CARTIER LOVE
“No me tientes, que si nos tentamos
no nos podremos olvidar”
Mario Benedetti
-¡Aquí vamos!- Ji Yong suspiró tristemente antes de salir por la puerta del aeropuerto.
Ni bien puso un pie, los flashes de las cámaras empezaban a fotografiarle. ¿Sinceramente? Él no tenía ni ganas de sonreír, pese a que él era bueno fingiendo otras emociones. Esta vez la apatía le había ganado. Irónicamente tenía una excusa para su actual estado “anímico” y era que simplemente estaba agotado después de haber dado dos conciertos seguidos en Singapur. No hablaba, solo se limitaba a tratar de pasar entre la “pequeña” multitud de personas que se habían congregado a su alrededor. Él arduamente intentaba prestar atención a la música que estaba escuchando en ese mismo instante y sabía muy bien que eso no estaba funcionando. ¿Y por qué? La respuesta era sencilla: Choi Seung Hyun. Sí, su novio el que siempre ocupaba sus pensamientos. Habían estado alejados, inevitablemente unos “pocos” meses debido a los constantes rumores de su relación. A veces tenía unas ganas inmensas de mandar a todo el mundo al diablo y ser feliz con Seung Hyun, pero no... tenía que vivir en el mundo real donde las cosas son un poco más complicadas. Porque en el mundo en que vivía su relación no era “normal”, algo que le enojaba de sobremanera. Si tú sientes amor por alguien, es más que suficiente, ¿no? No importa la forma en que sucede de todas maneras es la expresión de un sentimiento hermoso, el hecho de sentirlo cuando esa persona cuando está incluso lejos de tí es maravilloso y es una bendición poder experimentar tal sentimiento. No sabía la causa por la que estaba en ese estado, pero desde que en Jakarta estuvieron juntos... todo era felicidad para él y le empezaba a costar demasiado estar alejado su novio mucho tiempo. ¡Diablos! Hasta estaba utilizando los audífonos que fueron diseñados para Seung Hyun. Era increíble ver la magnitud con la que Seung suele afectar sus pensamientos y emociones. Prueba de ello era que había dejado pequeñas pistas de cuánto lo extrañaba durante toda su estancia en Singapur. Si bien había estado feliz en el concierto... cuando se enteró de algo, la felicidad se le borró en un instante....
-¡Entre!- dijo su guardaespaldas alzando un poco la voz. Él solo asintió levemente, tan distraído se encontraba que ni siquiera fue consciente del momento en que llegaron a la van. Sin más entró.
-¡Maldito Choi Seung Hyun! -pronunció quejándose mientras intentaba mirar por las ventanas el panorama de Seúl- Todo es tu culpa...
-¿Lo llevo a su departamento?
-No. Trate de esquivar los taxis... tenemos que hacer un parada en un lugar. Necesito un cambio- habló con una voz monótona, suspirando nuevamente.
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4: 00 a.m.
Ji Yong intentaba dormir. Se suponía que estaba cansado, pero no podía hacerlo. Solo había dormido un par de horas y eso fue todo. Miró su reloj que se encontraba en la mesita de noche a lado de su coma y vio con resignación que eran las cuatro de la mañana... ¿Qué podía hacer ahora? Nada. Normalmente iría a la agencia a componer a modo de distracción, pero no podía hacerlo. Uno porque no eran las horas de entrar y dos porque no tenía ganas ni siquiera de escribir. La soledad de su departamento no le ayudaba a mejorar su estado de ánimo por lo que con toda resolución decidió hacer ejercicio. Y siendo sinceros... eso era raro. ¿Desde cuándo le nacía la voluntad para hacer deporte? Nunca...pero para todo siempre hay una primera vez, ¿no? Es cierto a veces solía hacer ejercicio y era solo por obligación, no porque quería hacerlo. Mejor dejaba de tener esos tipos de pensamientos y rápidamente salió de su cama. Aún creía que lo que hacía era raro. Se encogió sus hombros y se dirigió a su cuarto de ropa. Solo se puso algo ligero un polo, una casaca blanca con capucha, un gorro negro, unas zapatillas negras y sus shorts del mismo color. Al final después de todo se encontraban en pleno verano en Seúl, más con el “ejercicio” que iba hacer era muy probable que sudara a raudales. Se puso la capucha, finalmente sus grandes audífonos y salió de su departamento por la puerta trasera del edificio. Correría a los alrededores por unos minutos.
