-HACE 17 AÑOS-
El clan Sabaku poseía un gran capital, sin embargo sus bajas relaciones sociales los habían convertido en presa de la mala fama y la gran fortuna amasada hacía pensar al resto de los clanes que se dedicaban a negocios clandestinos (esto era sin duda una mentira) pero se habían presentado muchos inconvenientes debidos a estas malas lenguas llegando a afectar los negocios del clan , por otra parte el clan Uchiha poseía un status elevado, todos los respetaban pero pasaba por una situación económica inestable por lo que los padres de ambos clanes buscaron una forma en que ambos salieran beneficiados, un matrimonio arreglado entre los herederos de ambos clanes lograría mejorar el status del clan de la Arena y estos solventarían la economía de los Uchiha.
El líder del clan de la Arena, Tadashi Sabaku, fue a visitar el clan de los Uchiha y llevo al futuro heredero de la familia consigo, el joven Gaara. Al llegar saludaron respetuosamente a la líder de los Uchiha Mikoto, quien estaba embarazada, y a su esposo Fugaku, dejo salir al chico pelirojo de apenas 5 años para que se entretuviera mientras discutían “cosas de adultos”.
-y bien…¿ han pensado sobre mi propuesta?- dice Tadashi
-sí, lo hemos reflexionado mucho y pensamos que es la mejor opción para todos, un matrimonio entre nuestra futura heredera y el futuro heredero del clan Sabuka parece un trato justo- dice Fugaku con los ojos cerrados como quien dice un parlamento de memoria y lo visualiza dentro de sus parpados.
- Perfecto, bueno estoy ansioso por ver a su futura hija, seguro que es tan bella como su madre- dice Tadashi de forma melosa y moviendo las cejas, Mikoto se sonroja de forma disimulada como una bella dama recibiendo un cumplido de un galán, esto no era necesariamente lo que Mikoto pensaba del viejo Tadashi pero como mujer del clan Uchiha provocarse un sonrojo ella misma para hacer sentir bien a un hombre era la cosa más fácil del mundo, Fugaku ya sabía este juego de memoria pero no pudo evitar que una pequeña arruga se escapara de su frente.
Bebieron sake y cerraron el trato entre comentarios grotescos y bromas verdes, típico de los adultos. Pasaron las horas y se despidieron, el viejo Tadashi mando un último piropo a la mujer embarazada y esta se rio como diciendo –ya basta- de forma avergonzada (otra actuación, podía manejar a los hombre incluso con el sake hasta el cuello, digna heredera del apellido Uchiha.
El viejo del clan Sabaku fue a buscar a su heredero, lo cogió de la mano y dijo.
-el trato esta hecho, nos vamos- reía de forma escandalosa, se notaba que había estado bebiendo sake hasta muy tarde.
El heredero del clan Sabaku era Gaara, un joven solitario que, debido a sus tenebrosos ojos, alejaba a todos los que lo rodeaban, el no deseaba por ningún motivo heredar la posición de cabeza del clan, no estaba interesado en prácticamente nada, la vida realmente no tenía un significado especial para él, sin embargo, esa noche camino a su clan, sus ojos tenían un brillo especial ¿Qué había sucedido dentro del clan Uchiha que había causado eso?...
-tiempo actual (esto toma lugar poco antes de que Uchiha Sasu entrara al instituto) -
-¡Mierda!, ¡no es posible esto!, salimos de un problema para entrar a otro- estaba Fugaku que echaba fuego por los ojos, tirando todo a su paso con una expresión de preocupación en su rostro, algo sumamente inusual en alguien tan calmado como él.
-¿Pero qué es lo que ha sucedido para que te pongas de esa manera?- pregunto Mikoto interrumpiendo los arranques de ira de su esposo que de haber continuado abrían acabado con toda la casa.
