[…]
-¿¡Así que con él me engañas!? ¿¡Por estar con él llegaste tarde a nuestro encuentro!?-
Cuestionó exasperado, irritado, mientras lo separaba bruscamente de mis brazos, yo me quedé de piedra… “¿Con él me engañas?” ¿A qué se refiere?... Sus gritos me sacaron de mi ensimismamiento.
-¡Contesta RyeoWook! ¿¡Acaso no te alcanza el amor que te doy, que buscas más en brazos de otros!?...-
Wookie, no decía nada, sólo miraba al suelo, como si estuviese perdido en la nada… mientras que aquel animal lo zarandeaba bruscamente… no pude aguantarlo y me interpuse en medio de ellos dos…
-¡Ya déjalo! ¿¡Qué no ves que le haces daño!?...-
-¡Tú no te metas, esto es entre éste putito y yo!-
Me sorprendí ante aquellas palabras, y miré a Wookie quien reaccionó de la misma manera, sólo que comenzando a liberar lágrimas…
-¡No le llames así! ¡Él no es nada de eso! ¿¡Este es el amor que tanto presumes darle!? ¡Eso no es amor!...-
JongWoon sshi, me miró frunció el ceño y tiró a Wookie quien calló por suerte en su silla… se me vino hacia mí y me tomó del sweater que llevaba puesto…
-¡Tú que sabes! ¿¡Por qué lo defiendes tanto!? ¿¡Que acaso te gusta!? ¿¡Quieres llevártelo a la cama!?-
Me decía totalmente sacado de sí mismo… yo fruncí mi ceño, eso había sido un insulto a ambos, me enfurecí tanto que llevé mis manos a las suyas y las quité de mi ropa, asestándole luego un puñetazo haciéndolo caer y que tirara todo aquellos archivos de suma confidencia y valor…
Él me miró tomándose la mandíbula y se paró devuelta… se volvía a dirigir a mí como si de un toro enfurecido se tratase… estaba listo para esquivar su golpe pero unas manos finas y delicadas se posó en mi pecho, separándonos a ambos…
-¡YA DETENGANSEN, MALDITA SEA! ¿¡Qué no se dan cuenta que están en el trabajo!?-
Dijo un Wookie, empapado en llanto, rabia y frustración… sus lágrimas me hicieron entrar en razón… bajé la guardia… me destensé… y Wookie al sentir aquel relajamiento en mi cuerpo bajó suavemente la mano de mi pecho…
-Tienes razón Wookie lo siento, es que no podía quedarme de brazos cruzados, viendo y oyendo cómo te maltrataba este animal, no hace falta que respondas a mi pregunta de quién te hizo eso, puedo darme cuenta de quien fue…-
Hablaba serio mientras miraba a los ojos en todo momento a ese malnacido que había golpeado a Wookie…
-¿Wookie?... ¿Quién carajos se cree para llamarte así? ¡Dime! ¿¡Es tu amante!?-
Seguía gritando de manera prepotente… y sin darle tiempo a contestar a Wookie, yo contesto por él…
-No, soy su mejor amigo y agradec-
-¿Amigo? ¡Ja! No me hagas reír… ¿Qué clase de amigo defiende al otro cómo si se tratase de su novia?...-
-Mi… mejor amigo…-
Contestó Wookie sin voz… ambos lo miramos… él levantó la vista, tomó de la mano a JongWoon y se lo llevó…
-¡Lo siento hyung luego hablaremos!...-
-¡Wookie esper-!-
No alcancé a decir más nada, pues él ya había desaparecido… y cómo si fuera obra del destino, llega a “nuestra oficina” nuestro Jefe…
-¿¡Qué diablos ha sucedido aquí señor Lee!?...-
Yo quedé petrificado, ¿qué podría inventar? ¿Una ráfaga de viento voló todos los papeles? No sería demasiado estúpido, teniendo en cuenta de que en ésta oficina no había ventanas que dieran al exterior… me quedé callado cómo idiota y bajé la mirada…
-Lo-Lo siento Jefe Park…-
-¡Con un maldito y simple “lo siento” no arregla nada señor Lee! ¡Si no va a decirme ni explicarme la verdad tendré que suspenderlo por 15 días!-
¿¡15 días!? ¡Eso sería terrible, para mi legajo! ¡Por dios! ¿¡Que debo hacer!? ¡No puedo delatar a Wookie! ¡No puedo decirle que todo esto sucedió por mi compañero… no, él ya tiene demasiados problemas con el animal de JongWoon…
Me mantuve en silencio… ¿un mejor amigo defiende al otro, sin importar que verdad? Ni siquiera si con esto mi perfecto historial cómo empleado se ve manchado con 15 días de suspensión… ¿no es cierto?...