¿Resultado? Solo duró 18 minutos corriendo... era tan agotador hacerlo, incluso en su estado de aburrimiento total decidió grabarse para subirlo a una de sus redes favoritas: Instagram. También decidió tomarse una foto por lo que posó lo mejor que pudo. Subió el video a Instagram primero, pero al par de minutos se arrepintió y decidió borrarlo. Sabía porque lo había hecho... simplemente para captar la atención de la gente y sobre todo de Seung. Ya que el muy desgraciado no había tenido la decencia de visitarlo. Aunque sí ahora lo pensaba solo iba reprocharle y no dirigirle la palabra aún sí su novio hubiese ido a verle. ¡Aghhh! ¿Por qué Seung le complicaba la existencia? Meneó su cabeza y se concentró en subir la foto en Twitter con la frase: “Ejercicio en la noche”… claro esa había sido la “brillante” cita que había publicado. Estaba alegando públicamente que estaba haciendo algo extraño.
-¡Rayos!- exclamó Ji Yong.
Estuvo tentando a borrar la foto, pero no lo hizo. La noticia había corrido como pólvora entre las VIP´s ahora que leía sus menciones, pudo ver que inclusive habían subido el video a la red. Sonrió inconscientemente por un momento al parecer sus fans sí que eran rápidas. Ahora sentía que su orgullo estaba en juego. ¡18 minutos había corrido! Esos miserables y pocos minutos había soportado su cuerpo ¿Cómo era posible que él siendo el líder de BIGBANG no podía hacer ejercicio? Sus compañeros mínimo hacían una hora diaria, incluso el babo de Seung Hyun lo hacía. ¡¡Oh, no!! Él iba a hacerlo no importa cuánto le costase. Con entereza se dijo a sí mismo que podía hacerlo. Al menos por una hora más.
5:30 a.m
Llegó cansado al departamento, solo había corrido media hora más. El resto de tiempo lo pasó caminando. Pensando como siempre en Seung Hyun, estaba enojado con él. Frunció el ceño amargamente. Caminó a la cocina, tomó una botella de agua y empezó a beberla un poco rápido. Su pequeña rutina le había dejado algo exhausto. En estos momentos pensaba en tener a Gaho o a Jolie con él, pero lamentablemente estaban en Dolce Vitta.
-¡Estúpido bingu!- habló Ji Yong en tono resentido. Dejó de beber y con fuerza tiró la botella de agua al lavadero.
Era mejor que fuese a bañarse y tal vez por fin descansar. En la noche tenía un evento de Cartier e iba cantar un par de canciones. Tenía que verse con un aspecto presentable, por lo menos. Como estaba solo en su departamento mientras que caminaba se quitaba una prenda, una por una... hasta llegar a su cuarto. Puso los audífonos en una mesa y se dirigió a la amplía ducha que poseía en su departamento. A los segundos gotas de agua empezaban a caer sobre su cuerpo.
Seung Hyun entró al departamento de Ji Yong, después de todo tenía una llave. Había estado evitándole desde que su novio llegó a Corea. Él sabía de sobra que Ji Yong estaba molesto, los mensajes que había recibido reclamándole que estuviese de fiesta mientras él lo extrañaba, no era justo de su parte. Al principio rodó lo ojos ni bien leyó el mensaje, Ji Yong a veces solía ser dramático. Aún así muy en el fondo sabía que el menor tenía razón. Es precisamente porque lo extrañaba había ido a beber con un grupo de amigos, entre ellos Jo Sungmin que era amigo de ambos. No se había quedado mucho tiempo celebrando, solo quería pasar el rato para que así le fuese más fácil soportar la ausencia de su novio. Seung con toda su alma hubiese querido estar en el concierto final en Singapur, pero lamentablemente no podía. Al menos se sentía tranquilo que su madre y los padres de los demás miembros de grupo hubiesen ido a apoyar a la persona que amaba. Sí, ahora estaba pisando el departamento de Ji Yong era porque no había podido aguantar más estar lejos de él... ni siquiera había podido dormir.
