-Narración normal-
La noche paso y Sasuke no logro concebir el sueño, estos y muchos otros pensamientos rondaron su mente y el día llego increíblemente rápido, más de lo que el Uchiha hubiera deseado, vio el reloj y se dio cuenta que ya era hora de levantarse y alistarse para irse al instituto, el instituto, toda su vida había deseado asistir a clases como cualquier chico normal de su edad, nunca pensó que las cosas resultarían de esa manera, de haberlo sabido tal vez hubiera dejado esos deseos atrás y solo había pasado un maldito día…
-Buenos días- dijo Sasu con su uniforme algo desalineado, la mirada caída y ojeras en sus parpados, sus padres estaban algo impresionados pues nunca había pasado antes pero no le dieron importancia y siguieron con su desayuno, luego se escuchó el timbre que llamaba a la puerta de la casa y Mikoto se levantó para atender a la puerta.
- Buenos días señora Mikoto- Dijo el rubio con el aura de príncipe encantador que había usado el día anterior, la señora estaba un poco conmocionada pero sabía bien disimular su asombro.
-Oh, buenos días Naruto ¿Vienes a acompañar a Sasu al instituto?-
-Efectivamente, también vengo a pedir un favor al señor Fuwako y bue…-
-Oye madre ya me voy al…(mierda ¿Qué hace aquí y por qué ahora que estoy tan confundido? Ahora que recuerdo me dijo que pasaría por mí antes de que sucediera aquello, espera, casi había olvidado eso) –
-Oh, buenos días SASU, ¿Cómo estás?- una falsa sonrisa disimulada que haría a cualquier chica (y algunos chicos) suspirar por él se dibujó en el rostro del rubio lo que causo que una gota de sudor cayera de la frente y con una sonrisa temblorosa respondiera –b…bien-
Naruto fue invitado a pasar y este invito gustoso, después solicito hablar con Fuwako Uchiha por lo que este se hizo tiempo y le hizo pasar a su oficina, la verdad es que estaba muy ocupado pero sabía que negarle algo a un Uzumaki no resultaría nada bien, Naruto paso y cerraron la puerta del estudio, Sasuke pego su oído a la puerta y comenzó a espiar la conversación.
-Joven Uchiha, es un gusto verlo de nuevo-
-Preferiría que me llamara Naruto, como hizo la noche anterior, me hace sentir más en confianza jeje, claro si no le molesta-
-Claro que no, y bien joven Naruto ¿Qué es lo que desea pedirme?-
-Bueno, lo que sucede es que deseo que Sasu me acompañe a comprar un regalo a mi madre, pronto es su cumpleaños y no tengo idea de que es lo que le gusta a las mujeres, no hay problema- hizo una pequeña pausa y el aura tranquila que lo rodeaba cambio repentinamente, el uzumaki volteo a ver al Uchiha y con una mirada fulminante -¿O si?-
(¿que lo acompañe a comprar un regalo?, no me había dicho nada sobre ello?)
Esta mirada puso nervioso al señor Uchiha, algo sumamente raro y difícil de conseguir, podría ser por esa terrorífica mirada o por lo intimidante que resultaba el poder del clan al que pertenecía – Bue..no claro que no hay ningún problema, después de todo pareces un chico decente-
Al otro lado de la puerta se puede ver al azabache con una cara de “si como no…”
-Pero, si no es mucha indiscreción, quisiera saber qué tipo de intenciones tienes con mi hija Sasu -
El Uzumaki estaba sorprendido por lo directo del señor Fuwako pero sabía hacia donde estaba encaminada la cosa, no podía saberse por ningún motivo que su heredera era un chico por lo que el Uzumaki respondió –Sin ofender, pero no tengo ningún interés amoroso en su “hija Sasu” (bueno, no es del todo una mentira, después de todo solo estoy interesado en Sasuke, no en su intento de “mujer perfecta”)-
Tras escuchar esto el azabache detrás de la puerta mostro una profunda tristeza, y desilusión y susurro para si
-si seré idiota, yo ya sabía eso pero no tenía que decirlo de esa forma-, pero, aunque lo supiera, de todas maneras le dolía hasta el alma y lo peor era que no entendía porque el comentario lo había lastimado tanto.
