-¿Por qué me pediste a mí para casarnos?- Mierda, lo había dicho, ciertamente tenia curiosidad pero no tenía idea de cómo fuera a reaccionar el pelirrojo, por eso no había dicho nada hasta ahorita…
El pelirrojo suspiro algo decepcionado por la pregunta, suspiro y luego dijo; -Así que después de todo si lo haz olvidado ehhh- dijo con un tono de tristeza en su voz, Sai sintió como si un cuchillo le atravesara el corazón, le dolía demasiado el tono de voz y la cara decaída que mostraba el pelirrojo pero al mismo tiempo no podía decir nada pues no sabía a qué se refería, el azabache se limitó a bajar la cabeza
-Lo siento- dijo Sai con sinceridad, Gaara se dio cuenta de lo mucho que le dolía a Sai lo que estaba pasando por lo que le compartió una sonrisa y coloco su mano en la cabeza del azabache.
-No te preocupes, ya han pasado 17 años después de todo- Dijo Gaara tratando de ocultar su descontento para que Sai no se sintiera peor.
Pensamiento de Sai *17 años, eso lo explica todo*
-Yo…- interrumpió Sai, esto sorprendió a Gaara pues no esperaba que dijera nada- Yo no tengo claros mis recuerdos antes de los 8 años, veras mi padre murió a esa edad y eso me causo un shock postraumático y pues… se que no es excusa… pero…- Gaara amplio su sonrisa, esta vez no era para calmar a Sai, era una autentica sonrisa, estaba algo triste porque el azabache no lo recordaba pero ahora sabia porque, comenzó a mover la mano que tenía sobre la cabeza del azabache y este volteo a ver al pelirrojo, tras ver su sincera sonrisa sintió como si un peso se le quitara de encima.
-Si no te molesta- continuo Sai –Me gustaría saber que sucedió hace 17 años- dijo algo apenado, después de todo se trataba obviamente de algo que se supone que debería recordar pero en verdad quería hacerlo, ya no se trataba de simple curiosidad, es solo que sentía el deseo de ser alguien importante para esa persona y si ya lo era, quería saber porque…
- Supongo que ya sabes quién es mi padre y la posición que ocupa nuestro clan dentro del mercado económico, debido a esto toda mi vida me han estado exigiendo más que a un chico promedio aunque la verdad esto nunca me molestó después de todo no tenía nada que hacer más que concentrarme en mis estudios y clases extracurriculares, cuando salía solo paseaba y veía a los niños jugar con otros niños y cuando trataba de acercarme salían corriendo, nunca entendí porque lo hacían hasta que un día escuche a dos chicas hablando y decían que mis ojos eran aterradores y sentían que las mataría en cualquier momento, esto solo hizo que dejara de salir por completo y me concentrara aún más en mi formación, sin embargo lo que nunca quise fue heredar la posición que ocupa mi padre, constantemente tiene que estar tratando con gente y siendo amable aunque no les agraden, se me hace algo muy frívolo y simplemente nunca desee ser parte de eso, nunca desee nada la verdad, bueno hasta entonces no lo había hecho.
Hace 17 años, mi padre me hizo visitar tu clan para ponerse de acuerdo con los líderes del clan; el seños Fugaku y la señora Mikoto, dijeron que era una plática de adultos y me hizo salir de la habitación aunque la verdad yo ya sabía de qué se trataba la conversación; Era un arreglo matrimonial con su hija para mejorar el status de nuestro clan.
-Narración normal- ATENCION: Gaara sigue explicando todo lo que viene a continuación.
Gaara salió a pasear un rato, había dejado de gustarle hacerlo pero era la primera vez que visitaba un clan diferente al suyo y tenía algo de curiosidad, mientras iba caminando vio un grupo de niños jugando atrapadas y se quedó viéndolos por un rato.
-Oye Sai, hay que ir a jugar a otro lado- dijo uno de los niños
-Ehhh ¿Por qué?, este lugar es amplio, es perfecto para jugar atrapadas- dijo Sai
-Ese chico nos está viendo muy raro- volvió a hablar el mismo chico
-Sí, me está empezando a asustar- Dijo una chica con dos coletas y ojos claros
-¿Y porque no lo invitamos a jugar con nosotros?-
-Estás loco, es obvio que no va a querer además es probable que nos lastime- interrumpió la chica
-ti..tiene razón, mejor vámonos Sai-
- Adelántense, yo los alcanzo luego-
-Como quieras, nos vamos, no tardes mucho-
Gaara había escuchado todo esto y estaba a punto de irse para evitar incomodar a los niños pero antes cuando estaba iba levantarse para irse…
-Oye tú, ¿Cómo te llamas?- Pregunto el niño azabache que lo había defendido, el pelirrojo se quedó sorprendido, nunca antes alguien se había acercado a él, por lo general era él quien se acercaba a los otros niños y estos siempre salían corriendo.
-mmm… Soy Gaara- dijo el pelirrojo.
-Yo soy Sai, es un placer conocerte- dijo el azabache con una amplia y acogedora sonrisa.
-¿No te doy miedo?- pregunto el pelirrojo y el azabache lo miro sorprendido.