Lo primero que notó fue la ropa de su novio tirada por el suelo, algo que lo extrañó por completo. Siguió el rastro de la ropa hasta llegar a la habitación de Ji Yong. Escuchó el sonido de la ducha, sonrió traviesamente... una idea empezaba a surgir por su mente. Sin más demoras comenzó a desvestirse, sigilosamente caminó hacia la puerta del baño de su novio. La abrió con cuidado, se aseguró que no hubiese sonido alguno que delatara su presencia y miró la ducha. Su corazón empezó a latir rápido con tal solo verlo, el deseo empezó a embargar sus sentidos, veía a Ji Yong de espaldas pudiendo tener una vista agradable toda su anatomía. Su piel blanca como la leche siendo mojada con el agua, le daba un aspecto sensual... que sentía que quería saborear cada gota impregnada en su cuerpo. Ese trasero que conocía a la perfección, sin duda lo estaba volviendo loco... se encendió más cuando se dio cuenta que su novio llevaba teñido el cabello de rubio. Es color siempre le volvía loco, tampoco ayudaba que Ji Yong se pasara el jabón por su cuerpo con delicadeza. A ese punto su cordura se fue al diablo. ¡Mierda! Solo Ji Yong lograba eso, de algo si estaba seguro era que lo iba a poseer hasta hacerle gritar su nombre hasta desfallecer porque Ji Yong era la única persona que le hacía llevar a la locura. Era demasiado ver esa pose sugestiva que tenía Ji Yong para él, aunque el menor no tuviese idea que se encontraba ahí. Entró despacio a la ducha e inmediatamente le abrazó por la cintura, besándole su cuello su cuello al mismo instante.
-Te extrañé Yongie- Seung pronunció con la voz más ronca que lo normal y volvió a besar la extensión del cuello de su novio.
-Ahhh...- Ji Yong inevitablemente gimió es lo que Seung siempre provocaba en él. De la impresión dejó caer el jabón, haciendo un ruido estrepitoso al tocar el suelo. Eso lo sacó de su estado, se supone que está enojado con su novio.
-Hmm... suéltame Seung- se las arregló para pronunciar, aunque él estuviese en las nubes solo con el hecho de sentir la respiración candente de su novio en su cuello. Sus terminaciones nerviosas se habían encendido por completo, de igual manera sacó las manos de sus novio de su cintura.
-¿Seguro?- habló Seung en tono seductor mientras pasaba sus manos por las partes laterales del cuerpo de Ji Yong- Yo creo te gusta...- Seung Hyun restregaba descaradamente su ahora despierto miembro en el trasero del menor.
Este por más que intentaba controlarse no podía, se mantenía mordiéndose los labios para no gemir ahí mismo. Por el reflejo del vidrio Seung, veía a su novio tratándose de controlarse de esa manera tan endemoniadamente sexy y era demasiado por lo que bajó sus manos hasta llegar a los muslos de Ji Yong, casi rozando el miembro del menor, apretó esa zona mientras dejaba succionaba algunas partes de su cuello y eso fue el límite para Ji Yong sin más un audible gemido salió de sus labios.
-Ahh...mmm- prácticamente se rindió ante el mayor y a veces se detestaba por ello. Inconscientemente movía las caderas en círculos buscando tener más contacto con el miembro de Seung.
-Gime para mí Yongie, gime- la voz del mayor sonaba totalmente excitada, mientras posaba sus manos sobre la cadera del menor siguiendo el compás de los movimientos eróticos que le proporcionaba mucho placer.
