Realmente lo amaba.
Le era imposible no hacerlo.
Era atractivo, dulce, inteligente, protector, varonil, amable, era el mejor en todo lo que hacía, y cumplía con todo lo que se proponía. Desde que el tenia memoria siempre había pensado eso de su hermano mayor, y no es que fuera el único que lo pensara, porque aun cuando no comprendía esos sentimientos extraños pero a la vez tan profundos se daba cuenta de que las demás personas también notaban todas esas cualidades en el mayor, y no es que no le gustara, en realidad, le fascinaba el hecho de que las personas notaran lo extraordinario que era su hermano, pero -oh si, el gran pero-, al decir personas, por obviedad se incluían a mujeres y donceles, muchos, demasiados para su gusto, aquellas personas en especial eran los que se derretían con tan solo una mirada de su querido hermano, de hecho, fue con el pasar del tiempo y con el aumento de “admiradores” que el famoso monstruo de ojos verdes se apodero de todo su ser.
Al inicio pensó que era por el simple hecho de que le quitarían la atención de su hermano, sangre de su sangre, aquel que le consentía, el que lo mimaba, el que lo quería incondicionalmente y al cual admiraba. Pero no era así, y lo comprendió todo cuando el inocentemente fue de su primaria a la sección de secundaria,-ya que era una escuela que integraba primaria, secundaria y preparatoria- más específico a los salones del ultimo grado, ahí vio algo que le desagrado a tal grado de interrumpir la escena “romántica” que se desarrollaba frente a él.
Su hermano mayor y una anciana fea y sin gracia -en su mente infantil esos eran los insultos que podía manejar solamente- estaban demasiado cerca casi rozando sus narices, por lo que simplemente llego corriendo gritando el nombre de su hermano fingiendo una tristeza inmensa, sus ojitos azules como el cielo estaban nubladas por las lágrimas que contenían –aunque ahora que lo piensa , no era tan fingida, realmente le dolió ver esa escena- , y su hermano protector como era puso su entera atención en aquel pequeño tan frágil que se aferraba a su pecho, atención que recién era recibida por una peligrosa que en esos momentos estaba muy enfadada al ser interrumpida en medio de una oportunidad de oro, según ella, pero que para el pequeño era una muestra de lastima de parte de su hermano, aun no creía que siquiera pudiera hablar con aquella cosa parada a un lado de ellos, pero ahora que estaba en los brazos de su querido hermano, eso ya no importaba, él sabía que lo que seguía ahora era ignorar a la cosa ahí presente y llevarlo a algún lugar donde no interrumpieran el posible interrogatorio hacia su persona.
Desde ese momento, lo supo, él no quería a su hermano, o por lo menos no como a su otro hermano mayor, sino que lo amaba, lo quería como un doncel ama a un hombre, como su Otou-chan Minato amaba a su Otou-san Fugaku.
Y ese amor a pesar de ser puro y verdadero, sí que causo problemas y más de un dolor de cabeza para su querido Sasuke-niichan, ya 3 años han pasado de esa revelación y el, Uchiha Naruto tuviera ya 14 años, seguía siendo tan inocente e infantil que pensaba que su amor era normal, por lo que lo expresaba con facilidad y sin miedo aun enfrente de sus propios padres, los cuales solo le seguían la corriente dándoles su bendición haciendo bufar sarcástico a su Sasuke-niichan, mientras que su Itachi-niisama solo esperaba que sus papas supieran lo que estaban causando, porque el sí sabía que todo lo que decía el pequeño doncel de la familia era más que cierto y no soportaría ver herido a ninguno de sus dos hermanitos.
El pequeño rubio seguía a su hermano a donde fuera, la escuela, parques, centro comercial; y cuando lo encontraba con alguien siempre se las arreglaba para interrumpir y espantar a todo ser que osara pretender a su casi novio –según el -.
1 año después, inició la etapa donde el pequeño doncel rubio apenas iba a empezar a madurar física y mentalmente, convirtiéndose en un doncel en toda la palabra, donde sus caderas se pondrían un poco más anchas y se marcarían mas, donde le aparecería una cintura donde antes no estaba dándole así un aspecto muy sensual y agradable a la vista, y sobre todo donde sus rasgos se volverían más finos y elegantes, pero no por eso muy femeninos.