-¿Debería?.
-Bueno, no pienso hacerte daño si a eso te refieres-
-Entonces no tengo nada que temer ¿Ne?- dijo el azabache volviendo a dibujar esa hermosa sonrisa en su rostro.
-Gaara, me llamo Gaara- El azabache lo miro extrañado y luego soltó una pequeña risa.
-Es un nombre extraño, pero me gusta- dijo Sai causando un leve rubor en las mejillas del pelirrojo, nunca nadie le había dicho algo como eso, se sentía feliz pero un poco avergonzado -¿Quieres jugar escondidas?.
-Pero tus amigos te están esperando ¿No?-
-Si, pero ya me aburrí de jugar atrapadas- volvió a sonreír el azabache.
-De…de acuerdo-
Jugaron hasta que ambos estaban muy cansados como para continuar, se sentaron en una banca y comenzaron a platicar por un buen rato.
-¿Te gusto nuestro clan?-
- Se me hace que es casi lo mismo que nuestro clan solo… solo las casas son algo diferente, se ven más tradicionales, me gustan mucho- Cuando Gaara dijo esto sus ojos que por lo general lucían aterradores adquirieron un brillo inusual y hermoso, Sai no pudo evitar darse cuenta de ello.
- Sabes Gaara, tus ojos son muy bonitos- dijo Sai de forma inocente pero causando un rubor en las mejillas del pelirrojo, no sabía que contestar, en definitiva era algo que nunca nadie le había dicho antes, el rubor de sus mejillas comenzó a desaparecer y estaba a punto de agradecer el cumplido.
-Ari…-
-GAARA! Tienes una cortada en tu mano!- dijo el azabache alterado como si se tratase de una herida mortal, el pelirrojo solo levanto su mano para corroborarlo y vio la herida con naturalidad, estaba sangrando pero era algo insignificante después de todo.
-A sí, creo que me la hice cuando me escondí detrás del arbusto, al parecer tenia algunas esp…-
El azabache rápidamente tomo la mano del pelirrojo e introdujo el dedo sangrante dentro de su boca, esto causo que el rubor que ya había desaparecido completamente de la cara del pelirrojo reapareciera y de una forma mucho más intensa.
-¿Q…que haces?- dijo Gaara moviendo alternadamente la mano que le quedaba libre.
-No es obvio, te ayudo a cuerarte- dijo Sai con una seriedad que hizo que el rubor del pelirrojo desapareciera, ambos quedaron en silencio por unos segundos mientras la lengua del azabache daba sus últimos recorridos a la herida del pelirrojo, al dejarlo libre el pelirrojo volteo a ver su herida y vio que ya había dejado de sangrar, volteo a ver al azabache y dijo.
-Eres raro- luego mostro una amplia sonrisa que abarcaba toda la cara y que ni el mismo sabia que tenia –pero me gustas.
Esto ultimo hizo sonrojar al azabache.
-Tengo que irme, ya es tarde y lo más probable es que mi padre ya haya terminado sus asuntos- dijo Gaara nuevamente con la faceta inexpresiva característica de él.
Gaara se levantó y estaba a punto de irse cundo sintió que algo o alguien le jalaba la camisa, volteo a ver de qué se trataba presencio la hermosa imagen del azabache sonrojado.
-Prometeme… prométeme que nos volveremos a ver- Dijo Sai apenado por la vergonzosa escena que acababa de protagonizar, Gaara sonrió.
-Hai, lo prometo-.
Y así fue como nos conocimos, cuando volví con mi padre le dije que asumiría el cargo de cabecilla del clan solo si me permitía elegir con quien iba a desposarme, si tenía que casarme con alguien del clan Uchiha yo (leve rubor en sus mejillas) quería que fuera contigo…-
Sai estaba completamente paralizado ante la explicación, Gaara esperaba ver algún tipo de reacción de su parte pero él permanecía inmóvil ahí sentado, esa reacción era normal después de todo no se acordaba de nada, ¿Qué rayos esperaba que pasara?. Gaara comenzó a levantarse y sintió como algo le sujetaba la camisa, volteo la cabeza y vio a Sai con la misma mirada, la misma expresión y el mismo rubor de hace ya 17 años.
-Lo recuerdo- dijo Sai feliz –lo recuerdo todo- unas pocas lágrimas de alegría comenzaron a salir de sus ojos.
*¿Cómo pude?¿Como pude haber olvidado a ese lindo chico de ojos hermosos y la promesa que hicimos en aquel entonces?*
Gaara se acercó lentamente a Sai con una profunda felicidad en su corazón y le dio un tierno abrazo que prontamente fue correspondido por el azabache, ambos quedaron con las caras frente a frente perdidos en la mirada del otro, Gaara tomo suavemente la cara de Sai y continuaron con un profundo beso que se hizo cada vez mas intimo, sus cuerpos descendían lentamente mientras este beso no hacia mas que profundizarse, finalmente ambos se encontraban tirados en el suelo, uno encima del otro; acariciándose, besándose, tocándose y transmitiéndose en cada momento una calidez que ambos necesitaban… Este fue el inicio de un largo matrimonio y un amor eterno.