Naruto y Sasuke habían sido amigos durante años, los mejores amigos, siempre andando juntos, viviendo experiencias juntos. Habían desarrollado un lazo de amistad pero para uno de ellos el lazo había ido más allá del amor de hermanos. Naruto se sentía feliz de poder compartir su vida con la persona que quería y hubiese deseado que todos los juegos, bromas pesadas, sueños y añoranzas se vieran pasadas al lado de aquella persona pero como pareja. Sabía que de ninguna forma podría pedirle al moreno algo más que una dulce amistad, aunque una vez lo trato.
Un día entre insultos y peleas mientras estaban en el cuarto del rubio Naruto había sacado el tema del" amor" a Sasuke quien no se inmuto de ninguna manera, no cambio de expresión, ningún sentimiento afloro en su corazón. El rubio se sintió algo triste, las horas pasaban y el moreno debía regresar a su casa y Naruto ya no podía con la pena que le sofocaba y se confesó, al principio el sentimiento de angustia dejo su pecho, el tuvo que soportar mucho tiempo con ello pero la respuesta que recibió le hizo sentir un dolor más agudo que el de antes.
-Déjate de tonterías Dobe-Dijo frio el chico mirando con asco al rubio.
-No es una tontería, es eso lo que siento por ti-Trato de rozar el rostro del moreno con sus dedos pero este le dio un manotazo.
-Pero eres un chico Usaratonkachi. Eres mi mejor amigo pero no me pidas que te vea de otra forma, en verdad me daría asco.
El rubio miro hacia el suelo mientras finas lágrimas salían de sus ojos.
-Lo...lo lamento. No volveré a molestarte con esto Teme.-Levanto la mirada mostrando una gran sonrisa, una característica suya pero infinitas lágrimas no dejaban de correr.
El moreno se sintió mal por un segundo pero luego sin más que decir se fue. Ya en su casa las palabras del rubio retumbaban en su cabeza y pensó que por la manera en la que había dejado las cosas la amistad con el rubio se destrozaría sin vuelta atrás.
Al día siguiente como si nada el rubio se acercó al pupitre del moreno con una radiante sonrisa, el moreno estaba inseguro de que esa sonrisa fuese de verdad pero luego de ver que realmente su amistad no se había visto afectada siguió hablando animadamente con su mejor amigo durante todo el día.
Pasaban los meses y la sonrisa del rubio se hacía cada vez más brillante más no verdadera, sufría día a día la amarga desilusión de saber que no sería el dueño de los pensamientos de su amigo. Le dolía y bastante, el dolor creció aún más cuando el moreno empezó a salir con una amiga de ambos.
Naruto lloraba y hasta a veces gritaba del dolor que eso le producía, lloraba hasta quedar sin lágrimas encima de la cama donde se confesó a su mejor amigo, ¿pero que podía hacer en esa situación? No deseaba estar lejos de la persona que amaba aunque fuese triste prefería ser su amigo y ver como la relación de sus amigos crecía a desvanecer las únicas oportunidades que tenía para estar a su lado rubio sufría y de nada valía querer hacer algo. No es como si no pudiesen estar juntos como en algunos de esos cuentos de hadas en los que al verdadero amor los separan brujas y villanos. Era decisión de Sasuke mismo, él no estaba interesado en Naruto, no lo estaría nunca porque él era hombre.
Paso más de un año y las cosas seguían de la misma forma, un día Naruto se enteró que la novia de Sasuke engañaba a este y el pobre moreno devastado había terminado la relación que llevaba con la muchacha. Naruto no se sintió triste ni feliz, nada cambiaba para él, bueno no todo. Hubo algo que decidió cambiar desde ese día, Naruto había sufrido demasiado en un amor imposible y con toda la fuerza de voluntad que había en su corazón estaba dispuesto a encontrar a alguien que lo amara y así olvidaría para siempre al azabache de ensueño por el que vivía día a día; aunque es más fácil decirlo que hacerlo. Ciertamente fue difícil llevar esa tarea a cabo porque el moreno por alguna extraña razón comenzó a pasar más tiempo con Naruto. El rubio enloquecía cada día buscando la manera perfecta de no volver a delatar sus sentimientos a su mejor amigo, pero entre la escuela, las tardes que pasaban en su casa para hacer la tarea y los días en los que el pelinegro por cuenta propia se quedaba en su habitación; había que decir que su fortaleza se iba desmoronando.