Sus hormonas también comenzaron a fluctuar, al igual que sus emociones que lo mantuvieron con sentimiento de vulnerabilidad y fragilidad por lo que la “charla” tranquila que tuvo con su hermano –que de tranquila no tuvo nada- le causó un gran impacto.
*FLASHBACK*
-¡YA BASTA NARUTO!-le grito por primera vez en 15 años- ¡NO PUEDE SER QUE HAGAS LO MISMO, UNA Y OTRA VEZ!, ¡NO SE QUE HACER CONTIGO LA VERDAD!
-pero niichan,…yo solo quería que estuvieras conmigo-dijo de forma suave y algo temerosa,-yo no pensé que te mo--
-¡¿QUÉ ME MOLESTARIA?! ¡¿QUÉ NO ME IMPORTARIA?!-le grito de nuevo volteando a verlo furioso-Te lo dije dos…no, te lo he dicho miles de veces Naruto, tu y yo somos hermanos- dijo en un tono más bajo pero no por eso menos hiriente- eres un mocoso, un simple doncel confundido de 15 años, pensé que todo ese encantamiento tuyo era por que eras aún muy pequeño, me dije a mi mismo que si te daba tiempo,…esta etapa tuya acabaría, pero veo que sigues con lo mismo.
-Sasuke-niichan, esto no es ninguna etapa!...yo en verdad te quiero,- lo miro con sus ojitos inundados en lágrimas casi susurrando lo ultimo, sus papas no estaban en la casa en esos momentos, e Itachi aún se encontraba trabajando, ese día pensó que era el mejor cuando se enteró que la broma que le hizo a la cosa nueva de su hermano había funcionado y había huido de su gran amor, pero no conto con que un Sasuke muy enojado interrumpiría la clase para llevárselo, al principio se preocupó por su familia, ya que nunca interrumpiría sus estudios por algo que no fuera una emergencia, pero al ver la cara de Sasuke supo que tenía que preocuparse por el mismo, aunque claro no tanto, ya que el sabia como hacer que su niichan dejara de estar enojado con él, o eso pensó.-mis sentimientos no son por que sea pequeño, o sea admiración, yo te amo niichan- se acercó a él y trato de tomar su mano pero jamás espero esa clase de reacción de su hermano favorito.
-¡CALLATE!- para evitar su agarre movió su brazo con bastante fuerza por lo que alcanzo a golpear su mejilla con la mano en la que traía un anillo, causando así una pequeña herida en la mejilla del doncel, del sorprendido y herido doncel que lo único que hizo fue dejar su cara volteada mirando fijo el suelo alfombrado de su gran recibidor aun no procesando lo que acababa de pasar.-eres…eres un enfermo, somos hermanos, de la misma sangre, y tu… - lo miro con odio- tú tienes “esa”, clase de sentimientos hacia mí...-se voltio y se tapó la vista con la mano con la que recién uso para golpear a su pequeño hermano, si es que aun podía llamarle así- me das asco, por favor, si no cambias esos sentimientos, te pediré de favor que no te vuelvas a meter en mi vida,- lo volteo a ver, pero solo pudo observar el cabello sedoso del rubio ya que aún seguía con la cara hacia un lado, pero no le importo y siguió hablando- mejor aún, pensare que no existes, así tu presencia no me será tan incómoda…por no decir otra cosa.-se acomodó el cabello y subió a su habitación dejando al pobre doncel donde estaba, destrozado por dentro, con el corazón sangrando, y con la mente más perturbada que nunca, ¿en serio daba tanto asco solo por sentir amor en su corazón?.