-¡Al terminar el turno de hoy, no quiero volver a verlo hasta dentro de 15 días! ¡Usted se lo ha buscado!...-
Dijo mi Jefe, saliendo de la oficina, no sin antes gritarme un…
-¡Y ordene todo éste desastre! ¡Dígale a su compañero que regrese su trasero aquí y trabaje!...-
¿Buscar a Wookie? ¿Dónde? Si había saliendo cómo alma que lleva el diablo… Sin más contratiempos, comencé a acomodar aquellos papeles… que equivalían al oro en éste lugar…
Wookie no apareció en todo lo que quedaba de jornada de trabajo… en verdad estaba preocupado… ¿estaría bien? Qué estuviera con ese animal no me daba buena espina para nada…
Sin poder despedirme de Wookie, me retiré a mi hogar… pasando por un mini-mercado a comprar un pote de helado, pues sabía que al estar en mi casa y pensar que estaría suspendido por 15 días, me entraría la depresión.
Llegué a mi casa, tiré mis cosas sobre un sillón y me tiré en el sofá, prendí el televisor… y comencé a cambiar, y aún me pregunto para qué tengo televisor, pues la verdad nunca encuentro nada interesante para ver… La apagué y comencé a mirar hacia todos lados, buscando algo para limpiar acomodar o no sé, cualquier cosa…
10 minutos de estar suspendido y ya me sentía totalmente harto… no sé qué haré en los restantes 15 días…
**************
1 semana ya ha pasado, me siento como si estuviera como un zombie rodeado de moscas, de lo harto que estoy, cada día se me hacía cada vez más difícil pasarlo… ya me había leído mis libros nuevos unas 2 veces cada uno…
Sentí el timbre de mi casa sonar… eran cerca de las 16.00 horas, era sábado… estaba extrañado de quien podría ser, y con aquel sentimiento de incertidumbre fui a atender…
Abrí mis ojos de sobremanera al verlo a él…
Wookie sonriendo de la mano con aquel que días atrás lo había maltratado tanto… Kim JongWoon…
Me les quedé observando, haciendo más énfasis en aquellas manos que mantenían unidas a pesar de mi expresión.
-No nos mires de esa manera y déjanos pasar, vinimos a visitarte, ya que estás en arresto domiciliario… por mi culpa…-
Dijo con una sonrisa pero a la vez con algo de pena… yo suspiré… Wookie, extrañaba verlo y hablar con él…
-Adelante, pasen…-
Dije resignado haciéndome a un lado, Wookie sonrió dulcemente cómo un niño y sin soltar de la mano a aquel “animal” entraron, nuestras miradas con éste último se cruzaron e hicieron chispas por unas milésima de segundos…
Cerré la puerta y cuando me giro para ofrecerles que tomaran asiento, me encuentro con un Wookie inclinado a casi 90° perfectos grados…
Me le quedé observando asombrado… realmente me tomó sorpresa…
-¡Yo-! ¡Nosotros lo sentimos mucho!...-
Dijo algo apenado e irguiéndose un poco, colocando una mano en la nuca de aquel de cabellos negros haciéndolo inclinar de manera brusca también al haberlo garrado desprevenido…
-¡En verdad lo sentimos mucho Minnie! ¡Por nuestra culpa, por mi culpa te han suspendido a ti, que sólo intentabas defenderme!...-
Decía Wookie en voz alta casi llegando al grito, con un toque de pena y arrepentimiento en su voz algo chillona por las características anteriores… yo sólo sonreí de lado divertido y me acerqué despacio hacia dónde estaban ellos y tomándolo del mentón a Wookie, lo fui levantando conmigo, cómo si me tratase de un encantador de serpientes y él sonrojado, por el arrepentimiento y la pena, que de seguro le causaba ser el culpable de mi “actual situación”, me parecía tierna en su rostro…
-No te preocupes Wookie, tampoco fue la gran cosa, además estos días me han venido bien para pensar las cosas…-
Dije de manera tierna… a lo que aquel de cabellos azabache se irguió bruscamente, por el tono dulzón utilizado, en lo que parece… su “novio”.
