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Amantes en combate por LadyBlue

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Notas del fanfic:

Los personajes de este fanfic son personas reales. Pero la historia pertence 100% a las creadoras. (Mi prima y yo) 

Notas del capitulo:

Bienvenidos apreciados lectores a este fic. Este trabajo pertenece a mi prima (que tiene diferentes motes pero la vamos a llamar Akaiko Sandy, este es su blog http://akaikosandy.wordpress.com

De momento no tiene advertencias, pero aviso que eso puede cambiar con el tiempo. Depende de ella y de mi, pero no nos gusta poner advertencias antes de tiempo porque es como hacer spoiler.

Es un trabajo conjunto, sobre nuestras kpop bands favoritas y espero que lo disfrutéis. Aunque para mi siempre es un placer escribir junto a ella ^^

Bueno sin más dilación, el primer capítulo. 

Permitidme contaros una historia, la de un planeta lejano, que aquí en la Tierra sólo conocemos con el nombre de 984514SM. Un planeta diferente, más bien un mundo diferente. Su historia incluye batallas, mentiras, traición, amistad y amor.

 

Hace muchos años, este grandioso mundo, era una fuente de vida y riquezas sin fin. Los habitantes de ese mundo vivían felices y su civilización era tan avanzada que habían creado una sociedad utópica en la que la gente vivía en paz. Sin tener que preocuparse de cosas como la pobreza, la hambruna o las enfermedades.

 

Pero nada es eterno y mucho menos la felicidad. Poco a poco el planeta fue apagándose,  los verdes prados se tornaron en secas estepas. Los hermosos árboles se tiñeron de oscura ceniza. Las claras aguas dulces se secaron y se convirtieron en fuente de barro negro. Las hermosas montañas se transformaron en rabiosos volcanes que contaminaban la madre tierra con su humo asesino y su lava ardiente consumía todo ser viviente que se hallara a su paso.

 

El planeta se moría, como todo ser vivo, estaba llegando a su final. Pero era demasiado pronto... Con sus últimas fuerzas alumbró a los dos únicos seres capaces de salvarlo. Uno de ellos, Sulli, tenía las formas de una bella muchacha, estaba dotada con una bondad innata y habitaba bajo los rayos de luz. El otro ser,Heechul, era un hermoso joven con el poder del caos a sus pies y estaba condenado a morar en la oscuridad.

 

Juntos, tenían el poder para encontrar la fuente de tanto dolor y destruirla. Para poder recuperar ese magnífico Edén que había sido el planeta. Sin embargo, la madre tierra no contó con una cosa, dos poderes tan distintos no podían ponerse de acuerdo. La hermosa dama, ordenada como el Cosmos, defendía una postura pacífica, en su mente el problema podía resolverse sin llegar a utilizar las armas. Por el contrario, el muchacho de las sombras creía que la respuesta para salvar su hogar se hallaba en la destrucción.

 

Lo que al principio sólo fue un pequeño desacuerdo, evolucionó a una batalla para subyugar al otro y poder hacer así su voluntad. De esta manera empezó la guerra. Ambos crearon su base en un polo opuesto del planeta, y buscaron entre los habitantes del mismo las piezas que les permitirían cumplir su misión.    

 

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Ese día Hyukjae se despertó con todo el pelo naranja seco y enmarañado, pero poco le importaba, lo único importante era su objetivo, el mismo objetivo que llevaba años persiguiendo. Derrotaría a Lee Donghae, su némesis, su peor enemigo, de una vez por todas. Y le obligaría a aceptar que él era superior, le haría morder el polvo.

 

Los dos chicos se conocían desde que tenían cuatro años. Su rivalidad era algo con lo que habían crecido hasta tal punto que la única manera de que Hyukjae se sentía vivo era enfrentándose a Lee Donghae, en cualquier tontería. El mundo podía estar yéndose a la mierda día tras día pero no le prestaba demasiada atención. La atención la tenía puesta en  ese maldito chico bonito con cara de no haber roto nunca un plato y que últimamente se había teñido de rubio. (La razón para esos tintes era simple, estaban compitiendo por ver quien se hacía el corte de pelo más atrevido, y como siempre quedaron en empate).