-Hmmm... no- el orgullo de Ji Yong lo era todo, no se podía rendir tan fácil a Seung. Tenía que intentarlo, ¿no?
-¿No?- de improviso Seung volteó a Ji Yong lo estrelló contra la pared de vidrio, cogió sus muñecas hábilmente para que no se escapara, las tenía bien sujetas, lo observó y pudo ver que tenía sus características mejillas sonrosadas y le miraba de una manera desafiante.
No perdió el tiempo y procedió a darle un beso húmedo, caliente a su novio. Lo besó con una desenfrenada pasión, buscando apoderarse por completo de su boca, sus lenguas se entrelazaban, jugaban, ambos se entregaban por completo a esa acción... literalmente se estaban comiendo sus bocas buscando introducir sus lenguas lo más profundo que pudiese, Ji Yong le daba la lucha porque su instinto de ganar siempre se apoderaba de él, aunque Seung siempre le terminaba venciendo. No podían evitar gemir entre el beso, se succionaban los labios, se mordían, un hilo de saliva empezaba a salir por la comisura de los labios de ambos hasta que el tan ansiado oxígeno le hizo falta. Ambos se miraron a los ojos por un momento, mientras respiraban agitadamente, el agua caía sobre ellos y no podían dejar de sonreír el uno al otro. Seung no terminó ahí, enseguida se acercó a los labios de Ji Yong y empezó a lamer los pocos rastros de saliva que quedaban. Ji Yong solo cerró los ojos disfrutando al máximo el contacto íntimo, estaba comenzando a sentirse más excitado de lo normal. Buscaba zafarse del agarre de Seung a esta altura solo quería tocarlo y sentirlo adentro... después se pelearía con él, ahora más importante era que Seung le llevase a la locura total. No ayudaba mucho que el mayor hiciera fricción entre sus miembros para tener más contacto con él. Solo se escuchaban los gemidos de él en ese espacio.
-Hmmm... Hyunnie...- jadeaba el menor, no lo podía evitar.
Se sentía necesitado de él, aprovechó que el mayor le hubiese hecho sentir que se desfallecería de tantos roces provocativos. Hábilmente succionó su labio inferior y lo mordió haciéndole sangrar en el proceso. Seung se lamió el contorno de sus labios sensualmente limpiando así sus rastros de sangre, lo hacía a propósito para provocar a Ji Yong, el menor sin duda se ponía más caliente cada segundo. Su despierto miembro era prueba de ello. Seung al ver lo desesperado que estaba una sonrisa irónica se formó en su rostro y soltó a Ji Yong. Este sonrió complacido ante el acto.
-Has sido malo... Hyunnie- habló provocativamente el menor. Sin más se abalanzó sobre el mayor rodeando sus piernas sobre su cintura y mientras se sostenía del cuello del mayor.
Inmediatamente otra ronda de besos húmedos empezó a darse, hacía presión en el cuello del mayor para obtener más acceso a su cavidad bucal. Seung apretaba y masajeaba el trasero del menor haciendo gemir a ambos...
-Hmmm... Yongie...
-Ahhh... Seung...
Decían tantas incoherencias juntas que no les importaba. Los labios de ellos estaban hinchados, completamente rojos y aún así ansiaban más. Aún así, si el beso había terminado Ji Yong se dedicaba a besar el cuello del mayor mientras le dejaba marcas que serían visibles al día siguiente, Seung por su parte hacía lo mismo a su vez que introducía un dedo en el trasero de menor.
-Ahhh...- jadeó Ji Yong.
-El rubio me vuelve loco Ji.... loco- decía el mayor muy agitado- Ahhmmm...
-No quiero preparación... - confesaba el rubio decididamente.
-¿Seguro?
-Sí.
Seung inmediatamente volteó al rubio hacia la mayólica, alejándose un poco del agua. Ji Yong bajó una pierna para darle más acceso al mayor, este solo sostuvo con su brazo la pierna restante del menor. Sin decir nada el mayor le penetró fuertemente, ya que el agua que aún tenían en sus cuerpos actuaba como lubricante, haciendo más fácil la penetración. Ji Yong no pudo evitar gritar al sentir el miembro del mayor en su interior...
