-mira Akira, yo no acepte ser tu tutor, es una pérdida de tiempo, pero solo porque el profesor de literatura me lo pidió como un favor, acepte. Así que aprovecha y no vengas conmigo hasta que estés decidido a estudiar, si me disculpas me retiro porque en unos minutos el timbre sonara.
Matsumoto se fue, tomando sus cosas, me sentía un poco triste y humillado, tenía razón él, era una carga y una pérdida de tiempo, a veces me pregunto ¿para qué sirvo en esta vida?
Coloque mis brazos en la mesa de forma cruzada y oculte mi cara en ellos. Me sentía extraño. Matsumoto era una persona insensible, sus palabras me afectaron.
Sé que no me insulto, pero me hiso sentir menos persona. Mis pensamientos fueron interrumpidos por una voz, una voz muy conocida para mí.
-¡hey! ¿Qué hay de nuevo, Reita? –dice entusiasta la persona que ahora se encontraba enfrente mío. Me levanto perezosamente y observo que este tenía algo nuevo en su cara.
-¿Nunca cambias verdad?
-¿en qué?
-Tu percing en el labio, ¡dijiste que ya no te harías más!
-¡hay! Es solo uno más.
-¡Eso dijiste la semana pasada del percing en tu ombligo!
-¡Hay! Mira te prometo que ahora si ya no me vuelvo hacer otro percing.
-¿lo prometes? –alzo una ceja.
-lo prometo –me dice sonriente.
-promételo por tu dedito. –levanto mi dedo meñique.
POVS YO
-lo prometo –el levanta su dedo meñique y lo ajunta. Esta persona con su otra mano libre, la lleva atrás para que no viera como cruzaba dos de sus dedos.
-De acuerdo, ya lo prometiste, mas te vale que mañana no vengas con otro percing en media ceja. –se sueltan.
-ejejjej –ríe nerviosamente.
-¡AOI! –le grita enojado.
-¡ya, ya, ta bueno ya no me hare mas….-voltea a ver a otro lado –por ahora –susurro sonriente.
-¿Qué dijiste? –pregunto Reita al no oír lo que dijo al último.
-que…que…. ¿porque tan aguitado? –cambio el tema.
-no por nada…
-Reita, te conozco, tu nunca estas depre…. No me digas, volviste a reprobar
-no, no, no, nada de eso, es mi tutor, eso es todo.
-¿tutor?
-¿No te dije?
-¿me ves cara de que sepa?
-No.
-¿entonces?
-toma asiento y te cuento. –Aoi acato la orden y lo miro fijamente a los ojos. –Bueno lo que pasa es que por mis calificaciones me dieron a escoger dos opciones, una de buscar otra escuela y la dos, que era que el genio de la institución me diera clases extras, en otras palabras sea tutor.
-¡ha! ¿Y porque andas chillando?
-¿no estaba llorando? –lo apunta.
-¿entonces?
-es que…Me dijo algo que, pues me calo.
-lastimo tus sentimientos- se ríe levemente.
-no te rías poni.
-jejeje es que jejeje –Aoi no podía hablar muy bien provocada por su risa.
-ahhh, por eso no quería decir nada porque te burlarías de mi –infla sus mejillas.
-jejej es que ejajjajaja
-¡Ha! Ahí me busca cuando te tranquilices.- Reita se levanto del asiento y se fue de ahí, dejando a Aoi.
-hey no te vayas, ¡lo siento! –grito para que Reita lo escuchara a lo lejos.
POVS REITA
Camina por los pasillos color crema de la institución en dirección a mi salón, mientras caminaba gente me saludaba como de costumbre. Subí las escaleras, no había gente aquí, era silencioso y relajante. Me acerco y observo por la ventana que estaba a un lado mío. Este daba vista a un jardín con rosas, pero hoy había algo diferente.
De nuevo ellos dos discutían. Riakanot y Matsumoto discutían, no escuchaba su plática pero debes en cuando gritaba Ría, que para mi eran incoherencias, pues no me llegaba el mensaje completo
-porque……………no……..hay……odioso….Debiste…… porque…..te odio…..
Matsumoto se quedo en silencio en toda la discusión, después de el “te odio” por parte de Ría, esta se fue enojada, en eso Matsumoto observo el suelo un cierto tiempo, acto seguido mira a ver a la ventana y al verme ahí, frunce el ceño.
-“mierda” –dije en mi mente al verme entrometido de nuevo en otra de sus discusiones.
Sonó el timbre y este camino para salir del jardín e ir al aula. Yo me quede un tiempo observando hasta que desapareció. Gente subía las escaleras y sentía que me aplastaban, estaba acorralado en una de las esquinas, ¡necesitaba aire por dios!
