Toda la sociedad japonesa conoce al clan de los Uchiha, este clan es claramente diferenciado del resto por darle mayor importancia al género femenino, esto es debido a que las mujeres de este clan son conocidas por su gran belleza, presencia y habilidades en distintos ámbitos como la cocina, danza y conocimientos en cultura general, debido a esto el heredero del clan debe ser una mujer.
La líder del clan Mikoto y su esposo Fuwako tuvieron un único hijo varón y la médica del clan Tsunade les aseguro que debido a los inconvenientes generados durante el embarazo sería imposible para la joven Mikoto quedar embarazada una segunda vez, esto definitivamente seria la deshonra de todo el clan, por lo que los padres decidieron criar al pequeño y futuro heredero del clan como una chica y lo llamaron Sasu Uchiha, ciertamente sus facciones eran muy femeninas y conforme crecía su belleza también lo hacía y a los 5 años se convirtió en la más bella de todo el clan, su cabello era corto y profundamente obscuro, sus ojos eran del mismo color de su cabello y su pielera tan blanca que parecía casi transparente y ciertamente había heredado las cualidades y habilidades de su madre y se convirtió en digna heredera de su clan, lo que nadie sabía era que se trataba de un chico.
El joven azabache se convirtió en una persona solitaria, retraída y se podría decir que algo engreída, todo esto fue por causa de sus padres puesto que no le permitían relacionarse con el resto de los niños o niñas de su edad por temor a que descubrieran su secreto, él se tenía que conformar con ver al resto de los niños y niñas de su clan jugando a la pelota o a las atrapadas mientras él asistía a sus clases de piano, cocina, danza tradicional… todo en un mismo día. Tener que ocultar quien era realmente, no convivir con gente de su edad y estar sometido a clases estrictas y que en acumulación sumaban como 10 horas al día teniendo solo 5 años de edad hicieron que el joven Uchiha perdiera el brillo en sus ojos y estos se volvieran opacos, tristes y solitarios pues pese a que todo el mundo la admiraba como futura heredera nadie sabía quién era en realidad y los únicos que lo sabían, sus padres , hubieran abortado seguramente de haber sabido que su hijo nacería varón y sería el culpable de dejar a los líderes de los Uchiha sin una hija… nadie lo aceptaba realmente, nadie sabía quién era, nadie lo comprendía…
Un día el joven Uchiha decidió hacer algo que nunca había hecho y nunca se hubiera atrevido a hacer antes de no ser porque la prisión en la que se encontraba desde que nació había llegado a tal punto en que lo había sofocado de sobremanera, tenía que salir de ahí, era un día libre, incluso él gozaba de ellos de vez en cuando, no tenía ningún compromiso ni nada por el estilo, se las arregló para conseguir un conjunto de niño y se deshizo por primera vez en su vida de esos trajes bellos y tradicionales que siempre se veía obligado a utilizar y vestido como un niño de 5 años promedio salió del clan.
-Sasu narra-
Una vez que lo haga no hará daño, quiero ser yo, aunque solo sea un rato, por un minuto, quiero ser yo mismo (una mirada triste se dibujó en su rostro y de repente un chico de su misma edad choco con él y lo dejo tirado en el piso, su nombre era Naruto Uzumaki).
-Narración normal-
-Gome, gome, oi ¿estás bien? Perdón no me di cuenta de lo que hacía- dijo el joven rubio mientras mostrada una sonrisa en su rosto y se rascaba la parte de atrás de la cabeza con una mano mientras tendía la otra para ayudar al azabache.
-hai, no importa- dijo el joven Uchiha con una mirada inexpresiva muy característica de él.
-¿Seguro? ¿Te dolió mucho?- insistió el niño ojiazul
El azabache se vio un poco irritado por la insistencia del joven –ya te dije que estoy bien, ¿Por qué insistes tanto?
-Pero, si estás bien ¿Por qué tienes esa mirada tan triste?-
El Uchiha se quedó con los ojos abiertos de la impresión, no podía emitir ninguna palabra, se quedó completamente petrificado, ese chico se había dado cuenta de algo que todos, incluso sus padres habían dejado pasar por alto y lo había dicho con una naturalidad que le había hecho darse cuenta de que todos esos años le habían dolido más de lo que creía. De la nada lagrimas comenzaron a caer de la cara inexpresiva del niño azabache…
-oi, oi no llores vamos, perdón waaa no fue mi intención, ya se…- el peliamarillo comenzó a moverse de sobremanera y hacía gestos y caras ridículas para tratar de calmar al niño azabache que se quedó en el piso, llorando pero sin hacer gestos ni expresiones, de una forma tan pura y bella, tenía una cara tan hermosa que el ojiazul no podía evitar sonrojarse al verlo ahí, tirado, indefenso y con ganas de abrazarlo, al mismo tiempo que deseaba consolarlo no quería que ese rostro triste pero hermoso desapareciera.
Las lágrimas del ojinegro se detuvieron para dejar escapar una risa disimulada pero sincera que nunca había mostrado antes. Naruto quedó impresionado, nunca había visto una expresión más hermosa en toda su vida.- ya se, te invitare un helado para disculparme, vamos- cogió al azabache de la mano y se lo llevo a un puesto de helados que quedaba cerca.
-por cierto ¿Cómo te llamas?-
-Sasu…ke, Sasuke -
-mmm, ya veo, Un helado de fresa y uno de chocolate por favor-
-Aquí tienes niños- dijo el vendedor de helados
-Arigato, toma- dijo Naruto extendiéndole la mano con un helado de fresa mientras sostenía el otro con la otra mano.
-Nunca he comido un helado, mis padres se enojarían…-
-Vamos, tus padres no están aquí ¿Cierto?- dijo mostrando una bella y enorme sonrisa que le cubrió casi todo el rostro.
- hai-, No sabía porque, pero ese chico le daba la confianza y la seguridad para hacer ese tipo de cosas que antes lo atemorizaban -delicioso -, comenzaron a saborear sus helados.
-oye- dijo el niño Uchiha.
-¿sí?- contestó
- ¿Podemos intercambiar?, me gustaría probar ese también.
- …- Naruto se sonrojo de sobre manera, no se esperaba que le propusiera algo como eso, voltio la cara hacia la dirección contraria para que el otro chico no viera su claro rubor y le extendió su helado de chocolate, Sasu (Ke) lo probo directamente de la mano del otro chico –Delicioso, prueba tú también-, le atendió la mano con el helado en la mano y este por no desaprovechar la oportunidad lo probó por el lado que el azabache había estado saboreando anteriormente –eeestaa rico-
Ambos siguieron comiendo sus respectivos helados y pronto se hizo de noche.
-Ya es muy tarde tengo que irme- Grito alterado Sasu tras ver su reloj de pulsera, se fue corriendo sin que le diera tiempo de que Naruto le preguntara donde vivía o cuando podrían verse de nuevo, desde ese día Naruto visito ese parque sin falta, todos los días durante 12 años esperando un día que nunca llegó.