*** En tu ausencia ***
-A que…-. Dib coloco una mano a un costado de Zim y con su otra mano tomo al de piel verde de la barbilla.- Has logrado…conquistar mi corazón-. Ante esta declaración, las antenas de Zim vibraron de una emoción que no conocía, y vibraron más cuando Dib coloco sus labios sobre los de él.
Zim se dejó llevas por el momento, sintiendo el tibio contacto que le ofrecían lo labios de aquel humano, pero después reacciono, y aparto bruscamente a Dib de él.
-¿Qué…crees que estás haciendo?-. Le pregunto indignado el alíen.- ¡No vuelvas a hacer eso!-. Le exigió.
-No vi que te quejaras hace unos segundos-. Dijo Dib sonriendo con superioridad, Zim retrocedió ante tal sonrisa, la había visto millones de veces en el rostro del humano, pero había algo extraño en ella y eso en cierto modo lo asustaba.
Dib seguía acercando su rostro al de Zim, el cual en reflejo retrocedía, sin poderlo evitar un leve color purpura se situó en sus mejillas, haciendo sonreír aún más al humano.
-Fu… ¡Fuera de casa de Zim!-. Le grito el alíen, mientras lo empujaba.
-Pero…Zim-. Eso era precisamente a lo que temía Dib, al rechazo por parte del extraterrestre.- Yo…-.
-No hables…solo vete-. Dijo el de piel verde apuntando a la puerta, pero Dib no se movió de su sitio.- O sales por esa puerta a voluntad propia, o te saco por la ventana de la habitación, humano apestoso, ¿Qué eliges?-. Pregunto con el ceño fruncido.
Dib dejó caer sus brazos a los costados como si pesaran, cambio su semblante a uno totalmente triste y con la cabeza gacha salió de la habitación de Zim.
El ver la expresión en la cara del humano lo hizo sentirse culpable, no quería gritarle así, pero es que estaba tan confundido por lo que había ocurrido.
No se sentía para nada incómodo con el humano, y hasta cierto punto le había gustado ese contacto, lo había visto miles de veces en los programas de televisión que veía GIR, “Beso” recordaba que se llamaba.
Sintió un leve mareo ante pensar en muchas cosas a la vez, aunque en realidad era por la condición que causaba el humano en su Squeedly-Spooch, sentía un cosquilleo agradable en todo su cuerpo y de inmediato supo que ese color purpura había vuelto a su rostro al recordar ese beso que le dio la larva humana.
Ya no sabía que pensar, en verdad sentía algo especial por el humano, así como le había dicho el humano que sentía por él… con esos pensamientos rondado su mente fue que se quedó dormido, preguntándose qué pasaría mañana.
-Mary, ¿Ya te vas?-. Pregunto feliz el robot al notar que Dib estaba bajando por las escaleras.- ¿No quieres comer taquitos?-. Ofreció sonriente, al parecer al ver que su amo estaba en buenas manos lo había hecho alegrarse pues eso decía que el alíen estaría bien.
Dib con una sonrisa negó el ofrecimiento del GIR.
-No, gracias-. Le dijo con una falsa sonrisa.- Pero te pediré un favor-. GIR se acercó al humano e hizo un saludo militar esperando por las ordenes que le diera el humano.- Quiero que cuides a Zim-. A lo que GIR asintió alegre, sin decir más Dib salió de la casa para irse a la suya.
-Entonces, ¿Partiremos esta noche?-. Pregunto la joven por teléfono.
-No, mañana por la tarde, así les daré tiempo de que arreglen todo lo de la escuela-. Dijeron por el otro lado de la bocina.- Así que dile a tu hermano que se aliste también-. Gaz frunció el ceño.
-¿No podríamos irnos sin Dib?-.Pregunto con algo de esperanza a su padre.- No me agrada compartir el asiento del vuelo con él-.
-Eso es imposible princesa, tu hermano tiene que ir pues necesito que sea mi mano derecha en esta investigación-.
-Bien-. Dijo entre dientes la joven mientras apretaba con fuerza el aparato.
-Bueno los veré mañana, empaquen todo lo que vayan a ocupar-. Sin decir nada más Membrana colgó dejando a Gaz con una furia que trataba de controlar.
-Ya llegue-. Y hablando de furia.
-Oye-. Llamo a su hermano.- Papá dijo que hiciéramos las maletas, viajamos a Japón mañana-. Le dijo su hermana sin ponerle mucha atención.
Dib al escuchar eso abrió los ojos como platos, ¿Qué se iban a Japón?, ¿Mañana? Eso era imposible, él no podía irse a Japón ahora, no con lo que acababa de pasar entre él y Zim hace algunos minutos.
-No iré-. Se negó el moreno.- Vayan ustedes-. Gaz frunció aún más su ceño.