Por fin la avalancha de gente se fue y por fin pude respirar, sentía que iba morir. Siento un jaloncito en mi mano, abro mis ojos para ver quién era. Me sorprendo por lo que veo, este personaje suelta mi mano y me mira directamente a los ojos. Sus ojos eran tan negros, tan profundos que hacían perderme en ellos.
-¿Por qué espías? –me pregunto Matsumoto.
-lo..lo siento, no fue mi intención, ¡lo juro!
-no sé qué ocultes bajo tus manos, pero te diré que si sigues así, me veré obligado a denunciarte con las autoridades por acoso visual.
-pe-pe-pe-pe-pero si yo no hice nada malo –tartamudee por el miedo.
Matsumoto no dijo nada mas, solo se volteo y subió las escaleras faltantes.
-¿Qué no piensas entrar a clases? –me pregunta seriamente, parado en el ultimo escalón. Yo asentí varias veces y subí las escaleras. Ambos caminábamos en silencio en dirección al salón, cuando llegamos no había llegado el profesor, así que entramos como si nada. Matsumoto se sentó en su respectivo lugar y de su mochila negra metió el cuaderno y saco otro junto con un libro. Imite sus acciones de sacar el material y ya que lo tenía lo deje en el pupitre.
FLASHBACK:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
-mira Akira, yo no acepte ser tu tutor, es una pérdida de tiempo, pero solo porque el profesor de literatura me lo pidió como un favor, acepte. Así que aprovecha y no vengas conmigo hasta que estés decidido a estudiar…
FIN FLASHBACK::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Deje caer mi cabeza en los cuadernos, lo había olvidado, de nuevo esa presión en mi corazón regreso, me sentía extraño.
La puerta se abrió y entro un perfecto, quien nos dejo un mensaje:
-Su profesora de química, se encuentra enferma por lo cual hoy no asistirán. Tendrán hora libre así que no hagan escándalo, pueden platicar pero no griten.
Y se marcho, ¡ahh! De verdad me odiaba, debí traer mi celular o mínimo mi mp3, pero no, ¡ahhh quiero escuchar música!
Volteo a todos lados, buscando a alguien con quien platicar pero todos están escribiendo algo, una tarea lo más seguro, otros traían sus audífonos presumiéndome que ellos si podan escuchar música mientras yo no, y otros simplemente platicaban. ¡Ahh, me siento ignorado! Hoy definitivamente no es mi día.
Pero en eso me encuentro un rayo de esperanza, volteo sonriente al recordar que Matsumoto está a mi lado, este miraba a la ventana como siempre. Sonrió y le digo: -¡Matsumoto! –Espere una respuesta pero nada –¿oye me estas escuchando? –Nada, sigue en la misma posición -¿Hooolaaa? –vuelvo a hablarle -¡Matsumoto! – le grito esta vez. Mi tutor parpadeo unas veces y luego voltio a verme, este llevo su mano a su oreja y se quito ¿un audífono?
-¿me decías algo?
-¡ahhhhhhh! –me fui a enterrar en mis libros del pupitre, llorando como una nena por ser el único idiota que no traía su celular.
-¿estas bien? –me pregunto Matsumoto.
-¡nooo!-seguía llorando en mi pupitre.
-ummm ¿quieres escuchar? –me da un audífono.
-¿que escuchamos? –me levante como rayo y ajunte nuestros pupitres, me puse el audífono negro y sonriente le pregunte. Este mi miraba sorprendido por mis actos, así que le comente –así soy, no te preocupes.
-oh… ok
-¿Qué es? -le pregunte al escuchar muy silenciosa la canción.
-Mozart.
-ahh, ¿me permites? –le pregunte alzando mi mano para recibir algo.
-claro-el saco de su suéter negro un ipod 5, con funda roja. Lo tome y lo prendí.
-ammm ¿contraseña? –pregunte. El me quito de mis manos y tecleo, luego me lo dio y revise en su música.
-¿nada mas tienes música instrumental?-dije al ver que en la lista había puro Mozart, Beethoven, entre otros.
-no, tengo más, dale más abajo – moví y moví, y por fin encontré algo de mi gusto: Luna Sea.
-no pensé que escucharas rock.
-¿porque creías eso?
-ammm no sé, no tienes cara así como de que escuches rock.
-¿quieres decir que me veo como una nenita que escucha perreo?
-NO, no, no, no, nada eso, es que… -No termine de hablar pues Matsumoto alzo su ceja, “iba a morir” - ahh porque todo lo que digo termina ofensivo para ti –lloriqueo.
-No lo sé, tal vez sea la forma en lo que lo dices.
-no tienes que ser tan directo, aun así lo siento
-descuida –me dice sin ninguna expresión en su rostro.
-¿Por qué nunca eres expresivo? –le pregunte, necesitaba saber porque era tan serio.
