[*]NaruSasu[*]
Capítulo 09: Cuarta Etapa del Luto - Culpabilidad: Ni Por Tí Mismo (Parte II)
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_Hey —susurraron a su oído y le movían suavemente por el hombro— Oye, despierta.
_Mmh... —pero Sasuke no estaba con ánimos de despertarse, no después de tres días y medio sin poder dormir como se debía. Si seguía insistiendo la persona que osaba tocarlo, le iría muy mal, ya que él no suele tener un mal despertar pero esta vez parecía que habría una excepción.
_ ¡Ptss! ¡Anda teme, despierta!
Sasuke abrió los ojos y se sentó abruptamente al reconocer la voz, poniéndose en guardia.
No puede ser...
_ ¿Naruto? —miró detenidamente al rubio por unos segundos y enseguida desvió sus ojos a los lados de éste para ver dónde estaban.
Aún estaba dentro de la casa abandonada de Suna pero no veía a sus compañeros, aunque poco le importaba en ese momento, es decir... Tenía a Naruto en frente, el sujeto que estaba buscando.
El rubio estaba sentado a un lado de él en el piso y con los brazos cruzados. Se fisonomía se mantenía igual a cuando estaba en Konoha hace tres años y no pensaba en desertar aún, ligeramente más bajo que él, con su rostro aniñado y esa forma de entrecerrar los ojos del rubio. También traía puesta la ropa naranja y azul que lo caracterizaban. Era raro verlo así, algo en él parecía irreal. ¿Qué no se supone que habían pasado bastante tiempo? ¿Años? El blondo debió crecer aunque sea un poco y tener rasgos más maduros, pero lo que estaba frente a él no era... No era lo que esperaba ver.
_ ¡El mismo! —le sonrió y se acercó a su rostro para observar mejor los ojos del Uchiha— ¿Y esas ojeras? Seguro algo te tuvo muy preocupado toda la noche. ¿Qué te tuvo en vela...? ¡Ya sé! ¡Tuviste un sueño donde yo te superaba! —Sasuke lo miró a un confuso— Lo sé, lo sé, mi genialidad tarde o temprano te dejaría un poco traumado, pero así son las cosas ttebayo —afirmó con total seguridad mientras asentía, hasta parecía creérselo él solito— ¿Me estas escuchando...? —preguntó viendo al Uchiha, ya que este lo seguía observando con la mirada perdida en sus ojos azules porque simplemente no le daba crédito al panorama.
¿Realmente estaba Naruto ahí... frente a él? ¿En serio?
_ ¿Cómo es que tú...? —murmuraba Sasuke sin asimilarlo completamente— ¿Por qué? — cuestionó sin entender nada.
El rubio parecía no entender la reacción del Uchiha, pero al verlo a la cara y darse una vaga idea de lo que quería saber, deshizo la posición de brazos cruzados y se acercó al pelinegro.
_Aquí —Naruto llevó su dedo índice a la sien de Sasuke y lo miró a los ojos mucho más cerca, irrumpiendo en su espacio personal— Yo soy parte de tú sueño.
¿Que?
_ ¿Sueño? — frunció el ceño extrañado.
_Sí. Aún estás durmiendo —Debe estar bromeando, él nunca sueña con Naruto— ¿Qué no sueñas conmigo? Je, ¿Entonces quieres que te recuerde el sueño donde recreas el beso accidental de la academia y luego nosotros-
_Ya entendí —se apresuró a completar— no hace falta que me recuerdes esa tontería —Parece que si están ambos en su cabeza, porque nadie más que él sabía lo que seguía en ese sueño que mencionó...
De pronto, una amarga punzada de decepción le atravesó el pecho. Su mirada se volvió aún más obscura, como si fuese posible.
_ ¿Lo ves? Estamos dentro de tu mente, ttebayo.
El moreno volvió a verlo pero esta vez con el ceño fruncido.
_Entonces desaparece de aquí —regresó a recostarse encima de los tatamis, girando su cuerpo para darle la espalda — Ya suficiente tengo con que no aparezcas por ningún lado para que, encima, una ilusión en mis sueños me fastidie aún más de lo que ya estoy.