-¡Oye, no le toques, ni le hables así en mi presencia! ¡Me irrita demasiado!-
Dijo apartándome la mano del mentón de Wookie de un bruto y veloz manotazo… yo suspiré, al ver cómo Wookie reaccionaba de inmediato y quería corregir a aquel hombre…
-¡Yeye no seas maleducado! ¡Ya deja tus celos de lado por un momento! ¡SungMin sshi, es solo un muy buen amigo! ¡Por favor discúlpate!...-
-¡No pienso hacerlo! ¡Es más, no sé cómo has logrado convencerme de venir a este maldito lugar!-
-Hey, hey… no te metas con mi hogar…agradece que te he permitido la entrada, sólo porque vienes acompañado de Wookie…-
Dije algo irritado, intentando controlarme justamente por Wookie… Kim JongWoon me miró irritado, e hizo un pequeño chasquido con la lengua, cruzándose de brazos, mientras desviaba su mirada de la mía…
-Lo siento Minnie, es que quería traerlo, para poder explicarte bien las cosas, y que se puedan dar una oportunidad y llevarse bien, no me gustaría que tenga que dividirme entre mi amigo y mi novio… si es posible, me gustaría salir con ustedes dos juntos algún día…-
Miré a Wookie quien jugaba nerviosamente con sus manos, mientras miraba con su rostro levemente sonrojado hacia abajo…
-Cómo que no hay mucho que explicar Wookie, creo que ya tengo todo claro, y tus palabras me lo acaban de confirmar, eres homosexual, y éste ani- hombre, es tu pareja ¿no es así?- Él asintió sin elevar la vista y yo continué halando… -Sin embargo, lo que nos pides es demasiado… no quisiera ser hipócrita… así que no creo poder llevarme bien, con alguien que te maltrata tanto…-
-¡Escúchame bien imbécil! ¡No sé qué pretendes con MI NOVIO! ¡Pero espero que te quede claro que él está conmigo! ¡Y no tienes porqué meterte en nuestra relación! ¡No sabes nada de nosotros! ¡No sabes quienes somos realmente!...-
Ya comenzaba a avanzar aquel de cabellos azabaches, hacia mí, con claras intenciones de golpearme, pero una vez más fue detenido por un Wookie apenado y asustado…
-Ya, Yeye hyung… por favor no peleen… recuerda que hemos venido aquí, a intentar que tu y él hicieran las paces y cambiar aquella primera impresión…-
Nuevamente, soltándose bruscamente del agarre de Wookie, hizo aquel chasquido con la lengua…
Yo estaba algo confundido… realmente no entendía nada, y quería realmente hacerlo. Necesitaba saber porqué Wookie aún continúa con éste animal que le desfiguró el rostro la vez pasada… el cual aún tenía evidencia de aquella golpiza recibida…
-Por favor tomen asiento, traeré unos cafés para que podamos charlar aunque sea más amenamente… necesito que me aclaren su situación, si no quieres que me “meta más en sus vidas”…-
Hablé primero mirando a Wookie, para luego dirigirme al de cabello azabache, haciendo énfasis en aquella frase dicha por él…
-Gracias, SungMin sshi…-
-Te he dicho que me digas Minnie, Wookie…-
Cambié radicalmente mi comportamiento al dirigirme a mi mejor amigo, quién al parecer no estaba pasando un buen momento… me dirigí a la cocina, no sin sentir aquella mirada filosa, clavarse en mi espalda…
Cuando volví con los cafés en una bandeja y algunos bocaditos, le entregué la taza a cada uno, para luego sentarme frente a ellos y escuchar todo lo que tenían que decirme.