-¿Disculpa? -Matsumoto seguía sin expresar nada, pero podía sentir como de su cuerpo emanaba un aura muy oscura, mi cuerpo era recorrido por escalofríos. ¡ahh este es el fin de Reita, la iguana!
-lo siento, lo siento, lo siento, lo siento… -junte mis manos, baje mi cabeza y seguía repitiendo la frase. No quería morir.
-No me gusta serlo –alce mi cabeza y busque el rostro de Matsumoto, este miraba la ventana, después de un tiempo miro su pupitre.
-¿y porque no te gusta serlo? –este volvió a mirarme con esos ojos que matan, de verdad mataban. -¡si se puede saber! –le dije nervioso.
-eso si no te incumbe –se limito a decir solo eso.
-en…entiendo…-Un silencio hubo entre nosotros, la música resonaba en mi oído, no la conocía, no era de Luna Sea, pero se escuchaba bien, así que no moví nada.
Paso el tiempo, cambio de maestros, clases, clases y más clases y por fin hora de ir a casa. Toda la gente se fue y solo quedábamos Matsumoto y yo. Terminamos de guardar nuestras cosas y le di el paso a caminar a Matsumoto. Pasábamos por los pasillos en silencio, quería hablarle y hacernos más cercanos, pero con el todo era difícil.
Salimos de la institución y muchos platicaban sobre el día de hoy, mientras otros se marchaban ya sea porque los recogían, en transporte, en bicicleta o simplemente caminando.
Matsumoto se fue hasta el portón, busco sombra y se quedo parado ahí debajo de un árbol. Me acerque y le pregunte.
-¿vienen por ti?
-sí, ¿porque?
-no, no por nada, solo curiosidad.
-ummm..- me recargue en el portón blanco, viendo como personas pasaban y pasaban, el silencio me incomodaba, ¡vamos Matsumoto, cuéntame algo! Me dije mentalmente. Al poco tiempo alguien llego.
-¡¡¡aki-chan!!! –me volteo buscando a la persona o mejor dicho la personita. Hacia mí, corría un niño de cabellera larga y castaña rojiza, con su uniforme, que consistía en unos shorts azul marino y una camisa naranja con pañuelo en el cuello del color del short. Me agache un poco y recibí a Shima.
-¡hola! –lo cargue entre mis brazos, no pesaba mucho así que me era fácil cargarlo, era liviano como una pluma -¡hey! ¿Dónde está tu niñero? –le pregunto al no verlo cerca.
-jejejej ¡le gane Aki-chan, soy muy rápido!
-¡Takashima! –se oye el grito, ambos volteamos y vemos que a unos 5 metros estaba Aoi, con su mochila de lado negra y una mochilita verde-azul en su mano derecha. Aoi venia todo sudado y un poco rojo de sus mejillas.
-aki-chan –me abraza el pequeño, hundiendo su cabecita en mi cuello.
-¿Qué paso, mi negro? –me encantaba decirle así Aoi.
-¡deja de llamarme así! –me grita enojado y continua caminando hasta llegar con nosotros. Al llegar coloco la mochila verde-azul entre sus rodillas, agarro sus cabellos negros y largos, metió su mano a su bolsillo trasero del pantalón y saco una liga negra, donde amarro su cabello en una coleta, también saco un caíble y se recogió el fleco, dejando unos mechones a los lados.
-jejejjejeje pareces vieja.
-¡cállate! –me apunta, tomo la mochila y se nos quedo viendo.
- ¿me vas a decir que paso? –le pregunte.
-¡me hiso correr desde su salón hasta aquí! –el salón de primaria era un edificio que se encontraba casi al fondo de toda la escuela, así que era muy lejos. Moví la cabeza de Shima para que me viera a los ojos.
-no Takashima, no debiste hacer que Aoi corriera tanto, no vez que está ya muy anciano ajajja –el pequeño y yo reíamos a carcajadas, era verdad el ya era un anciano, iba en primero de preparatoria.
Aoi se puso rojo por el coraje, entrecerró sus ojos, se estaba amargando.
-no te enojes, sabes que te queremos, nuestro viejito –le jalo levemente una mejilla mientras Shima y yo seguíamos riendo. Shima de reojo observo que había alguien detrás de nosotros dos así que lo saludo.
-¡hola! –le saludo Shima con una gran sonrisa.
-jum –Matsumoto voltio a ver a otro lado ignorando a Shima.
-ahhh ¿porque estas enojado?
A Matsumoto le salió una venita, ahora que me fijaba, se parecía al profesor de literatura, por el tipo de carácter. Un pitido se escucho cerca, todos volteamos a ver, era un limosina negra, cuando se detuvo, Matsumoto se metió, la limosina dio unos cuantos metros y se volvió a detener, pero esta vez se metió Ría, un momento ¿porque iban juntos?