Nunca pensó que ese amor, SU amor, fuera una clase de aberración, ni que fuera enfermo, para él siempre fue un amor puro, y si bien hacia cosas para que su hermano no anduviera con nadie, era porque aún era un chiquillo impulsivo, siempre lo fue….pero, las palabras, y las acciones de su niichan, fueron demasiado duras, el amor que guardo por el durante 4 años, si no es que más, se apagó en ese momento, se quebró y desmorono lentamente reviviendo una y otra vez las palabras de su hermano mayor. ¿Para qué seguir con el si era enfermizo?, si lo único que causaba era asco y repulsión…
Esa tarde no solo el corazón se apagó, sino todo lo que había dentro de él, la luz, la emoción y todo rastro de alegría murió en ese momento, su niichan no solo acabo con su amor, también acabo con su alma y con su ser. Sin nada que hacer ya, limpio su mejilla con el dorso de la mano y subió a su habitación para terminar de curar su herida, y tal vez, dormir un poco, ya que la verdad, el rubio no tenía ganas de siquiera mantenerse en pie, ya en la tarde vería como le haría para que ni su Otou-san ni Otou-chan, notaran su estado.
*END FLASHBACK*
Ahora 3 años después de ese suceso, Uchiha Naruto vivía en un internado, a petición de él, una vez terminada la secundaria fue transferido al internado “K.D.D.V. International” -Konoha para Donceles, Doncellas, y Varones-, siendo visto por sus familiares solo los días festivos y vacaciones.
-Feliz cumpleaños a ti! Feliz cumpleaños a ti!-entraron a la habitación donde un rubio doncel muy hermoso se encontraba dormido, solo vistiendo una camisa muy grande y con sus piernas enredadas entre las cobijas dándole una vista muy sensual a los que recién llegaron con un pastelito con una vela- Feliz cumpleaños Naruto, Feliz cumpleaños a ti!-dijeron para despertar por completo al rubio el cual les sonrió para después desperezarse y darles una gran sonrisa a las 2 personas sentadas en su cama.-sopla la vela, y pide un deseo.- dijeron al mismo tiempo, sonriendo grande dándole el pastelito al cumpleañero.
-¿Que será bueno?-dijo con gracia Naruto- deseo pasar un año más con mis seres queridos,-dijo con los ojos cerrados para después soplar la vela
-Págame Gaara- decía aplaudiendo el otro rubio de la habitación- te dije que sería ese deseo- le dijo con burla estirando la mano a un pelirrojo enfurruñado
-¿Qué apostaron ahora?- les pregunto el pequeño rubio de ahora 18 años a los otros dos donceles.
-Dei me aposto que tu deseo de cumpleaños seria el mismo de siempre- le pago el dinero a Deidara, y se cruzó de brazos mirando mal al pequeño- deberías de pedir otras cosas, ya sabes…acabas de cumplir 18, podías haber pedido un novio, un auto, yo que se-hizo un pequeño puchero, que hizo reír a los otros.
-sabes que eso no me interesa Gaara- le sonrió un poco- muchas gracias a los dos, significa mucho para mí- aumento su sonrisa
-de nada pequeño, ya sabes que aquí Gaarita y yo, te queremos mucho – le paso un brazo por los hombros dándole un beso tronado, que lo hizo reír quedito mientras que el pelirrojo solo rodo los ojos divertido
-por cierto, ayer Sai te mando esto- le entrego una cajita- no me quiso decir que era, por más que insistí- menciono molesto
-tranquilo tigre, que Sai es todo tuyo, Naru no sería capaz de quitarte al novio – le miro con burla
-Dei tiene razón, además, lo mío, lo mío no son los morenos- dijo para luego soltarse a reír con el rubio de cabello largo.
-ja ja ja, muy graciosos, luego no se quejen de que te regale condones o algo así- dijo sonrojado pero con una mirada algo molesta
-sabes que te quiero Gaara, ahora ven aquí- le dijo Naruto para después jalarlo y darle muchos besitos en la mejilla
-oye, que soy celoso- fingió molestia el mayor al verse excluido
-ven tú también, hay Naruto para los dos- le dijo dándoles besos a él también, para después convertirse en una guerra de cosquillas, todo en un ambiente relajado y lleno de cariño.
*****
-Fugaku cariño-le hablo a su marido, el cual se encontraba desayunando mientras miraba el periódico, causando que pusiera toda la atención en su rubio amor- sabes qué Día es hoy, ¿cierto?