-Bien, al parecer tienen varias cosas que decirme, soy todo oídos…-
Me recosté en el sillón… observándolos, ellos se miraron y Wookie asintió, y Kim JongWoon sshi suspiró y me miró por primera vez a los ojos sin odio…
-Primero que nada, siento aquella escenita en la oficina…- Tragó saliva y bajó la mirada, haciéndose hacia delante, apoyando sus codos en sus piernas separadas, al parecer le era difícil, “comportarse bien conmigo”, no pude evitar sonreir, al oírlo disculparse, ahora quizás, podría intentar llevarme bien con él… -Lo que sucedió es que bueno cómo te habrás dado cuenta, soy demasiado celoso y temperamental, y desde hace días que te venía observando cómo tratabas a Wook y realmente eso me enfurecía… pero él ya me aclaró que son sólo amigos, aunque me cueste creerlo, intentaré aceptarlo… y aceptarte a ti…-
Yo no dije nada, sólo fui al grano, a lo que me interesaba… por lo que pregunté de manera seria…
-¿Fuiste tú, quien le hizo eso en el rostro de Wookie?...-
Él elevó la vista una vez más, pero con el ceño fruncido… al parecer aquella pregunta le había resultado desagradable, muy directa o quién sabe qué… por instinto también me erguí hacia adelante, apoyando mis brazos en mis pernas… al igual que él…
Wookie, se veía que se encontraba nervioso e incómodo…
-Minnie él n-
Fue interrumpido por la mano de Kim JongWoon sshi quien sólo la levantó mostrándole el dorso de ésta… mirándolo de reojo.
-Déjame a mí Wook…-
Bajó la mano y me miró una vez más…
-No, yo no fui, yo le amo, sería incapaz de hacerle eso… quien lo hizo fue su…-
Calló una vez más… entrelazando y apretando con fuerza sus propias manos, mientras se mordía el labio… al parecer quien se lo hizo fue otra persona, eso me tranquilizaba un poco… pero no el hecho de que desconocía al agresor…
-¿Quién fue? Contesta por favor…-
-Mi padre…-
Dijo Wookie en un hilo de voz… a punto de llorar, mientras abrazaba con fuerza aquella taza que contenía aquella infusión caliente, humeante, aromática, amarga y negra amarronada.
-¡Wook! ¿¡A-acaso-!?-
Se giró completamente el de cabello azabache mirándolo sorprendido…
-Está bien Yeye… él es mi amigo, mi mejor amigo, podemos confiar en él, estoy seguro…-
-Claro que pueden confiar en mí, y más ahora que los conozco un poco más… pero díganme algo… ¿Por qué no lo denuncian? Eso es un delito, es injusto… él ya no tiene derecho a tocarte, no tiene porqué…-
-¿Ves porqué te dije que no nos conocías? No sabes nada, ¿te haces llamar mejor amigo, cuando ni siquiera sabes que no puede hacerle nada? Ya que su padre es un importante político, y le da el pan, techo y cama de cada día...-
Contestó, irritado pero controlándolo, aquel de azabaches cabellos… yo me le quedé mirando, realmente asombrado… y me sentí un mierda, una basura… por no conocer en verdad nada de Wookie, y siempre tapándolo con mis problemas cuando él también los tenia y aún muchos peores…
-¡Pero Wookie! ¡Tú trabajas! ¡Debes de tener tu propio dinero!-
Dije totalmente descolocado…
-Sí, trabajo, pero no recibo ninguna paga a cambio, mi padre se encargó de que así sea, al ser uno de los políticos más influenciable, se ha encargado de que nadie me dé una paga digna…-
Yo no podía creer lo que estaba oyendo…
-¿¡Pero por qué!?-
-Porque sabe de lo nuestro…-
Dijo casi a punto de llorar, mientras el morocho tomaba una de sus manos, y éste la apretaba más…
-Nos ha dicho que hasta que sepa que él tiene novia y que la ha dejado embarazada, no permitirá que gane su propio dinero…-
Decía el pelinegro, yo me quedé una vez más asombrado y confundido ante esto… ¿Su padre se oponía a su relación?