-Ahhh....- Seung lo besó para intentar acallar los gemidos audibles del menor, mientras lo penetraba cada vez más, sus embestidas eran certeras y duras. Sabía cuáles eran los puntos débiles del menor lo conocía a la perfección. Sin duda la lujuria se había apoderado de sus sentidos. Mientras tanto Ji Yong respondía el beso con el mismo entusiasmo, mientras se agarraba fuertemente al cuello de Seung y pasaba sus manos sobre el cabello de esto.
-Ji eres tan estrecho amor.....- Seung hablaba cuando podía, mientras seguía embistiendo duramente a su novio.
-Hngnnn... Hyunnie. Más, más... - pedía más el menor.
-¿Más Ji?- gemía el mayor con su voz más ronca de lo normal.
-Uhmm... rómpeme, Seung. Rómpeme, amor… ahí... hmmmm.
-Lo que desees.
Las estocadas se volvieron más salvajes, incontrolables. Seung tomó la otra pierna de Ji Yong para poder seguir dándole placer rudamente. Los incontenibles chillidos del menor eran muy notables en la habitación. Seung intentaba silenciarlos con sus besos, pero no podía estaban demasiado hinchados de tanto hacerlo. Por lo que Ji Yong se refugió en los hombros del mayor y empezó a morderlos tratando de sofocar los gritos.
-Ahhh.. Ji... me calientas más- decía el mayor descontrolado, lo que estaba haciendo el menor le hacía agitarse más.
-Más... más... Seung...
-Si… hmmm... eres tan suave... me voy a correr Yongie Aghh...- exclamó el mayor a punto de alcanzar el clímax.
-Yo también Hyunnie- el pelinegro soltó una de las piernas del menor y empezó a bombear el miembro necesitado de Ji Yong.
Hasta que finalmente ambos nublado por el deseo alcanzaron el tan ansiado orgasmo. Fue simplemente increíble y placentero de experimentar. Expulsando ambos sus esencias al mismo tiempo. Ji Yong lo hizo en los marcados y perfectos abdominales de su novio. En cambio Seung entre las piernas del menor. Ambos se miraban después de haber logrado el clímax perfecto para ellos, mientras respiraban agitadamente. Si no fuera por el agarre de Seung, las piernas de Ji Yong hubiesen desfallecido ahí mismo por haber recibido tanto placer.
-¡Por Dios Seung!- decía el menor algo sonriente, mientras recuperaba la respiración.
-Lo sé, Yongie- sonreía el rapero pelinegro, luego le dio un dulce beso a su novio- ¿Sigues molesto conmigo?
-Sí, pero no quiero hablar de esto ahora. Mejor bañémonos- Seung asintió, era sensato seguirle la corriente a Ji Yong solo por ahora.
Volvieron a meterse a la ducha, pero... para Seung era difícil concentrarse teniendo el hermoso cuerpo de su novio a su lado.
-Deja de mirarme así, Seung- habló con seguridad el menor con una sonrisa, aunque él se encontraba de espaldas de su novio. Sabía lo que estaba haciendo.
-¿Por qué te teñiste el pelo así?- preguntó Seung optando por hacer caso omiso a la sugerencia del rubio, le encantaba su nuevo cambio no lo iba a negar por lo que con una gran audacia apegó más su cuerpo al de su novio y procedió a lamer su oreja como si fuera un helado.
-Seung...no....- habló Ji Yong- ¿Por qué estás así?
-Tú tienes la culpa- decía entre besos el mayor- Lo sabes....- Seung continuó su camino desde el cuello hasta la clavícula, dejándoles algunos chupetones. Así dejaba constancia de que Ji Yong tenía dueño...cuando llegó a determinada zona de la clavícula le mordió fuertemente dejando una visible mancha roja.
-No... Seung... ahhh...- otra vez Ji Yong gemía ante el contacto del mayor.
