*** En tu ausencia ***
Habían pasado cerca de tres años desde que esto había comenzado, su llegada a la tierra no era la gran cosa, el hecho de querer cumplir con su objetivo se había vuelto casi una misión imposible, mas con él al acecho y arruinando sus planes cada vez que podía.
Siempre tenía que estar él para estropear todo su elaborado plan de conquista, ya se había vuelto una costumbre; entonces ¿Por qué no hacía nada para detenerlo?, ya sabía la manera que tenía el humano de atacar y frustrar sus planes, ¿Porque no había hecho nada para poder evitarlo?
La respuesta era simple, no quería evitar que Dib se opusiera a su misión, es más, parecía divertido visto desde cierto punto, cada vez que peleaban y salían levemente heridos mientras se gritaba insultos.
Pero ahora todo era tan distinto, en especial con la noticia que había recibido unas horas después de la última batalla con el humano cabezón.
-¡¿Qué?!-. Pregunto un sorprendido Zim.- Eso no puede ser-. Apretó sus puños con fuerza mientras veía con odio la pantalla de su computadora.
-Es la verdad-. Le afirmaron desde el otro lado de la pantalla.- No eras más que un estorbo en este nuevo plan de conquista-. Uno de los seres muy parecidos a Zim, con ojos rojos, estaban en la pantalla.- Decidimos darte una misión falsa para que no arruinaras la original-. Zim agacho la cabeza con tristeza.
-Así que ya no necesitamos más reportes de tu “misión”-. Le dijo otro ser de ojos purpuras.- Creímos que no había planeta a donde te enviamos, pero después de tu primer reporte, no nos quedó de otra más que seguirte la corriente-. Dijo con indiferencia.- Pero no se guardó ninguna información de los reportes que has hecho, así que no te molestes más en seguir haciéndolos-. Sin esperar respuesta del invasor, los líderes de Irk, Los Más Altos, cortaron la comunicación para no volver a hablar con el causante de varias desgracias y la vergüenza de la raza Irken.
Zim no podía creerlo, engañado y traicionado por su propia raza, eso era indignante, vergonzoso, humillante… ¿Cómo no pudo darse cuenta antes?, todo estaba tan claro desde el comienzo, su unidad SIR estúpida, aunque ellos insistían en que no era estúpida si no avanzada, el largo camino que tuvo que recorrer para llegar a la Tierra, y sin mencionar la falta de interés de sus líderes cada vez que se comunicaba con ellos.
Era, sin lugar a dudas, estúpido…
-Esto es extraño-. Decía un joven de algunos trece años sentado en la cafetería junto a su hermana, Dib miraba la mesa donde solía sentarse Zim cuando estaban en el receso.
-Nada podría ser más extraño que tu-. Contesto su hermana sin apartar la vista de su consola, Dib ignoro el comentario de su hermana menor, Gaz.
-Zim no ha venido a la escuela en la última semana-. El moreno se llevó una mano a la barbilla pensando.- Tal vez este ideando otro plan para destruir a la humanidad-. Dijo más para sí que para su hermana, la cual, como era de costumbre, lo ignoro.- ¡No dejare que lo hagas Zim!-. De un solo movimiento se puso arriba de la mesa con el puño alzado.- ¡Yo soy el defensor de la tierra!-. De un solo salto de bajo de la mesa, con todos los estudiantes viéndolo, los cuales ignoro y salió a toda prisa de la cafetería, no dejaría a alíen terminar su plan.
-Idiota-. Murmuro Gaz después de que su hermano se fuera asía rumbo desconocido, sin apartar la vista de su consola de video.
Estaba preocupado, no lo negaba, pero no era precisamente de la manera que lo había hecho ver, sabía que el Irken tenía bien definida su misión en cuanto conquistar a la tierra, pero desde hace tiempo que no está seguro de seguir en defensa de la humanidad, sabia y aceptaba que sus esfuerzos pronto no sería suficientes para detener a Zim y pelear contra los Irken para defender a su muy preciado hogar.
Sabía lo estúpida que era la humanidad en todo sentido, hasta decía que su padre era estúpido por no notar que el disfraz de Zim era más falso que la preocupación por sus hijos, simplemente estaba hartándose de gastar su energía y su tiempo en defender un planeta que, hasta ahora, lo ha tachado de loco y paranoico, y que tal vez, en un futuro, lo culpara de la misma invasión al no advertirla a tiempo.