-Ya veo, y… ¿pero porqué se opone? ¿Por qué no lo puedes llevar a vivir contigo?-
Pregunté prácticamente incrédulo al pelinegro, Wookie, tragó saliva, bajó la vista aún más y se acurrucó al pecho del más alto…
-Por la misma razón…- Desvió la vista un segundo haciendo una pausa, logrando ponerme más nervioso y ansioso, hasta que volvió a mirarme a los ojos y con determinación dijo –Porque somos primos…-
Yo inevitablemente abrí mis ojos de sobremanera ante tan reveladora afirmación… tragué saliva y apreté con nerviosismo mis manos… y un silencio sepulcral totalmente incómodo reinó en el ambiente… hasta que nuevamente aquel “temperamental pelinegro” rompió el silencio…
-¿¡Lo ves Wook!? ¡Otro más que no entiende nuestro amor! ¡Te dije que no iba a funcionar! ¡Ya vámonos de aquí!...-
Dijo parándose de golpe alejándolo al “pequeño” de su pecho de una manera algo brusca a mi parecer.
Pero cuando estaba por avanzar en dirección a la puerta el “pequeño” lo sostuvo del brazo tironeando levemente para que volviera a sentarse, éste al parecer entendió aquella acción, cosa que a mí me pareció “indescifrable” y bufando de mala gana, se volvió a “tirar” en el sillón…
-Su-SungMin sshi, ¿Te doy asco? ¿Puedes entendernos? ¿Me consideras aún tu amigo?...-
Preguntó Wookie, casi inaudiblemente, con su voz quebrada, apretando con fuerza la manga del traje del morocho… viendo cómo sus lágrimas fueron inevitables retenerlas… él mayor de inmediato, intentó secarlas con el dorso de su dedo índice y yo reaccioné…
-No…- Wookie me miró asustado y el más alto asombrado… -No- Volví a repetir, los miré y sonreí levemente… -No me dan asco…- Él menor de ambos al parecer, se sorprendió ahora y el mayor aún más… -Simplemente me sorprendió el que sean primos, pero está bien, dicen que en el amor no se manda, ni que tampoco se elige de quien enamorarse...-
El pequeño se paró del sofá de 3 cuerpos y atropellando casi todo se me tiró encima, llorando aún más…
-¡GRACIAS! ¡Gracias Minnie! ¡Y-Yo sa-sabía qu-que no me fa-fallarías! ¡Te quiero mucho Minnie! ¡En verdad gracias!...-
Decía apretándome con todas sus fuerzas, mientras yo solo podía sonreír… mientras le correspondí como pude el abrazo…
-Ya Wook, déjalo, lo asfixiarás…-
Dijo serio el mayor, aunque no pudo evitar ocultar una leve sonrisa ante lo tierno que de seguro le parecía Wookie… quitó mis manos por primera vez con suavidad, sus manos también eran suaves… y retiró al menor de encima, haciendo que sintiera cómo una deliciosa bocanada de aire fresco me rodeara, se introdujera en mi interior…
-Gracias… quizás ahora, cambie mi visión acerca de ti… pero eso no quiere decir que dejaré de estar alerta…-
Dijo serio, extendiéndome la mano, yo la tomé y me ayudó a acomodarme en el sillón, para luego estrecharlas, como señal de “te perdono; por ahora” yo sólo asentí ante sus palabras con una sonrisa…
-Es hora de irnos Wook… ya hemos estado aquí demasiado tiempo…-
-¡Pero yo quiero quedarme! ¡A Minnie no le molesta nuestra presencia! ¿¡Verdad!?-
Dijo actuando cómo niño caprichoso, y yo sonreí al ser capaz de visualizar a ese Wookie que yo conocía, siempre tan divertido y jovial, siempre aniñado, siempre sonriente…
-Claro que no al contrario, estaría agradecido de que se quedaran un tiempo más, es que se me hacen imposibles pasar las tardes entretenido…-
Wookie sonrió y miró a su ahora primo-novio… y comenzó a tironear nuevamente de la manga del traje del mayor…
-¿¡Lo ves!? ¿¡Lo ves Yeye!? ¡Minnie nos necesita!...-
Dijo alegremente, mientras “arrastraba” al mayor nuevamente al sofá… éste solamente suspiró dando a entender el típico “Aish… de acuerdo, tu ganas”… en verdad que éste día si se iba a pasar rápido… por fin…
***************
Tal cómo creí, cuando quisimos darnos cuenta de la hora, ya era hora de cenar, y cómo era de suponerse los invité a cenar conmigo, nuevamente el mayor que se negaba, y el menor que insistía, y frente a esas caritas, y esos pucheritos que Wookie le hacía a YeSung, cómo me dijo Wookie que le llamaba, ya que decía que poseía una hermosa y armoniosa voz cuando cantaba, lo terminaron convenciendo por 3ra vez.
