Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ricordando il passato. por Gionna

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Atendiendo a la zona horaria de cada cual, las estaciones o periodos escolares no irán acorde a las fechas indicadas durante o al principio de cada capítulo. Por ello me disculpo pero no puedo hacer milagros, me rijo según el sistema estudiantil español o europeo. 

Notas del capitulo:

Bieeeen, oke, oke, oke. De ante mano aviso que uno de los protas aparece al principio con una relación hetero, o sea, una mujer. Pero el fic es yaoi, ¡no habrá lemon hetero de ningún tipo! Ni siquiera me he tomado las molestias de ponerle un nombre a esa tipa, si vosotros queréis, adelante (?). 

Then, nada. Eso. Enjoy ^-^ 

02-09-2013

  En el centro de una ciudad que nunca duerme, allí se encontraba detenido por ese incontrolable impulso que con el transcurso de los años había ido adquiriendo, poco a poco y, muy posiblemente, de forma inconsciente. A su derecha, su actual pareja fingía disfrutar de un fantástico zumo tropical mientras él ingería un cubata tras otro en uno de los más prestigiosos locales del lugar, cerca del ventanal, allí donde su entreabierta camisa atraía las miradas de todo el que desfilaba por allí, ya fueran hombres o mujeres. Unos le admiraban con los ojos inyectados en deseo, otros tintados en verde de la envidia. Pero si algo era absoluto y único por el lugar, era que su presencia siempre terminaba convirtiéndose en el centro de atención para todos.

  Gustoso habría perdido la noción del tiempo en tal agradable lugar de no ser porque su acompañante soltaba un bufido cada veinte minutos. En otras palabras, cada vez que observaba como una chica joven de su edad aproximada entraba en el establecimiento con un ceñido vestido que dejaba a la vista su diminuta cintura.

-          Incluso ahora estás mucho más buena que esa… - Inquirió el atlético muchacho sin apartar los ojos del trasero de aquella tercera chica que acababa de entrar.

Su pareja, en un acto afable y cariñoso, tomó la nívea mano del varón y la colocó sobre su estómago; aquel que ligeramente inflamado contenía en su interior a un crío de poco más de dos meses  y medio.

-          Joon… - Gimoteó la chica cuando el susodicho intentó besarla, ese mismo que, conociendo la reservada actitud de la muchacha,  interrumpió con un suave ‘’Vámonos a casa’’.

 

 

  En aquel momento debía ser el hombre más feliz del mundo: una prestigiosa universidad masculina requería su presencia en el sureste de Corea, próximamente sería padre de un maravilloso crío al que daría vida junto a una de las más hermosas mujeres que sus ojos jamás habían visto y, además,  la empresa de sus padres se encontraba en pleno auge económico, por ende, podía permitirse casi cualquier cosa. Efectivamente, debía ser el hombre más feliz en la faz de la tierra, ¿por qué entonces no lo era? ¿En qué momento había dejado de ser feliz al 100%?

  Hasta 'aquel día' no supo darle respuesta a sus propias cuestiones…  

 

  Acababa de despedirse de su pareja en la entrada de aquella enorme universidad, la ajustada chaqueta oscura del uniforme combinaba a la perfección con su blanquecina piel y, cómo no, con aquellos rojizos cabellos ondulados que de forma meticulosa dejaban ver sus penetrantes ojos negros del azabache más intenso.

  Ya había visitado aquel lugar con anterioridad por lo que no se perdería por los amplios pasillos: fascinado ante la increíble obra de arquitectónica en la que se encontraba o simplemente perdido, como la propia palabra indica.  A pesar de ello, no negaría que a punto estuvo de llegar tarde y por ello no tuvo otra elección más que optar por el único sitio libre que quedaba. Al tratarse de una universidad de alto ‘standing’ el número de mesas en cada aula era bastante limitado, todo ello para, según había afirmado el director en una pasada reunión, cada alumno tuviera a su disposición una mayor atención profesional mucho más personalizada. Lo que sí llegó a sorprenderle fue que el último sitio en rellenarse fuera uno del centro de la segunda fila; después de todo allí únicamente convivían cerebritos y hasta entonces habría apostado a que se pelearían por las plazas más cercanas al profesor.