¡¡¡Por Mercurio!!! Si se los ha estado repitiendo una y otra vez, a todo el mundo incluyendo a su padre y hermana, pero estos no hacen más que ignorarle.
Lo había pensado bien y ya había tomado una decisión, cuando él ya no pudiera defender a la tierra, cuando la misma se viera destruida y conquistada por la raza de Zim, él le pediría al alíen que lo llevara con él, si Zim se negaba, simplemente podría fin a su mísera existencia, porque en el fondo se había dado cuenta de que sin el alíen, no valía la pesa seguir viviendo.
Si, lo aceptaba en secreto, se había enamorado de Zim desde hace un año, pero temió que el alíen lo rechazara o pero aun que se alejara de su lado, sinceramente prefería morir en manos del alíen que a seguir soportado la soledad de la cual era víctima desde que tenía memoria.
Había llegado a la casa-base de Zim, dudo en entrar en el vigilado patio del lugar, pues cada vez que lo intentaba, siempre se disparaban los lásers de seguridad.
Para estar seguro, Dib tomo una roca que estaba en la calle y la arrojo al patio de la casa, para ver si el sistema de seguridad se activaba, al no ocurrir esto, con más decisión pero con desconfianza, el humano se aventuró a pasar por el patio.
Suspiro con al alivio a no recibir ninguna agresión por parte de los gnomos-lásers de Zim, toco el timbre un par de veces y espero a que Zim, su robot o incluso sus falsos padres hicieran aparición.
-Hola Mary-. El que abrió la puerta fue GIR, el robot no se veía muy sonriente que digamos.
-Hola-. Saludo el moreno.- Oye, estoy buscando a Zim-. GIR mantenía su antena gacha y de sus ojos parecía que salían lágrimas.
-¿Mary ha venido a animar a mi amo?-. Pregunto con esperanza el robot, Dib lo vio extrañado.
-¿Por qué tendría que animar a Zim?-. Pregunto el moreno al robot.
-Mi amo no ha salido del laboratorio en una semana, y no me ha dejado acercarme a él para darle unos waffles-. Dijo con tristeza el robot adentrándose a la casa, Dib no dudo y siguió a la unidad SIR, el humano vio la preocupación en los ojos verdes del robot.
-¿Me dejarías pasar a verlo?-. Dib había tomado del hombro a GIR, el robot se acercó a un contenedor de basura y abrió un pasadizo que lo llevaría al laboratorio principal, en donde seguramente se encontraría Zim.
Al principio dudo un poco, pero al ver que GIR no había quitado esa cara de tristeza desde que entro al lugar lo había hecho preocuparse por el alíen, así que sin pensarlo más salto dentro del pasadizo.
Paso por varios laboratorios subterráneos, hasta llegar al principal, las compuertas de cristal, o eso parecían, se abrieron dejándolo entrar en el lugar.
El laboratorio estaba en penumbras, apenas y podía ver, de no ser porque algunos focos de algunas máquinas seguían prendidos, seguramente habría tropezado con lo que sea que estuviera en el suelo.
Pronto bajo sus botas comenzó a camina sobre lo que él dedujo como vidrios de frascos, con cuidado de no caer, se acercó a alguna pared cercana que tuviera algún interruptor para poder encender alguna luz, lo cual no tardo en hallar, sin esperar a nada encendió las luces, pero estas tenían un color morado muy tenue, casi no había diferencia de la obscuridad o la luz, pues las mismas luces parpadeaban.
Al acostumbrarse a la poca luz que había en el lugar, pudo ver el gran desastre que había en el laboratorio de Zim, frascos de vidrio rotos por todo el suelo, algunas sustancias viscosas y que no le daban buena espina también se hallan en el suelo, de algunas hasta salía humo, señal de que estaban desintegrando el suelo donde estaban tiradas,
Con cuidado, Dib se abrió camino sin pisan nada que tuviera que ver con vidrios o cosas pegajosas en el suelo.
-Zim-. Llamo cuando estuvo en medio de la habitación, pero no recibió respuesta, siguió caminando.- Zim-. Sin dejar de llamar al dueño de la base.
Paso por varios pasillos del laboratorio, y pudo observar como la mayoría de las maquinas tenían impactos de arma de plasma, algunos estaban desintegrados, y algunos otros solo golpeados.
Llego a donde debería estar la computadora principal de la base, y fue ahí donde lo vio, estaba sentado en la silla y recargado en el que alguna vez fue el teclado de la computadora.