Debía de olvidarse de quien tanto le hacía sufrir ¿Pero cómo? Y como una respuesta a su solución esos días de escuela llego una persona que cambio un poco la situación.
-Mi nombre es Sai-Sonrió el chico nuevo a Naruto acosándolo en el baño de hombres.
-S-soy Naruto y se me hace tarde-Respondió separándose de aquel chico extraño. "Humm...que chico tan raro-ttebayou"
-¡Naruto!-Llamo antes de que el rubio saliese del baño.
-¿Que quieres?-Le dijo ya molesto
-¿A ti te gusta ese tal chico Sasuke?
-Yo...yo...-Se ruborizo.-¡Y a ti que te importa!-Corrio dejando al chico albino mas sonriente de lo que estaba porque este habia encontrado el talon de aquiles del niño rubio.
-Mal, muy, muy mal...-se dijo a si mismo el rubio luego de correr hasta llegar a un asiento que habia en un parque cerca de su instituto. He estado tratando de olvidarme de Sasuke y una persona me lo recuerda y yo...se que el no quiere ser mi novio, pero...-Dijo a punto de llorar.
-¿Tu novio rubiecito?-Pregunto el mismo chico del baño.
-Argg. ¡Dejame en paz!-Grito tratando de darle un puñete pero fallo.
El chico se acerco luego de esquivar el golpe agarrandolo de la cintura y despues lo aventó sobre el mismo banco quedando acostado sobre el rubio.
-¡Suéltame maldito pervertido!
-Una semana-Le pidió y el rubio se quedó callado sin entender.
-¿Una semana para qué?
-Dame una semana y te ayudare a olvidarte de él.
-Que tonterías dices-Asevero triste y rendido.-He tratado de olvidarme del más de un año y no he podido.
-Eso es porque te falta ayuda, esta todo el día revoloteando a tu alrededor, es obvio que no lograras olvidarte del así como así...vamos rubiecito acepta, no tienes nada que perder ¿o sí?
-Su...supongo que no...-Dijo ruborizándose a tope por la cercanía y el calor del albino. Sin quererlo su mente se hacía imágenes del mismo con un tipo raro encima de él, en un asiento en un parque público y ah si recordó que eso era precisamente lo que sucedía, si alguien lo veía así ¿Que dirían?
Le dio una patada en las partes nobles del chico que cayo redondito al suelo agarrándose la entrepierna, largando lagrimitas en el suelo.
-Acepto maldito pervertido pero ya no te me acerques tanto.-Dijo yéndose de ahí con unas pocas esperanzas de olvidar el amor que le tenía a su mejor amigo.
-O-ok-Dijo sin aliento.
Al día siguiente Sai pasó temprano a recoger al chico rubio. Estuvo tocando el timbre y una señora muy linda de cabello rojo le abrió la puerta preguntándole a quien buscaba.
-Mucho gusto mi nombre es Sai, soy amigo de Naruto y vine para acompañarlo a la escuela.
-¡Naruto!-Grito la señora con potencia haciendo retumbar los vidrios y paredes del hogar.-Saldrá en un momento. Pasa y espéralo dentro.
-No se preocupe, solo no le diga nada quiero que sea una sorpresa-Dijo con esa incomparable sonrisa que cargaba el muchacho dejando encantada a la madre del rubio. Entro dejándolo esperar fuera y luego una figura apareció desde la puerta, traía el pelo mojado y un emparedado en la boca pensando que Sasuke había venido a llevarlo a la escuela, cosa que nunca había pasado, pero la persona que tenía al frente era algo verdaderamente más inesperado.
-¡Tú! ¿Cómo conseguirte mi dirección?
