Me acuerdo que me preguntaste si me daba miedo morir, a lo que yo respondí “No” sin titubeos y me dijiste “Eso lo dices ahora porque no estás muriendo” y ahora que si me estoy muriendo desangrado por estas múltiples balas te puedo contestar con seguridad que si, si tengo miedo. Me da miedo el hecho de que no podré abrazarte ni hablarte más, me da miedo el hecho de que no me gritarás nunca más porque no encuentras tus amadas barras de chocolate, me da miedo no haberte podido decir cuánto te amaba y que no pude escuchar las mismas palabras de tus labios por ultima vez. Aunque morir por ti lo vale. Vale esto y más.
Pero no quiero separarme tan luego de ti, me gustaría escuchar un grito mas, poder sentir un golpe más y sentir una vez más el roce de tus labios con los míos. Sé que no será posible ya que cada vez puedo respirar menos, pero por lo menos puedo pensar en ti, en nosotros, estos últimos momentos.
Mello me gustaría decirte estas cosas pero dado el caso solo me queda pensarlas, pensando como si te las estuviera diciendo.
Los años que hemos pasado juntos – que ha sido la mayor parte de nuestra vida- han sido hermosos y no tengo muchos recuerdos en donde no estés tú a mi lado, fuimos inseparables y aunque amarte en secreto y no ser correspondido me hacia sufrir seguí a tu lado porque simplemente te necesito, en este momento te estoy necesitando también, sin embargo, quiero que escapes y no pienses en mi, estaré siempre contigo porque después de todo soy tu perro y porque te amo. Te amo sobre todas las cosas Mello.
Si tuviera que elegir si estar aquí ahora o estar en casa esperándote a que vuelvas de concretar esta locura elijo una y mil veces más estar aquí porque sé que te ayude, no salió tan bien pero te ayude.
Aunque tu obsesión con ser el numero uno fue más grande que todo lo demás, me da igual porque si esto te hace sentir el numero uno y te hace feliz, entonces también lo estoy. Pero recuerda que para mí siempre fuiste el numero uno.
Quisiera seguir pensando en ti más tiempo y recordando todo, pero me duele respirar. La sangre fluye de mi cuerpo igual que mi último aliento, me envuelvo en una tortuosa oscuridad y ruego con todas mis ganas que no podamos reencontrarnos luego ya que de ser así significaría que obtuviste el mismo final que yo.
Trato de llamarte pero de mi boca solo sale un balbuceo, mis últimos sentidos se desvanecen y las luces y los sonidos desaparecen a mí alrededor. Un frio recorre mi cuerpo, al parecer oigo voces a lo lejos.
Me envuelvo en este sueño tan temido por todos y la última lágrima cae de mis ojos rodando por mi mejilla. No oigo nada, no veo nada, ya no siento nada y solo puedo pensar en tu nombre…
Mello… mis corazones en esta partida se acabaron, lo siento. Pero por lo menos creo que pude completar el juego, ahora te toca a ti. Sobrevive por los dos y se feliz.