-¡¿por qué no podemos!?
Exclamo un chico rubio y de hermosos ojos verdes. -...no... no pueden, así es la ley.
respondió un mujer algo asustada
-...eh...vamos weón...
Replico un joven de ojos cafés al igual que su cabello -tienes razón...
Y sin decir nada más los dos muchachos se retiraron decepcionados. Los nombres de estos chicos son Martín Hernández y Manuel Gonzales. Martín era el rubio, nacionalidad argentina y Manuel el Pelicastaño, chileno. -volvamos a casa... Manu
-claro...
Ambos suspiraron antes de adentrarse al auto y dirigirse a su casa en completo silencio debido a la decepción. La decepción por no haber podido adoptar a causa de ser pareja, una pareja Gay. Martín y Manuel anhelaban tener un pequeño para cuidarlo y amarlo como a nadie lo haría. Pero a causa de sus preferencias no les habían concebido ese sueño.
-...v-voy...a ocupar primero el baño
-claro Manu...
En cuanto el Tincho le respondió, Manuel corrió al baño encerrándose para poder llorar tranquilo, no quería que su pareja lo viera en ese estado, tan débil, tan triste. Manuel lloro y grito de puro dolor hasta que ya no le quedaban más lagrimas y cuando eso sucedió salió del baño, encontrándose con su novio.
-Manu...
-n-no quiero hablar ahora Tincho.
-oye, sé que no podemos tener hijos...
-oye, enserio no quiero conversar de esto weón.
-pero dime...¿acaso no sería genial que.... Nuestro hijo...tuviera un gran corazón?
Antes de que el peli café pudiera replicar, Martín saco una libreta y un lápiz dibujando rápidamente un gran corazón
-Martín yo....
-vamos inténtalo ¿que más te gustaría?....
El rubio arranco la hoja y se la paso a Manuel, dejando que admirara el deforme corazón.
-pasa pa'a acá
suspiro Manuel exigiéndole a su pareja la libreta con el lápiz
-claro
ambos se dirigieron a la sala y empezaron a hablar al mismo tiempo que dibujaban u anotaban las cosas que les gustaría que tuviera su pequeño.
-bien, nuestro hijo...am... Debe ser honesto
-¡claro po'h weón! Seria genial...eh... También q-que fuera sociable.
Martín se enterneció, su Manu no quería que su pequeñín sufriera de la soledad que él había sufrido.
-claro Manu...
-...Mmm... Jeje, encuentro que sería la raja que fuera creativo
-Un escritor y pintor como tú
-e-eh?
-si poh pibe! Si sacara tú talento, llegaría muy lejos...
-si vamos a poner mis talentos, pongamos los tuyos poh weón.
-¿los míos?
-si! Ha'er...que sea gueno(lili: osea bueno) pal futbol y una estrella de rock
-Mira, imagínatelo...se está acabando el tiempo, nuestro equipo está en empate
y nuestro hijo...mete el gol...el gol decisivo.
La pareja se quedo callada por unos segundo y de la nada rompió en euforia, al
imaginarse a su pequeño metiendo el gol, los gritos no se hicieron esperar y en
cuanto terminaron ambos se miraron a los ojos, sonriendo, quizás por el momento
no habían ganado la batalla, pero juntos ganarían la guerra, porque ellos
estaban dispuestos a amar como ningún otro padre lo haría. Y eso, eso era lo
que valía en una familia. El amor
-queremos que sea perfecto pero no perfecto, pibe
-ajá...
Martín saco todas las hojas que habían usado de la libretita para describir con dibujos raros y con pocas palabras a su hijo, en tanto que Manuel sacaba un cofrecito y metía ahí todas las hojas.
-¿lo vamos a enterrar?
-claro weón... -
ya Manu, tranquilo, ¿sabes que es una de las cosas más importante que tendrá el pequeño?
-¿eh?
-una hermosa familia que lo va a amar por sobre todas las embarradas que se mande.
Y diciendo eso hizo un extraño dibujo de palitos con 3 individuos en un corazón y encima del extraño corazón puso un "happy family". La pareja del rubio sonrío levemente y guardo el dibujo en el cofrecito para dirigirse al enorme jardín que compartía con su novio, buscando una pala encontró el lugar perfecto para enterrar el cofrecito
Martu! Aquí
-eh? Vaya Manu! Rara vez me llamas así!
-oh cállate!...vení....
-jeje claro
el rubio fue hacia donde estaba el chileno, llevando la pala consigo
-aquí
señalo el pelicastaño cuando su novio llego. Martín siguió la indicación que su chilenito le dio y empezó a cavar, no fue muy difícil ya que la tierra era muy blanda, cuando considero que había cavado lo suficiente se detuvo y Manuel puso en el agujero el cofrecito. Cuando el chileno termino Martín tapo el agujero y ambos se fueron a la casa, para ir a dormir después de un largo día.
Mientras la pareja dormía, empezó a llover a cantaros, con una fuerza brutal, como si quisiera lograr que las plantas o arboles crecieran en 10 minutos. Lo cual precisamente estaba haciendo. 10 minutos de una brutal lluvia bastaron para hacer crecer algo, un "algo" impresionante. Un Milagro...
-um.... ¿Que fue ese ruido?
Exclamo con sueño el argentino, que se despertó por el sonido de una puerta abrirse y cerrarse.
-...ah da igual...vení Manu...-lo abraza-...ché estas todo húmedo...
-que yo qué?
Respondió el chileno saliendo del baño
-que estas...espera un momento...
El tincho estaba impresionado y con lentitud destapó a un bulto que se hallaba en su cama. Lástima que un trueno acompañado de un relámpago les impidió la visión al argentino y al chileno. Permitiendo escapar al bulto. -vamos!
Grito el chileno bajando las escaleras y horrorizándose al percatarse que estaban llenas de barro. Cuando ya se encontraba en el primer piso de la casa vio que una foto en la que se encontraba con el tincho tenía una esquina con Barro, le pareció extraño.¿ Por qué un "ladrón" vería la foto?. Un ruido lo saco de sus pensamientos, el sonido de una cajita musical.
-el cuarto del pequeño ..
con rapidez corrió al cuarto de su futuro hijo, llamando al tincho para que viniera. Ambos, entraron a la habitación de su futuro retoño, encontrándose con algo que jamás pensaron encontrar.
Un niño.
Un niño que estaba sucio, todo embarrado y que jugaba entusiasmado con la cajita musical
-ché...no eres un ladrón...ejem Hola pequeño...¿cómo te llamas?
Y el niñito de hermosos cabellos rubios al igual que el Argentino respondió
-Carlos, me llamo Carlos
- y..¿se puedes saber que hacís aquí?
-déjalo Carlitos, es algo mañoso
-lo sé
respondió el niño aun con la vista en la cajita musical, el chileno lo miro atentamente y cuando el pequeño clavo sus ojos en los del chileno. Todo tuvo sentido para Manuel, se vio a si mismo, vio su futuro con su pareja, lo vio todo...