11:30 horas
Calles tranquilas, sin ningún tipo de problema, sin ningún accidente, y mucho menos sin delincuencia. Hasta que.. se empezaban a escuchar patrullas, motores de carros, música rompiendo los tímpanos por el ruido que hacían. En Seúl ya no se habían reportado accidentes, no tenía ninguna clase de problema con el tráfico, rechinidos de las llantas.
Una chica castaña preparaba la bandera para dar inicio, dos carros con velocidad corriendo sin ninguna regla y si la habría seria número uno, ganar, el chico que se encontraba en el otro carro de color azul eléctrico era menor, sin duda, era menor de edad, pero a quien le importaba la edad eran carreras clandestinas, sin licencia, sin reglas, sin autoridad.
La castaña daba señal, los motores frenéticos escandalizaban las calles, salieron a una gran velocidad, el auto azulado corría a la velocidad de la luz, se sentía lo máximo estar en la cima hasta que…. ¡CRASH! Se pudo escuchar un gran golpe y un pitido de otro auto.
-“¿Se encuentra bien?”- dijo Sehun, tratando de reincorporarse y ayudar a la persona del otro carro- “¿Se encuentra bien? Hola, señor, demonios por que no se mueve”-removió el cuerpo, hasta que salió un quejido.
-“Si me encuentro bien, y usted no está muy joven para estar en la calle?” –pregunto el mayor desconocido.
-“Es algo que a usted no le importa”-respondió el menor.
-“No preocupes a tu familia, eres muy joven para estar de noche y ayúdame a levantarme, después te vas, créeme si estás haciendo esas carreras, el único camino que vendrá será la muerte”-dijo el mayor.
-“Está bien, pero no vendrá la policía ¿verdad?”-dijo el menor ayudando con los brazos al mayor.
-“Ok, pero debes irte” “yo puedo levantarme estoy bien”-dijo haciéndole una señal con la mano al menor, para que se fuera del lugar.
-“Quien se cree para decirme lo que está bien y lo que está mal”-dijo para sí mismo el menor.
Seguía caminando en medio de los callejones hasta que alguien lo asusto, dando un brinco, cuando vio sabia quien se trataba además de que en sus ojos se posó una gran escuela muy grande para así decirlo era un sueño de escuela.
-“Hey, Sehun ben encontramos una escuelita de ricos, mientras nosotros vamos a un estúpido colegio de pobres-decía un chico alto delgado y de voz grave-
-“¿Espera vamos a entrar?”-dijo el más bajo-
-“Obvio, yo conozco este lugar asisten puros hijos de mami y esas cosas, tienen demasiado dinero”-dijo el más alto-
-“Si tú lo dices”-corrió hacia unas de las puertas-
-“No babo, solo entra por una ventana rota”-dijo el más alto agarrando un tubo destrozando una ventana-
-el menor se burlaba de que irían a hacer maldades- “mira utilería para romper y destrozar en pedazos”
-“Así es, mira soy D Vinci, figalo figalo figalo”-dio una carcajada de su propio acto-
-“A la mierda con esto” –el menor tiro uno de los vasos de utilería y después saco una navaja desgarrando los vestuarios- “ahí está su ropa fresillas”
-“Oye hay que irnos ya se vino el problema” –salió corriendo el más alto-
-“¡Espera!”-corrió lo más veloz que pudo pero, al no darse cuenta dejo la navaja-
La alarma sonó estruendosamente, que Sehun se levantó de golpe, así es tenía que asistir al colegio y lo peor no quería encontrarse con el psicólogo, no estaba de humor para visitarlo, casi la mayoría de las veces estaba haciéndose el burro y no respondía lo que los profesores indicaban.
Odiaba ver al director, siempre que se le encontraba había sermones de unas trescientas silabas a lo menos. En resumen odiaba la escuela, para que ir si ya tengo de que vivir corriendo autos en las noches, era muy buen trabajo, aparte las chicas no eran un reto como lo era en el colegio.
Tenía esa mala impresión de ser el chico malo de la escuela, nadie se le acercaba y su pandilla era conformada por: Chanyeol, Chen y Kris eran rechazados para hacer actividades, muchas veces casi pisaban la cárcel.
Ya estaban en el salón de clases, él siempre se sentaba en los bancos más lejanos para no ver la cara de los llamados “Cerebritos” odiaba verlos, sinceramente sentía que se creían la mejor cosa del mundo. Ya estaba por dar un sueñito mientras daban las clases, hasta que un chico se paró en la puerta diciendo que el director quería hablar con el menor.
Seguía muy cansado, primero un choque de auto con otro, después ir a una escuela privada de artes a destrozar pertenencias más escapar de una patrulla y ver a su padre ebrio de nuevo era demasiado cansado, pensaba.
-“Señor Oh SeHun, favor de pasar con el director”-dijo el profesor.
-el menor se quedó con la boca casi abierta, pensó ya no habrá más paciencia-“ Y que quiere que haga, ya que soy la vergüenza de este colegio, aparte no puedo reparar todas las pertenencias no soy diseñador de modas” –dijo sarcástico haciendo un mohín-
-“No es de hacer algo para resolver el problema, ya van nueve reportes de que no se ha presentado en el equipo de futbol americano, seis faltas y cuatro materias reprobadas, lo cual ahora tendrás un castigo por tus actos además de que nos están tachando por haber entrado al colegio de artes arruinando pertenencias”-dijo el director-
-el menor solo rodo los ojos- “ya sé a qué quiere llegar y no desperdiciare mi tiempo en el club de teatro, ver enfermos, eso no va conmigo”
-“No es de que venga contigo, ahora tu castigo es hacer servicio comunitario en el colegia de artes entrar a el club de teatro y cumplir con todas las ordenes que se le den y cumplir con los entrenamientos de futbol americano, hemos salido perdiendo por que no has venido a jugar eso no le conviene al colegio sino a usted”-cruzo sus brazos-
-“¡!!¿Que?!!! jama sire al club de teatro y ponerme tutus, bailar como marica jamás, mucho menos a cantar, ni iré a esos entrenamientos me importa un comino el colegio”-dijo en gritos el menor rompiendo en rabia-
-“Nada de que, usted tiene la opción pero es una gran oportunidad la que le estoy dando, obtiene los créditos necesarios para pasar el año y más aparte ya no tendrá que ir a la cárcel, por haber destrozado propiedad ajena, no cree”-movía sus manos al hablar y se volvía acomodar las gafas-
-“Arrrrg, okay y bueno ya que es todo ¿me puedo retirar? Porque uno ya se cansa de escuchar su biblia”-dijo molesto-
-“Si pero antes, le entrego esta hojita con sus horas de servicio en el colegio artístico de Seúl más el horario de entrenamientos, así no se le olvida”-tomo con la mano las hojas y se las dio al menor-