Una expresión de alivio se mostró en la cara del padre y luego dijo –Ya veo que pena, bueno no hay más que hacer, y por supuesto que tiene permiso de volver a la hora que desee siempre y cuando usted la acompañe-
-muchas gracias, bueno será mejor que nos vayamos al instituto si no llegaremos tarde-
(mierda) pensó Sasuke mientras se levantaba presuroso y se dirigía hasta la entrada principal haciendo como si hubiera estado ahí todo el tiempo. Se abrió la puerta del estudio y los dos salieron despidiéndose con un amistoso apretón de manos, el mayor se volvió a encerrar en el estudio mientras que el rubio se encamino a la entrada principal y se acercó a la oreja de Sasuke pera susurrarle de manera seductora –Espiar no es de señoritas- y siguió su camino adelantándosele al azabache quien se quedó un poco shokeado por haber sido atrapado pero después de volver en si apresuro el paso para alcanzar rubio que ya le llevaba un distancia de aproximadamente 100 m.
-¿Y qué es eso del regalo de tu madre?¿Cuándo cumple?- dijo el azabache con la intención de que el Uzumaki no le hiciera reproche por la humillación de haber sido cachado.
-¿Qué?, ah eso era mentira?- dijo con naturalidad el rubio.
El azabache no quiso seguir preguntando nada porque sabía cómo iría encaminada la conversación, él preguntaría ¿Por qué dijiste eso entonces? Y la respuesta del rubio no sería de su agrado, si te detienes a analizar la situación era fácil saber que lo había hecho para liberar de responsabilidades al azabache y que pudieran pasar la tarde juntos, lo llevaría a algún lugar o le haría hacer algo, he aquí la parte que al azabache le daba miedo descubrir.
-en el instituto-
-Qué raro que ese Naruto este Naruto no haya llegado todavía- Dijo Kiba, no porque realmente le importara sino porque le daba algo de curiosidad.
-Las cosas son menos problemáticas de esta forma, al menos no tenemos a su club de fans armando jaleo- dijo Shikamaru mientras veía las nubes a través de la venta, era una de sus cosas favoritas.
- Creo que me regresaré a mi salón, ya es muy tarde, tendré que quedarme con las ganas de verlo- dijo Ino – Tu Sakura tienes suerte de estar en su mismo salón, dejo escapar un suspiro de derrota y se despidió con la mano de su amiga.
-las cosas están muy aburridas sin Naruto-kun- dijo Sakura haciendo un puchero con los brazos cruzados recargados sobre el asiento y su cara recargada sobre ellos.
-Pero que…- dijo Shikamaru que seguía viendo atravez de la ventana.
-¿Qué sucede?- pregunto Kiba, era raro que Shikamaru mostrara interés en algo por lo que a Kiba le entro curiosidad y también se asomó por la ventana.
-Ese maldito Naruto decía ser gay apenas ayer y velo, tiene buen gusto lo admito…- dijo Kiba con cara burlona y tono pícaro, esto fue escuchado por toda la clase a la que le entro una curiosidad morbosa y en menos de 3 segundos todos se encontraban con las caras pegadas al vidrio de la ventana y luchando para hacerse un espacio entre sus conocidos.
Estaba naruto acompañado de la joven Sasu caminando y platicando de forma muy íntima (ante los ojos de los furiosos chicos y chicas que morían de celos), cuando por fin entraron al salón los ojos fulminantes se posaron en ambos lo que causo que una gota de sudor callera de sus frentes al mismo tiempo.
Las clases pasaron con normalidad y se hizo la hora del almuerzo, Naruto se apresuró a subir a la azotea para evitar la molestia de ser perseguido por su club de admiradoras y el Uchiha se quedó solo en el salón arreglando unas cosas, cuando termino se dispuso a subir a la azotea (no es que desee verlo, es solo que haya el viento pega fresco, además..) pero sus pensamientos fueron interrumpidos por un grupo de 6 chicas, solo identifico a dos de ellas, una era Sakura que iba en su mismo salón, la otra Ino que siempre estaba con ella, el resto le resultaban indiferentes, trato de sacarles la media vuelta pero dos de ellas se interpusieron.
-¿Desean algo de mí?- pregunto Sasu
-Sí, de hecho así es- dijo Sakura liderando al grupo y de forma amenazante dijo –Deseamos que te alejes de Naruto-kun-
(¿Qué me aleje de él? Aunque quisiera él no me dejaría, lo había dejado claro aquella vez “e encontrado algo interesante y no dejare que se me escape”)
-Lo lamento pero no sé de qué me hablas- de nuevo trato de escapar y de nuevo fue interrumpido por el mismo par de chicas –SI LO SABES MALDITA ZORRA- Sakura tomó con fuerza cabello del azabache y lo jaloo hacia abaja ocasionando que el Uchiha perdiera el equilibrio y callera, el permanecia inexpresivo, como retando a la joven Sakura, ella se enojó tras ver que la chica permanecia tan calmada ante las amenazas y comenzó a gritar cuantos insultos se le ocurrieron.
