años, y no tenía intención de dejarlo, aunque mi madre no estuviera del todo conforme con ello. Aún así hice acopio de voluntad y no lo cogí, no quería que la primera imagen que Akira tuviera sobre mí fuera la de un ''Uke fumador empedernido''.


 


La puerta se abrió, y Akira apareció frente a mí con una toalla en los hombros, secándose el sudor de la frente y sonriendo como siempre lo hacía.


 


-Buenas noches-saludó


 


-¿Cinco años y es todo lo que se te ocurre decirme?-me levanté-¿Buenas noches?-


 


-Lo siento-se excusó-Te daría un abrazo pero apesto-una risa sincera


 


-Me da igual.-lo abracé fuerte, con miedo de que se volviera a ir-Te he echado mucho de menos, joder, podía haberme escrito...-


 


-Te envié un regalo por tu cumpleaños, ¿no lo recibiste?-


 


-¡Claro que lo recibí!-le enseñé la pulsera en mi muñeca-Por eso empecé a buscar cual era tu banda, idiota... llegué a pensar que podrías estar muerto...-


 


-Soy muy duro como para morir así...-me abrazó fuerte-¿Cómo está mamá?-


 


-Muy bien... También podrías haberla llamado a ella o algo, pareces su maldito hijo desaparecido-


 


-Lo siento, pero hasta hace no mucho he estado viviendo en condiciones que no le hubieran gustado nada... Así que... No quería que se preocupara... Y cuando las cosas me empezaron a ir bien estaba demasiado ocupado para llamar...-


 


-Sigue sin ser excusa-enarqué una ceja-Pero me alegro de que te vaya bien-


 


-¡Ahora me va genial! ¡Mira todo esto!-señaló su ropa-¡Es todo mío!-


 


-¿Qué hay de la banda en la nariz? ¿Qué demonios es eso?-


 


-No quería que me reconocierais si la cagaba, y mi abuela se escandalizaría viéndome tocar en ''uno de esos grupos satánicos''-


 


-¿Tú eres tonto? ¿Te crees que no te vamos a reconocer solo porque lleves esa cosa puesta?-


 


-Lo siento... Pero vamos a lo importante, ¡estás aquí! Tenemos que salir juntos a celebrarlo... Bueno...-se sentó en el sillón que antes había ocupado yo-Ahora casi no me puedo ni mover, pero me recuperaré, ¿cuando vuelves al pueblo?-


 


-No tengo fecha-


 


-¿Y tu madre no se ha puesto histérica cuando le has dicho que te ibas?-dramatizó


 


-Anda, no me hables de eso-


 


-Bueno no pasa nada...-sacó su teléfono-Dame tu número, no conservo muchos en este... Te llamaré mañana y quedamos-


 


-Claro...-le recité mi número telefónico y me preparé para irme-Supongo que nos veremos mañana-


 


-Ey...-me abrazó de nuevo-No te molestes conmigo, te saldrán arrugas-bromeó-Dame un besito de bienvenida-me pidió, arrastrando las sílabas a la par que estiraba sus labios hacia mí para simular que quería un beso


 


-Akira, idiota-me dirigí hacia la puerta-Te veo mañana-me di la vuelta para enfrentar su mirada una última vez, pero estaba inesperadamente cerca-¿Qué haces, Akira?-cuestioné


 


-Toma mi beso-


 


Y entonces cortó la distancia que nos separaba; solo un ligero contacto que pretendió ser algo más con un mordisco en mi labio inferior, pero no lo dejé pasar de ahí.


 


-¡Akira!-lo empujé, la cabeza me ardía


 


-Era solo una broma, te has puesto rojo-se burló de mí


 


-¡Idiota!-me di la vuelta y abrí la puerta


 


Realmente mi cerebro se encontraba en ebullición. Acerté a salir de allí a duras penas, y en cuanto la luz de la luna llegó a mis pupilas respiré hondo, intentando calmarme. Akira me había besado... ¿Había sido solo una de esas bromas? ¿O había algo detrás de aquel beso? ¡No podía hacerme esto! ¿Ahora pretendía que durmiera en aquella cama de hotel? ¡Estaba claro que no lo haría, pensaría en él toda la maldita noche!


 


A la mañana siguiente, después de desayunar, recibí un mensaje de Akira, me preguntaba en qué hotel estaba. Se lo dije y vino a buscarme en un coche que obviamente no era suyo, conducido por un hombre de sonrisa amable.


 


Y todo fue como si nunca nos hubiéramos separado. Un día maravilloso en compañía de mi mejor amigo, como en los viejos tiempos. Nos reímos de los viejos chistes... Y bebimos... Bueno ni siquiera sé si él bebió, pero está claro que yo me pasé porque tengo recuerdos dispersos. Al sentirme cómodo con él me temo que me animé y...no estoy acostumbrado a beber así que...


 


Recuerdo que la barra se me hizo apetecible, y apoyar mi cabeza en ella para dormir; también recuerdo cómo Akira me dijo que sería mejor regresar, pero sé que yo aún tenía ganas de fiesta... Siento que fui muy pesado con él, aun cuando me metió en el coche, recuerdo apegarme a él y decirle que le quería... Es más...creo que le besé. Pero él sonreía, al parecer para él todo estaba bien... Su sonrisa era tan cálida. Luego solo recuerdo la sensación de caer sobre una cama mullida...y Akira sobre mí, desvistiéndome... Sé que le repetí hasta la saciedad que le quería, que estaba enamorado de él...


 


Qué vergüenza.


 


Me desperté a media mañana, pero no pude abrir del todo mis ojos, la luz era cegadora. Me di media vuelta en la cama buscando rezongar un poco más pero al encontrarme a Akira, sin su bandita, y aparentemente sin ropa, una sensación de angustia se apoderó de mí.