 

Hyukjae paseaba por los secos caminos de su región mientras se dirigía al punto de encuentro con Donghae. No es que quedaran como si fueran amigos, simplemente siempre se encontraban en ese lugar para decidir el enfrentamiento del día. Cuando llegó, Donghae lo miraba seriamente y sus ojos se le clavaron como dos cuchillas.

 

- Hola mono estúpido, ¿disfrutando de tu horrible tinte?

- ¡Calla cara de pez! Sabes que me queda mil veces mejor que a ti.

- Según tu madre puede, pero claro... Para ella eres el niño más bonito del mundo. ¿Verdad, Eunhyukie?

- Lo siento, es que no entiendo el idioma de los peces. ¿Lo puedes repetir?

 

Discutieron así durante un buen rato, era su rutina habitual. Cuando no encontraron más indirectas que soltarse ni más insultos hirientes, acordaron enfrentarse en una carrera. Debían ir hasta el único árbol de la zona que seguía verde y volver al punto de encuentro. La ruta era libre y se valía empujar y lanzar objetos al contrincante.

 

Después de haber acordado las normas empezaron a correr desesperados, la carrera no fue limpia ya que ni el uno ni el otro tenían problemas en atacar a su rival. Sin embargo, sus rostros mientras corrían estaban iluminados por unas brillantes sonrisas. Ambos llegaron a la vez, pero pasaron diez minutos discutiendo sobre si “yo he llegado un microsegundo antes” o “la uña de mi pié ha tocado antes la línea de meta”.

 

Cuando las cosas se calmaron Donghae miró otra vez a Lee Hyukjae, cogió aire y se preparó para soltar la noticia bomba.

 

- Mono, este ha sido nuestro último enfrentamiento.- Anunció.

- ¡Ajá! ¡Al fin te rindes! Ya era hora de que aceptaras que...

- No corras tanto, me voy para hacer algo de provecho. Lo que demuestra que soy mejor que tú.

- ¿Algo de provecho? ¿Enseñar a los niños a nadar como un pez?- Dijo Hyukjae que no estaba preparado para escuchar esa noticia.

- Me presento voluntario, voy a ir a luchar por el bando de la luz.

 

Entonces Hyukjae enmudeció, no tenía respuesta para eso. ¿Donghae se iba a luchar, significaba eso que ya no volverían a ser rivales? ¿Que Donghae dedicaría su tiempo a pelear con alguien que no era él? ¿Que su relación se perdería en el tiempo? “¡Y una mierda!”, pensó. “Lee Donghae es MI enemigo. No tiene permitido darse de ostias con nadie más.” Y con esta resolución en mente Hyukjae susurró:

- Pues parece que no va a ser nuestro último enfrentamiento. Mañana me uno al bando de la oscuridad.

 

Se miraron de forma intensa por un tiempo indefinido, hasta que ambos comprendieron lo que les esperaba en el futuro. Sus enfrentamientos ya no iban a ser pequeñas tonterías como hasta entonces, iban a combatir en serio, con sus vidas sobre el tablero.

 

- Nos veremos en el campo de batalla, Lee Hyukjae.- Y dicho eso Donghae se marchó.

 

 

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Un poco más tarde y en otro lugar, Jonghyun, un chico no muy alto, con el pelo castaño pero con el flequillo rubio y los ojos marrón oscuro, se dirigía hacia el parque cercano a su casa, donde solía quedar con sus mejores amigos, Donghae y Amber. Era una noche clara, sin nubes, y la luna llena resplandecía en el cielo como si anunciase el nacimiento de esos dos seres, de los dos dioses. Jonghyun estaba pasando por un puente cuando vio a un chico en la orilla del río, o lo que quedaba de él. El chico, de oscuro cabello con reflejos rojos, parecía estar usando el agua negra del río como si de un espejo se tratase. Jonghyun se quedó helado, no podía moverse ni pensar en nada, le parecía oír campanas a lo lejos y tenía mariposas en el estómago. Mariposas... Aún en la distancia podía afirmar que ese chico era hermoso. Sí, ese chico era hermoso como una mariposa y también parecía igual de delicado, como si sus alas pudieran romperse fácilmente, sin poder volver a volar.