-por supuesto,-exclamo con una pequeña sonrisa- es el--
-cumpleaños de Naru-Naru- dijo un feliz Itachi sentándose en el comedor no sin antes haberle dado un beso a su Otou-chan- hoy vendrá a visitarnos, ¿no?- dijo sirviéndose el mismo jugo de naranja.
-Si- menciono feliz el doncel- y no solo eso, ya que en las vacaciones de verano de este año y las de invierno del año pasado se quedó en la escuela, le darán permiso a él y a 4 de sus amigos para que empiecen tomen un semestre libre, y luego regresen en enero sin ningún problema a clases.- sonrió
-¿pero no perdería tareas o trabajos por eso?- pregunto algo preocupado por los estudios de su hermanito.- ¿está bien que el venga?
-Como él y sus amigos son estudiantes modelo, dijeron que no habrá ninguna repercusión en sus estudios ni en sus calificaciones- dijo con orgullo el doncel, haciendo sonreír también a los dos varones ahí presentes.- dicen que por lo mismo adelantaron materias en verano, Lo único es que tardaran un semestre más en graduarse pero por eso no hay problema con tal de tener a mi bebé sin interrupciones durante medio año.-sonrió feliz- Dicen que querían pasar más tiempo aquí en la mansión con nosotros.- menciono con ojos llorosos de felicidad.
-¿Quiénes quieren pasar más tiempo aquí en la mansión?- pregunto un azabache recién levantado, llevando pijama y todo.
-El pequeño Naruto- dijo su padre para verlo desaprobatoriamente – esas no son vestimentas adecuadas para desayunar con la familia Sasuke.
-¿Naruto vendrá? – Pregunto ignorando a su padre, después de mucho tiempo, por fin vendría su niño- ¿hasta cuándo?- pregunto aún más exaltado.
-Así es, no es fabuloso Sasuke- dijo el doncel- gracias a que adelanto materias durante las vacaciones de verano e invierno vendrán hoy y se quedaran hasta enero para reincorporarse. Lo extraño tanto, hace mucho que no lo vemos- dijo algo triste, por lo que Fugaku tomo su mano y le sonrió dándole ánimos.
- pero ahora estaremos juntos de nuevo, y tendremos Naru-Naru para rato- dijo Itachi risueño, ya que la verdad él y todos en la casa extrañaban a su pequeño solecito personal.
-Naru vendrá…-susurro para si Sasuke para luego correr a su cuarto a cambiarse, tenía que estar presentable para cuando su pequeño volviera
-¡Sasuke!...este joven, no probo ni un bocado- exclamo enfurruñado el rubio, haciendo un puchero muy lindo.
-déjalo Minato, ese muchacho hace lo que le da la gana, ya bajara cuando tenga hambre- dijo para seguir leyendo el periódico que había reposado en la mesa durante toda la conversación.
-lo sé, pero no me gusta que se malpase,- dijo preocupado- desde que Naru pidió irse a un internado, Sasuke estuvo muy deprimido, y cuando finalmente se fue cambio mucho.
-Déjalo ser, Otou-chan, está bastante grande para saber que lo que hace está bien y mal, además- sonrió.- con Naruto de nuevo en la casa, seguro que vuelve a ser el mismo.
-Espero tengas razón Itachi- sonrió más animado, el otro asintió llevándose comida a la boca.
-Él tiene razón Minato- dijo el mayor aun leyendo- el muchacho se pondrá como nuevo una vez Naru regrese a la casa- y sonrió, cosa que solo noto Minato al estar a su lado, haciéndolo sonreír a él también. Su Fugaku amaba al pequeño Naruto.
*****
-¡Demonios!- grito un exasperado Sasuke, el cual no podía encontrar algo “decente” para usar y darle la bienvenida a su pequeño sol- Naru…como te extraño- dijo para dejarse caer en su cama desordenada- lo lamento, lo lamento tanto…si tan solo no hubiera abierto mi gran boca- golpeó la cama con la mano- si tan solo no te hubiera hecho tanto daño, si tan solo…hubiera sabido que tu…
Si tan solo hubiera tenido esa platica con su Otou-sama y su Outo-chan antes….nada de esto habría pasado.