-Si te lo digo te asustarías.
-¿Qué? ¿Porque iba a...?
-Oh mira qué hora es. Llegaremos tarde Naruto muévete.
El chico lo cogió de un brazo y lo subió al auto con el que había venido a recoger al rubio, arrojándolo al asiento de copiloto. El trayecto duro al menos unos diez minutos y dejando el auto en el parqueo ambos se dirigieron a su salón que por la hora se encontraba completamente vacío.
-¡No hay nadie aquí! ¡Dijiste que era tarde!
-Ups...bueno hay que tratar de sacar provecho de la situación, tenemos tiempo para hablar.
-¿de qué?-Dijo haciendo un lindo puchero de ira.
-¿qué te gusta de ese chico Sasuke?
Naruto no dijo nada y se quedó mirando a un punto en la pared muy ruborizado, pero luego volvió a la realidad al sentir un pellizco en su brazo.
-¡Auch!
-Perdón, no me respondías.
-Podrías haber hecho otra cosa.
-¿Preferías un beso en los labios?-Dijo galante acercándose un poco.
-Me quedo con el pellizco-Dijo enojado.
-Bueno. Aun no me has dicho nada.
-La verdad-Paro un segundo-No sé qué me gusta de él.
Sai quedo mirándole sin entender. Según él era obvio que algo debía llamarte la atencion en una persona antes de gustarte.
-Y como sabes que te gusta entonces-Pregunto.
-Sasuke es especial para mí-se perdió en una sonrisa- Es el primer amigo que he tenido y además de eso él sabe todo acerca de mí y creo que lo es todo acerca de él. Me gusta estar cerca suyo, escucharle, intentar cada día sacarle una sonrisa, hablar de las cosas que le molestan, las que no, pelear, insultarlo. Me gusta todo supongo.
-Interesante-Dijo asombrado el albino.-Hasta cursi diría yo.
-Erg-Carraspeo el rubio.- ¡Tú me preguntaste!
-Bueno no te enojes ¿Si es tan especial para ti porque no luchas por él?
-Sasuke no ve en mi más que un amigo-Rio amargo.-Ha, recuerdo la vez que me le confesé. Dijo que le daba asco pensar estar conmigo de esa forma.
Sai arrugo el rostro. El rubio comenzó a llorar sin poder evitarlo, se acercó al chico y lo abrazo acariciando sus cabellos para tratar de contener el llanto pero este no paraba, de esa manera deslizo su mano hasta dar con la barbilla del rubio. La tomo y le dio una casto beso en los labios. Fue ahí en que toda la tristeza del rubio fue cambiada por enojo y con fuerza descomunal arrojar un puñete golpeando de feroz manera a Sai que quedo en el suelo. El rubio sintió la culpa y se acercó al hasta que el albino en el suelo comenzó a reír como desquiciado por la cara que había puesto el rubio.
-Jajaja, no se nota que hace un momento estabas triste.
-Vuelve a hacerlo y te castro
-Vale, vale-Sonrió asustado tratando de calmarle.
-Entonces al Uchiha no le van los chicos. Ya veo tu problema rubiecito.
-Cállate, no tienes ni la más mínima idea como me he sentido todo este tiempo...Además ¿porque te incumbe?
-Vamos...no te pongas a la defensiva...velo como simple muestra de caridad, entre a esta escuela esperando aburrirme como en las otras pero...
-¿Pero?
-Un rubiecito muy lindo tenía una cara muy triste cuando cierto azabache no estaba, fue ahí en que pensé...Humm bueno puede ser divertido por un rato.
-¿Entonces no buscas estar conmigo cierto?
-No al principio pero...bueno hablaremos de eso luego, van a comenzar a llegar y creo que deberíamos preparos. Lo prometo, será eficaz solo siete días...
-¿Siete días? ¿Crees que pueda olvidarlo?
-Pueden pasar dos cosas, que el maldito cara de burro se dé cuenta de que siente algo por ti o...
-¿O?
-Que termines enamorándote de mí.
-¡Imposible!