-¿Quieres que siga Ji?- preguntaba el mayor nuevamente excitado por lo que pasó sus brazos debajo de las axilas del menor para así poder apretar sus pezones, que ahora se ponían duros gracias a la acción del Seung- Dime... y yo paro...- Ji Yong seguía jadeando nuevamente.
-No, Seung... no pares....- jadeaba el menor, mientras alzaba sus brazos y los enroscaba en el cuello del pelinegro. Puso su cabeza en el hombro derecho de Seung, giró levemente su cabeza para besar a su novio de una manera exquisita. Mientras sentía como sus pezones se ponían cada vez más duros, restregaba su trasero en el miembro del mayor a propósito para encenderlo más- Entra...
-Ahhh... Ji-respondía Seung en medio del apasionado beso que tenía con el rubio.
-Hyunnie.... - Ji Yong soltó sus brazos, mientras que Seung Hyun pasaba sus manos por todo el cuerpo del menor y a la vez besándole sus hombros. El menor estaba dispuesto a cumplir su cometido por lo que procedió a masturbarse delante de Seung diciendo incoherencias- Así Hyunnie... sí tócame así... ahnmm.... te siento tan bien- mientras se mordía los labios sensualmente y su cara delataba el placer que estaba sintiendo- Dame duro...¡¡oh, sí!!
Seung Hyun no soportó, así que recelosamente apartó las manos de Ji Yong de su miembro y le obligó a rodearlas en su cuello. Sin previo aviso le penetró salvajemente, dando sin tregua alguna que Ji Yong gimiera en un tono muy alto.
-Ahhhhhhhh....
-Solo yo te puedo poner así, ¿entendido? Ni tú lo puedes hacer- habló el mayor mientras le volvía a embestir de la misma manera- ¿Dime quién solo te hace gemir de esa manera?- preguntó Seung con una voz ronca.
-Tú, amor.... tú... más- Ji Yong se relamía los labios, mientras que de su boca salían una sarta de incoherencia- Hmm....jsddk.
-¿Quién soy yo? ¡Dímelo!- exclamaba el mayor dándole una estocada certera y profunda, había llegado al punto dulce de Ji Yong.
-Uhh.... ahí, ahí...Seung... ahhh- gritaba el rubio como si se le fuese la vida.
-¡¡Más fuerte!!- las embestidas del mayor eran tan cabales- Me encantas Yongie, me encantas....
-Seung... ahhh.... Seung- respondía el menor muy apasionado. Cada estocada que recibía de su novio le hacía sentir en el paraíso- ¡Oh, mierda! Más amor... más... ¡Te dije que quiero más! ¡No es suficiente!- vociferaba el menor.
-¡Oh, Yongie! Gime más... vamos- Seung definitivamente había perdido los sentidos- Amo que hables así... hnnn.... eres tan apetecible.
-¡Tú me haces perder la cordura mi amor!- le respondía su novio-¡Párteme en mil pedazos Seung... hmmm!
-Me encantaría hacerte el amor todo el día...- respondió el pelinegro, mientras daba estocadas cada vez más profundas- Eres mi locura... Ji... hmmmm... ¿por qué eres tan estrecho?
-Y yo me dejaría Seung...ahh.... tenerte todo el día dentro de mí. Ahmmm.
-Eres mío Yongie... solo mío... -respondió el mayor al borde del colapso por tanto placer.
-Soy tuyo Hyunnie... tuyo... creo que ya hhm... Seung.... más fuerte-Ji Yong se apegaba más a Seung para que pudiera penetrarle más profundo.
-Yo también Yongie... siempre tan estrecho....- a los segundos empezó a masturbar el miembro de Ji Yong, este último estaba tan perdido en el placer que no decía nada coherente...
-Hnnm....
-Yongie, hnnn... te amo.
-Te amo.... Seung- gritó fuertemente pues ambos habían alcanzado el orgasmo al mismo tiempo. La explosión de estrellas que vieron por segunda vez en el día fue completamente perfecto. Ambos aún temblaban de placer al experimentar el post- orgasmo. Seung con cuidado salió de Ji Yong, este estuvo a punto de caer, pero Seung no lo permitió.