*FLASH BACK*
-Hijos, ahora que Naru está próximo a irse, creemos que es tiempo para que lo sepan- dijo Fugaku
-Es cierto, es un secreto que pensábamos guardar hasta que Naru tuviera los 18, pero en vista de que no tendremos muchas oportunidades para vernos, queremos decírselo, no, decírselos, aquí y ahora.- sonrió preocupado el doncel rubio.
-ustedes podrán ver fácilmente, que entre Naruto y Ustedes dos, Itachi, Sasuke…no hay…muchas similitudes- empezó tanteando el terreno viendo como sus dos hijos mayores observaban a un serio Naruto que parecía solo escucharlo a él y a Minato.
-sí, siempre he pensado que Naru-Naru es una copia exacta a Otou-chan- mencionó extrañado Itachi, algo le decía que lo que venía iba a ser muy serio.
-¿eso que tiene que ver?-dijo Sasuke impaciente- Naruto saco todos los genes de Otou-chan, ¿y?- miro a su Otou-sama
-Lo que sucede, es que…Naru se parece más a mi…porque…Naru- lo miro a los ojos y le tomo las manos- Naru tu… tú no eres hijo de Fugaku
-¡¿QUÉ?!- dijeron los dos jóvenes morenos
-bueno, si eres su hijo, porque él te crio, pero Biológicamente, no lo es-miro preocupado a un pequeño doncel rubio que solo lo miraba con una cara afligida.
-¿Ósea que Otou-chan te engaño?- pregunto Itachi, ya que Sasuke solo volteo a ver a Naruto, recordando todas las cosas que le dijo e hizo.
-no querido.- hablo Minato- yo ya estaba embarazado cuando Fugaku me conoció, ¿recuerdas que nosotros nos casamos muy rápido cierto?- el otro asintió- pues nos enamoramos nada más vernos, yo no sabía que estaba embarazado del padre de Naruto, pensé que lo nuestro había acabado por completo, y empecé la relación con tu padre, luego los conocí a ustedes- soltó una mano de Naruto y toco la cara de Itachi- y los ame como si fueran mis hijos, por eso nos casamos rápido, Sasuke tenía 4, y tu tenías 9, queríamos que me empezaran a ver como su madre, sabía que contigo era imposible, tú ya tenías a tu madre, Mikoto, pero Sasuke aun siendo pequeño necesitaba una mama que lo quisiera, aunque con el paso de los días me di cuenta de que estaba en cinta, y los días no coincidían con nuestra noche de bodas, así que le dije a tu padre, y el quiso a mi bebé, como yo los quise a ustedes, era su hijo, así como ustedes los míos. Yo, lo siento mucho- empezó a sollozar levemente
-Otou-chan, no llores- Naruto saliendo de su shock abrazo a su querido papi.- por favor.
-Nosotros jamas quisimos ocultárselos, solo esperábamos que fueran mayores para que comprendieran- dijo mirando al piso Fugaku
-Otou-san- llamo Naruto, para abrazarlo a el también- yo lo entiendo, y siempre serás mi Otou-san, te quiero mucho, y el hecho de que no tenga tu sangre, no cambiara mi amor hacia ti- le dio un beso y lo volvió a abrazar, Fugaku conmovido regreso el abrazo de manera desesperada, él pensaba que su pequeño lo dejaría de querer, pero se equivocó.
-es por eso que no decían nada cuando naruto decía que me quería…-susurro Sasuke cayendo en cuenta- Otou-chan-llamo sorprendido Sasuke, alegrando a Minato, ya que el igual que Fugaku pensó que Sasuke ya no lo vería de la misma forma, cosa que le dolía.
-dime, Sasuke- se acercó a él.
-Naruto, no es mi hermano, no de… sangre entonces?- le dijo bajo, solo para que su Otou-chan lo oyera.
-Así es Sasuke, Naru no es su hermano de sangre- dijo confundido
-Él y yo, o el e Itachi podrían, podríamos…casarnos y todo si quisiéramos?- decía aun bajito con cara de angustia-¿no habría nada de malo en eso?- lo miro a los ojos esperando su respuesta, todo dependía de eso.