Naruto lo miró un momento, después hizo un puchero y también le dio la espalda estando sentado en el suelo, levantó el mentón y cruzó los brazos, un gesto tan típico de aquel chiquillo hiperactivo cuando algo no le parecía.
_Acéptalo —dijo el rubio ésta vez, sin juegos y más serio que antes—, no me encontrarás por ningún lado. Ya estoy muerto, lo sabes. —El cuerpo de Sasuke se tensó como siempre que escuchaba ese tipo de cosas.
_No es cierto.
_ ¿Y por qué no lo es?
_Porque yo soy el único capaz de matarte -dijo sin pensar.
_También cincuenta desertores rango S son capaces. Nunca me reserve para tí o algo por el estilo, ¿sabes?
Si Naruto hubiese visto que la mirada de Sasuke al escuchar eso irradiaba tal indignación, probablemente hubiera respingado... El Uchiha no aceptaba ese hecho por mucho que pareciera una actitud ridícula e ilógica de su parte.
_Pensé que tú meta era ser hokage. Alguien que quiere ese puesto no puede morir tan fácilmente, lo cual me dice que tú no eras suficiente. Patético.
Lo común es que Naruto le lleve la contraria ante este tipo de comentarios donde desprecia su fuerza y su sueño. Si hace eso y el rubio se pone a la defensiva, le dirá que incluso si se enfrentó a cincuenta desertores o más, no es tan tonto como para dejarse matar y que seguro anda por ahí vagando en algún lado.
_Puede ser... -dijo el rubio de repente- Tal vez no soy suficiente y por eso he muerto a mano de cincuenta desertores. Qué lástima, ¿no?
Pese a todo, el error de Sasuke fue pensar que ese Naruto era el mismo de siempre, el que conoce. El real.
¡¡Maldita sea!!
_ ¡Cállate! —Sasuke volvió a sentarse y lo veía con el ceño fruncido. Estaba molesto— ¡Tú no eres el Naruto real! ¡Estás en mi sueño y dices cosas sin sentido! ¡El Naruto real está vivo! —alegó levantando la voz, no gritando. Aunque poco le faltara para empezar a hacerlo.
_Engañándote no cambiarás la realidad, Sasuke.
Sasuke masculló unas cuantas maldiciones y sus ojos negros se perdieron en el suelo.
_No me engaño —susurró molesto— Al encontrarte y matarte obtendré el poder que he estado buscando.
_ ¿Cómo aquella vez en el Valle del Fin? —el Uchiha no dijo nada, pero notó que esta era la segunda vez que una persona le recordaba ese momento. Naruto terminó por levantarse del suelo y darse la vuelta— Ese día también dijiste que me matarías para obtener poder, y mira, alguien ya se te adelanto.
_No lo creeré hasta verlo con mis propios ojos —estrechó los mismos y también se levantó.
_ ¿Y que se supone que veras, Sasuke? ¿Un cadáver?
_Al Naruto real —sentenció ferozmente procurando no hacerle caso a sus palabras.
Naruto bajó la mirada al suelo, ésta vez con algo de pena.
_Sasuke, ya no hay más nada que se pueda ver. Lo que buscas ya no existe.
_Maldición —siseó el pelinegro al borde de su límite. Un poco más y explotaría— solo eres una existencia absurda en mi mente, fuera de aquí, desaparece de mi vista —ordenó.
_Estas palabras que estoy diciendo no son un intento de lo que diría el Naruto original —contraatacó el rubio y levantó la mirada para encontrarse con los ojos negros del Uchiha— Es tu mismo miedo hablándote con una apariencia diferente.
Sasuke no lo escuchó.
O tal vez no quería escucharlo.
Porque eso ya lo sabía, que esa barata imitación del Dobe es su propio miedo diciéndole que detenga esa búsqueda absurda, porque tal vez no le gustará saber que hay al final del camino. Un muy probable nada. Sin embargo, Sasuke tenía una voluntad más fuerte que su miedo.
_Si yo despierto entonces desaparecerá toda esta basura contigo —cerró fuertemente sus ojos— despiértate... —se decía así mismo mientras empleaba parte de su chakra e intentando hacer desaparecer todo ese teatrito sin sentido— despiértate, maldición.