Se bañaron nuevamente y Seung cargó a su novio hacia su recámara para que pudiese descansar. Ellos dos solo llevaban puestos batas de baño con mucha delicadeza lo recostó en la cama, antes de echarse a su lado lo besó dulcemente. Ji Yong solo sonrío ante el acto, Seung siempre lo cuidaba cuando estaban juntos.
-Yongie.... ¿sigues molesto conmigo?- mientras le acariciaba dulcemente los cabellos.
-Se me bajó un poco el enojo-habló en tono cansado- No es justo que te divirtieses mientras yo extrañaba demasiado... ¡Por Dios Seung hasta pedí que un cosplay tuyo cantara tu parte de “Bad Boy”!
-Lo sé, lo siento. Precisamente por eso salí porque me sentía muy depresivo a causa tuya. No estuve mucho tiempo en la fiesta Ji.
-No importa-suspiró el menor haciendo un adorable puchero, provocando que se riera el más grande inmediatamente. Ji Yong solo sonrió- Lo importante que estamos juntos. Prométeme que intentaremos estarlo lo más que podamos, ¿sí?
-Te lo prometo, bebé- respondió Seung, dándole un corto beso.
-Eso es todo lo que quería saber- la sonrisa centellante del rubio cegó por unos segundos a Seung- ¿Qué hora es? - Ji Yong se volteó ligeramente a ver el reloj- 8:30 de la mañana. Descansemos, más tarde tengo que ir al evento de Cartier.
-¿Qué?- se quejó el mayor- Yo quería pasar todo el día contigo.
-Lo siento, Seung- Ji Yong acarició la mejilla del mayor- Descansemos, ¿vale? Tengo mucho sueño.... - los ojos del rubio empezaban a cerrarse. Seung Hyun lo acurrucó entre sus brazos con una sonrisa.
-Te amo Ji.
-Te amo Seung- respondió este en medio de su estupor. A los minutos ambos estuvieron totalmente dormidos.
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Ji Yong abrió los ojos con mucha pereza. Tenía la sensación que había dormido lo suficiente, aún así tenía mucho sueño. Se obligó a despertarse ya que tenía deberes que cumplir, Seung aún dormía plácidamente a su lado. Lo que le hizo sonreír, le dio un ligero beso en sus labios a modo de saludo. Vio que se removía un poco y le causaba ternura verlo en ese estado. Sin más decidió bañarse nuevamente para estar presentable para el evento. Ni bien movió las piernas... el trasero le empezó a arder como si estuviese en el mismísimo infierno. La mueca de dolor que se formó en su rostro era la prueba de ello. No era la primera vez que su Hyunnie le provocaba este tipo de dolor como si le hubiesen dado una paliza, se había acostumbrado... pero siempre el primer movimiento le era terriblemente fatal para sus sentidos. Vio el reloj y se alarmó... ¡¡eran las cuatro de la tarde!! El evento era las seis. Aguantando el terrible que volvía a sentir, despertó a su novio con pegándole con la almohada.
-¡Seung! ¡Seung! ¡Seung! ¡¡Levántate idiota!!- exclamó el rubio en voz alta.
-Hmmm... ¿Yongie?
-Estoy tarde para el evento. Son las cuatro, el evento es a las seis y no he comido nada. Haz algo productivo y pide comida por teléfono. Iré a bañarme- Ji Yong se paró y el dolor empezó a acentuarse más mientras caminaba de manera extraña. Seung Hyun al verlo se echó a reír- No te rías Seung... es tú culpa...
-¿Mi culpa? ¿Y quién fue...?- Seung empezó a darle la contra al menor, pero tuvo que morderse la lengua ante la mirada asesina de su novio- ¿Qué quieres que comamos? Te extrañaré- el mayor hizo un puchero, ante eso Ji Yong suavizó sus facciones y sonrió ligeramente.