Y yo obviamente feliz de la vida, había olvidado lo agradable que se sentía estar en compañía de alguien, hablar de idioteces, cómo de cosas serias con alguien, en verdad era una sensación muy grata.
*************
Cuando la cena terminó, ésta vez no le quedó de otra a Wookie que concordar con su novio de que ahora sí se había hecho tarde y que debían irse… algo triste, se despidió de mí, mientras que “YeSung” me dio la mano, no me dedicó ninguna sonrisa ni nada, pero el que me haya dado la mano era un gran paso, los acompañé hasta la puerta, hasta que algo se me ocurrió en ese preciso instante…
-Oigan… antes de que se vayan…- Ambos me miraron curiosos y sonriendo les dije… -¿Porqué no dejas que Wookie venga a vivir conmigo? No tendría problema en alojarlo aquí, al contrario, éste departamento es algo grande para mí sólo y tengo una habitación extra… por los gastos no se preocupen, me haré cargo de ellos… pero en verdad me gustaría que pudiera salir de aquella casa…-
Dije algo apenado a lo último, pues hacer mención de ello en verdad que era un tema delicado…
-¿¡De verdad hyung harías eso por mí!?...-
Dijo Wookie algo ya emocionado… YeSung sshi, frunció el ceño un poco… y de inmediato descifré lo que ello quería decir, por lo que “en mi defensa” dije…
-No te preocupes, ya sé que es tuyo, además, podrás venir a visitarlo cuando quieras, no pretendo nada, así que éste ofrecimiento va sin segunda intenciones si es lo que piensas, no lo hago por nada en especial, sólo quiero que Wookie esté bien…-
Su entrecejo se desfrunció de a poco y me quedó mirando algo pensativo…
-Piénsenlo, yo de aquí no me iré, hasta la semana entrante estaré aquí…-
Dije sonriendo de lado, burlándome de mí mismo…
-L-lo pensaré, con permiso…-
Dijo YeSung sshi agarrando de la mano a Wookie y llevándoselo sin dejarlo decir palabras algunas, yo aún manteniendo mi sonrisa de lado, cerré la puerta y me fui derecho a duchar, necesitaba tomar una ducha antes de acostarme.
Así lo hice y ya acostado con mi pijama puesto, tomé con cansancio por tercera vez, aquel libro que ya me sabía de memoria, a pesar de ser tan poco que lo tenía…
Abrí el libro en dónde había dejado marcado y comencé a leer, pero rápidamente me ausenté de la lectura y me adentré en mis pensamientos…
Comenzando a recordar el comportamiento de aquellos 2, aquel comportamiento tan cariñoso por parte de YeSung sshi hacia Wookie, comencé a pensar que también me agradaría tener a alguien a mi lado, acariciándome, conteniéndome, limpiando mis lágrimas…
E inevitablemente, se me vino a la mente “DarkMoon”… ¿cómo sería él cómo amante? ¿Sería tan cariñoso cómo YeSung sshi? ¿O sería cómo demuestra que es? ¿Frío?
Sacudí mi cabeza bruscamente haciendo volar mis lentes por algún lado de la habitación en aquel intento fallido de quitar, alejar esos extraños pensamientos de mi mente.