Este Naruto falso le bloqueaba las salidas y le mataba cualquier pequeña esperanza que pudiese tener, sin embargo, Sasuke agradecía ser alguien mucho más fuerte que eso y tener la capacidad de seguir adelante sin importar las circunstancias.
_ ¿Es que no lo entiendes? —El Naruto falso frunció el ceño y gritó — ¡Te estás lastimando sin necesidad de hacerlo! ¡Abandona esta estúpida misión de una vez! ¡Olvídame! ¡Sigue tu camino y borra todo lo que tenga que ver conmi-
Silencio abrupto. Naruto fue a parar dos metros más allá por el brutal puñetazo que Sasuke le arremetió en la cara. Jadeando por la intensidad de esos segundos, Sasuke pensó que se había tardado en callarlo.
_No quieras joderme con esa basura a estas alturas —el rubio escucho con claridad esa voz entrecortada que le hablaba con un profundo odio. Forzó al dolor de su mandíbula y cuello para girarse a ver a Sasuke — ¡Tú deberías de ser la última persona en pedirme algo como eso! —el moreno se veía agitado, furioso. Parecía una bomba de tiempo que soltaría palabras que el Naruto real seguramente querría escuchar.
Palabras que solo Sasuke podría decir en su mente para desahogarse. Para gritar lo que el alma le gritaba todo el tiempo y el debía callar para mantener la compostura que se le desmoronaba tan rápido.
Esa clase de palabras.
_Sasuke...
_ ¡NO PUEDO! —rugió fuera de sí. Su cuerpo parecía tenso, apretaba los puños y todo en él vibraba por la impotencia, por la ira... Por la tristeza— ¡Es como si me quitaran todo otra vez! ¡¿No lo entiendes?! ¡Me pides que siga adelante cuando sabes que no puedo simplemente ignorarte! ¡Entiéndelo tú, maldito estúpido!
Caminó rápido hacia Naruto, lo agarró bruscamente del cuello de la chaqueta naranja para volver a arremeter otro puñetazo en su cara y así ahorrarse la molestia de escuchar cómo le pide semejantes idioteces. Alzó su puño en el aire e inesperadamente ahí se quedó suspendido.
Impotente, tembloroso, apretado hasta el punto de dejarle los nudillos en blanco.
Naruto veía desde abajo como el flequillo le tapaba gran parte de su rostro mostrándole solo sus labios y la punta de la nariz. Sasuke estaba apretando demasiado sus dientes, seguramente para no dejar salir otras cosas que lo dejen aún más vulnerable ante él, una simple imagen que su cerebro le está mostrando. Ni así el orgullo se lo permitía.
Inconscientemente, ¿qué era lo que Sasuke se quería mostrar así mismo y se negaba a ver en la realidad? Tal vez ni el mismo está preparado para aceptar aun lo que estaba acompañado de la realidad:
Las consecuencias de esa aceptación.
Claro que es consciente de lo que le está sucediendo en el corazón, obviamente no es estúpido, pero cuesta aceptarlo porque implica muchas cosas que probablemente se entremeterían en su venganza, y ese lujo no podía permitírselo. Cualquier cosa que quisiera meterse en el camino debía ignorarla o eliminarla, no hay más.
Naruto miró el techo y comprobó que no había ningún agujero en el que se pueda filtrar la humedad. Puso atención al silencio que había y no escuchó nada parecido a la lluvia. Entonces, ¿qué fueron esas gotas que cayeron en su propia mejilla?
Como última opción intentó mirar en las penumbras a Sasuke y prestarle más atención a los sonidos. No sollozaba ni gimoteaba, pero respiraba exaltado porque se negaba a dejar salir cualquier pista de lo que realmente hay en su corazón y poner aún más en evidencia su situación; con la obscuridad en el cuarto, Naruto no veía claramente las lágrimas, pero estaba seguro de que ahí estaban.
Sasuke quería mostrarse frio, cruel, indestructible y capaz de todo. Pero a veces simplemente las cosas no salen como queremos no importa que tanto esfuerzo pongamos en ello.
Y ambos lo sabía demasiado bien.