-          Muy buenos días, queridos alumnos. – Acababa de sacar uno de sus cuadernos cuando un hombre canoso que debía rondar los cuarenta y pocos entró en el aula con un pequeño maletín de mano.- Espero que disfruten de su estancia por aquí, pero que sobre todo sepan aprovechar la increíble oportunidad de la que se os dota al requerir  de vuestra presencia en una de las más prestigiosas universidades de toda Corea.  Exijo que me tratéis de usted y que me llaméis o bien ‘Profesor’, o bien Sr.-… -

-          ¡YA! Déjese de ‘formelidades’, Hyunnie.~ Somos los mismos de antes del verano. – Aquella atípica  voz que ante los ojos de ese atractivo semental que yacía en la segunda fila se tornó tan familiar como dulce, infantil y encantadora, para el resto resultó parecer un chiste más del típico payaso de la clase.

-          For-ma-li-da-des… ¿Te haces una idea del suplicio que me supone tener un alumno que ni siquiera sabe hablar? – Más risas que acompañaron al irónico rodamiento de ojos del mayor de todos los presentes, el profesor.- Abrid vuestros cuadernos, quiero que todos los nuevos escriban una presentación, expliquen el motivo de por qué están aquí y un breve resumen de sus anteriores años escolares. Exijo una buena presentación, lo recogeré al final de la clase. – El imperativo tono que utilizaba al referirse a la clase en su conjunto resultaba tan alarmantemente diferente al que usaba cuando hablaba con ese chico que incluso incitaba a pensar que había algún tipo de relación familiar o extra escolar entre ellos; tal vez sus padres fueran amigos, pensó al percatarse de como aquella autoridad se dirigía de nuevo hasta la zona de la que provenía esa dulce y familiar voz y acotaba: - No negaré que me alegré al verte en mi lista de tutoría. Te has teñido el pelo, pequeño Mir…

Sintió la minúscula punta de su lápiz hacerse trizas contra el papel nada más oír aquel dichoso nombre. De forma inconsciente sus ojos se habían abierto como platos y en aquel momento, más que nunca, había agradecido llevar el pelo lo suficientemente largo como para que nadie se percatara. En su mente numerosos recuerdos asociados con aquel singular nombre correteaban de un lado a otro: risas, llantos, chistes, gemidos… 

-          En realidad no. Utilicé el tinte de noona por error pensando que era champú; me he pasado medio verano con la frente rubia.- Novedosas risas en el fondo de la clase afirmaban que las palabras del chico eran, cuanto menos, ciertas. Mas aquello no resultó ser lo más alarmante del asunto, aquel dulce chico que confundía palabras, gritaba y liaba un tinte femenino con un champú corriente no era ni más ni menos que la maravillosa persona de la que estuvo enamorado durante prácticamente toda su infancia. Aquella con la que lo había compartido todo, a quien le había cedido su virginidad y los mejores años de su vida.

Aquella persona que misteriosamente decidió desaparecer por completo de un día para otro, rompiendo así con una relación de cerca de dos años sin dedicarle un mísero ‘’Adiós’’, tal vez un motivo…

 

¿Qué hacía alguien como él en un sitio así? ¿Por qué sentía que en cualquier momento su corazón saldría despedido de su caja torácica? 

Notas finales:

Este capítulo sirve meramente de introducción para el resto, pero en fin, me pareció relevante ponerlo todo en su sitio antes de comenzar con la auténtica trama de la historia. 

Y eso, ya está. No sé muy bien cuando actualizaré, supongo que depende de lo que me requieran o de como ande de tiempo. 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).