-Lo que desees Hyunnie. Por cierto... ya sabrás como te tendré presente en el evento. Espera una foto- una sonrisa enigmática se formó en el rostro de rubio. Dejando al mayor con mucha curiosidad.
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-¡Por aquí G-Dragon! ¡G-Dragon! ¡Ji Yong- sshi mire por acá por favor! ¡Ji Yong-shhi!
La prensa llamaba desesperadamente al líder de BIGBANG nadie se esperaba que hiciese una aparición sorpresa, sin duda el rubio había captado la atención de todos los presentes más con su cambio reciente de look. Él trataba de sonreír un poco, pero no podía el sueño le vencía... incluso había llevado esos lentes con el objetivo de cerrar los ojos solo por un momento. Veía que el manager le hacía señas para que cambiase su cara, él ni caso le hacía. Hasta que vio que le señalaba disimuladamente la chaqueta, sus sentidos rápidamente se pudieron alerta y pudo ver que se le notaba un poco de la marca rojiza que Seung le había dejado en la mañana.
-Agghh- gruñó entre dientes despacio. Solo posó un minuto más y salió de la alfombra roja. Inmediatamente se arregló la chaqueta ploma que llevaba con la excusa de querer verse mejor.
-Ji Yong....- el manager le iba a empezar a reclamar.
-¿Olvidémoslo, sí?-suspiró frustrado- ¿A qué hora salgo a cantar?
-Dentro de media hora....
-Eso es suficiente....
Estaba en la sala de espera a punto de salir al escenario. Rápidamente se tomó una foto, cuidando de no revelar la notoria marca que le había dejado Seung. La subió a Instagram... ni siquiera le puso una frase... solo la subió. A los segundos miles de mensajes empezó a recibir por ambas redes sociales. Twitter e Instagram. Sonrió un poco, se sentía tan cansado...
-¡Hey Ji Yong, te toca!- le decía el manager.
-Ya voy... -inmediatamente Ji Yong se paró. Rogaba que le salieran los pasos porque para su mala suerte hoy cantaba y bailaba “Heartbreaker” y “Fantastic Baby”.
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Ji Yong salía un poco enojado del evento. Efectivamente, ni siquiera había podido bailar... ¡¡Era inconcebible para él!! Felizmente que todos dedujeron que estaba cansado debido a su gira. Cuando la verdad que el causante de todo esto había sido su hyung. Fastidiado lo llamó.
-¡Choi Seung Hyun te voy a matar!- habló por lo bajo a su novio. La risa del mayor se escuchó por el celular- ¿Te atreves a reírte? ¡No pude bailar Seung!
-Lo siento, Yongie. Pero.... reconócelo. Uno lo disfrutaste tus ahhh, hmm... me lo confirman- se burlaba el mayor, mientras que las mejillas del rubio se teñían de color carmesí- Dos tú también tienes la culpa... ¿quién me decía como loco desesperado “Rómpeme Seung.... rómpeme”? Parece que alguien se olvidó de algunas cosas...
-¡Choi Seung Hyun! Ese no es el punto... desde ya te aviso que no me tocarás por un par de días. ¡No tienes ni la más mínima idea de cuánto me duele!- decía algo enojado el menor.
-Lo que desees, Yongie- el mayor se rió entre dientes- Me pregunto si sobrevivirás....
-Seung...
-Gracias- el tono del mayor rápidamente se volvió tierno.
-¿Por qué?- preguntó Ji Yong extrañado por el tono de voz de su novio. Su enojo pasó a segundo plano.
-Por la foto Ji. Es hermosa- respondió el mayor en el mismo tono de voz- Te amo Ji Yong. Vuelve a casa pronto, te echo de menos...
-Yo también te amo Hyunnie, solo espérame- dijo el menor con una sonrisa acelerando más su paso.
Tal vez las cosas pudieran mejorar cada vez, siempre la relación podría tener altibajos como toda pareja... pero el amor inquebrantable que los unía nadie se los podía quitar. Solo el hecho de poder pasar momentos juntos ya era un bendición.