Con cuidado elevó sus brazos y rodeo por el torso al pelinegro mientras este aún lo mantenía agarrado bruscamente del cuello de la chaqueta, como si en vez de querer golpearlo en realidad se aferrara a él con todas sus fuerzas.
Incluso el Naruto de este absurdo sueño sabía lo alterado que puede llegar a ser Sasuke si se le ponía la debida atención. Ahí está el punto débil y la fortaleza del inalcanzable y poderoso Sasuke Uchiha.
Sus sentimientos.
Su Sasuke fuerte frente al mundo, pero vulnerable ante él, más no débil.
_Nunca nos abrazamos de esta manera, o mejor dicho, él y tu —dijo suavemente en su oído con un susurro intimo mientras apretaba más al pelinegro contra su pecho y siguió hablando sin la preocupación de que vuelva a golpearlo, en realidad no importa si lo hace— muy pocas veces han estado así de cerca y nunca en las circunstancias adecuadas —lentamente se fue incorporando y Sasuke no lo evitó. Se quedó quieto escuchando y dejándose abrazar.
—...
_Tal vez yo sea una simple maquinación mental tuya, pero sabes que esto no puede seguir así... —Ahora ambos estaban de pie, Naruto abrazando a Sasuke en todo momento, y este inclinándose un poco dejándose hacer. La respiración del moreno pareció normalizarse conforme las palabras salían de su boca, su tono de voz, aun si era una imitación que su cerebro reprodujo, lograban calmarlo— Ya es tiempo de que se digan la verdad a la cara —Naruto lo soltó para ver su precioso rostro y centrarse en sus ojos, los cuales jamás debieron conocer las lágrimas —porque si uno de los dos no lo hace pronto, después será demasiado tarde, Sasuke.
El moreno siguió observándolo un poco más hasta caer en cuenta de que esa imitación del Uzumaki se contradecía.
_ ¿De qué me estás hablando? Eras tu quién decía estar muerto y que debía rendirme...
El rubio negó suavemente con la cabeza.
_Estaba comprobando la fuerza de tu voluntad. Recuerda que soy tu miedo disfrazado de Naruto, pero incluso tu miedo puede convertirse en tu fuerza si no pierdes de vista tu objetivo más importante, Sasuke. Si tu deseo es fuerte y esta fijo en la meta, tus miedos eventualmente se harán a un lado, ya no tendrás que temerle a nada.
Sasuke se quedó pensando.
_ ¿Mi objetivo más importante? -Enseguida apareció Itachi en su mente. Él era por quien se esforzaba tanto por alcanzar para finalmente acabarlo. Si, era Itachi, ¿verdad? O tal vez... ¿No?
El rubio negó nuevamente. Sabía lo que estaba pasando por su cabeza y ahora su meta más importante no era la vida de su hermano mayor a pesar de seguir sintiendo ese irremediable odio colérico. Lo único importante era encontrar a Naruto, o de otro modo no podría con esa culpabilidad que aunque intentaba ignorar, ciertos individuos le hicieron sentir:
"¿A ti que te puede importar Naruto? No hagas como si te importara, no supiste valorarlo."
"Solo basta ver que todo lo que hizo Naruto por tí no te han hecho cambiar ni un poco"
Aunque no era solo la culpabilidad infringida por otros en él, sino también el daño que había provocado. ¿Qué tal si ésta es su última oportunidad de hacer algo? No Sasuke, no puedes dejarlo pasar frente a tus ojos. NO PUEDES.
_Búscame, Sasuke —le dijo seriamente mientras lo sujetaba de los hombros, mirándolo con sus profundos ojos azules— Y encuéntrame. No te dejes engañar por nadie, ni por ti mismo.
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_¡...!
Eso es lo que soñó esta mañana.
Con todo el dolor en su cuerpo y con el casi nada de aire que tenía, Sasuke fue capaz de volver en sí antes de perder la conciencia completamente.
¿Qué estaba pasando...? Ah, ya recuerda. Gaara intenta estrujarlo hasta la muerte solo porque le echó en cara que, básicamente, Naruto nunca le demostrará lo que le demuestra a él (Sasuke).