Pero… sin embargo… esas manos, que una vez me tocaron, me acariciaron… realmente se me hicieron placenteras…
-¿¡En qué piensas Lee SungMin!? ¡Ya déjate de idioteces!-
Me dije a mi mismo, mientras me golpeaba suavemente la cabeza con el libro. Estar esta semana “aislado de la sociedad” me está afectando más de lo que pensaba… necesito pensar en otra cosa… mejor intentaré dormir…
Volví a pensar, mientras dejaba el libro nuevamente encima de la mesa de luz, sin haberlo leído, pues a decir verdad, ya sabía lo que iba a suceder…
Apagué la luz y acomodándome mejor en mi cama cerré los ojos… liberando un suspiro de cansancio… ojalá y Wookie acepte venir a vivir conmigo, o mejor dicho, ojala y “YeSung sshi LO DEJE” no sé cuanto más seré capaz de soportar éste maldito aburrimiento que te causa el vivir solo…
Decidí poner mi mente en blanco, darle un descanso y entregarme al sueño…
*************
Luego de pasar esa semana y obtener una respuesta afirmativa por parte de aquel par de “enamorados” Wookie se me apareció un sábado a la tardecita con unas 2 enormes maletas, y una prominente sonrisa de lado a lado, después de todo, sólo necesitaba su ropa, ya que lo demás corría por mi cuenta y por parte de YeSung sshi también, ya que esa era su única condición para permitirle a Wookie que empezara a vivir conmigo, pues al parecer hería su “orgullo” el que “un desconocido” se hiciera cargo de su “amante” ya que él no podía. Por lo que luego de una corta pelea, él terminó ganando y acepte compartir los gastos a medias con él…
Wookie en verdad estaba emocionado, cómo niño pequeño con juguete nuevo… por lo que me contagiaba su alegría también… y así luego de un té de tilo que le di para que se tranquilizara y durmiera nos acostamos a dormir… pero cómo siempre… yo no pude, aquellos días anteriores, me la había pasado pensando en el maldito de DarkMoon, y llegué a la conclusión de que quería conocer su rostro a toda costa, de que era eso, lo que me provocaba esta necesidad de querer estar a su lado, lo que me mantenía interesado en él, el querer saber cómo lucía su rostro…
Si era tan bonito, cómo me parecía su hechizante voz… tan profunda que retumbaba en mis oídos en cada susurro, causándome un estremecimiento anormal…
Por lo que sin pensarlo, me destapé, me coloqué una vez más la ropa que tuve puesta todo el día, busqué una campera bien abrigada, me coloqué un bufanda y sin pensarlo salí de la casa, dirigiéndome hacia dónde estaba aquel maldito ser misterioso que me tenía hechizado.
Luego de casi un mes sin verlo, y sabiendo de que iba en su encuentro, mi corazón comenzó a acelerarse de sobremanera, haciendo doler mi pecho, mi cuerpo se sentía demasiado pesado, las ansias hacían que quisiera caminar rápido, pero como si pareciese adrede, era cómo si en vez de ir más rápido fuera más lento, pues no recordaba que el camino “hacia mi muerte” fuera tan largo…
Hasta que finalmente llegué, llegué totalmente agitado, demasiado, ya que el frío me hacía fatigar el doble…
Aquí estaba, en medio de la calle, intentando regular mi respiración, mientras mantenía mis manos con guantes apoyadas en mis rodillas levemente flexionadas… cuando logré más o menos regularizarla, elevé la vista, y cómo era costumbre allí estaba, parado en medio de la calle, apareciendo de la nada, de repente… ya no me asustaba, de cierta manera había asimilado de que aquella persona, si es que es una, no era normal…
-DarkMoon…-
Dije en un susurro… sin fuerza… era inevitable verle con esa imponente presencia, todo absolutamente todo vestido de negro y con su paraguas del mismo color abierto sobre su cabeza por más que el cielo estuviera totalmente estrellado…
-¡Claramente te dije que no volvieras! ¡Ahora mori-!-
Dijo con esa voz sobrenaturalmente estruendosa por causa del silencio y la tranquilidad que en aquel “vecindario” había por ser lógicamente las 2, quizás, de la madrugada.