-No te pregunte si querías irte, te dije que vas a irte con nosotros, Papá dice que necesitara de tu ayuda en Japón con su nuevo proyecto, por eso nos vamos todos-. Dijo la chica volviendo a centrar su atención en la consola de videojuegos portátil.- Así que te alistas para mañana o te juro que hare de tu vida un infierno-. Lo amenazo, Dib ahora más decaído se encamino a su habitación, entro y cerró la puerta con seguro para que Gaz no lo molestara, y finalmente se acostó en su cama. ¿Acaso esto no podía ir de mal en peor?, primero de declarar ante Zim, y ahora no puede arreglar las cosas con el alíen por que se va mañana de viaje, y la verdad es que no sabía si iba a regresar, cuando su padre trabaja en proyectos especiales, estos se tardan más en terminar, y por lo tanto estaba la posibilidad de que ya no volviera a donde vivía.
Pero después, pensó en la reacción que tuvo Zim ante su declaración, y en la manera en que lo hecho de su casa, tal vez irse de viaje sería lo mejor, se levantó de su cama y de encamino al armario, saco una enorme maleta negra y la coloco sobre su cama, la abrió y comenzó a guardar toda su ropa en ella.
Tal vez, esa era la mejor decisión para ambos…
Kiss-me… K-K-Kissme…
Me infectas el veneno…me elevas hasta el cielo…
Camino hasta la escuela como era costumbre, parecía un día como cualquier otro, eso en si lo tranquilizaba, no le gustaban las sorpresas.
Llego a la Skool sin muchos problemas, vio como el autobús llegaba y de él bajaban varios de sus compañeros, espera ver al humano cabezón entre ello, pero no fue así.
-“Tal vez venga tarde”-. Pensó.- “Como siempre”-. Dejo de tomarle importancia y siguió su camino hasta el aula de la Srta. Bitters.
-Muy bien niños vallan tomando asiento-. Pidió la maestra.- ¡Porque después hablaremos de sus patéticos futuros como profesionistas en el campo laboral!-.
Y así paso la larga jornada estudiantil, y Dib jamás apareció por la puerta del aula, sonó la campana que indicaba el final de las clases.
Recogió sus cosas y de inmediato salió de aquel lugar repleto de larvas humanas apestosas, camino lo más rápido que pudo hasta el pasillo que daba a la salida, tenía que pasar por enfrente de la dirección principal, y… ahí lo vio, saliendo de la dirección con su enorme cabeza gacha leyendo unos papeles que sostenía.
Estaba indeciso en si hablarle o no, después de lo ocurrido en su casa, no estaba muy seguro de cómo actuar con él.
Dib suspiro con cansancio, levanto la vista hacia el pasillo y vio a Zim a unos metros de él, De dio una ligera sonrisa antes de saludarlo con la mano, Zim correspondió el saludo y ahora con más confianza se acercó a él humano.
-¿No crees que llegas un poco tarde, Dib-cabezón?-. Pregunto con burla el extraterrestre para romper el hielo, Dib frunció el ceño.- ¿Dónde has estado esta mañana?-. Pregunto ignorando la cara de amargado que tenía el otro.
-Arreglando unas cosas de la escuela-. Hizo una pausa mientras levantaba los papeles que tenía en la mano mostrándoselos a Zim.- ¡Y no estoy cabezón!-. Le reprocho.
-Sí, si como digas-. Hizo un ademan con la mano restándole importancia al reproche.- ¿Y qué es eso?-. Pregunto señalando los papeles que Dib tenía en la mano, Dib agacho la cabeza con tristeza.
-Son…son los papeles de mi traslado-. Dijo sin ánimo, Zim abrió los ojos sorprendidos, ¿Traslado? – Me voy esta noche y tenía que arreglar la transferencia de escuela a mi nueva casa-. Dijo sin ver a Zim.
Por otro lado Zim no se lo creía, ayer estaban “peleando” como siempre, y además empezaba a sentir que le agradaba tener al humano apestoso cerca y ahora… ¿Esto?
-¿Te iras?-. Pregunto con voz apagada el de piel verde.- ¿A dónde?, ¿Por cuánto?-. Pregunto sin que sonara desesperado.
-A Japón, no sé por cuanto-. Dijo con la mirada triste.- Tal vez no vuelva, pues mi padre se ira para allá por un proyecto y me pidió que le ayudara-. Dib se acercó a Zim para darle un abrazo y decirle algo importante.- Zim, yo…-.
-¿Quieres darte prisa?-. Gaz había interrumpido el momento.- El auto de Papá no espera afuera, date prisa y despídete de Zim, fenómeno de lo paranormal-. Dicho esto la chica siguió su camino fuera de la escuela.
Dib se alejó de Zim sin decir lo que tenía planeado.
-Adiós Zim-. Dijo sin ver el rostro de Zim, caminaba asía la salía sin voltear atrás, Zim solo pudo reaccionar cuando Dib había pasado la puerta principal.
Corrió todo lo que sus piernas daban hasta llegar a la puerta principal…
-Dib-. Dijo bajo al abrir la puerta, solo para ver como ese humano cabezón subía a una limosina negra y cerraba la puerta.- ¡Dib!-. Grito, pero fue inútil, el humano ya no lo escuchaba, el auto arranco para dirigirse a los laboratorios membrana.-¡¡¡DIIIIB!!!-. Dejando a Zim atrás.
Tú…eres un alíen…
Que me viene a buscar…
Es sobre natural…Es extraterrenal…