El Kazekage está celoso al saber la verdad, pero echarle en cara unas cuantas cosas en este momento es lo de menos, tenía poco Chakra y debe pensar en algo rápido si quiere salir vivo.
Le dolía el cuerpo y se estaba asfixiando con la arena que lo comprimía, pero se forzó lo más que pudo a mirar a Gaara a los ojos con su Sharingan. El pelirrojo lo miró con sorpresa porque pensó que ya lo tenía inconsciente y encontrarse con la gélida mirada roja de Sasuke fue su error, en una fracción de segundo lo metió en una ilusión. Como el Shukaku iba a sacarlo de inmediato del Genjutsu, Sasuke aprovecho esos escasos segundos para emitir por todo su cuerpo el Chakra celeste y darle mayor alcance, lo suficiente para atinarle al pelirrojo y electrocutarlo. En cuanto Gaara volvió en si del Genjutsu, fue recibido por una gran y veloz descarga eléctrica que ni su arena pudo detener.
El Kazekage salió volando por el aire y la arena amortiguó su caída. Sasuke también de alejó lo más que pudo a pesar del dolor, al principio se movió sin coordinación por haber estado apretujado durante un buen rato, pero en pocos minutos se repuso de su entumecimiento y su movilidad volvió pobremente por el poco Chakra que le quedaba.
Lanzó un Jutsu de fuego en dirección a los ninjas que rodeaban a Suigetsu y estos corrían por sus vidas intentando apagar las ardientes llamas. El espadachín de agua agarró a Karin en brazos y se reunió con el pelinegro, después ambos fueron donde Juugo y atacaron a los ninjas. Sasuke lanzó otro Katón, Suigetsu barrió a todos con la espada en una sola mano sin dejar a ningún ninja en pie.
_ ¡Vámonos! —vociferó Sasuke una vez estando el equipo liberado.
_Estamos rodeados por todos lados, no hay salida, Sasuke —dijo Juugo agotado con su sello de maldición por el cuerpo.
_Tsk —Se detuvo e hizo sellos de mano. De una gran capa de humo en el suelo surgió la serpiente Manda— ¡Rápido, súbanse!
Una vez arriba, la inoportuna serpiente habló.
_ ¿A dónde me has traído, maldito mocoso...? ¿Suna? —La pupila amarillenta se deslizo hacía atrás por los ojos de Manda hasta toparse con el pelinegro sobre su cabeza— Esto te costará muy caro —Amenazó. Sasuke usó el Sharingan en el reptil morado, hipnotizándola.
_Sácanos rápido de aquí. —La serpiente obedeció deslizándose velozmente por las calles de la aldea en busca de una salida, pero se detuvo paralizada a unos metros de haber avanzado— ¿Por qué te detie...?
Sasuke miró el suelo buscando el problema y fue conciente de que la situación simplemente empeoraba a cada segundo. Shikamaru detuvo a Manda con su jutsu de sombra.
El Uchiha maquinaba una rápida movida en su mente cuando frente a él apareció una gigantesca ave de tinta, y sobre ella se erguían tres ninjas de Konoha. Kakashi, Sakura y Sai. Los otros tres restantes, Hinata, Kiba y Shino, le daban pelea a Juugo y Suigetsu.
Sasuke ordenó a Manda que abriera su comunal hocico -con gran esfuerzo por culpa de Shikamaru- para que se tragara al ave de tinta y a los que se posaban sobre ella. Esta aleteó retrocediendo, uno de los colmillos de la serpiente se clavó en una de las alas y el ave hizo una explosión de tinta manchándolo todo. El trio cayó en las fauces del reptil y ésta la cerró fuertemente con saña.
Justo cuando Sasuke se giró para ir a ayudar a sus compañeros, la cabeza de Manda hizo pequeños temblores, poco después el moreno se percató de que la serpiente abría involuntariamente su hocico. Sakura, con su fuerza brutal, le alzaba la mandíbula con ambas manos, deteniendo el techo húmedo y posando sus firmes pies en la seseante lengua larga.