Mi cuerpo se petrificó ante aquella manera de tratarme, pero increíblemente no sé de dónde saqué el suficiente valor, los “suficientes huevos” para interrumpirlo y gritarle también…
-¡No me importa!... ¡No me importa morir! No… si con ello puedo llevarme la imagen de tu rostro conmigo… ¡Necesito verlo! ¡Necesito conocerlo!...-
Dije gritando, reteniendo las estúpidas ganas de llorar y quién sabe porqué, era extraño, yo no suelo soltar las lágrimas tan fácilmente… pero él, con él no podía controlar ni mi propio cuerpo, simplemente con él… no era yo mismo…
-¿Con que es inútil tratar de razonar contigo verdad… conejito?-
Dijo haciendo que mi corazón se acelerase un poco al oír aquella ridícula forma de llamarme aunque aún mantenía la distancia… yo me quise acercar… pero su voz “estruendosa” una vez me paralizó…
-¡No te atrevas a dar un paso más!- Yo lo observé asombrado, él pude observar que apretó fugazmente con más fuerza “el mango” del paraguas por dónde lo sostenía… -Date la vuelta… al parecer hasta que no mueras no dejarás de molestar…-
“¿Molestar?” ¿Yo era molesto para él?... aquello por una extraña razón me dolió… y-yo quería llorar… pero me contuve y sin decir palabra alguna me di vuelta…
-¿Cómo podré ver tu rostro si estoy de espaldas?...-
Pregunté lo más normal que pude, intentando disfrazar la voz a punto de quebrarse.
-Sólo espera y verás…-
Escuche cómo el mango de madera cayó al suelo… abrí mis ojos, y mi corazón se aceleró de sobremanera… si me giro podré ver su rostro… pero él me dijo que no lo haga… ¿Por qué no lo entiendo? ¿¡Por qué mierda tanto misterio!? ¡Voy a volverme loco!
Sentí cómo al parecer su gabardina negra caía al suelo… ¿¡SE ESTABA DESNUDANDO O QUÉ!?... al pensar eso e inevitablemente imaginármelo… mi rostro se volvió absolutamente rojo… pero luego aquel sonrojo se desvaneció en seguida cuando comencé a escuchar cómo pequeños gritos o gruñidos retenidos de dolor, comenzaban a oírse… algo me impulsaba a darme vuelta, pero sabía que debía esperar… esto me hacía acordar a aquel mito en dónde Orfeo va al inframundo en busca de su amada Eurídice, a quien no puede voltear a ver hasta que no salgan por completo del inframundo… pero la ansiedad lo pudo lo dominó y la terminó perdiendo para siempre…
Por lo que yo sentía que si me giraba, al igual que el ya antes mencionado, cagaría absolutamente todo… por lo que me mordí el labio para intentar contenerme, hasta que sentí unos extraños pasos acercarse a mí…
Mi cuerpo comenzaba a temblar con sólo oír esas pisadas… hasta que sentí su presencia detrás de mí, haciéndome estremecer…
-Al parecer te has salido con la tuya, conejito…-
Esa voz sensual, susurrante en mi oído hizo que a mi cuerpo lo recorriera una corriente realmente potente y fría. Su aliento era frío, y se sentía aún más alto, más “grande”…
Me estaba por dar vuelta de manera brusca para reprocharle aquel humillante apodo que ya me molestaba, pero sus manos, realmente grandes se posaron en mi espalda… ocasionándome una sensación de que agujas se habían posado allí, una sensación realmente escalofriante y ya vivida…
-Giras y mueres…-
Dijo frío, su voz se oía extraña, cómo con una especie de eco, más profunda y gruesa que las noches anteriores.
¿Cómo no quería que me girara, si a eso había venido? ¡A ver su maldito rostro! Por lo que irritado retomé aquella posición que tenía en un principio…
-¡Ya te dije que no tengo nada que perde-
Me giré aún a pesar de su advertencia, y lo que vi quedé realmente petrificado, no sé cómo no mojé mis pantalones… ¡ERA UN HOMBRE-LOBO!