 

El chico se levantó y miró hacia Jonghyun, sus miradas se encontraron y Jonghyun podía sentir como el aire se rehusaba a entrar en sus pulmones. Los ojos del chico, oscuros y rasgados, eran sensuales como los de un felino. Tan bello... Quería que él le mirase, que se fijara en él y solo en él, le necesitaba a su lado. Ya nadie más le servía, su mirada le había hipnotizado, solo podía ser él. Sus latidos eran fuertes y lentos, incrementando la sensación de que el tiempo no pasaba para ellos. Pero otra figura apareció llamando al chico bonito, obligándoles a romper el contacto. Las dos figuras hablaron por un breve instante para luego irse, pero antes de marcharse el chico de los ojos de gato se giró una vez más a verle y sonrió, su sonrisa era tan bonita. Jonghyun volvió a oír las campanas al tiempo que sus pulmones se vaciaban de aire, debía de haberse vuelto loco, pero daría lo que fuera por otra sonrisa de ese precioso chico.

 

Jonghyun sacudió la cabeza y se apartó de la barandilla del puente, a la que no se había dado cuenta que se había encaramado, sus amigos le estaban esperando. Caminó por entre los árboles cenicientos, recordando lo bonitos y llenos que eran de vida unos años atrás. Ahora el paisaje estaba tan muerto... Y la mayoría de la población había muerto también, no todos habían tenido su suerte. Se sentía tan afortunado, tanto él como sus mejores amigos, las personas más importantes para él, quienes eran como sus hermanos, habían sobrevivido y ahora tenían una oportunidad para tratar de salvar su planeta, una oportunidad de luchar por la vida.

 

Tras unos minutos llegó al punto de reunión y divisó dos siluetas, una más alta que la otra, que le saludaron nada más verle. Él sonrió y les devolvió el saludo para oír como la chica se quejaba.

 

-¿Porque has tardado tanto? ¡Eres el que vive más cerca!

-Lo siento, me distraje - se excusó con una sonrisa mientras se rascaba la cabeza avergonzado por el recuerdo del chico en el río.

-¡Aish! ¡Hyung, siempre igual! - la chica siguió quejándose, a lo que los dos chicos rieron.

-Bueno, ¿vamos? - preguntó el mayor dando por finalizada la pequeña discusión de sus dongsaengs. Ambos asintieron y los tres se encaminaron hacia su destino.

 

Mientras avanzaban, no pudieron evitar recordar todo lo que habían vivido. Se conocieron cuando eran pequeños, ya que vivían en la misma zona, y enseguida se hicieron amigos porque a los tres les decían que parecían dinosaurios. A pesar de la diferencia de edad, Donghae era cuatro años mayor que Jonghyun y este dos años mayor que Amber, congeniaron muy bien. A los tres les gustaba mucho la música, ya fuera cantar, tocar o bailar, y tenían una personalidad bastante agradable, algo bromista. Los tres tenían otros amigos más de su edad, pero ellos tres eran como hermanos, los hermanos dinosaurio.

 

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Sulli veía feliz como los que se convertirían en sus guerreros iban llegando. No le gustaba la idea de tener que pelear contra Heechul, prefería el diálogo, pero si esto era necesario para convencerlo lo haría. Los primeros en llegar fueron dos hermanos de pelo azabache, altos y musculosos, los hermanos Choi, Choi Siwon y Choi Minho. Sulli, viendo la luz en sus corazones y la fuerza de su fe, les bendijo con su poder y les otorgó los títulos de “Warrior of Light” y “Soldier of Light” respectivamente. Ellos dos serían sus manos derecha e izquierda, fuertes y valerosos guerreros que confiaba en que no la defraudarían.

 

Después de ellos llegaron muchos otros como los hermanos dinosaurio, alguna chica, un chico que parecía un ángel, otro que recordaba a un mochi y uno a un baozi. También cabía destacar a un chico de enorme y sincera sonrisa a quien se le entregó el título de “Onion Knight”. E incluso uno que parecía una chica, ya que llevaba el pelo largo y castaño. Ese chico le resultó ligeramente familiar a Jonghyun pero le llevó un buen rato saber donde lo había visto. Se trataba del chico que estaba con SU chico en la orilla de río. El chico que parecía una mariposa, ¿estaría él también aquí? Jonghyun quería volver a verle, quería saber más de él y por eso se planteó ir a hablar con el que suponía que debía ser su amigo, pero sus amigos le llamaron y le perdió de vista.