Tres aves de tinta salieron a los costados del hocico de Manda; dos de ellas las montaba Sai y Kakashi. La tercera estaba sola. Sakura sostuvo la parte superior del hocico de Manda con un solo brazo y con el otro soltó un puñetazo donde segundos antes sostenía, provocando que la serpiente abra aún más sus fauces y así ella pueda saltar a la tercer ave.
La situación agotaba mucho a Sasuke. Estaba lastimado a niveles algo preocupantes, sin Chakra ni ideas, pero no se rindió, "No, aún no" se decía firmemente.
Sacó la Chokuto e hizo que Manda volviera a intentar tragárselos. Esta vez las aves retrocedieron con precaución y la gran serpiente morada cerró su quijada fuertemente, inclinándose al frente. Sasuke saltó sobre la primer ave que vio y arremetió el filoso metal sobre la persona, y apenas en una fracción de segundo alguien se interpuso, clavándolo a un costado del cuerpo de...
_ ¡SAKURA! —gritó Sai siendo protegido por la chica.
Sasuke la miraba sin sentir absolutamente nada por su acto. Y la peli rosa le regresaba la mirada con cólera. Soltó un puñetazo hacía Sasuke y este la detuvo en pleno vuelo sujetando su muñeca.
_ ¿Por qué, Sasuke...? —Preguntó Sakura con mucho odio. Sangre salía de la comisura de sus labios por la herida en su costado, pero en ningún momento pareció débil— ¡¿POR QUÉ MATASTE A NARUTO?! —Otro puñetazo voló hacia Sasuke, pero antes de alcanzarlo, el moreno uso su Chidori Nagashi en ella. Sakura quedó inconsciente.
_... —La soltó dejando que cayera por el aire en dirección al suelo— Sigues juzgando las apariencias aún después de estos años -Dijo, haciendo referencia a la vez que juzgó a Naruto frente a él cuando aún estaban en la academia.
Sai fue a salvarla mientras el peli plateado se acercaba mostrándole el Sharingan en su ojo izquierdo.
_ ¿Me aburrirás con la misma pregunta? —El Uchiha frunció el ceño molesto.
Kakashi miró con una pizca de tristeza a su antiguo alumno.
_Ya no hay nada que pueda decirte, Sasuke —dijo mientras recobraba la lucidez que los sentimientos le nublaron por un segundo— Lo único que queda es matarte por romper el pacto que Naruto hizo —le dijo, aunque no se veía con verdaderas intenciones de matarlo. Se le veía en la mirada.
Sasuke se desconcertó por escuchar eso del "pacto" relacionado con Naruto, pero sabía de antemano que no podría sacarle nada de información a Kakashi. Ya después él investigaría por su cuenta al respecto.
_Entonces, adelante —activó el Chidori Nagashi— quiero ver que lo inte-agh...! —Sasuke cayó hincado sin energía sobre la cabeza de Manda, el Chidori Nagashi desapareció de su cuerpo. Había llegado a su límite, el cuerpo se lo decía pero no podía detenerse ahora que está frente al enemigo, debía ser fuerte.
"Ser fuerte y resistirlo tod..."
Obscuridad.
Eso fue lo último que vio antes de caer y desvanecerse en la inconciencia. Manda salió del trance del Sharingan y desapareció con un inmenso Poof, provocando que el moreno cayera velozmente hacia el suelo.
Kakashi observo su caída. Había dicho que lo único que quedaba era matarlo, pero en vez de hacerlo se limitaba a observar aquel cansado rostro que nunca hallaba paz, e incluso en esa caída no la encontraría porque lo atraparon unos metros antes de impactar en el suelo.
El Copy Ninja divisó a una enorme ave negra con plumaje rojo como la sangre erguirse majestuosamente de entre todo el humo de escombros y arena. Sobre ella montaban siete personas; el equipo Hebi y la compañía de un rubio, un castaño y una pelinegra, personas que Kakashi nunca antes había visto en su vida. O eso se suponía.
Kakashi que era el único que presenciaba la huida no hizo absolutamente nada para detenerlos. Escaparon hacia el horizonte y se perdieron en la lejanía. Shikamaru que vio la escena, se quedó callado... Por fuera, al menos.
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Regreso lentamente de la inconciencia sintiendo su propio aire entrar y salir de su pecho entumido y adolorido.