-claro que no Cariño, sería lo más normal del mundo si alguno de ustedes quisiera a Naru de esa forma especial.- y ahí fue en que cayó en cuenta del error que había cometido, un grandísimo error, el cual estaba casi seguro, que le costaría demasiado arreglar.
-oh…no..-susurro buscando con la mirada negra, la azul del pequeño, pero solo encontró unos ojos azules sin brillo, y estaba seguro que él fue el que arranco aquel resplandor de ellos-..no..Naru-intento llamar pero Naruto fue más rápido y salió, solo le sonrió a sus padres e Itachi, a él lo ignoro como si no existiera. Y Dolió….dolió como nunca algo le había dolido antes.
*END FLASHBACK*
Pero a quien engañaba, sus padre no le habían dicho que rechazara de esa forma cruel a su pequeño ángel, ellos no tuvieron la culpa…el sí.
-Espero que esta ves si me quieras ver, Naruto- las pocas veces que fue a la mansión nunca lo miraba , siempre hacia como si no existiera, sus sonrisas eran todas para sus padres e Itachi, siempre para ellos, sus abrazos, su besos…su cariño, para el ahora solo existía indiferencia, pero eso estaba por cambiar, ya vería ese pequeño, el volvería a hacer que lo quisiera...
-Aunque sea como hermano- dijo con una sonrisa triste ya que sabía que hasta ese papel había perdido dentro de la vida de su niño rubio.
Lo siguiente que hizo fue levantarse de la cama e irse a dar un baño, la hora se acercaba.
*****
-Date prisa Dei, eres el único que falta para poder ir a mi casa- dijo con un puchero desde los asientos traseros de una camioneta.
-Tranquilo Naruto, que tú casa no ira a ninguna parte- dijo molesto terminando de revisar su maleta afuera del internado.
-¡Pero nuestra paciencia y juventud si, si no vienes en este momento!- grito Gaara desde el puesto de copiloto justo al lado de un Sai muy sonriente.
-Ash, ya voy…exagerados-dijo molesto para subir a la camioneta y sentarse hasta atrás.
-¿Estás seguro de esto Naru?- le dijo un joven muy apuesto, castaño y con el cabello atado a una coleta alta.
-Claro que si- le sonrió- eres mi amigo, ¿por qué no estaría seguro de llevarte?- dijo divertido.
-Porque sabes muy bien que tú me gustas- le dijo serio, borrando toda diversión del doncel rubio a su lado.
-Ya habíamos hablado de eso, Shika…yo-lo miro- yo no puedo sentir lo mismo por ti, te lo dije.
-Pero Naruto, yo podr--
-Basta por favor, Shikamaru- desvió la mirada- no quisiera perder tu amistad
-Que problemático- dijo bufando por lo bajo, haciendo que Naruto lo viera de reojo con culpabilidad, sabía que su amigo lo quería como un hombre a su doncel, pero el solo podía ofrecerle amistad, su corazón por mas adolorido, roto y sin vida que este, solo podía haber latido por una sola persona, pero no era él.
*****
Todos estaban en el recibidor, Sasuke e Itachi sentados en el sofá, mientras que Fugaku estaba de pie tratando de tranquilizar a su querido esposo.
-Muy bien familia, no han de tardar en llegar, recuerden recibirlos de forma amable- repitió por décima vez el doncel de esa casa, estaba demasiado feliz de ver a su retoño de nuevo.
-Naru-Naru, debe de haberse vuelto más hermoso de lo que ya era- hablo Itachi de forma graciosa- el mar de pretendientes que debe de tener- sonrió al ver a su Otou-chan asentir feliz, pero se carcajeo al ver las caras de su Otouto y su Otou-san, que estaban desfiguradas por la ira de haberse imaginado a Naruto con algún varón en forma amorosa, a su persona tampoco le gustaba la idea pero mejor tomarlo a gracia ahora que todavía no se ocurría.
En eso oyen el timbre ser tocado, y antes de que algún trabajador de la casa se acercara a la puerta, esta se abrió y con ella una voz los emociono a todos.
-Estoy en casa.