- He recibido una llamada de Tadashi-
-El líder del clan Sabaku, y ¿Qué quería?-
- Quería cerrar el trato que hicimos hace 17 años, antes de saber que nuestro hijo sería un varón-
-Trato, ¿Qué trato?-
-Sí, eso mismo dije yo pero después de que me lo explicara fui capaz de recordarlo todo, fue en los tiempos en los que nuestra economía estaba muy inestable, luego el líder del clan de la Arena nos propuso lo del matrimonio arreglado, esa misma tarde tomamos demasiado sake para celebrarlo, seguramente por ello ni tu ni yo recordábamos nada- dijo Fugaku a Mikoto todavía con la expresión de angustia pero ahora un poco más calmado, la joven esposa colocó su suave mano en el hombro de Fugaku y trato de calmarlo un poco más.
- Bueno, eso era antes, ahora la economía del Clan está muy bien, no hay que molestarnos por ello- dijo Mikoto, aunque ella sabía que ese no era el verdadero problema.
- Sabes bien que ese no es el problema (si lo sabía, pero esperaba que tu no :I ), nuestra economía está bien por el momento pero no podríamos sostenerla si nos cagamos un enemigo como el clan Sabuka con su gran poder económico-. Mikoto no era ninguna tonta, sabía perfectamente cuál era el problema, si hacían enojar al heredero y al futuro heredero de tan poderoso clan ni Dios mismo podría librarlos, pero también sabía que por más que su hijo luciera como una chica no era buena idea presentarla para el matrimonio, la boda era una cosa pero la luna de miel, el joven Gaara definitivamente notaría que faltan algunas cosas y sobran otras.
-Lo mejor será que lo citemos mañana temprano y aclaremos el asunto, pero la verdad no tengo idea de cómo podremos librarnos de esta- dijo Fugaku con resignación y preparado para lo peor, Mikoto decidió no intervenir puesto que tenía un humor de diablos, dije que era lista ¿o no?.
La noche pasó más rápido de lo que Fugaku y Mikoto hubieran querido, no les dio tiempo de pensar en ninguna excusa para evitar desatar la ira de los de la Arena; como lo vieran todas las opciones eran fatales:
1: decir que Sasu era chico= deshonra= descartado
2: decir que ella no deseaba casarse con el joven Gaara= deshonra= descartado
3: ¡por qué mierdas no había un plan 3!, no podría ser peor que los otros dos, aunque lo hubiera seguramente terminaría= deshonra= descartado…¿Qué tal si decimos que Sasu solo tiene 17 años y… no, el joven Gaara ya tiene 22, aparte solo estaríamos aplazándolo y comprometiéndonos más…
-Hemos llegado, somos la familia representante del clan Sabuka-
Dejaron entrar al actual líder Tadashi y al apuesto futuro heredero Gaara, los Uchiha estaban más que listos para soltar la sopa cuando Tadashi los interrumpió diciendo:
-sé que este no fue el trato pero, sería posible que mi hijo eligiera alguien diferente para el matrimonio, claro miembro de su clan…- Los dos Uchiha se quedaron petrificados
-Verán, después de la reunión de hace algunos años Gaara cambio su actitud respecto a convertirse en heredero, eso fue un gran alivio para mi siendo mi único hijo, incluso acepto un matrimonio con un miembro del clan Uchiha siempre y cuando el pudiera elegirlo, me pareció una buena oferta y acepte jejeje, olvide comentarles de eso por lo bebido que estaba, claro que el clan recibirá apoyo económico de nuestra parte como habíamos pactado, cualquier miembro del clan Uchiha es un buen partido de todos modos…-
Mikoto y Fugaku suspiraron aliviados mientras agradecían a kamizama con lágrimas en los ojos por su buena suerte.
-Claro que aceptamos, solo di el nombre de la joven que deseas por esposa-
Gaara levanto la mirado de repente y con cara inexpresiva y una mirada penetrante – Deseo casarme con el joven Sai Uchiha, esa es mi elección y no la cambiaré-
Los tres en la habitación se quedaron atónitos ante la confesión, volvieron en si segundos después para gritar al unísono –QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?-
-Oye estás jugando verdad hijo- dijo Tadashi mientras se limpiaba el sudo con un pañuelo que guardaba dentro de su traja.