-Tu maldita ya te lo tengo advertido- (que tontería, en serio piensan provocarme de esta forma) –maldita tabla de planchar – (tenemos casi el mismo tamaño de pecho y eso que soy un chico)- das lastima (y tú? Estas persiguiendo a un chico que no te pela y al que le pareces molesta)- estoy segura de que solo trata de alejarse de ti y tu no lo dejas (se ve en la necesidad de almorzar en la azotea para alejarse de chicas como tú y me dices eso a mí)-…
Nada, la joven permanecía en el piso sin mostrar el más ligero cambio en su cara de desinterés, la pelirosada no cabía en su rabia y Sasuke lo sabía lo que permitió que su cara cambiara solo para mostrar una sonrisa de lado de esas que muestran los ganadores.
-Tu maldita- Sakura agarro viada a pateo fuertemente el estómago del joven, después se detuvo y dijo con una maliciosa sonrisa en su cara –Sasuke nunca se enamoraría de alguien como tu…
Ahí estaba, nada de lo que había dicho hasta ahora había surtido efecto pero eso ultimo había hecho click en el interior del azabache, ya no era Sasu, Sasuke había salido a la luz; Un aura oscura comenzó a cubrirlo lentamente, la pelirosada se asustó un poco pero después se recuperó y trato de patear al azabache que estaba tirado en el piso por una segunda ocasión pero este intercepto y detuvo la patada con su mano desnuda, luego lo soltó con despecho el pie de Sakura y se levantó lentamente, se sacudió el uniforme y levantó la mirada hacia el grupo de chicas que lo habían estado intimidando, todas ellas comenzaron a temblar, la pelirosada se dio cuenta de ello y trato de controlar la situación pero ya era tarde…
-¿Qu..que pi..ensas qu…?- decía Sakura con las rodillas temblándole pero tratando de intimidar al azabache con la mirada. El azabache mostro una mirada amenazante y una cara terrorífica capaz de intimidar al mismo demonio, su cabello le tapaba la mitad del rostro y su postura no estaba del todo definida.
–Ustedes si que den lastima, siguiendo a un chico que ni siquiera sabe que existen, la peor eres tu Sakura Hino, acosándolo constantemente cuando lo único que quiere es que lo dejes tranquilo… si es verdad, tal vez nunca vaya a enamorarse de mí, pero, se honesta, siendo así… – levanto aún más la mirada y mostro una sonrisa ganadora mientras decía; -¿Cuántas probabilidades hay de que llegue a querer a alguna de ustedes?-
-Ca..callate- decía la pelirosada temblando, con los ojos como aquellos que han sufrido un trauma y tapándose los oídos para evitar seguir escuchando (inútilmente).
- poco femenina, agresiva, de mal carácter, empalagosa y de por si fea…- seguía diciendo con la misma sonrisa retadora y mirada amenazante que el azabache no sabía que tenía…
- DIJE QUE TE CALLARAS!- la pelirosada se acercó corriendo, tomo el primer objeto punzante que vio y se acercó rápidamente al azabache causándole un corte en uno de los cachetes y en el lóbulo de la oreja, rápidamente el azabache tomo la mano de la pelirosada con un ágil movimiento de manos logro colocarla en tal posición en que la mano de la pelirosada que sujetaba las tijeras se posicionaba peligrosamente cerca al cuello de la misma.
- Aléjense basuras- dijo con tono amenazante y arrojando una mirada con un brillo rojizo que lo hacía lucir aún más aterrador –y… no digan lo que pasó a nadie- sonrió, regreso a su faceta de Sasu, con la hermosa cara y mirada caracterizaban a la joven heredera de los Uchiha pero todavía con tono atemorizante dijo - nadie lo creerá de todas formas- y empujo a la joven Sakura hacia sus 5 seguidoras quienes atemorizadas la ayudaron a levantarse y salieron corriendo de ahí dejando nuevamente solo a Sasuke y con solo la mitad del tiempo de almuerzo…
-Mierda, he perdido el control… siempre que algo se relaciona con ese bastardo me descontrolo… me pregunto por qué, bueno, de todas formas no creo que digan nada…