-¡Zim!-. Corrió hasta donde se encontraba el alíen, al parecer inconsciente.- Zim, ¿Estas bien?-. Pregunto el moreno al estar a su lado, pero el alíen no le contesto, al acercarse más a él pudo ver algo que lo dejo helado, su PAK no se encontraba en sus sitio, esto alerto a Dib, que de inmediato intento despertar a Zim.- Zim… ¡Zim!, ¿Qué rayos has hecho?-. Pregunto al borde del llanto, pues en el hueco que había en su espalda pudo ver que el marcador muy parecido a un reloj digital, en él se marcaba el tiempo restante de vida del alíen, 40 segundos y contando.
Dib trataba de no entrar en pánico ante la cuenta regresiva, sabía muy bien lo que pasaría si ese marcador llegaba a cero, con algo de desesperación comenzó a buscar la PAK de Zim, con la esperanza de que ese marcador se detuviera.
Levanto cajas, restos de metal, aparto vidrios, hojas con algunas cosas escritas, pero no daba con lo que buscaba.
-Quedan 30 segundos y contado-. Se oyó una voz, en el laboratorio, era la voz de la computadora, miro el marcador como comenzaba a llegar a 20 segundos, con más desesperación comenzó a buscar por todos lados la dichosa PAK, sin éxito.- Queda 20 segundos y contando-. Avisaba de nuevo esa voz robótica.
-¡Maldición!-. Dib aparto con brusquedad una caja llena de escombro y la pateo lejos, se dejó caer en el suelo, dando por perdida la dichosa PAK, de sus ojos color ámbar comenzaron a salir lágrimas sin evitarlo.
-Quedan 15 segundos y contando-. Dib se llevó las manos a la cabeza en un intento de guardar la calma, y de tratar de ser fuerte, levanto la vista con tristeza y… ahí lo vio, justo a los pies de Zim escondido debajo de la computadora- 10 Segundo, 9…8…7-. Sin perder tiempo Dib se acercó a la computadora levanto el PAK del suelo, y de inmediato lo inserto en el hueco de la espalda de Zim.- 3…2… Auto destrucción desactivada-. La PAK comenzó a brillar y emitió una descarga eléctrica para hacer reaccionar al alíen.
-Mmm-. Comenzó a despertar, y con lo primero que se encontró fue con los ojos color miel de Dib que yacía delante de él.- ¿Dib…Dib-gusano?-. Trato de levantarse pero su debilidad de momento no lo dejo, en el momento en el que iba a estrellarse contra el suelo, fue que sintió como alguien lo tomaba entre brazos.
Dib al verlo tan débil decidió subir a la casa, cargo a Zim el cual tenía los ojos entrecerrados, seguramente porque estaba débil, inmediatamente las puertas del pasadizo se abrieron, dejando entrar a Dib junto con Zim en él, las puertas se cerraron y comenzaron a llevarlos a la superficie.
Llegaron a la cocina donde GIR los esperaba con dos platos repletos de waffles.
-Zim, ¿Dónde está tu habitación?-. Pregunto al alíen que tenía en brazos.- ¿Zim?-. Al no tener contestación volteo a verlo, y pudo ver que el de piel verde se había quedado dormido, Dib suspiro.- GIR, ¿Sabes dónde está la habitación de Zim?-. El robot no dio una respuesta pero le hizo al humano una señal para que lo siguiera.
Subieron al segundo piso de la casa, pasaron algunas puertas hasta llegar a la habitación del fondo del pasillo, GIR abrió la puerta de la habitación para que Dib junto con su amo entraran.
-¿El amo estará bien?-. Pregunto el robo con el semblante triste, parecía que GIR sabia las intenciones que tenía Zim de suicidarse y al no poder hacer nada para evitarlo estaba triste.- Tengo taquitos para que coma-. Ofreció el robot una bolsa con el logo de la tienda “Krazy Taco”, Dib negó con la cabeza mientras recostaba a Zim en la cama que estaba ahí.
-Me serviría más si podrías traerme algo con que curar las heridas de tu amo-. Le dijo Dib, pues podía apreciar que la verde piel del alíen estaba llena de moretones y de cortadas leves, pero no estaba de más prevenir, GIR salió como rayo de la habitación dejando a su amo con Dib.
El humano paseo la vista por la habitación, no tenía nada de especial, parecía una habitación común y corriente, pero dedujo que se debía a que solo era para guardar apariencias y no que en realidad Zim la utilizaba.