 

- ¡Jonghyun, vamos! - le avisó Amber - ¿Ya habías vuelto a distraerte? ¿Qué te ocurre?

- Nada, nada, ¡vamos! Pronto tendremos que combatir por el planeta, hay que prepararnos. ¿No estáis emocionados? - rió Jonghyun, algo nervioso. Había perdido de vista al chico, pero si estaba aquí sería su compañero, habría otras oportunidades para hablar con él.

- Jonghyun, nunca cambiarás. - rió Donghae. - Ahora shh que parece que la diosa Sulli va a hablar.

- Chicos y chicas, - habló Sulli - antes que nada, me gustaría daros las gracias por ofreceros voluntarios, muchas gracias. - sonrió para sus guerreros haciendo una pausa para calmar sus nervios que le causaba toda esa gente mirándola, atenta a sus palabras. Debía ser una líder fuerte, demostrar que podían contar con ella. - En segundo lugar, os recomiendo que descanséis para el entrenamiento de mañana, no será fácil, quizá algunos se rindan, pero es necesario, el planeta nos necesita, y vamos a luchar por él. - terminó con una mirada decidida.

 

La diosa del Cosmos observó sus tropas orgullosa, con absoluta confianza en sus guerreros. Quizá algunos no fueran muy fuertes, quizá otros fueran menos listos, pero unidos podrían hacer sucumbir a su contrincante, Caos. O al menos eso creía Sulli, pero ella aún no sabía que Heechul también había tenido suerte con sus cartas.

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Heechul acariciaba a su presumido gato mientras observaba desde su trono como iban llegando uno a uno los elegidos por la oscuridad. Llegó un chico de aspecto elegante y a la vez fuerte, el cual le llamó la atención des del primer momento. Se presentó como Hangeng, este lo miró a los ojos y le juró lealtad absoluta. Complacido le dió el título de “Servant of Evil” nombrándolo de esta manera su mano derecha, su espada y escudo en esa batalla. Junto a él llegó un chico de aspecto elegante e inteligente, pero con una sonrisa que denotaba maldad. Se presentó como “Cho Kyuhyun” y le informó que no era bueno en batallas, pero si en estrategia. Heechul decidió poner eso a prueba con una partida de ajedrez. El joven ganó en menos de cinco minutos así que Heechul lo nombró “estratega oscuro” y le dió un lugar en su consejo.

 

Tras estos fueron llegando más y más voluntarios. De los cuales los más destacados fueron un chico de mirada felina al que bautizaron como “Darkness Key” y uno de facciones fuertes que se asemejaba a un mono. También se unió una mujer que parecía atlética, valiente y astuta como una serpiente. Entre otros muchos candidatos que agradaron y sorprendieron al dios del Caos. Había tenido una buena camada, guerreros fuertes y listos que no habían demorado ni un segundo para servirle.

 

- Bueno ahora que ya estamos todos... ¿Qué tal si brindamos con algo de alcohol?- Se escuchó un murmullo de apreciación y Heechul hizo que sirvieran buen vino. Cosa que agradó bastante a su estratega, que parecía amante del vino- ¡Por nuestra indudable victoria!

 

- ¡POR NUESTRA VICTORIA!- Gritaron todos al unísono. Y bebieron contentos el vino.

- Disfrutad ahora, mañana empieza vuestra tortura. No esperéis que el entrenamiento sea suave. - Dijo Heechul mientras reía ladinamente. Que se preparase Sulli, porque él no tenía intención de perder. Claro que poco sabía él de los valerosos guerreros que habían ido a luchar en nombre de la diosa de la luz. 

Notas finales:

Y hasta aquí el primer capítulo.

Realmente me gusta estre proyecto, y lo iré alternando con mi otro fic. Un original llamado Dark Sonata http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=94303 <--- publicidad NADA obvia

Por favor dejadnos un review, nos dará fuerzas para seguir con este proyecto tan interesante <3

 


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