 


-A...Akira-lo zarandeé un poco


 


-¿Mm...? ¿Qué pasa?-


 


-Tú...yo... anoche... ¿Nos acostamos?-


 


Si me decía que sí nunca me lo perdonaría. ''La mejor noche de mi vida, aquella que llevaba esperando años y años'' y no la recordaba, perfecto.


 


-¿Qué?-levantó la cabeza, aún medio dormido-No...-se estiró en la cama-Pero tenía muchas ganas-volvió a reposar su cabeza en la almohada


 


-¿Qué...qué has dicho?-


 


-Oh, vamos, no es ningún secreto que nos atraemos...-lo dijo como si fuera lo más normal del mundo-Pero anoche estabas tan borracho que puff...me dio hasta pereza-una nueva sonrisa-Pero bueno, si te sientes despejado ahora...-su mano acariciando mi pecho me descolocó


 


-Akira...-aparté su mano-¿Me estás ofreciendo...solo sexo?-


 


No, definitivamente no iba a ser su puta. ¡Eso me destrozaría, por dios, yo estaba enamorado de él!


 


-Parece que no me conozcas-se puso sobre mí-¿Crees que soy de ese tipo?-


 


-No...-se me cortó la respiración


 


-¿Entonces?-me besó, y os juro que pude sentir como la cama se convertía en una nube bajo mi cuerpo


 


Estábamos los dos solos, y Akira me besaba tal y como lo había imaginado durante todos esos años... No me decepcionó en lo absoluto... Era tan dulce... No sé cuando me percaté de la situación... Estábamos desnudos...y él sobre mí.


 


Oh, claro, me di cuenta cuando noté que estaba erecto, y el simple roce de su miembro con el mío hizo que yo también lo estuviera.


 


-Ah...-el primer gemido por mi parte


 


-Uke...-mi nombre susurrado entre los besos


 


-¿Sí?-mis manos sobre las sábanas, aún sin poder reaccionar


 


-¿Quieres salir conmigo?-


 


¡¿No era una pregunta un poco obvia en esa situación?!


 


-Idiota, llevo años enamorado de ti...-esta vez tomé yo la iniciativa en un nuevo beso, y mis manos fueron a parar a su nuca


 


-Sabes...-sus manos acariciando mi pecho, despacio-Cuando me besaste...el día en que me iba... pensé en quedarme...solo por eso...-su boca en mi cuello, mordiendo mi piel, dejándome marcas que se tornarían moradas en un futuro-Y mira dónde estoy ahora...-


 


-Eres afortunado...-me dejé hacer


 


-Afortunado en el juego, desafortunado en amor-su boca bajó hasta mi pecho, haciéndome contener la respiración de nuevo cuando empezó a lamer mis pezones lentamente-Pero...-se detuvo-Mi amor ha sido listo...y ha venido a por mí... así que soy doblemente afortunado-volvió a besarme


 


Perdí la noción del tiempo y del espacio, cerré los ojos y solo me concentré en los labios de Akira sobre los míos, y en las yemas de sus dedos acariciándome... Me concentré tanto que no me percaté de en qué momento esos labios pasaron a hablarme:


 


-Uke...ey...-


 


-¿Qué...qué pasa?-


 


-¿Has estado alguna vez con otro hombre?-


 


-No...-


 


-¿Tanto me querías?-un último beso-Voy a hacerlo con cuidado, ¿vale?-


 


-Vale...-cerré los ojos y me relajé, con la esperanza de que mis músculos hicieran lo propio


 


Akira puso sus manos sobre las mías en la cama, entrelazando nuestros dedos, y se hundió en mí despacio, mientras me daba un beso largo. Apreté mis manos contra las suyas por la incomodidad... No era un dolor insoportable, pero sí que me estaba sintiendo raro.


 


-A...Akira...-un gemido ahogado


 


-¿Todo bien?-parecía preocupado por mí


 


-Todo...bien...-


 


Sus manos se apartaron de las mías y pasaron a abrazar mi cintura, yo hice lo mismo con su espalda. Estuvimos un par de minutos besándonos y moviéndonos despacio, no teníamos prisa. Poco a poco el ritmo fue aumentando... Cambiamos de postura y acabé sentado sobre las caderas de Akira, saltando sobre ellas y dejando rojas marcas en su espalda con mis uñas. Me asustó lo natural que me resultaba gemir, me sentía como un actor porno...


 


Yo me corrí antes que Akira, por lo que él continuó penetrándome un poco más, hasta que sentí como un líquido caliente y espeso me llenaba por completo... Me dejé caer hacia atrás y Akira puso su mano en mi cabeza, evitando así que me golpeara contra el cabecero.


 


-Con cuidado-me advirtió


 


-Gracias...-me acomodé en la cama mientras sentía como salía de mí


 


-Oye, Uke...-


 


-¿Sí?-


 


-¿Te vienes de gira conmigo?-


 


-¿Me lo estás diciendo en serio?-


 


-Claro... llama a tu madre, le encantará saber que estamos juntos...-


 


Y con esa sutil declaración de amor nos fundimos en un último beso. Ya sé que no todas las historias de amor acaban así, que por mucho que te esfuerces y por mucho que esperes quizá no acabes con la persona que quieres... Pero está claro que yo he tenido suerte, así que, dime:


 


¿Te sientes afortunado hoy?


 


 

Notas finales:

bueno bueno, tengo muchas peticiones para esto, creo yo xD


atención a la lista:


 


lee joon x onew 


minho x jonghyun


yunho x jaejoong


uruha x aoi


Kris x kai


miyavi x aoi


Uruha x kai


Koichi x Meto


 


a ver que se me ocurre, buahahaha


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).