-Yo soy muy serio respecto a lo que digo, el trato era que se me permitiría casar con cualquier miembro del clan Uchiha- dijo como si fuera lo más natural del mundo.
-Bueno, sí pero yo creí…-
- Lo único que necesita el nuestro clan es un mejor estatus, con que alguien con el apellido Uchiha forme parte de nuestro clan será suficiente, lo demás resulta irrelevante- dijo Gaara con su rostro ausente de emoción.
- Um, entenderá que no podemos obligar a un miembro del clan a comprometerse de esta manera, como el joven Gaara es bien parecido supuse que no habrá problemas tratándose de una chica pero…- dijo Fuwaco un poco nervioso al estar contradiciendo al futuro heredero de uno de los clanes mejor posicionados económicamente.
-Les aseguro que les conviene que este matrimonio se lleve a cabo, estoy al tanto que su economía es actualmente estable- su tono de voz cambio para pasar de calmado a amenazante - pero, ya sabe, nunca se sabe-
Esta era claramente una declaración de guerra, Fuwako sabía que el señor Tadashi no haría nada para dañarlos porque en su cara se podía ver como notaba que la situación se le había escapado de las manos y que la solicitud era de más irrazonable pero también sabía que el joven Gaara no estaba bromeando, la edad de Tadashi era avanzada y sabía que no faltaba mucho para que el pelirrojo heredará la posición de líder del clan y con ello su poder e influencias.
-Le aseguro que aremos lo que podamos y se lo propondremos a la familia pero…-
-con eso basta, le ruego explique con detalle la situación en la que se encuentran- dijo el pelirrojo todavía con tono amenazante, Tadashi no participaba en la conversación porque todavía no terminaba de asimilar lo sucedido.
-Regresaremos mañana a las 7 para que me de a conocer la respuesta del joven, espero que sea lo más favorable posible-
El joven Gaara y Tadashi se retiraron y Tadashi agradeció la atención y se disculpó por los inconvenientes causados por la imprudencia de su hijo pero no dijo nada sobre cancelar el trato (que era lo que Fugaku esperaba), después de todo había algo de cierto en las palabras de Gaara, con que un Uchiha diera su apellido tendría que ser más que suficiente.
-Supongo que no habrá de otra- dice Fugaku y deja escapar un suspiro de agotamiento y resignación –tendremos que hablar con su madre para que trate de convencerlo de que acepte la proposición matrimonial, es muy amiga nuestra por lo que estoy seguro que nos achara una mano-.
- No abra de otra, pero me va a dar mucha pena con Anko- Dice Mikoto con una cara de desilusión.
Pasa la noche con normalidad y en la mañana siguiente se encuentran ambos en casa de la señora Anko, una viuda que desentona completamente con el resto de las mujeres del clan Uchiha, antes de que su esposo falleciera era refinada y calmada (como el resto) pero su actitud cambio mucho tras su perdida, eso sí, Mikoto y Anko nunca dejaron de ser amigas cercanas.
-Mmmm… así que así está la cosa ehh?- dice Anko con los brazos detrás de la cabeza como si no estuviera sorprendida en lo absoluto –Por mi está bien, el problema va a ser el niñato de mi hijo, pero no se preocupen…- con un rápido movimiento se señaló a si misma con el pulgar de su mano derecha y con sonrisa triunfadora dijo –Yo me encargare de que acepte-.
-Me da mucha pena pedirte esto…- dice humildemente Mikoto, de la nada Anko se pone seria y con voz calmada (algo muy raro en ella después del accidente) dice –Es por el bien del clan después de todo-.
Mikoto y Fugaku se retiraron y Anko se quedó pensativa en la sala donde toda la plática había tenido lugar, pasaron unos minutos y luego se escuchó como la puerta principal se habría.
- Ya llegue a casa- grito Sai.
-Ven aquí tengo algo que decirte…-