_Mmh... - al abrir un poco sus ojos se encontró con dos rostros desconocidos. Un par de chicas que lo observaban demasiado para su gusto.
_ ¡Gaa-! Quiero decir, ¡Kazekage-sama ha despertado! ¡Anúncialo! ¡Nuestro Kage sigue vivo!
_ ¡¿Pero qué idioteces dices?! ¡Obviamente nunca estuvo en peligro de muerte!
_ ¿No viste la pelea? ¡Ese Uchiha es un demonio que no daba tregua! ¡Por un momento tuve miedo!
_ ¡Llorona! ¡Debería darte vergüenza hablar así de nuestro-!
_LARGO DE AQUÍ.
Las chicas se giraron en dirección de tan tenebrosa voz y segundos después salieron corriendo al ver a una Temari algo molesta. ¿Y quién no lo estaría? Ese es un hospital y las enfermeras están tonteando frente a un paciente herido.
_... - Gaara sintió cierto alivio con la intervención de su hermana en la habitación del hospital, ya le estaba aburriendo la pelea verbal de aquellas enfermeras que hacían de todo menos atenderlo.
_ ¿Cómo te sientes, Gaara? — le pregunto la chica esta vez ya más calmada.
_... - el pelirrojo se limitó a suspirar pesadamente en respuesta. No estaba agotado, estaba frustrado por que recordaba vagamente en qué había terminado la pelea. Resultaba de todo menos grato saber que ese Uchiha escapó vivo después de estarse refugiando en su propia aldea, para rematar - ¿Hubo bajas? - esquivó la mirada.
Ahora fue el turno de Temari al suspirar. No hubo bajas, pero alcanzaba a imaginar un poco el cómo debía estar sintiéndose su hermano ante esta situación relacionada con Naruto. Sabe que es un tema delicado, Naruto fue su primer y único amigo, una persona importante que le dio un giro a sus retorcidas y antiguas creencias con unas cuantas palabras que pesaban más que el plomo.
¿Cómo no iba a dolerle a Gaara cuando se trata de Naruto?
Sí, dolía porque el rubio durante estos años había ido un poco más lejos por Sasuke, de un modo que no haría por nadie más. Dolía saber que Naruto no alcanzo su verdadero sueño por culpa de... Ah, no valía la pena llorar sobre leche derramada.
Pero a ojos de Temari, el generalmente inexpresivo rostro de Gaara con ironía le decía todo aunque este mismo no quisiera. A veces Temari seguía sorprendiéndose de lo expresivo que se había vuelto Gaara en el transcurso de esos años. Definitivamente Naruto marcaba un antes y un después en el pelirrojo.
_No. El equipo de Konoha ya recibió tratamiento, Sakura Haruno fue la única con heridas además de ti, pero ya está fuera de peligro. Los aldeanos están intactos, nada de qué alarmarse.
_Ya veo... - otro suspiro se le escapó. Una preocupación menos - Si esta la mayoría del equipo bien, entonces hazlos pasar aquí, quiero saber que asuntos tienen pendientes conmigo.
_Tal vez deberías descansar un poco más, Gaara. Acabas de despertar y en la pelea recibiste muchos daños que...
_No te preocupes por eso Temari, ahora soy el Kazekage. Puedo aguantarlo, por favor hazlos pasar.
La rubia realmente no quería pero tampoco tiene opción ante tal argumento. Gaara está cumpliendo con su deber como gobernante de la aldea y no debe interponerse, ya no es sólo su hermano menor en el hospital.
_Está bien.
Y se salió en silencio.
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Cerró sus parpados para concentrarse mejor y buscar la presencia de algún otro chakra a los alrededores. Después de un rato no encontró nada, se hallaba completamente solo en el bosque.
Levantó la vista hacía el infinito cielo azul que se extendía sobre él, esta vez un poco más calmado ocultó su chakra y reanudó su caminar sobre ese sendero pastoso que resultaba inestable a cada paso. Mantenía la vista al frente con esa mirada tan fría y apacible que le caracterizaba.
Unos metros más adelante, con cuidado y en silencio, fue como Itachi Uchiha se adentró en Konoha.
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//Continuará//