-Kggh-. Oyó un quejido a sus espaldas, Zim estaba despertando.
-No te levantes, aun estas muy débil por la locura que cometiste-. Le reprocho el humano para volverlo a recostar en la cama, Zim no se opuso a la acción del humano, mas por que no podía que por voluntad, ahora su cuerpo se encontraba tan débil, que el mantener los ojos abiertos se había vuelto una tarea difícil.
-¿Qué haces aquí Dib-cosa?-. Pregunto casi en un susurro, el humano acerco a la cama una silla que estaba en la habitación la puso con el respaldo viendo hacia la cama para poder recargar los brazos.
-Estaba preocupado-. Le dijo con la mirada baja.- No habías ido a la escuela en la última semana-. Zim trataba de no cerrar los ojos.
-¿Y que con eso?-. Pregunto causando sorpresa en los ojos ámbar del chico que estaba delante de él.- Si voy o no a la escuela no es asunto tuyo-. Dib frunció el ceño.
-Eres un…-. Se levantó de golpe para contestarle.
-Traje lo que me pediste Mary-. Pero GIR, oportuno a su manera, entro en la habitación, evitando sin querer otra de las muchas peleas entre el humano y el alíen.
-Gracias GIR-. El humano tomo el frasco que le ofrecía el robot, se incoó a un lado de la cama, abrió el frasco y comenzó a untar la sustancia que tenía en la piel verde de Zim.
-También traje waffles-. Dijo el robot sacando de detrás de su espalda un plato relleno de waffles.
-Tal vez después GIR-. Le dijo Dib.- Ahora Zim necesita descansar-. GIR entendió lo que le quería decir el humano y salió de la habitación dejando solos a su amo y al humano.
-Kggh-. Quejidos era lo que salía de la boca de Zim.- ¿Por qué haces esto?-. Pregunto el alíen, Dib no le contesto, solo se limitaba a untar la sustancia del frasco por las heridas que tenía Zim en todo el cuerpo.- ¡Contesta cabezón!-. Le exigió el de piel verde, Dib detuvo toda acción.
-¡No estoy cabezón!-. Le reprocho.- Y ya te dije mis razones, me preocupe-. Siguió con lo que estaba haciendo, ahora bajo la atenta mirada de Zim.- No has ido a la escuela en la última semana-.
-¿Por qué te preocuparías por Zim, Dib-gusano?-. Pregunto el alíen, Dib dejo de curarlo, cerro el frasco que le había traído GIR y lo dejo en la mesita de noche que estaba a un lado de la cama, se sentó a un lado de Zim, en la cama.
-¿Por qué?-. Repitió la pregunta.- No lo sé… o bueno tal vez si-. Desvió la mirada.
-Quieres hablar claro humano apestoso-. Le contesto Zim con impaciencia, Dib suspiro y cruzo sus ojos color miel con los rubíes de Zim.
-Por qué…-. Se fue acercando a Zim.-…Tal vez…-. Junto sus rostros, sus labios estaban separados por milímetros.- Creo que has logrado tu conquista-. Zim abrió los ojos sorprendido.
-¿Conquista?, ¿Qué quieres decir Dib-gusano?-. Dijo si separarse de Dib, al parecer el acercamiento que el humano estaba haciendo no le molestaba, al contrario, se sentía atraído.
-A que…-. Dib coloco una mano a un costado de Zim y con su otra mano tomo al de piel verde de la barbilla.- Has logrado…conquistar mi corazón-. Ante esta declaración, las antenas de Zim vibraron de una emoción que no conocía, y vibraron más cuando Dib coloco sus labios sobre los de él.
Es tan hipnotizaste…
¿Podría ser el diablo?... ¿Podría ser un ángel?...
Es tan magnetizaste…
Siento que estoy volando…esta mi cuerpo ardiente…
Dicen, que el miedo…tú lo has provocado… que eres diferente…
Quieren, matarte…ellos no te entienden…
En otro mundo estoy…si estas a mi lado…
Otra dimensión, se abre ante mis ojos… ¡oh!
Kissme…K- K- Kissme…
Me infectas el veneno…me elevas hasta el cielo…
Takeme… T- T- Takeme…
Listo para el encuentro…listo para el secuestro…
Tú, eres un alíen…Que me viene a buscar…
Es sobrenatural…Es extraterrenal…